lunes, 15 de octubre de 2007

Tres apuntes sobre la vaca de Vignole

I

"Vignole había sido agrónomo en una provincia argentina y de allá se trajo una vaca con la cual trabó una amistad entrañable. Paseaba por todo Buenos Aires con su vaca, tirándola de una cuerda. Por entonces publicó algunos de sus libros que siempre tenían títulos alusivos: Lo que piensa la vaca, Mi vaca y yo, etcétera, etcétera. Cuando se reunió por primera vez en Buenos Aires el congreso del Pen Club mundial, los escritores presididos por Victoria Ocampo temblaban ante la idea de que llegara al congreso Vignole con su vaca. Explicaron a las autoridades el peligro que les amenazaba y la policía acordonó las calles alrededor del Hotel Plaza para impedir que arribara, al lujoso recinto donde se celebraba el congreso, mi excéntrico amigo con su rumiante. Todo fue inútil. Cuando la fiesta estaba en su apogeo, y los escritores examinaban las relaciones entre el mundo clásico de los griegos y el sentido moderno de la historia, el gran Vignole irrumpió en el salón de conferencias con su inseparable vaca, la que para complemento comenzó a mugir como si quisiera tomar parte en el debate. La había traído al centro de la ciudad dentro de un enorme furgón cerrado que burló la vigilancia policial".

Pablo Neruda
Confieso que he vivido

II

"Este escritor argentino era un raro, un hombre que se pasó media vida paseando con una vaca por la calle Florida de Buenos Aires, dedicado a escandalizar con sus discursos callejeros y sus proclamas revolucionarias a los sectores más conservadores de la sociedad argentina de su época. Le llamaban "el filósofo de la vaca", así ha pasado (no mucho, en realidad es un desconocido) a la Historia. En cierta ocasión coincidió con Neruda en un banquete (hubiera sido invitado o no, iba a muchos con la vaca, que dejaba aparcada siempre fuera del restaurante), se acercó al futuro Nobel y le dijo: "Sentate, Omar Vignole." El escritor chileno le preguntó de inmediato: "¿Por qué me llamas Vignole sabiendo que eres tú Vignole y yo Pablo Neruda?" "Es que en este restaurante —le respondió Vignole— hay muchos que sólo me conocen de nombre y como varios de ellos me quieren dar una paliza yo prefiero que te la den a ti."

E. Vila-Matas

III

"Vignole desafió a un luchador de “cath-as-can”. La pelea se celebró en el Luna Park que estaba lleno a reventar. Vignole se presentó con su vaca que amarró en una esquina del ring. Nada más comenzar el combate, “El Extrangulador de Calcuta”, que así se llamaba el luchador, se abalanzó sobre Vignole y en un pis pas lo zapateó al suelo, colocándole, para más humillación, un pie sobre la garganta entre los abucheos de un público feroz que exigía que el combate continuara.
Unos mese después, Vignole publica un nuevo libro: “Conversaciones con la vaca”. Y aquí aparece una de las mejores y originales dedicatorias que se hayan escrito en un libro. (...).
Dedico este libro filosófico a los cuarenta mil hijos de puta que me silbaban y pedían mi muerte en el Luna Park la noche del 24 de febrero

Tierra y libertad

1 comentario:

  1. Bueno, no solo son actos de algunos, o muchos escritores Argentinos, tambien hay de musicos, como Charly Garcia, por citar solamente uno.

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