viernes, 30 de marzo de 2007

Scherzo




Scherzo - Verwitterte Melodie (1942). Director: Hans Fischerkoesen; idea: Horst von Möllendorff; música: Lothar Brühne.

Vía: Bibi.vlog

Cajón de Sastre

Resulta que yo creía que esto de hacerme fotos en los espejos de los lavabos de los hoteles era un placer solitario que convenía mantener en secreto, más que nada por no tener que dar explicaciones a los amigos, que siempre andan dispuestos a ejercer de psicoanalistas baratos con la intimidad de uno. ¡Nos quieren tanto! Pero hoy, yendo al pairo por la red, me he encontrado con unas cuantas almas gemelas que comparten conmigo este ingenuo ejercicio de narcisismo:

Y una vez dicho esto, tres cosas más:

1. Tras el post sobre nacionalismos A y B, que a algunos -y no acabo de entender por qué- nos les pareció nada bien, estaba dispuesto a recrear un benjaminiano "Cabaret Neopatético" en el que castigaría a pasar un rato a algunos ejemplares del tipo B. Lo he intentado y me he aburrido pronto. Pero que conste que he estado a punto de castigar a todos los implicados en la subasta soberanista catalana.

2. Lo cuenta en la prensa una muchacha de 22 años: "Una vez le dije a mi ex que no porque quería probar con un pepino. Lo sacó de la nevera, era muy grande y estaba muy frío. Por lo demás soy una chica muy abierta". Lo re-confirmo: no existe ningún asalto a la intimidad desde los medios; el fenómeno singular y masivo es precisamente el contrario: la sobreexposición de la intimidad en los medios por parte de sujetos encantados de sacar a relucir sus vergüenzas.

3. Joaquín Calomarde, diputado del PP ha escrito en "El País" (¡ni más ni menos!):
"España es un país democrático de la Unión Europea. Todos los gobiernos de la democracia, incluidos los del Partido Popular, han contribuido a lograr el actual grado de modernización y desarrollo democrático de la sociedad española, que, a fecha de hoy, es tan elevado o más que el de cualquier otro país de Europa. En consecuencia, y quiero que sea mi primera afirmación, es evidente que el grado de crispación de nuestra vida pública no se corresponde con ese nivel de desarrollo democrático de la sociedad española; es anterior a la democracia, no encaja en ella, ni tiene por qué hacerlo, y violenta la estabilidad, no sólo del sistema institucional, sino del desarrollo y la bonanza económica que una democracia moderna precisa, sustentada siempre en la estabilidad del sistema. Ciertamente que haríamos mal si juzgamos que sólo el Partido Popular es el responsable de esta situación. No es así. Y juzgaríamos todavía peor si afirmáramos lo contrario: que sólo Zapatero puede lograr con sus equívocos o errores tamaño dislate político y social como lo es la creciente crispación de la vida social española".

A propósito de Torres Villarroel

Diego de Torres Villarroel, El ermitaño y Torres:

“Estoy, lector mío, en la suave sola situación de estos carrascos, salvaje racional de estas malezas. Aquí me visita el tiempo más despacio, y se detiene conmigo algunos ratos”.

Aforismos de Santiago Rusiñol

L’Avenç ha editado los agudos y caligráficos aforismos de Santiago Rusiñol. Me voy a limitar a transcribir una pequeña selección (el límite viene impuesto por el cansancio: acabo de llegar a casa, estoy rendido y paso a echar la persiana antes de irme a la cama),

I

Per a les beates, resar és com fer el solitari.

Para las beatas rezar es como hacer el solitario

XXXI

Els que cerquen la veritat mereixen el càstig de trobar-la.

Los que buscan la verdad merecen el castigo de encontrarla.

LX

L’home que no te creences creu en creure que no en te.

El hombre que no tiene creencias cree en creer que no tiene.

LXX

Per sentir admiració envers un savi, no l’hem d’acabar d’entendre bé.

Para sentir admiración hacia un sabio no lo tenemos que acabar de entender.

XCIX

L’emigrant és el malat que canvia de posició.

El emigrante es el enfermo que cambia de posición.

CLXVIII

La pena de mort potser és un bon exemple… per al mort. Si pogués ressuscitar li serviria d’experiència. Als vius no els serveix de res, perquè tots pensen: “No va per tu”.

La pena de muerte quizás sea un buen ejemplo… para el muerto. Si pudiera resucitar le serviría de experiencia. A los vivos no les sirve de nada, porque todos piensan: "Tú no tienes nada que ver con esto"


CLXIX

La majoria d’homes que es diuen austers és que no tenen gana.

La mayoría de hombres que se consideran austeros es que no tienen hambre.

jueves, 29 de marzo de 2007

Cosas encontradas por ahí




Y para acabar:

Meme

De la noble casa del “hombre sentado en una silla”, que tanto me gusta visitar, me llega un meme. Me lo remite su propietario, el Señor de Portorosa. A ver. Esto de los memes tiene su qué. Nos ayuda a tendernos la mano desde diferentes bitácoras y a mantener una cierta cordialidad que, ya veis, a mi me gusta. ¡Cursi que es uno! Por otro lado la mano que se me tiende en este caso no puede ser más aristocrática.

Claro que lo que Portorosa me pide no es fácil de cumplir. Solicita que abra el libro que tenga más a mano (aunque no lo esté leyendo) y transcribir las cinco primeras oraciones del segundo párrafo de la página 139. Y una vez hecho esto, pasarle el mochuelo a quien se me antoje.

No es nada fácil, Portorosa, porque en este refugio en el que me encierro, los libros se mueven a su antojo por aquí y por allá, amontonándose a su capricho. El que en este preciso momento tengo más próximo es un diccionario de griego. Y me parece que tampoco es cuestión ahora de andar con helenismos. Así que con su permiso, lo que voy a hacer es nombrar los libros que tengo sobre la mesa, de izquierda a derecha, y permitir que mis víctimas sigan o bien su consejo o bien mi ejemplo.

Los libros:

- Eugene R. Sheppard, “Leo Strauss and the politics of exile” (Brandeis University Press, 2006).

- Aulo Gelio, “Noches Áticas II” (UANM, 2002)

- Enrico Donaggio, “Una sobria inquietud” (Katz, 2006).

- Platón, “Phedon” (Les Belles Lettres, 1970)

- Moses Mendelssohn, « Jérusalem ou Pouvoir religieux et judaïsme » (Gallimard, 2007).

- Gershom Scholem, « Walter Benjamin. The story of a friendship » (NYRB, 2003)

- Giovanni Semerano, “L’infinito: un equivoco millenario” (Bruno Mondadori, 2004).

- Un par de diccionarios (de griego y de inglés).

Las víctimas:

- Batsceva (mi italiana preferida)

- Dadanoias (mi pornógrafa preferida)

- Júlia (la última bloguera que, según mi registro, se ha pasado por El Café de Ocata a tomar un café).

martes, 27 de marzo de 2007

Lecciones de metafísica de la historia

I

Recuerda Saul Bellow en sus memorias que en los años 40 Koestler era un excéntrico en el París de los Merleau-Ponty, los Sartre y las Simone de Beauvoir, para quienes la grandeza de Stalin se hallaba precisamente en su decisión de subordinar la moralidad a la historia. Y, en el fondo y en la forma, añade Bellow, quizás no se pueda ser cabalmente progresista si no se tiene más confianza en la historia que en la moralidad.

II

Clase de alemán en el Lycée de Meaux. Se está leyendo un texto de Nietzsche sobre el último hombre. Casi todos se sienten dolorosamente conmovidos por el vaticinio nietzscheano. Sólo un alumno se levanta y afirma con decisión que es necesario desear la llegada del último hombre. Inmediatamente es expulsado de clase. Y así comienza la fulgurante y millonaria carrera literaria de Michel Houellebeq.

III

Albert Camus: “Más vale equivocarse sin matar a nadie que tener razón ante un montón de cadáveres”

lunes, 26 de marzo de 2007

Mi tía Crucita


Aprovechando que me acaban de mandar por mail esta foto de mi tía, de la que el otro día hablaba por aquí, os presento a todos los contertulios de El Café de Ocata a la flamante María Cruz Luri Martínez, mi tía Crucita. ¡A ver quién puede presumir de tener una tía más guapa que la mía! (Me temo, tía, que te provocaré un ataque de lloros si te ves por aquí, pero es que no he podido resistir el orgullo). A su madre, que era mi abuela, la llamaban con razón por Aldea Nueva de Ebro "Juana la Guapa". ¡De raza le viene al galgo...! Algo habré heredado yo... espero...


Más sobre Azagra:

No hace mucho encontré en una tienda de libros de viejo uno titulado "En balsa por el Ebro" (Editorial Montblanc, 1971). Se trata del relato de un descenso en balsa por el Ebro desde Miranda hasta el Delta. Los protagonistas de esta singular singladura pasaron por mi pueblo el sábado 8 de junio de -creo- 1969. Pero estos grandísimos ignorantes en lugar de Azagra, hablan de "Azafra". Transcribo unas líneas:

El río esta muy tranquilo y dulcemente nos dejamos llevar por su corriente. Despues de un buen rato de navegar, paramos en un abandonado 'paso de barcas'. Muy cerca hay un pequeño fortín que, según nos dicen, vigilaba este sector del Ebro en tiempos de los carlistas. A unos dos kilómetros se halla el pueblo de Azafra.

La gente de Azafra se traslada a este lugar del Ebro para bañarse, lo cual ha llevado a que se haya montado un pequeño merendero, lugar que aprovechamos para nuestro segundo desayuno.

Unos cuantos jóvenes nos miran con curiosidad y finalmente entablamos buenas relaciones: los chicos nos ofrecen ajos y las chicas alcachofas. Anotemos que tanto los ajos como las alcachofas habían sido amablemente 'sustraídos' de un campo cercano.

domingo, 25 de marzo de 2007

Parerga

I
¡No sé para qué demonios escribo! ¡Si a este Café de Ocata sólo llegan imbéciles mentales ociosos incapaces de comprender nada de lo que digo!
¿Os gusta este comienzo? He intentado utilizar una figura retórica inexistente, a la que Humberto Eco le da el irónico nombre de “Captatio malevolentiae” y que tendría por objeto ganarse la enemistad del receptor. Al escribirla estaba pensando en las declaraciones de nuestros políticos. ¿No ponen de manifiesto su olímpico desprecio de la inteligencia del elector? ¿Acaso no parecen empeñados en una campaña de desprestigio institucional y de desmotivación ciudadana?

II

¡Si Gadamer fuese aún más inteligente de lo que es, pensaría exactamente como yo!” (ocurrencia de Karl Löwith)

III

Duns Scotus: «Creo, Señor, lo que tu gran profeta ha dicho, pero si es posible, haz que llegue a entenderlo».

IV

A bordo del Goplana, un barco capturado a los rusos a comienzos de la Primera Guerra Mundial, Wittgenstein patrullaba por el Fístula. Se sentía solo o, más exactamente, aislado, se masturbaba y filosofaba. “Voy rumbo a un gran descubrimiento –se decía-. ¿Pero llegaré?”. Su obligación consistía en manejar el reflector (con una sola mano, imagino).

V

Escucho con atención a Gabriel Amengual en el I Congreso catalán de filosofía. Repite varias veces la kierkegaardiana “aventura de elegirse uno mismo”. Al llegar a casa me dedico a bucear entre los libros.

  • William James distinguía en Las variedades de la experiencia religiosa entre aquellos individuos que “nacen una vez” y los que buscan un “segundo nacimiento” que les permita cambiar su “habitual centro de energía personal”.
  • María Zambrano insistía en que el nacimiento biológico era solamente el comienzo de nuestro nacimiento. La grandeza del hombre es que puede nacer de nuevo como autor de su biografía, ganándose el ser a través de la vida. Sólo entonces nacemos del todo.
  • Esta idea de un segundo nacimiento, como comienzo siempre posible, es central en Hannah Arendt. Es la capacidad de inaugurar, de hacer nacer, de introducir lo nuevo y lo imprevisible en el mundo, lo que nos permite romper la monotonía de la mera biología.
  • Se encuentra igualmente muy presente en Wittgenstein, que la tomó de James.

VI

Estaba Jenofonte coronado, ofreciendo un sacrificio, cuando le llegó la noticia de la muerte de su hijo en el campo de batalla. Se desprendió de la corona, pero al enterarse de que había muerto peleando con valentía, se la volvió a poner y sin derramar ni una lágrima, dijo: Ya sabía yo que lo había engendrado mortal.

viernes, 23 de marzo de 2007

Aforismos de las 19:09

I

El auténtico hombre religioso tiene más poder que Dios. Si Dios creó al mundo de la nada, él crea dioses a partir del mundo.

II

La ciudad y sus instituciones (la escuela en primer lugar), ¿tuvieron alguna vez la función de educadores morales? Si fue así, hoy la han perdido. Hoy la ciudad y sus instituciones (la escuela, los medios de comunicación, la literatura…) no educan tanto en la moral (o en la vergüenza, su pariente pobre) como en la indignación moral, que es la forma más engolada del narcisismo.

III

¿Y si fueran las fronteras políticas las que contienen las fronteras antropológicas? Quiero decir: ¿Y si fueran las fronteras nacionales las que impiden que haya tantos países como individuos?

IV

La cultura es el mundo visto por una mirada con más esperanza que memoria.

V

Los símbolos son de quien los usurpa.

VI

La caverna platónica –y esto es algo que Platón ni sospechaba- también tiene sus cloacas.

VII

Pienso en Heidegger y España. Entre nosotros no ha habido heideggerianos notables. No podía ser de otra manera. A nosotros lo que nos inquieta no es la cura, sino la sine-cura.

VIII

En aquel aprisco sin vallas, cada oveja era un rebaño.

IX

Parodiar a un idiota es muy difícil. El imitador acostumbra a parecer más idiota que el idiota y, desde luego, mucho más idiota que cómico.

X

Para prepotente, el eyaculador precoz.

XI

El sí mismo es una cuestión de confianza.

XII

Se prohibió desear para mantener vivas la tentación del deseo.

XIII

La libertad suprema: la del genio que se niega a crear. Ergo, quien es incapaz de crear está condenado a ser esclavo.

XIV

Sinceridad: la verosimilitud del yo que se muestra ahora.

jueves, 22 de marzo de 2007

Futesas filosóficas


I

El pequeño es un encanto. Al principio era exactamente igual que Kant, pero ahora parece más un bebé”. Respuesta de Bertrand Russell a Wittgenstein, que se había interesado por su hijo.

II

« Tengo en mi casa lo menos dieciséis libros de Platón. No sé si mis amigos habrán escuchado alguna vez sus títulos. Se quedarían bien sorprendidos si lo supieran. Si no me creen, que vengan a verlos. Verán en mi biblioteca no solamente libros en lengua griega, sino también algunos traducidos al latín que no habrán visto en ningún otro sitio. Y aquí sólo está una parte de las obras de Platón, pues he visto con mis propios ojos aún más, en particular en casa del calabrés Barlaam. »

Estas palabras son de Petrarca (1304-1374), que se atreve a ser sacrílego reivindicando a Platón. En realidad describen su fe sacrílega, puesto que ponen de manifiesto más la admiración del coleccionista que el criterio de erudito: Petrarca no dominaba el griego y, por lo tanto, tenía más libros de Platón de los que era capaz de leer. Habrá que esperar hasta Marsilio Ficino (1433-1499) para disponer de traducciones latinas de toda la obra de Platón.

Lo que hay de sacrílego en estas palabras es la confesión implícita en ellas de que el saber oficialmente instituido y consagrado como cierto sabe a poco. Petrarca está despreciando un mundo que parecía perfectamente dominado por una religión revelada y por un sistema filosófico armonizado con ella, el aristotélico, y está tentando a sus amigos con un saber diferente. Petrarca no tiene suficiente ni con la palabra de Dios ni con la de Aristóteles.

A la tentación de un saber diferente al admitido dogmáticamente se enfrentaron tanto los musulmanes como los cristianos. Una leyenda (no aseguro su verdad) cuenta que cuando Alejandría fue conquistada, el año 641, Amr ben al'Ass le pidió consejo al califa Omar sobre lo qué convenía hacer con su famosa biblioteca. Éste le respondió :

- Si esos libros estás de acuerdo con el Corán, son inútiles ; si no lo están, son inútiles igualmente. ¡Destrúyelos.

Y la biblioteca fue pasto de las llamas.

III

Segunda jornada del “Primer Congrés català de filosofia”. Ayer Ramon Valls estuvo espléndido. Hoy Jordi Sales nos ha animado a ser optimistas y generosos. Así que me quedo con el recuerdo de Valls. La ironía es una virtud filosófica. Mejor: la ironía debería ser el imperativo moral del filósofo.

Me ha sorprendido el elevado número de comunicaciones dedicadas a la filosofía política. ¿Ha de verse esto como un síntoma? Esta mañana he presentado la mía, titulada “Erotismo y prudencia. Leo Strauss y los límites de la filosofia”. En el momento de la exposición estaba acompañado en la mesa por el presidente, Josep Montserrat, y por Àngel Pascual Martín. O sea, tres straussianos, tres. No es fácil encontrar tanto straussiano junto en ningún lugar de Europa. Al terminar mi exposición, Josep me ha pasado un papel: “Qué buen café que sirves en Ocata”, ponía. Me ha gustado.

IV

Charles-Joseph, Principe de Ligne:

"Hay dos clases de tontos: los que de nada dudan y los que dudan de todo."

V

Por cierto, Ramon, Saul Bellow era neoconservador hasta la médula. Ravelstein es una elegía a Allan Bloom, el fiel amigo. O mejor: el más íntimo amigo. En la novela aparece también un tal "Davarr" ("Palabra", en hebreo). Detrás de este seudónimo se encuentra Leo Strauss.

miércoles, 21 de marzo de 2007

L'home que mira

Por algún lugar escribe el Valdano que el fútbol es anterior a sí mismo. Pues en esto de los blogs, “L’home que mira” (www.alcoberro.info) es anterior a todo, el auténtico pionero, al menos en Cataluña. Nada más nacer se convirtió en un foco de atracción y -gracias le sean dadas a su autor por ello- de polémica. Antes de imaginar la existencia de El Café de Ocata ya era yo habitual merodeador de esta mirada.

Ahora acaba de aparecer impresa una selección de los posts de los años 2004-5 (Ramon Alcoberro, "L'home que mira. Un bloc de filosofia i pensament", Cossetània, 2007), lo cual sirve para constatar que esto de la blogosfera tiene mucha, mucha miga. Leo en la contraportada que este blog “és un dels més seguits en català i provoca autènticas fílies i fòbies”.

Me voy a limitar a recoger una parte del post del 27 de mayo de 2005, que lleva el título “De res socratica”, donde “L’home que mira” nos cuenta una historieta atribuida a Fedro, según la cual…

“… una vegada Sócrates es va construir una casa, però era molt senzilla i petiteta. Així que un paisà va comentar-li un dia:

Caram, quina casa tan petiteta per a un home tan notable!

I Sócrates li respongué:

- Em consideraria afortunat si pogués omplir-la d’amics fidels.

¡Por la amistad!

Azagra, mi pueblo







Perdonadme que hoy caiga, rendido, ante un ataque de melancolía que me ha provocado mi primo Ángel. Estas fotos son de un pueblo que ya no existe, Azagra, en la ribera navarra del Ebro. Y sin embargo yo soy de él. Quiero decir que ya no quedan en pie los decorados de mi infancia, porque en mi pueblo hace tiempo que le declararon una guerra sin cuartel al patrimonio histórico y hoy se puede decir que la victoria del presente es total. Es falso que los campesinos estén apegados a las tradiciones. Esto de lo tradicional es un invento de domingueros y excursionistas ilustrados. Pero a lo que iba: No puedo dejar de ser de Azagra porque en este pueblo que ya no existe están enterrados todos mis muertos. Y uno es, inevitablemente, del lugar en el que sus seres más queridos están enterrados. Pero tampoco puedo decir que sea de este pueblo, ya que apenas conozco a nadie vivo que tenga menos de cuarenta años.

Por cierto, Ángel: te reto a que me digas los nombres de los azagreses de la primera foto.

martes, 20 de marzo de 2007

La escuela hermenéutica gitana de Sants

Hoy me tocaba hablar de Prometeo, de los prometeos de Wieland, Leopardi, Garnett y Gide. Como llegaba con tiempo a clase me he parado de camino a tomarme un cortado en una cafetería de la Calle Dr. Triadó.

Con frecuencia pienso que soy afortunado por poder aislarme del mundanal ruido y dedicarme a estas cosas, tan perfectamente prescindibles y, sobre todo, por encontrar a cómplices para mis devaneos porque, si no fuera así, estas manías podrían acabar pareciéndose al vicio solitario.

Nada más entrar he chocado con los gritos. En un extremo de la barra tres hombres discutían a pleno pulmón. Dos andarían por la cuarentena y el tercero por los veintipocos. Una pareja de ancianos sentada en una mesa apartada mojaban sus melindros en sus tazas de chocolate y miraban a la calle, sin que pareciera molestarles el griterío. No había más clientela. He pedido un cortado y un agua a una camarera sudamericana empeñada en hablar un catalán incomprensible. Pequeñita, regordeta, morena, sonriente. Le he tenido que aclarar que lo quería caliente, pero no muy muy caliente; no, no me importaba que tuviera espuma; sí, un sobre de azúcar; más café que leche; y el agua fría; sí esa me va bien, etc. Los tres hombres no paraban de gritarse, gesticulando. Por un momento he pensado en las ferias de ganado de mi infancia. Los gitanos -porque estos tres hombres eran gitanos - discutían así. Me costaba entender lo que decían. El joven llevaba un papel en la mano y señalaba con el dedo a algo que había escrito, con pasión, insistentemente. Mi intención primera ha sido beberme el café de un trago y salir, pero estaba tan caliente que no he tenido más remedio que esperar. Y entonces me he dado cuenta. ¡Estaban discutiendo del profeta Isaías! ¡El papel era una fotocopia de un texto bíblico!:

- Dame, que ya lo leo yo-, ha dicho uno arrancándole el papel de la mano al más joven. Y ha leído, despacio, ceremonialmente, como si comulgase con cada palabra.

“Todos nosotros como ovejas erramos, cada uno marchó por su camino, y Yahveh descargó sobre él la culpa de todos nosotros.”

Bueno –he pensado- esto sí que es un auténtico círculo hermenéutico”.

No había palabra que no quisieran comentar, matizar, expandir. Así, con esta pasión, con todos los sentidos, nunca he sabido discutir yo. Me he quedado junto a ellos, intentando prolongar el café, sorbito a sorbito, hasta que se me ha echado el tiempo encima.

¡Bendito sea Dios!

lunes, 19 de marzo de 2007

La eugenesia III

Por los pequeños placeres caseros

Pérez de Ayala construye con su Prometeo lo que él llama una “novela poemática de la vida española”. Es un texto de un lirismo profundo, pero amargo, que lanza una mirada interrogadora sobre la eugenesia en una fecha tan temprana como la de 1924.

El nuestro no es un tiempo propicio para poetas como Homero o Esquilo. ¿Qué interés verían ellos en nuestras vidas de héroes triviales? Los Prometeos de nuestro tiempo son soñadores discretos que se creen portadores de un rescoldo de dignidad suficiente para alimentar de vez en cuando un pequeño fulgor heroico que no puede ocasionarles más que confusión. Es el caso del protagonista de esta novela, profesor de lengua y literatura griegas en una universidad de provincias, que vive sin saber lo que quiere.

“No sabía en qué resolverse. Si le hubieran preguntado: ‘quieres ser rey?’, él hubiera respondido ‘¡Bah!’, con mueca despectiva. Quería ser él, él mismo, pero en forma que no acertaba todavía a definir”.

Es fácil recordar aquí al Nietzsche de Más allá del bien y del mal, que sostiene que la función de la educación y la cultura en nuestra época (“tan popular, quiero decir, tan plebeya”) es engañar a la naturaleza acerca de la procedencia de todo cuanto hemos heredado en el cuerpo y en el alma. Todo educador, hasta ese “asno virtuoso y cándido” que Nietzsche considera un espécimen propio de nuestros días, anima a sus educandos a ser veraces, a que sean ellos mismos, a que obedezcan los impulsos profundos del corazón.

Un día Prometeo oyó decir que “sólo la acción conduce al éxito” y que el éxito es “la realización cabal del propio destino”. Inmediatamente decidió que quería acción y éxito. Pero no era un hombre de acción. Los hombres de acción modernos son los aventureros, los financieros... pero las ambiciones que los empujan son para Prometeo mezquinas. Él aspira a algo prometeico y, si no puede realizar en sí mismo este destino, está dispuesto a gestarlo, a hacerlo realidad en su propio hijo. Así que decide casarse, ganar la cátedra universitaria y sentar cabeza. A sus treinta y tres años había comprendido que “a él le estaba reservada la más noble manera de acción: la de engendrar al hombre de acción”. De esta forma se entregó a la obsesión de la paternidad heroica en un tiempo que –recordémoslo- carece de épica. Se casó con la hermosa e inteligente Perpetua Meana, con la que pronto tuvo un hijo que “era una criatura repugnante, enclenque, el cráneo dilatado, la espalda sinuosa” que se crió raquítico y creció jorobado, impertinente, arisco, precozmente lascivo, pendenciero. Acabó ahorcándose. Las últimas palabras del relato de Pérez de Ayala son:

“Al extremo de la quintana, colgando de una higuera, bailaba al aire el cuerpo de Prometeo, deforme y liviano como fruto serondo”.

Y es que el huerto de lo humano, si quiere seguir dando frutos humanos, no puede ser cultivado exclusivamente con técnicas de laboratorio. En este espacio en el que la cultura es inevitablemente cultivo (o sea: lucha contra la invasión del bosque), el fruto más característico es el de la perplejidad que produce comprobar cómo los padres acaban temiendo la independencia de sus hijos y los hijos desconfiando de las buenas intenciones de los padres; cómo algunos necios tienen hijos sabios y padres utilitaristas amamantan camadas de soñadores ociosos; nacen capitalistas de padres labradores y místicos de familias ateas y el sol que sale cada día, ignorantemente ilumina a todos igual en un mundo diferente. Una de las labores urgentes que nos toca realizar es la defensa de la divergencia necesaria, es decir, de la intromisión de lo salvaje en los campos de cultivo (¿es este el destino de la religión?). No puede defender la cultura quien nunca ha conocido la cizaña. Y es un deber moral realizar esta defensa sin caer en el cinismo de justificar toda desigualdad con el argumento de la necesaria diferencia.

Concluyo con un verso de Horacio: “naturam expelles furca, tamen usque recurret”. Es decir, por mucho que intentemos expulsar a la naturaleza con una horca, ella siempre tendrá la última palabra, porque sin interrupción (usque) reclama sus dominios. La cultura ha tenido siempre como función engañar a la naturaleza acerca de la procedencia de lo profundamente plebeyo que anida en nuestros cuerpos y en nuestras almas. Todo monumento cultural es una invitación a retomar la horca horaciana para “naturam expellere”, pero, sin embargo, la plebe “usque recurret”. Y a eso que siempre retorna, tanto le podemos dar el nombre de “nihil” como el de “physis”.

Me dan miedo -mejor: pánico- los proyectos de desnaturalizar al hombre. Pero en unas sociedades dominadas por el politeísmo de los valores y en las cuales los poderes públicos han delegado alegremente sus competencias, ¿quién tiene autoridad suficiente para controlar el supermercado de lo transhumano?

domingo, 18 de marzo de 2007

La eugenesia II

El fascismo utilizó la eugenesia para mejorar la raza; el socialismo, para eliminar las diferencias sociales; pero durante años tanto el uno como el otro confiaron en la biopolítica.

El fascismo pretendía la purificación de la raza, con el convencimiento de que la pureza racial era el acceso posible a unas míticas virtudes ancestrales cuya recuperación era su gran razón de ser. La eugenesia de izquierdas era progresista y lo que buscaba era la superación moral del hombre eliminando los residuos genéticos que no eran susceptibles de evolución cultural. No fueron pocos los idealistas que pretendiendo resolver problemas sociales echaron mano de la biología. Ahí está el “Back to Methuselah” de Bernard Shaw.

En los Estados Unidos se ejerció un control especial sobre la emigración, porque se pensaba que una cierta deficiencia física y moral era hereditaria. Madison Grant defendía en su libro de 1921 titulado “The Passing of the Great Race”, que la llegada masiva de emigrantes del sur de Europa entrañaba un deterioro del tronco racial norteamericano. La aprobación de la restrictiva Ley de Inmigración de 1924 no es ajena a las polémicas eugenésicas.

A mediados de 1997 la denuncia de una anciana sueca trajo hasta la actualidad algo que nadie quería recordar: la práctica de la esterilización involuntaria de los segmentos considerados irrecuperables genéticamente por parte de los poderes democráticos de las sociedades socialmente más avanzadas en los primeros decenios de este siglo. Curiosamente durante un tiempo esta denuncia compartió espacio en la prensa europea con las fotografías de la oveja Dolly, la primera oveja clónica.

Hoy, con el desarrollo imparable de la ingeniería genética, el hombre dispone de un acceso cada vez más manipulable a sus propios mecanismos vitales y parece facultado para transformar por medios demiúrgicos su propia especie. Ha comenzado a imaginarse a sí mismo como objeto de diseño. Quizás dentro de algunas décadas pueda prescindir de ese reducto de la azarosa genética sexual que es el ombligo. ¿Está el ‘homo umbilicus’ llegando a su fin? ¿Cuánto tardará en sacarse al mercado lo “transhumano”?

Decía Kant que habiendo sido tallado el hombre de un fuste torcido, era imposible modelarlo completamente recto. Pero si tenemos acceso a los códigos originarios, quizás no sea utópico imaginarlo completamente liberado de los fatalismos de la natalidad.

Intentaré responder en el próximo post con El Prometeo de Pérez de Ayala.

Navarra, ayer

Pamplona, monumento a los fueros. La inscripción dice lo siguiente:
"Se erigió este monumento para conmemorar la unión de los navarros en defensa de sus libertades. Libertades aún más dignas de amor que la propia vida."
A pocos metros, en la fachada del Palacio de Navarra se encuentra la divisa de los Infanzones de Obanos:
"Pro libertate patria, gens libera state".

La eugenesia I

Dedicado a Nausicaa

Ese curioso personaje que fue el abuelo de Charles Darwin, el poeta Erasmus Darwin (1731-1802) fue el autor de Zoonomia, or the laws of organic life (1796). Estaba convencido de no hay misterios en la naturaleza, que todo puede ser explicado y, por lo tanto, todo debe ser explicado para el bien y el progreso de la humanidad. La justicia, virtud que veneramos con tanta pompa, no sería en última instancia más que una de las formas posibles de la “zoonomía”.

El término "zoonomía" no tuvo demasiado éxito. Sin embargo creo que podemos recuperarlo para nombrar los proyectos de naturalización absoluta del hombre y de la sociedad que abundaron en el siglo XIX al amparo de El origen de las especies. No creo que sea legítimo hacer de Charles Darwin un programador social. De hecho rechazó rotundamente el lamarckatismo de Marx (que le había dedicado, de forma entusiasta un ejemplar de El Capital). Pero lo cierto es que algunos de sus seguidores se empeñaron en transformar el evolucionismo biológico en evolucionismo social. Tal fue el caso de Francis Galton (1822-1911), gran admirador y primo de Darwin, y acuñador del término “eugenesia”. Concibió el proyecto de mejora genética de la especie humana mediante la sustitución de la selección natural por la artificial. Creía, por ejemplo, que la inquisición española había practicado una política antieugenésica con resultados desastrosos para el imperio español. El matemático socialista, Karl Pearson (1857-1936) acogió con entusiasmo las ideas de Galton e intentó darles coherencia matemática, llegando a la conclusión de que se podía elevar significativamente la inteligencia media de un pueblo controlando los apareamientos de sus miembros a lo largo de muy pocas generaciones.

Pearson escribió joyas como esta:

“La historia me muestra una única vía mediante la cual se ha gestado un estado avanzado de civilización: a saber, la lucha de la raza contra la raza, y la supervivencia de la raza física y mentalmente más apta” (Nacional Life from the Standpoint of Science).

El psicólogo frances Bidet se basó en los estudios de Galton y Pearson para desarrollar sus famosas escalas de medición de la inteligencia, que en los Estados Unidos dieron lugar al famosísimo test Binet-Terman, antecedente de las escalas de evaluación intelectual. Terman creía firmemente que con la ayuda de su test las autoridades podrían controlar a los indeaseables sociales, que, curiosamente coincidían con los que en su test eran definidos como “imbéciles”. Un imbécil era un sujeto al que su bajo cociente intelectual le incapacitaba para integrarse armónicamente en la sociedad. La idea conoció su forma científica más hiperbólica en los estudios de Lombroso (que defendía la existencia de un arquetipo físico criminal que aparecía como resultado de una regresión biológica a un estado anterior de la evolución humana) y su manifestación social más sangrienta con la biopolítica del fascismo.

Pero parece legítimo preguntarse si la tentación de la bio-política ha sido definitivamente exorcizada o si, por el contrario, aún nos tocará vivir de nuevo la tentación política de las bio-ciencias. ¿Será el bio-fascismo el sustituto futuro del fascismo nacional?

sábado, 17 de marzo de 2007

Navarra, hoy

Hay en el actual espectáculo político hispano algo que me parece muy digno de observación y estudio: La capacidad de la derecha para jugar con simulacros y la incapacidad de la izquierda para enarbolar con fe y firmeza sus convicciones en la plaza pública. Mientras el PP inventa en Navarra la manifestación preventiva, el PSN-PSOE intenta, a toda prisa, no quedar descolocado. Y este es, precisamente, el juego. El PP está jugando al juego de las sillas con el PSOE. Y el PSOE como contrapartida se manifiesta contra la guerra de Irak o saca a Blanco por la tele.

Claro, claro, también sigue legislando. Y ese es parte del problema. Los socialistas miran perplejos a la realidad porque parecen incapaces de comprender que los hechos no tienen suficientemente fuerza, por sí mismos, para proclamar la bondad de la gestión gubernamental. Pero un teorema elemental de la política reza que todo hecho sumergido en la caverna experimenta un empuje hacia la visibilidad directamente proporcional a su capacidad para competir por el espacio de la luz publicitada.

A estas alturas parece claro que Miguel Sanz, el presidente de Navarra, el mismo que le prometió a Aznar que, llegado el caso “Navarra sabrá ser generosa” está jugando –legítimamente- en clave electoral. Tiene la vista puesta en el próximo gobierno de Navarra, que tendrá, sin duda -y gobierne quien gobierne en Madrid- una importancia enorme. Sabe que la radicalización del electorado beneficia a UPN y a ARALAR (la plataforma electoral nacionalista) y perjudica seriamente al PSN.

Imaginemos, por un momento, que efectivamente se cree algún tipo de super-gobierno con capacidad de gestión sobre los asuntos comunes de las comunidades vasca y navarra (no muchos, no se vayan a creer ustedes que las diputaciones cederán fácilmente sus competencias). Pues en ese caso, a no ser que se produzca un vuelco espectacular de la tendencia electoral que, hoy por hoy, no prevé nadie, las mayorías electorales globales (animo a quien lo dude a sumar los resultados de municipales, autónomicas y generales) estarían a favor de la suma PSOE, PP y UPN. Y aquí está la cuestión de fondo: ¿Cuánto quiere sumar cada uno? Es mucho más fácil que haya un hombre del PP dirigiendo ese hipotético gobierno que el de la Generalitat. A no ser que... (que cada cual piense en las coaliciones alternativas posibles).

Por otra parte mientras la constitución siga en vigor, es de aplicación la famosa “disposición transitoria cuarta” que estableció el mecanismo para la posible unión de estas dos comunidades, único caso, por cierto, en que se contempla esta posibilidad.

Literalmente dice lo siguiente:

1. En el caso de Navarra, y a efectos de su incorporación al Consejo General Vasco o al régimen autonómico vasco que le sustituya, en lugar de lo que establece el Art. 143 de la Constitución, la iniciativa corresponde al Órgano Foral competente, el cual adoptará su decisión por mayoría de los miembros que lo componen. Para la validez de dicha iniciativa será preciso, además, que la decisión del Órgano Foral competente sea ratificada por referéndum expresamente convocado al efecto, y aprobado por mayoría de los votos válidos emitidos.

2. Si la iniciativa no prosperase, solamente se podrá reproducir la misma en distinto período del mandato del Órgano Foral competente, y en todo caso, cuando haya transcurrido el plazo mínimo que establece el Art. 143.

“Las fotitos extremeñas”

Sin que sirva de precedente, voy a reproducir la última parte del artículo que suscribe Juan Manuel de Prada en el ABC de hoy con el título de “Las fotitos extremeñas”. Casi estoy completamente de acuerdo con él:

Me gustaría, por último, hacer una consideración sobre la «función provocadora» del arte. El autor de esas fotitos extremeñas, como tantos otros artistas de pacotilla, ha querido posar ante la galería de trasgresor, de «agente provocador» que desafía un tabú social y se expone paladinamente al oprobio. Pero para que exista verdadero tabú es requisito previo imprescindible que exista una estructura de poder efectivo que lo sostenga y castigue severamente sus infracciones; para que exista verdadera provocación, el artista debe desafiar tal estructura y someterse a su castigo. En nuestra época, vituperar los dogmas cristianos no constituye una infracción de ningún tabú, sino por el contrario una manera de asegurarse el aplauso del pensamiento dominante, un recurso facilón para colgarse medallitas y llenarse los bolsillos. Decía Chesterton que la única herejía que nuestra época no admite es la ortodoxia; y que, por tanto, la única forma de provocación verdadera en una sociedad que ha extraviado el concepto de lo sagrado consiste en volver a hacérselo presente otra vez, escandalosamente presente, sin rebozo ni titubeos. Profanar lo sagrado está al alcance de cualquier pelagatos con afán de notoriedad; exaltar lo sagrado sólo está al alcance del verdadero artista, que es el que está dispuesto a escandalizar al pensamiento dominante y a arder en las llamas de los modernos tribunales de la inquisición, que no son precisamente los de antaño.

viernes, 16 de marzo de 2007

Aforismos de las 18:39

I

La Excepción llevó a la Norma ante el tribunal del Capricho. Acusada de trivial, la Norma no pudo decir nada atinado en su defensa. Fue absuelta por ello.

II

Eros: el solipsismo ubicuo.

III

La literatura y no la lógica es la que educa el sentido de la coherencia. Es el aprendizaje necesario para hallar refugio entre los hombres.

IV

Hoy la ideología ha sido sustituida por la publicidad. Como ella es cosa de temporada.

V

Gracias a dios el vivir tiene esta cosa perezosa, olvidadiza, acomodaticia, que nos permite ignorar que somos naturales.

VI

La tarea de los santos contemporáneos: No dejar que los dioses concilien el sueño (eterno, por supuesto).

VII

A nuestra época le ha tocado en desgracia adorar dioses de invernadero.

VIII

El arte de una época mide la distancia exacta entre la ciudad y el bosque. Por eso tiene, inevitablemente, la estatura de sus leñadores.

IX

Cuando hayamos conseguido inhibir los efectos de la naturaleza en el hombre, habremos alcanzado la salud perfecta (y por lo tanto, perpetua).

X

En política, como en la naturaleza, quien está a la defensiva ya ha perdido.

XI

El rasgo distintivo del completamente idiota es la completa inocencia.

XII

Hay mañanas de fiesta en las que uno echa de menos no creer en un dios, para dar coherencia a la dicha. Una felicidad no merecida es un atentado a la ética.

jueves, 15 de marzo de 2007

Philosophy and dialogue

Me acaba de llegar "Philosophy and dialogue". Se trata de una obra colectiva, editada por Antoni Bosch-Veciana y Josep Monserrat (Barcelonesa d'Edicions, 2007) y que recoge el encuentro entre primeras espadas del platonismo internacional (Francisco J. Gonzalez, Michel Narcy, Thomas M. Robinson, Livio Rossetti y Franco Trabattoni) y lo que -a falta de mejor nombre- voy a bautizar con el pomposo título de "Escuela hermenéutica de Barcelona" (Jordi Sales, Antoni Bosch-Veciana, Josep Monserrat, Beatriz Bossi, Xavier Ibañez y Gregorio Luri).

Los evangelios ocultan -si las tuvo- las risas de Jesús, mientras que dan testimonio de sus lágrimas. De Sócrates, por el contrario, los testimonios no nos hablan de lágrimas, sino de unas (pocas, pero significativas) risas. Nunca lloró por Atenas. Mientras hojeo este libro pienso que quizás una diferencia esencial entre la religión y la filosofía consista en su respectiva inclinación (ligera, si se quiere, pero no por ello irrelevante) hacia el llanto o hacia la risa. El origen de la filosofía no es ni el dolor del hombre, ni el temor de Dios, sino la admiración. Una admiración alejada de esperanzas y de miedos; y próxima a algún tipo de resignación ligeramente irónica, emparentada con la risa. Sócrates puso todo su empeño en ayudarnos a pensar resistiendo la tentación melancólica del sueño de la razón. “Mal podremos seguir su ejemplo –escribe Strauss en su comentario del Eutifrón platónico- si utilizamos su autoridad para echarnos a dormir”.

Ampliación a las 20:19:
Antoni Bosch-Veciana me envía el siguiente mail:

Dius que l'editorial és "Barcelonesa d'Edicions" i hauries de dir "Barcelonesa d'Edicions - Societat Catalana de Filosofia/Institut d'Estudis Catalans, 2007"
(...) El dipòsit està a l'Institut d'Estudis Catalans (a Publicacions). Si els lectors del teu blog (...) van a l'IEC podran adquirir-ne algun. Es distribuirà també a les principals llibreries de BCN (La Central, Laie, Alibri,...) i a J. Vrin de París, a Milà, a New York, etc...


miércoles, 14 de marzo de 2007

¿Un desgraciado perverso?

Me imagino que estáis al tanto de la polvareda levantada por la publicación de una obra presuntamente artística subvencionada por la Junta de Extremadura con imágenes clarisimamente provocadoras para una sensibilidad cristiana.

El artista, un tal Jam Montoya, explica de esta manera el sentido de su obra ("Sanctorum, 1997"):

“Para la realización de estas imágenes el autor recurre a la paráfrasis, a la reutilización de imágenes religiosas de la iconografía clásica, dotándolas de un nuevo sentido e intencionalidad claramente transgresiva y procurando una inversión en su significado más profundo. Exalta la sexualidad como faceta inherente al ser humano independiente de cualquier creencia o religión. El sexo es la vida y está inscrito en nuestra naturaleza, a pesar de que la religión católica esté obsesionada por negarlo”.

Para apoyar teóricamente su propuesta, Jam Montoya se parapeta tras una cita de Otto Mühl, representante del llamado “accionismo vienés”, movimiento que conoció los fervores de la vanguardia hace cincuenta años. La cita de Mühl es la siguiente:

“El artista es el desgraciado que se ha vuelto perverso. En esta perversidad se halla el camino de la redención de la sociedad: las estéticas de la burla, la obscenidad y el pozo negro son los caminos morales contra la conformidad, el materialismo y la ignorancia.”

Tengo mis dudas sobre si lo que hace Montoya tiene algo que ver con el accionismo. Así, a primera vista, más parece retroaccionismo de escaparate subvencionado, pero quizás no esté yo bien informado para juzgarlo. Por eso me ayudaría mucho a formarme una opinión cabal sobre su obra si en los próximos días Jam Montoya nos sorprende con una muestra de coherencia y aplica sus teorías artísticas al Islam. Quizás consiga una subvención en algún emirato. En principio no veo por qué un artista desgraciado que se ha vuelto perverso habría de tener más respeto por los faldones de un ayatolá que de un obispo.

Añado (8:42) un enlace a una entrevista con el artista.

Las barbas del vecino

Hace tiempo que vengo diciendo que en cuestiones de educación los desastres cotidianos de los franceses prefiguran nuestro inmediato futuro. Van un paso por delante de nosotros en el descenso hacia la miseria cultural. Por eso me ha interesado tanto la noticia de que en “L’Ecole centrale d’électronique” se organiza mañana, día 15, un concurso ortográfico con la pretensión de recordar a los estudiantes de carreras técnicas con espíritu de superación, la conveniencia de “escribir mejor que un cerdo”, así, literalmente. El premio es un ordenador portátil.

En los últimos años se han disparado todas las alarmas de L'Ecole al comprobar el deprimente -y decreciente- dominio de su propia lengua por parte del alumnado. Tanto es así que en la actualidad existe una prueba de expresión escrita con carácter eliminatorio para los jóvenes que llaman a sus puertas. Casi uno de cada diez es rechazado. Y sin embargo esos alumnos, extranjeros en su propia lengua, superaron el bachillerato y con frecuencia lo hicieron con resultados notables.

¿Para qué sirve el bachillerato si es incapaz de garantizar un nivel mínimo de dominio del francés escrito? Mientras encuentra la respuesta, L'Ecole ofrece en el primer año de carrera actividades de “recuperación”, como redacción de artículos de prensa y dictados.

¿Cómo era aquello de las barbas del vecino?

martes, 13 de marzo de 2007

Adivinanza

¿Qué pensaríais de alguien de quien su biógrafo más solvente dice que murió dejando tras de sí “un largo rastro de despojos emocionales”?

"Le sobrevivió -escribe otro de sus biógrafos- el sufrimiento que había alumbrado". Tras el dejó dos ex mujeres resentidas, un hijo y una nieta esquizofrénicos y otra nieta que tras una vida de vagabundeos se suicidó prendiéndose fuego en el cementerio de Cornualles.

¿Qué pensaríais si añadiera que en 1936 exhortaba a los nazis a practicar la no violencia siguiendo el ejemplo de Gandhi; que dos meses después de Hiroshima animó a los Estados Unidos a lanzar un ataque nuclear “preventivo” contra la Unión Soviética y que, opuesto frontalmente a la guerra de Vietnam no tenía reparos en elogiar a Mao?

De él dijeron también que poseía una “mente noble y una entrepierna innoble” (Aldous Huxley); que se comportaba como “Príapo en la maleza / mirando atónito a la dama del columpio” (T.S. Eliot) y que estaba “lleno de deseos reprimidos” que se habían vuelto “salvajes y antisociales. Y emergen envueltos en esa piel de cordero que es la propaganda contra la guerra (…) Está demasiado lleno de malignas impresiones como para no ser lascivo y cruel” (D.H. Lawrence).

Aunque efectivamente, se mostró con frecuencia como un espanto de hombre, a mi modo de ver fue casi un filósofo.

¿Quién pensáis que fue?

Misón el filósofo

Misón el filósofo, fábula de Florián:

Vivía en otro tiempo
Un hombre, respetado
Por su amor a las ciencias
Y carácter honrado.
Pobre, libre y contento,
Por los bosques errando,
Del hombre los delirios
Reía contemplando:
Un día sus amigos
Le hallaron por acaso,
Y viendo su alegría
Le dicen admirados:
- Misón, pues vives solo,
Y es tan pobre tu estado,
¿Quién excita tus risas?
Y les contestó el sabio:
- Más contento estoy solo
Que mal acompañado.

lunes, 12 de marzo de 2007

Fútbol es fútbol

¡Qué maravilla!



30 formas de hacer mutis

En Neatorama se recogen las 30 muertes más extrañas de la historia. No hay manera de saber cómo se encaprichará con nosotros la azarosa Parca, ya que si se lo propone, puede ser bien original. No le falta imaginación para buscar motivos:

  1. Por intentar abrazar la Luna (li Po)
  2. Por tener la barba larga (Hans Steininger)
  3. Por aguantarse el pis (Tycho Brahe)
  4. Por un robot (Robert Williams)
  5. Por un cactus (David Grundman)
  6. Por un tapón (Tennessee Williams)
  7. Por una oveja (Betty Stobbs)
Para los detalles: Neatorama

Artes de nuestro tiempo






Vía: Moronland

domingo, 11 de marzo de 2007

Futesas de lector ocioso

I

Leo la prensa del domingo y me pregunto si es posible diferenciar entre una política moral inteligente y una política inmoral inteligente. ¿Será su diferencia equivalente a la existente entre una política que actúa llorando y una política que actúa sin llorar?

II

Escena que nunca existió:

Jamais nous n’avons été plus libres que sous l’Occupation allemande”. Gritó Sartre a pleno pulmón frente al espejo del cuarto de baño, mientras se embadurnaba la cara con jabón de afeitar. Su “bon Castor” lo oyó desde la cocina, mientras preparaba el café. Pensó: “Toujours fidèle au beau mandat d’être infidèle à tout”, y ne le dio más importancia.

III

Leyendo un texto sobre los antepasados de Bertrand Russell, que se enriquecieron expoliando monasterios en tiempos de Enrique VIII, me asaltó una maldad: Si tienes principios, no tendrás descendientes que puedan practicar la caridad con el nombre de la familia.

IV

En Sylvie, de Nerval: “Vista de cerca, la mujer real era motivo de indignación para nuestra ingenuidad; debía aparecérsenos como reina o como diosa, y, sobre todo, debíamos evitar su proximidad

V

En 1888, en el último cumpleaños que pudo celebrar con sus facultades mentales intactas, Nietzsche sólo recibió una carta de felicitación. Pocos meses después se desmayó al intentar abrazar a un caballo al que estaban fustigando. Posiblemente los ojos atónitos de aquel animal reflejaron la última imagen de su cordura.

VI

Ramón Gómez de la Serna sobre Villiers de l'Isle Adams (Efigies, 1945): “vestido de negra opalanda y con sombrero de copa, tenía el aire absurdo y paradójico de estar vestido de padrino de sus propios duelos”.

VII

Tendría que contar las veces que Nietzsche -mucho más socrático de lo que él hubiese estado dispuesto a aceptar- se refiere a su daimon a lo largo de su obra.

VIII

Así describe Gautier en El pie de momia el comportamiento de un pie que el protagonista del relato ha comprado a un anticuario con la intención de hacerlo servir como pisapapeles: “En lugar de permanecer inmóvil como conviene a un pie embalsamado hacía cuatro mil años, se movía, se contraía y saltaba sobre los papeles como una rana espantada: parecía estar en contacto con una pila voltaica.

IX

Divisa de Nietzsche: "Virescit volnere virtus" (las heridas devuelven la salud).

El guionista caprichoso

 I A eso de las cuatro de la tarde ha sonado el teléfono. Era una de esas llamadas que esperas que nunca lleguen y que cuando llegan, siempr...