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miércoles, 31 de agosto de 2016

La amenaza azul


El ayuntamiento ha prohibido el baño en la playa de Ocata por la presencia de un grupo de tintoreras justo en la zona en que yo me baño cada mañana. Hoy mismo he estado nadando durante más de media hora... e, imagino, que mientras, agotado, me animaba a mí mismo a hacer cincuenta metros más, estaba siendo observado por el tiburón azul (prionace glauca).

Más información AQUÍ

B., me parece que ya se me ha acabado la temporada de playa.

Historia de los heterodoxos españoles


Me regaló mi señora para mi pasado cumpleaños la Historia de los heterodoxos españoles, de Menéndez Pelayo. Yo ya sabía que sus páginas, por las que había picoteado muchas veces, están llenas de sorpresas, pero no sospechaba que serían tantas. ¡Cómo estoy disfrutando! 

Don Marcelino escribe de maravilla, tiene toda la lengua castellana en la cabeza, domina todos los registros del humor fino, no evita mostrar su debilidad por algún "descarriado" y posee una erudición envolvente. No te sientes un mero lector más o menos erudito de las mil y una vicisitudes de un país tan generoso en heterodoxias como el nuestro, sino, en cierta manera, alguien que está escuchando al autor desgranar con voz bien timbrada toda su erudición junto al fuego. 

Acabo de leer las páginas que le dedica a Jorge Borrow (una delicia), a Ramón Monsalvatge (capuchino nacido en Olot, un carlistón de mucho cuidado que acabó intentando vender Biblias protestantes a los carlistas emigrados a Montpellier y a Lyón) y a Lorenzo Lucena. Este último personaje fue rector del seminario de San Pelagio de Córdoba y "huyó a Jibraltar [sic], propter genus foemineum, en una noche de venstisca." Refugiado en Inglaterra, escribió en inglés un panfleto titulado Roman Catholicism in Spain cuyos capítulos llevaban estos títulos: Propensiones amatorias unidas a la religión, - Barraganas.- Prácticas inmorales del clero.- Degradado carácter e impopularidad de los curas.- Descripción de la vida de las monjas.- Carácter feroz del amor en los claustros.- Asesinato de una joven por su confesor.- Horrible corrupción de los capuchinos de Cascante. 

En fin, que estoy inmerso en una orgía literaria, que es para lo que ya está uno.

Ya lo dijo Menéndez Pelayo

"¡Candor insigne creer que a los pueblos se les saca de su paso con prosopopeyas sexquipedales!"


Parlamento

"Cada vez que leo este y otros discursos de nuestro Parlamento, que parecen una lección de historia mal aprendida, amasijo de especies de nombres retumbantes recogidas la noche anterior en cualquier libro, me lleno de asombro al ver cuán desatinada idea tenemos en España de la elocuencia parlamentaria, y al considerar la risa inextinguible que tales temas de retórica provocarían en un parlamento británico."

- Menéndez Pelayo

martes, 30 de agosto de 2016

Lo bueno, si es breve...

Ritmos 21 reúne a una selección de escritores para que desgranen el término 'aforismo'.


De Jean Jaurès a Raoul Villain

Jean Jaurés, figura legendaria del socialismo francés, profundamente deprimido ante la inminencia de la primera guerra mundial, exclamó: “¿Pero es que el hombre estará perpetuamente  condenado a concebir realidades que no podrá realizar?”

Jaurès era un hombre caracterizado por su insaciable hambre de porvenir. Tanto es así que sus discursos, como le recriminaba uno de sus principales adversarios, Clemenceau, “se reconocen inmediatamente. Todos los verbos están en futuro”.

Pero el rumor de la guerra lo condenaba a imaginar un futuro imperfecto, cosa difícil de soportar para él.

Un día después de pronunciar aquellas palabras, el 31 de julio de 1914, jaurès fue asesinado por un desequilibrado, Raoul Villain. 

Tres días después, Francia entró en guerra.  

Visto cómo transcurre la historia humana, habrá que decir que, efectivamente, el destino del hombre es concebir realidades que nunca podrá realizar completamente. Los políticos deberían tener valor, al menos, para decirse esto a sí mismos, ya que, con toda probabilidad, no lo tendrán para decírselo a sus electores. 

El futuro siempre se reserva la última palabra. Y siempre tiene un punto amargo. Esto es aplicable incluso al asesino de Jaurès, Raoul Villain. El 29 de marzo de 1919, dado su estado mental, fue declarado no culpable y puesto en libertad. Poco tiempo después se exilió en Ibiza, donde era conocido con el nombre de “el loco del puerto”. Fue ejecutado en 1936 por unos milicianos republicanos.

Pero Villain quedó con un hilillo de vida y tardó dos días en morir, abandonado en la playa.

domingo, 28 de agosto de 2016

La sombra de Prometeo


El mito de Prometeo trata de las consecuencias perversas que pueden estar incubándose en nuestros mejores propósitos. Quisiéramos ser sólo dueños de nuestra buena voluntad, pero hemos de cargar con sus consecuencias, que son las que molestan a nuestros semejantes.  

Una investigación reciente viene a darle la razón al mito de la manera más literal: Cuando los seres humanos, hace 400.000 años, conseguimos domesticar el fuego, permitimos prolongar la intimidad del contacto entre los hombres al mismo tiempo que dañábamos nuestros pulmones con el humo. De esta manera se dieron las condiciones para que una bacteria que vivía en el suelo completamente inofensiva pudiera mutar. Y así apareció la tuberculosis.

Epimeteo siempre aparece después de Prometeo.

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sábado, 27 de agosto de 2016

Adivina adivinanza

Lean, si les apetece, el siguiente texto, y después, si se mantiene en pie su apetencia, contesten a la pregunta:

"Les falta por completo el poder de concentrarse. Están siempre absorbidos por las impresiones exteriores, cuya continua mutación les impide recogerse en sí mismos, lo que es condición inexcusable para todo aprendizaje. Permanecer sentados es un tormento insoportable. De modo que la labor del maestro se hace sumamente difícil".

Aquí viene la pregunta: El texto anterior está extraído de:

  1. Un folleto titulado Contra la escuela de la sociedad industrial, por una pedagogía del siglo XXI, que recoge la argumentación de un centro pedagógico innovador para justificar su proyecto disruptivo que pretende acabar con pizarras, aulas, pupitres, lecciones, etc.
  2. Un libro sobre los pigmeos del Congo escrito por un misionero, el padre Schebesta, en 1932 y titulado Bambuti, die Zwerge vom Congo.

El orden secreto de la historia de Rusia...


... se encuentra en la ordenada sucesión de pelones y peludos desde 1881.

En Futility Closet

University of Chicago Strikes Back Against Campus Political Correctness

AQUÍ


Y esto porque sí:




viernes, 26 de agosto de 2016

El pasado, de nuevo, sale al encuentro


Juan Ruiz, Lena Imbert, Nito Palerm-Vich y Caridad Mercader en México. Finales de 1936.



Carmen Brufau. Hacia 1945, en México.

Además de estas imágenes, he recibido un vídeo en el que aparece alguien a cuya viuda conocí hace unos meses. La he llamado por teléfono y le he preguntado si quería oír a su marido. Yo ya sabía como se lo tomaría, por supuesto. La mujer se ha alegrado mucho de poder escuchar a su difunto esposo por teléfono y yo me he alegrado con ella. La musa de la historia sigue siendo generosa conmigo. 

La revolución

La revolución es la sublevación de la abstracción contra lo concreto.

- Apud Ortega.

miércoles, 24 de agosto de 2016

Maeztu, sobre la política y la felicidad

"No hay que cansarse de repetirlo. El primero de los deberes de todo hombre que se dirige al pueblo para prometerle una sociedad mejor, es el de prevenirle que tampoco será feliz en ella."

"El romántico sigue a su corazón sin preguntarse nada, y luego exclamará desolado, como el pobre Jaurés, la víspera de que lo asesinasen y ante las perspectivas de la guerra: '¿Pero es que va a estar el hombre perpetuamente  condenado a concebir realidades que no podrá realizar?'  Este es, en efecto, el destino del hombre. Y hay que tener el valor de decir a los hombres que, sea cualquiera el régimen social, se verán siempre obligados a concebir ideales que no podrán realizar."

- Maeztu, La crisis del humanismo

Maeztu y la prensa amarilla

"Podrá decirse que el liberalismo económico fue rebasado por Stuart Mill cuando lo espiritualizó para convertirlo en un palanque (sic) libre de originalidad espiritual que produjese 'vigor individual y diversidad múltiple'. Pero como la libertad de pensamiento podía interpretarse igualmente como el derecho a no pensar, o a pensar sin lógica, sus resultados no han sido ni el 'vigor individual', ni la 'diversidad múltiple', sino el triunfo de la prensa amarilla y de una literatura barata que ha entumecido el pensamiento."

- Maeztu, La crisis del humanismo.

martes, 23 de agosto de 2016

Un verano de derechas


Tras Donoso, le toca el turno a Ramiro de Maeztu. Estoy disfrutando con él. Me gusta la desenvoltura con la que se enfrenta a los grandes problemas de su tiempo dialogando con los pensadores europeos de talla, a los que conoce bien. Maeztu posee un amplio dominio de la cultura británica y de sus tradiciones parlamentarias y, de hecho, La crisis del humanismo fue publicado en inglés en 1916.

Lo que me ha animado a escribir este post es el siguiente párrafo, que acabo de leer:

"Tanto Stuart MIll como Buckle creían que la libertad es suficiente para formar el pensamiento. De aquí el fervor de su liberalismo. Esta creencia suya tuvo que basarse en esta otra: en la creencia de que bastaba consentir a los individuos que pensaran como quisieran para que las verdades brotasen espontáneas de las cabezas de los hombres. Sólo que no brotan. Y no brotan porque el pensamiento no es una actividad espontánea más que en los pensadores por vocación. La inmensa mayoría de los hombres no piensa casi nunca. Por lo común no piensa el hombre salvo cuando le ha acontecido algún percance. El resto de su vida no hace más que soñar o dejar que sus ideas se asocien al azar. Concentrar la atención sobre problemas objetivos es algo que sólo hacen por amor, en cada generación de un pueblo considerable, media docena de individuos".

Es esta una idea que yo he defendido -cuando me siento corajudo- en algún foro pedagógico, siguiendo algunas investigaciones modernas sobre lo que los americanos llaman "the wandering mind", que es el estado de serie de la mente humana. Pero no puedo seguir a Maeztu en la conclusión de su argumento. Me temo que soy más pesimista que él, quizás porque tengo el vicio de pensar en Sócrates cuando se tratan cuestiones como las del último punto:

"Una democracia que no reconozca el valor del pensamiento será una democracia sin pensamiento o con un pensamiento irregular e ineficaz. Será una sociedad inferior, como cualquier otra, oligarquía o autocracia que no lo reconozca. La ventaja de la democracia sobre las demás formas de gobierno es que no hay en la democracia una casta interesada en sofocar el pensamiento para que no se la discuta."

Los reyes godos

Leo en el Fuero Juzgo, el código legal promulgado por Recesvinto en el año 654, que "la ley sirve para que los inocentes puedan vivir entre los malos".

¡Cuánta soberbia ignorante hay en las bromas sobre la famosa lista de los reyes godos! Por cierto: nunca conocí a nadie que se la tuviera que aprender por obligación, pero ahora mismo acabo de hacer el propósito de aprendérmela por devoción.

lunes, 22 de agosto de 2016

Pourquoi une partie de la gauche s’est entichée du burkini?

En CAUSEUR

El valor del esfuerzo


Josep Pla: “yo me subía a un monte, me ponía delante de un pino y me pasaba horas ensayando su descripción exacta.”

Hoy dicen algunos pedagogos que la cultura del esfuerzo es bazofia ideológica de la derecha para tener explotado al trabajador.

sábado, 20 de agosto de 2016

Todos estamos a favor de lo bueno

Artículo aparecido hoy en el Culturas de La Vanguardia:

En educación todos estamos a favor de lo bueno y en contra de lo malo. Y eso es lo que nos separa radicalmente, porque cada posición pedagógica se ve a sí misma de manera inevitable, como una posición moral. Por eso tendemos a priorizar las metodologías que nos hacen sentir mejores a los profesores. Cuando César Bona les dice a los docentes que tienen que imitar al maestro que les gustaría tener para sus hijos, no estoy seguro de que entienda lo que está diciendo.

Lo bueno, además, ya no es lo que era. La escuela se está transformando en un fenomenal mercado de nuevas tecnologías (no hay empresa tecnológica o institución  financiera solvente que no tenga su propia estrategia educativa destinada a satisfacer –y a incentivar- nuevas necesidades) al mismo tiempo que va reduciendo su protagonismo en la formación de las personas. Por eso las familias completan la formación escolar de sus hijos con actividades extraescolares diversas, como idiomas, música, deportes… y, cada vez más, matemáticas, porque sospechan, con razón, que el futuro es STEM (acrónimo de science, technology, engineering y mathematics). 

No puede sorprender, pues, que se publiquen tantos libros sobre cuestiones educativas. Nos centraremos en cuatro que considero representativos del conjunto. El primero es un libro descriptivo, Cuestión de educación. Un viaje por la enseñanza española, de la periodista Inés García-Albi; el segundo, es propositivo, Aprender en tiempos revueltos. La nueva ciencia del aprendizaje, del catedrático de psicología básica de la UAM, Juan Ignacio Pozo; al tercero y al cuarto algunos los califican de pataletas, pero me parece más adecuado verlos como ejercicios terapéuticos. Son Contra la nueva educación. Por una enseñanza basada en el conocimiento, del profesor de música Alberto Royo (con prólogo de Muñoz Molina) y La conjura de los ignorantes. De cómo los pedagogos han destruido la enseñanza, del catedrático de matemáticas Ricardo Moreno Castillo (prologado por Arcadi Espada).

“El tema educativo en España da para mucho”, reconoce García-Albi. Tanto es así que ni siquiera está claro de qué hablamos cuando hablamos del sistema educativo español. Esta periodista es consciente de que los resultados de matemáticas de Navarra son similares a los de Finlandia y de que en el País Vasco apenas existe el abandono escolar prematuro, mientras que algunas comunidades vegetan en el furgón de cola de Europa. Sin embargo, todas han conocido el mismo baile legislativo. Dada esta situación, ¿no convendría desconfiar de las recetas homogéneas? ¿No hemos de ser precavidos, por ejemplo, a la hora de promover nuevas leyes o la sustitución generalizada de la “vieja educación” por una supuesta “nueva educación”, como nos propone Juan Ignacio Pozo, en línea con la ortodoxia pedagógica? 

Según Pozo, hoy disponemos de las “nuevas ciencias del aprendizaje” que permiten suplir “lo que la naturaleza no da.” Para este psicólogo no parece existir ni lo dado por naturaleza, ni la objetividad del conocimiento, ni el cociente intelectual. “Los tests de inteligencia”, nos asegura con una seriedad asombrosa, “no miden si usted es o no inteligente (…) sino si es más o menos inteligente que otros”. “Hoy”, añade, “es necesario hablar de inteligencias múltiples”, excepto que uno crea “en el misterio de la Santísima Trinidad”. La verdad es que no hay ningún neurólogo competente en el mundo que crea en las llamadas “inteligencias múltiples”. No creen en ellas ni en el departamento de psicología diferencial de la UAM, donde trabaja Pozo. 

Hace ya diez años, Jaap Dronkers, criticaba “los métodos suaves” postulados por los socialdemócratas por considerar que no reducían las desigualdades sociales y alejaban a los docentes de las filas de la socialdemocracia. Royo y Moreno son dos ejemplos de este alejamiento. Podemos criticarlos, pero sería poco sensato ignorarlos o despreciarlos, porque estaríamos ignorando o despreciando a una buena parte de nuestro profesorado. ¿Es verdad o no que, como asegura Royo, “si hay una palabra que suscita polémica entre el profesorado, esa es pedagogía?” 

Royo y Moreno repasan el vocabulario pedagógico actual con una mirada que quiere ser tan afilada como la navaja de Ockham. Por eso podemos considerar que sus libros son terapéuticos, en el sentido en que la filosofía analítica se consideraba terapéutica frente a la metafísica. Y reconozcamos que la asombrosa ambigüedad del lenguaje pedagógico y las reticencias de muchos innovadores a comprometerse con evidencias que puedan evaluar sus buenas intenciones, les ofrece a ambos abundante munición dialéctica. La confusión es tanta, que el psicólogo Alfredo Hernando en su Viaje a la escuela del siglo XXI, editado por Telefónica, tanto considera innovadoras las escuelas que creen en las inteligencias múltiples, como las escuelas KIPP de los Estados Unidos. Hay quien se considera innovador por querer devolvernos a mayo del 68 y quien para innovar no tiene reparos conceptuales en mezclar a Piaget con Vigotsky y Skinner. En la ideología pedagógica hay pseudociencias que parecen tener más poder de convicción que la psicología cognitiva. 

La escuela vive en una anarquía metodológica porque la administración ya no puede imponer lo bueno. Pero entonces, ¿la progresiva heterogeneidad de los centros no debería corresponderse con una efectiva libertad de elección por parte de las familias?

No es la enseñanza lo más sagrado de la escuela, sino el aprendizaje, pero no todo lo aprendido tiene el mismo valor. Para justipreciar lo aprendido, un buen maestro es imprescindible. Especialmente en estos tiempos en que la pedagogía parece haber olvidado su tradicional dimensión política (que es siempre pedagogía de una cultura) para atender a las diferencias individuales (es decir, al liberalismo pedagógico) y a la futurología (porque, por lo visto, sólo los pedagogos saben exactamente cómo será y no será el futuro).

El día del piolet



Me lo acaba de decir Manuel, el hijo de Marina Ginestà: "Estabas destinado a nacer el día en que Ramón Mercader mató a Trotsky: el día del piolet".

De repente y por un buen rato me dejo atrapar por el fatalismo manso de esta coincidencia y juego con la idea de que todo lo que ha venido después no es sino el despliegue inevitable de esta coincidencia fatal.

La melancolía del viejo


La melancolía de la vejez nace de la constatación de que aquella voz interior que con tanta seguridad te empujaba en la juventud, se ha hecho prudente, es decir, desconfiada. Uno quisiera suplir la debilitación de este empuje extrayendo del mundo, al que ahora se entrega con tanto afán de aprendizaje, algún refuerzo suplementario de confianza, pero los dioses, tanto los del alma como los del mundo, ahora ya no empujan, sólo aguardan.

El héroe ausente

"En torno al héroe todo se convierte en tragedia", dice Nietzsche en un aforismo al que no he parado de dar vueltas desde que lo leí, hace ya demasiados años.

Viendo el espectáculo de los juegos olímpicos -y en Olimpia dicen que nació la filosofía como teoría del espectáculo humano- me pregunto por qué los únicos héroes que podemos soportar son los olímpicos. E incluso estos, en cuanto los entrevistan, sienten necesidad de compartir su podio con su equipo, su familia, con España entera...

Es cierto que en algunos países aún se permiten héroes militares e incluso héroes ciudadanos, pero no es nuestro caso. Nosotros somos demócratas.

¿Por qué la nuestra es la única cultura de la historia sin héroes?

Posiblemente porque no estamos dispuestos a aceptar nada que establezca diferencias profundas entre los ciudadanos. El único héroe moral que nos gusta es el anónimo, que no nos compromete a nada.

Volviendo a Nietzsche: Quizás ya no haya héroes porque el mundo ya no se convierte en tragedia para nadie. No es que no se desarrollen tragedias en el mundo, sino que el mundo en sí mismo ya no es trágico. Cualquier tertuliano se considera en condiciones de explicar en dos minutos las causas y consecuencias de cualquier fenómeno mundial, especialmente si es doloroso. El mundo puede no gustarnos tal cual es, pero sabemos -creemos saber- cómo explicar por qué no nos gusta.

El mundo se ha hecho homogéneo, y tú yo, lector, somos parte de ese mundo. 

El heroísmo que estamos dispuestos a soportar no ha de rebasarnos más allá de una cabeza, puesto que todos somos iguales.

Si los hombres somos iguales, también lo es nuestra interioridad, por eso nos resulta tan fácil empatizar con cualquiera: nada de lo que le ocurra nos puede sorprender.

Sólo si lo que nos separa es grande la interioridad puede ser también grande.

El mundo previsible y el ciudadano previsible son dos realidades que se condicionan mutuamente, como las del mundo contingente y el individuo problemático.

El mundo sólo es contingente y, por lo tanto, peligroso, para el hombre que tiene un ideal. Nosotros tú y yo, lector, amigo, preferimos tener seguridad social. 

viernes, 19 de agosto de 2016

Filosofía es en realidad nostalgia

“Filosofía es, en realidad, nostalgia –dice Novalis-, el impulso a tener el hogar en todas partes”. Por eso la filosofía, igual como forma de vida que como determinadora formal y dadora de contenidos de la poesía, es siempre un síntoma del desgarramiento entre lo interno y lo externo, un signo de la diversidad esencial entre el yo y el mundo, un signo de la incongruencia entre el alma y la acción. Por eso los tiempos felices no tienen filosofía o, cosa que significa lo mismo, todos los hombres de estas épocas son filósofos, titulares de la meta utópica de toda filosofía.”

György Lukács, Teoría de la novela.

jueves, 18 de agosto de 2016

A Rafael Hidalgo, biógrafo de Julián Marías


"Sólo los eruditos leen libros antiguos, y nos hemos ocupado ya de los eruditos para que sean, de todos los hombres, los que tienen menos probabilidades de adquirir sabiduría leyéndolos. Hemos conseguido esto inculcándoles el Punto de Vista Histórico. El Punto de Vista Histórico significa, en pocas palabras, que cuando a un erudito se le presenta una afirmación de un autor antiguo, la única cuestión que nunca se plantea es si es verdad." 

C.S. Lewis, Cartas del diablo a su sobrino.


miércoles, 17 de agosto de 2016

¡Oh capitán, mi capitán!


Ha muerto Víctor Mora

Pues no sé qué decir...

Leo en

"En la concepción característica de la vida espiritual moderna, la influencia de Dostoievski es definitiva. En comparación con él, la influencia de Nietzsche es marginal."

La primera impresión: "¡Trilling se ha pasado!".

La segunda impresión: "Es un juicio arriesgado". 

La tercera... me quedo sin argumentos para rebatir a Trilling.

Mail de Saigón

Buenos días, Gregorio:

Estoy en un café de Saigón, leyendo tu biografía de la Mercader. Me está absorbiendo la historia y tu pasión al contarla. Se agradecen muchos tus incisos reflexivos, sobre la Verdad, la Historia... le dan al libro el toque excelente. Tengo ganas de volver a Barcelona y recorrer las chekas, sedes militantes y fábricas que aparecen en tu libro.

Acabo de salir de una magnífica exposición de fotografías en el 'War Remnants Museum'. En ella aparecen varias Marinas Ginestà asiáticas, con su fusil, su belleza y su leve sonrisa. Del 36, a finales de los 70, a ahora, con las guerrilleras kurdas contra el "fascismo" islámico, no hemos cambiado demasiado. Quizá por eso Propaganda se escribe en femenino.

J.B.

martes, 16 de agosto de 2016

Rezando por nuestros enemigos

Nos pide el Papa, y en esto ningún cristiano puede ponerle peros, que recemos por nuestros enemigos. Yo, tengo que reconocerlo, no estaba por la labor. Y seguiría sin estarlo si no hubiese encontrado la oración perfecta en el Essay on Coleridge de John Stuart Mill, que dice así:

"Señor, ilumina a nuestros enemigos. Agudiza su ingenio, concede agudeza a sus percepciones y coherencia y claridad a a sus facultades racionales: Estamos en peligro por su locura, no por su sabiduría; es su debilidad lo que nos da miedo, no su fuerza"

— John Stuart Mill, Essay on Coleridge


El hígado de Prometeo


No sé qué nombre ponerle a lo que siento por Jorge Bustos. Es una extraña mezcla de admiración, ternura, agradecimiento de alumno y -si me respetan la seriedad de la palabra- de amor. Es necesario que diga esto último para alejar de mí cualquier tentación de subjetividad. Quizás alguno de ustedes piense que después de la declaración inicial, lo que correspondía era una justificación defensiva de mi subjetividad. Pero es que yo pienso, como los neoplatónicos -¿verdad, querido Siriano?-, que sólo la mirada erótica es capaz de descubrir en el objeto lo que hay en él. No es el amor lo que nos hace ciegos, sino el desinterés. Lo dijo Percy Shelley y lo repitió beatamente Ortega. El amor -esto lo digo yo-  es el microscopio de la clarividencia.

O sea, que me considero en condiciones de asegurar que Jorge Bustos está destinado a ser el Lionel Trilling de la cultura española. Tiene argumentos de sobra para ello: cultura amplia y asentada, curiosidad, estilo, picardía, sagacidad, intuición, ironía, agilidad en la argumentación, ambición, imprudencia y una cierta percepción (en esto todos vamos a tientas) de por dónde van los tiempos (por cierto, Jorge, si no conoces The moral obligation to be intelligent, de Trilling, me gustaría regalártelo).

He andado estas últimas semanas enredado con filósofos políticos, de Donoso a Freund, pasando por Kristol (padre, madre -la Himmelfarb- e hijo) y Carl Schmitt y cuando me enredaba en exceso, acudía para desenredarme, a la prosa de Jorge, un magnífico disolvente de espesuras. Me leía uno de los deliciosos capítulos de su libro y volvía a creer que aunque dos y dos no necesariamente sean cuatro en todos los mundos posibles, cuando vas a comprar al mercado conviene tomarse la aritmética popular  muy en serio.

Jorge Bustos se define a sí mismo por su voluntad de no poner todos sus huevos (usted perdone, Jorge) en la cesta de la actualidad. Es de los que creen que un porcentaje, aunque sea ligero, de inactualidad le va de maravillas a la inteligencia: "no se dejen embaucar por mi aspecto: en realidad soy un hombre muy anciano, un occidental enrolado voluntariamente en su propia tradición, un anacrónico partidario del canon contra la liquidez posmoderna." Y, por si fuera poco, va a clases de boxeo y es del Madrid.

Jorge es un rezagado voluntario, que es la condición imprescindible para escribir con sentido en una España que tiene la rara singularidad de ser pospatriótica sin haber sido nunca cabalmente patriótica.

lunes, 15 de agosto de 2016

Carta del St. John's

Dear Dr. Luri,

Thank you for your generous Love Letter to the College! You certainly seem to have captured what we try to be every day for our students. And what you say about the success of our graduates is quite true.

Please let me know if there is anything else I can send to you about the College. It is so very nice to know that you are spreading the good word about us in Barcelona!

Sincerely,

Chris Nelson

Christopher B. Nelson
President
St. John’s College
60 College Ave.
Annapolis MD 21401

Regreso al St. John’s College

Un debate en el St. John's

And above all, we should remember that there is simply no point in winning the argument if we know we are wrong. —Mortimer Adler

La hermana secreta de Bambi


Me acabo de enterar de que Felix Salten, el autor de Bambi, escribió una novela pornográfica titulada Josephine Mutzenbacher, que era la biografía de una prostituta de Berlín. Esta obra fue publicada de manera anónima en Viena en 1906. Se ha dicho que para conocer la personalidad de Salten, el interesado debe acudir más a esta novela que a Bambi. No lo sé. Pero tiendo a pensar que el hombre se caracteriza por hacer cosas tan diversas como estas y hacerlas ambas con la misma sincera intensidad.


Mi amiga B. me acaba de enviar un artículo de Le Monde del pasado 24 de junio con este titular:


Continúo aprendiendo.


sábado, 13 de agosto de 2016

Carta al St. John's

He publicado en dos partes en el suplemento Criaturas del diario ARA el siguiente artículo, que tiene la forma de una carta al rector del St. John's College de Annapolis:


Christopher B. Nelson, Presidente of St. John s College
60 College Ave, Annapolis, MD 21401

Estimado Mr. Nelson,v

No me he atrevido a escribirle directamente porque he pensado que lo que le quiero decir se expresa mejor en estas páginas que en una fría carta protocolaria y, además, me gustaría que este texto llegara a sus manos por la intermediación de algún lector del Criaturas. Lo que le quiero decir, Mr. Nelson, es muy sencillo: quiero trabajar en el St. John’s College. Le ofreceré los argumentos que me han animado a tomar esta decisión.

En primer lugar, porque en el St. John’s no hay teléfonos móviles, ni tablets, ni ordenadores. Ustedes están decididos a promover todo lo que pueda ayudar a la concentración del alumno y a evitar todo lo que pueda dispersarla. En su pequeña universidad, el libro sigue siendo el instrumento privilegiado de acceso al Gran Diálogo. Ustedes consideran que una persona culta ha de ser capaz de escuchar -como decía Quevedo- a los muertos con los ojos y seguir el diálogo intemporal de Platón y Plutarco, Shakespeare y Schubert o Kant y Kierkegaard. Admiro su osadía para hablar sin complejos de los grandes libros de la tradición occidental y su coraje para ofrecer a sus alumnos la lectura de Homero, Lucrecio, Proust, Dante, Cervantes y tantos otros en su lengua original, sin adulteración ni interpretaciones de segunda mano. En el St. John’s no hay departamentos ni especialidades. Sólo grandes libros, profesores que los han leído despacio y alumnos dispuestos a leerlos.

En segundo lugar, porque todo su programa se articula en torno a una pregunta grandiosa: "¿Qué significa ser humano?" Envidio su ambición, que les permite seguir creyendo que las cuestiones metafísicas son las más importantes. Ustedes no ofrecen a los alumnos respuestas prefijadas. Los alientan a buscarlas apasionadamente mediante su trato con la sabiduría de los grandes libros. Están convencidos de que, sean las que sean las competencias laborales para el año 2025, las preguntas importantes que nos haremos serán las mismas que se hacen ahora las personas intelectualmente ambiciosas. Y, a pesar de su decidida apuesta por la teoría, está demostrado que sus alumnos, los Johnnies, no tienen problemas para ganarse la vida como diplomáticos, científicos, periodistas...

Mr. Nelson, hace unos meses conocí a un filósofo norteamericano que había estudiado en el St. John's e inmediatamente me interesé por su opinión sobre su formación. Me aseguró que los Johnnies comparten una serie de hábitos intelectuales: practican la lectura lenta, han leído y leen mucho, saben discutir y hacer preguntas, entienden la importancia de disponer de las preguntas que les permitirán enfrentarse a sus propios límites intelectuales, aprecian los conocimientos, defienden sus posiciones con argumentos coherentes y vehemencia, han aprendido a retener y rumiar los argumentos de los demás y a controlar la impaciencia de la opinión. Creen que para entender el tiempo presente conviene dar un paso atrás y ponerse a dialogar con las grandes mentes del pasado, para alcanzar con su diálogo la perspectiva adecuada sobre la actualidad. No se avergüenzan de decir que no conocen la verdad, pero no se consideran escépticos, porque confían en su existencia y no se cansan de buscarla. Se definen como conservadores porque creen que el tiempo posee una propiedad discriminatoria que nos ayuda a separar el grano de la paja en el seno de la corriente de la historia.

Para terminar, quiero confesarle que me emociona recordar lo ocurrido al principio de la Segunda Guerra Mundial, cuando el ejército de su país decidió ocupar el campus del St. John's para ampliar las instalaciones de la Academia Naval. El rector decidió enviar a uno de sus profesores a entrevistarse con el secretario de la armada, que lo recibió de manera intimidatoria: "Tiene usted exactamente un minuto para decirme por qué no debería usar sus edificios para ayudar a la armada en tiempos de guerra". El profesor, tranquilamente, sacó su pipa y la empezó a llenar de tabaco, atacó la cazoleta. La encendió, dio una calada y comprobó que tiraba bien. Después de 55 segundos dio media vuelta y se dirigió hacia la puerta de salida. Cuando ya tenía el pomo en la mano, respondió: "Porque sin lo que hace el St. John’s, este país no estaría luchando contra los nazis". El profesor era Jacob Klein, un filósofo judío especialista en Platón que había tenido que huir de Alemania. La marina decidió ocupar otras instalaciones. En 1949 Jacob Klein fue nombrado rector del St. John's.

Mr. Nelson, espero de todo corazón no haberlo importunado con esta carta intempestiva que, como ve, es sólo una carta de amor.

Con toda cordialidad.

Gregorio Luri

El saber no ocupa lugar


La expedición escocesa a la Antártida de 1904 hizo sólo una contribución a la ciencia:

"Se capturaron varios pingüinos emperador, que eran muy numerosos. Para evaluar el efecto que tenía en ellos la música, Piper Kerr tocó una de sus flautas -carecíamos de un Orfeo que tocara una lira con dulzura-, pero ni las marchas enaltecedoras, ni las danzas más animadas, ni los lamentos melancólicos parecían tener ningún efecto sobre estas aves flemáticas y letárgicas; no mostraban ninguna emoción, ninguna señal de aprobación o desaprobación, sólo un indiferente sopor."

— Rudmose Brown et al., The Voyage of the “Scotia,” 1906

En Futility Closet

La historia sigue

Me van llegando desde Moscú los fragmentos del diario de un amigo de Ramón Mercader. Mi amigo V. los ha conseguido, siguiendo mis instrucciones, y me los va enviando a medida que los traduce. Aparecen muchos nombres con los que ya no puedo entrevistarme, entre ellos los de algunas figuras muy, muy relevantes del PSUC.

Son muchas las historias que se cruzan con la de Ramón Mercader y me temo que nunca conoceremos todo. El resplandor macabro del piolet acaba oscureciendo demasiadas cosas. Pero mientras tanto, la musa de la historia sigue dándome muestras de su amor. Bien es cierto que yo no he dejado nunca de dirigirle las plegarias que más le gustan: la paciencia, la insistencia y -todo hay que decirlo- un poco de desvergüenza.


viernes, 12 de agosto de 2016

Unamuno contra el sueño

Dice una copla española:
Cada vez que considero
que me tengo que morir,
tiendo la capa en el suelo
y no me harto de dormir.

Contra esta actitud se subleva Unamuno en Del sentimiento trágico de la vida apoyándose en una frase, que citaba con frecuencia, de Etienne Pivert de Senancour ("el más hondo y más intenso de los hijos espirituales del patriarca Rousseau"): "L’homme est périssable. Il se peut; mais, périssons en resistant, et, si le neant nous est réservé, ne faisons pas que ce soit une justice."

Unamuno traduce así a Senancour: "El hombre es perecedero. Puede ser, más perezcamos resistiendo, y si es la nada lo que nos está reservado, no hagamos que sea esto justicia." Pero añade: "Cambiad esta sentencia de su forma negativa en la positiva diciendo: «Y si es la nada lo que nos está reservado, hagamos que sea una in­justicia esto», y tendréis la más firme base de acción para quien no pueda o no quiera ser un dogmático".

jueves, 11 de agosto de 2016

miércoles, 10 de agosto de 2016

Una monarquía republicana...

... es como un río que arrastra entre sus aguas témpanos de hielo. El rey ha de pasar su vida saltando de témpano en témpano, exponiéndose a ser tenido por torpe si da consigo en el agua.

- Carta del conde Raczynski a Donoso del 30 de agosto de 1850.

Camille Paglia sobre Martha Nussbaum

"Nussbaum está en todas partes, pero es una académica común y corriente con una prosa terrible, a un tiempo verbosa y bombástica. Con frecuencia Nussbaum no tiene la menor idea de lo que está hablando. Aunque aduce ser una filósofa, sus títulos académicos son en estudios clásicos. Pero su mayor problema es que pasa buena parte del tiempo cultivando relaciones públicas en lugar de investigar y escribir. Me impresionó La fragilidad del bien, pero luego descubrí que había tomado las ideas de su director de tesis, G. E. L. Owen. A pesar de su prominencia internacional, no la considero una intelectual pública: Nussbaum no es una pensadora original. Si abres The New York Review of Books o The Times Literary Supplement, que suelen publicar sus largos y tediosos artículos, pensarías que se trata de una pensadora de alta escuela, pero nunca he leído a algún intelectual serio citándola, excepto para burlarse de ella. Se trata de una de las más poderosas luminarias de la academia estadounidense, que, sin embargo, no ha contribuido al discurso intelectual, pero, en cambio, ha aprendido a controlar los mecanismos burocráticos de las universidades. Sus puntos de vista de izquierda no me parecen genuinos, sino meras herramientas para la autopromoción. Su página de Wikipedia lista 51 títulos honoríficos otorgados por universidades en todo el mundo. Cualquiera que reciba tantos doctorados honoris causa debe considerarse parte del establishment y no alguien de izquierda.

El éxito de Nussbaum en el mundo académico es parte de la gran crisis cultural que nos aqueja en el siglo XXI. Nussbaum es un producto de la discriminación positiva generada por el deseo de tener mayor presencia femenina en la filosofía, dominada por hombres. De ahí que la debilidad de sus trabajos se haya pasado por alto. Es claro que cualquier profesor en constante gira mundial no está leyendo o haciendo investigación. Un verdadero intelectual busca la reclusión y desdeña el mundo de las celebridades y los políticos".

Dos diplomáticos


Le escribe el conde al marqués (26 de diciembre de 1849): "Lo que distingue especialmente a la época en que vivimos es el no confesar cuál sea su fin a que se dirige y el no llamar nunca las cosas por su nombre".

martes, 9 de agosto de 2016

Gustavo Bueno, obispo

"Gustavo Bueno no tenía reflejos mundanos y en esas situaciones en las que la ironía es necesaria, él estaba perdido. Una vez, en Granada, mediados los 90, estábamos en un congreso con otros profesores de su generación a los que él respetaba mucho. Uno de ellos era Valls Plana, el socarrón catalán gran especialista en Hegel (...). En las largas veladas de las madrugadas tras los congresos no tenía par en ingenio. Pues allí estaba en la Plaza de la Audiencia con Gustavo Bueno en medio de un corro, gesticulando sobre lo mal que estaba la filosofía en España.

"Al hegeliano Valls aquello le parecía, como casi todo, algo unilateral. Para demostrar que nunca había estado mejor en España, Valls lo puso a él como ejemplo. ¿Cuándo un filósofo había sido tan popular como él?, le dijo. Para demostrarlo, detuvo al azar a un grupo de señoras mayores que paseaban por allí. Nos separó a todos y dejó a Gustavo Bueno en el centro, solo, frente al grupo de otoñales granadinas. Bueno se quedó un poco parado, como si le hubieran arrebatado a su público. Pero de repente se vio allí, escrutado por el grupo de señoras que intentaban responder a las preguntas de Valls. Señoras, ¿a que ustedes conocen a este hombre?, les dijo, señalando a nuestro colega. Ellas se quedaron mirando a Bueno y, un poco tímidas, contestaron que sí, que lo conocían. Valls respondió pletórico. «Lo ves, Gustavo, ¡te conocen!». Bueno se sintió feliz de ser reconocido. «¿De dónde lo conocen?», siguió Valls. Una de las señoras se atrevió y dijo: «De la televisión». La felicidad de Gustavo Bueno le hizo romper en una amplia y bondadosa sonrisa.

"Él vestía siempre de manera muy sobria, con tonos grises y oscuros. Su aspecto era el de un ibero de Cameros, aguerrido y pequeño, enjuto y con rostro anguloso, de expresión dura, numantina, pero que sabía ofrecer de vez en cuando una sonrisa desvalida. Cuando finalmente Valls hizo la pregunta definitiva, el silencio se hizo a nuestro alrededor. «¿Y qué profesión tiene este hombre?». La dificultad de la pregunta las mantuvo calladas y, para ese momento, también estaban intrigadas. Finalmente, la más audaz, convenientemente animada por Valls, se atrevió a dar la respuesta oportuna: «Es un obispo», dijo".

José Luis Villacañas, Gustavo Bueno, in memoriam

Donoso y la elocuencia

"Yo no tengo valor para condenar la elocuencia aunque la elocuencia sea culpable: que la condenen los justos; por lo que hace a mí, no sé cómo esto sucede; pero, por más que me ofenda su pecado, mientras más peca amo más a esa bella pecadora."

El Marqués de Valdegamas

El silencio de los grandes hombres

¿Pudiera ser que, como sugiere Samuel Burckhardt, estemos rodeados de grandes hombres pero que las empresas que podrían ponerlo de manifiesto ya -o aún- no existen?

domingo, 7 de agosto de 2016

Bueno


Me decía Enrique García-Máiquez en Santiago que de equipo de futbol, como todo el mundo sabe, no se cambia nunca. Eres fatalmente del que eres y pase lo que pase, tu fidelidad no está en almoneda. Dicho esto, añadió que nuestras mujeres eran más importantes que nuestros equipos de fútbol, así que nuestra fidelidad a ellas ha de ser innegociable, total, de por vida. He pensado inmediatamente en esto al enterarme de la muerte de Gustavo Bueno, acaecida poco después de enterrar a su mujer. Me imagino que no podía vivir sin entregarle su fidelidad y que al faltarle ésta, le faltó el aire. Descanse en paz.

Es difícil hacer justicia a un filósofo como Bueno, especialmente si lo has tratado de lejos. Lo que sí puedo decir es que su nombre estaba siempre reverencialmente presente entre quienes lo habían tratado aunque fuera a media distancia, porque era un hombre que poseía tres virtudes que escasean entre los filósofos habituales: imprudencia a la hora de pensar, consistencia a la hora de elaborar su pensamiento y vehemencia a la hora de defender sus ideas. 

Descanse en paz.  

Leyendo a Freund


Hoy me he quedado sin baño matutino porque no he podido apartarme de ese "reaccionario de izquierdas" (así se calificaba a sí mismo) que es Julien Freund, porque dice cosas como estas: 

"Quienes nos fabrican una memoria de opresores no son más que narcisistas. Sólo les preocupa una cosa: fortificar su imagen de penitentes sublimes y de justicieros infalibles pintando la historia de Europa con los colores de la abyección... Se constituyen en aristocracia del Bien... El universal deviene la nueva legitimidad."

"El agit-prop comunista ha fabricado una concepción a la vez falsa e infinitamente extensiva del fascismo alegremente confundido con el nazismo... El comunismo podrá desaparecer pero el antifascismo paródico sobrevivirá a su genitor. Los dispositivos mediáticos de manipulación del imaginario lo han instalado en la opinion como un modo de interpretación ideal típico de la historia contemporánea."

"No hay ideas tolerantes. Sólo hay comportamientos tolerantes. Toda idea lleva en ella el exclusivismo"

"Para mi los cosmopolitas son los humanistas del Renacimiento, los aristócratas del siglo XVIII, Voltaire en la corte del rey de Prusia, esos artistas judíos de la Mittel-Europa... El cosmopolitismo es un aprendizaje exigente opuesto a esta frivolidad expuesta en ‘broken-english’. Como todos los democratismos, la democratización del cosmopolitismo es un engaño."

Les confesaré un secreto:

se puede matar a Dios (de hecho hoy matar a Dios está al alcance de cualquiera), pero no se puede impedir que resucite. Y la prueba de que resucita es que no todo está permitido. Ni tan siquiera una banda de asesinos se lo permite todo. Ni el inmoralista más orgulloso de su inmoralidad guía su conducta por medio de los dados, sino que la ordena según algunos criterios que le permiten elegir un comportamiento en lugar de otro. No se puede impedir la resurrección de Dios porque no podemos impedir la presencia de algún principio represor de nuestra libertad o, lo que es lo mismo, no podemos eliminar completamente nuestro sentimiento de culpa (o ansiedad). Sólo el día en que el Super-yo se haga nihilista habrá dejado de resucitar Dios. Pero es que entonces ya no será necesario que resucite, porque habrá dejado de haber hombres sobre la tierra.

sábado, 6 de agosto de 2016

Ya no hay Patria, pero aún hay Tiranía

Rafael Núñez pertenecía a la raza triste de los tiranos filósofos.

Era déspota por hastío. Incapaz de amar el poder por el poder, no lo usó más que para la venganza.

La lascivia fue la pasión de su vida y a ella entregó su vejez, que el poder ya no alcanzaba a consolar.

Tuvo la primicia de las más grandes inteligencias, y no se complació en amarlas sino para tener el placer de corromperlas.

Fue el primero en hacer de la prensa la piscina de Tiberio.

Demasiado desdeñoso para ser cruel, no fue nunca sanguinario.

Despreciaba mucho a los hombres, para dignarse matarlos.

Tenía toda la lucidez de un político unida a la extraña placidez de un filósofo.

Sabía que hay dos cosas igualmente ineptas en política: obcecarse en un crimen inútil, o arrepentirse de él.

Despreciaba el oro, tanto como a los hombres, y si se deshonró en la tiranía, no se dignó deshonrarse en el robo.

Abrió las cajas a los ladrones del Erario Público, para que lo saquearan; pero no introdujo sus manos en ellas.

Hizo del robo una virtud de Estado y tuvo el raro valor de renunciar a esa virtud.

Frente al oro, se conservó poeta.

Envileció a todos los hombres de su partido sin amar a ninguno; sintiendo por todos ellos un desdén que era un insulto.

Aquel filósofo no conocía el miedo.

Hubo dos cosas que ignoró toda su vida: el Terror y la Virtud.

Murió envenenado por los jesuitas, a quienes había servido.

Su obra no fue estéril: la impotencia del Talento engendró la Omnipotencia de la Fuerza; ya no hay Patria, pero aún hay Tiranía: ésa es su obra.

Vargas Vila, Rafael Núñez, en Los césares de la decadencia

Nota: No me parece que Vargas Vila sea un ejemplo de historiador imparcial, sin embargo nos ofrece algo así como un tratado de los caracteres del tirano que, sin proponérselo, es un tratado de psicología política.  En estos días en que ando liado con filósofos políticos franceses, cuando me encuentro saturado, acudo a Vila en búsqueda de asueto. Y ahora los dejo que ya llegó tarde a mi baño matutino en el las playas de Ocata.

viernes, 5 de agosto de 2016

Душата е безсмъртна !


Загубихме най-големия учител! 
Нов български университет загуби професор БОГДАН БОГДАНОВ, д.н.

Почина Президентът и основател на Нов български университет професор Богдан Богданов, д.н. - класически филолог и дългогодишен професор по история на старогръцката култура и литература в Софийския университет „Св. Климент Охридски“.


Descansa en paz, amigo Bogdan Bogdanov

Me queda esta entrañable muestra de tu amistad


Pues esto yo no lo sabía

"... el pare Bulart, un català que era el capellà i confessor de Franco...”:

La historia no tiene noticia de un tirano más pequeño.

Ha sido un total eclipse de la virtud, el vicio estúpido...

Puede haber existido déspotas más abominables, pero no ha habido ninguno más despreciable.

Tratando de sondear aquel abismo de lodo, se siente con horror flotar la sonda: su bajeza no da fondo.
Fue sombriamente asqueroso.
...
Es el alma afeminada de un mancebo del Bajo Imperio en las formas grotescas de un ídolo egipcio.

No se hizo casar, como Nerón, con su liberto, pero colmó de dinero a sus favoritos, y se paseó en coche con ellos, en las calles de Caracas.
...
Era un loco a veces furioso, pero siempre monstruoso.

La noche que velaban a su madre muerta, se embriagó y jugó al dado con sus amigos, en la habitación vecina, convirtiendo la casa mortuoria en inmundo bacanal, y amaneciendo dormido ebrio, sobre los fúnebres paños del catafalco...
...
La historia no tiene noticia de un tirano más pequeño.

Vargas Vila, Andueza Palacio, en Los divinos y los humanos.

Un desertor de la humanidad


Ilustrado, pensativo, dominante, frugal; era un déspota cuyo perfil tenía algo de la terrible austeridad de Robespierre: era, como éste, severo y feroz, implacable y puro (...)

No tuvo más amor que el de la autoridad, y se abrazó  a ella con frenesí; se desposó con la Tiranía y le fue ferozmente fiel.

Era frugal y hasta sucio; comía mal, y vestía peor, no dio nunca una fiesta, ni supo lo que era el lujo... inaccesible a la corrupción como a la piedad. Era estoicamente implacable.
(...)
No salía a la calle sino a caballo, rodeado de guardias, haciendo que cerraran a su paso todas las puertas y ventanas...

Un día hubo más silencio que de costumbre en las habitaciones del sombrío ilusionado... nadie se atrevió a entrar...al mediar el día siguiente, se notaba un mal olor...

El déspota había muerto.
...
Sus funerales fueron suntuosos, y se le levantó un mausoleo, pero un dia manos vengadoras abrieron la bóveda, el cuerpo fue extraído de ella y los perros hambrientos lo devoraron.
...
Para Rodríguez de Francia no quedó tumba donde ponerle un epitafio.
...
Los tiranos son desertores de la humanidad, que ni muertos tienen derecho a refugiarse bajo el pendón de la clemencia humana.

Vargas Vila, Rodríguez de Francia, en Los divinos y los humanos.

Conciencia de clase

Le comenté a mi dilecto Ferran Sáez que vi en El Callao, el barrio más humilde de Lima, una enorme pintada que decía: «Aprender a aprender: ...