Buscar este blog

lunes, 12 de mayo de 2025

El deseo de volar

I

Sabía que A.S., un amigo íntimo, estaba muy enfermo. Pero no sospechaba hasta qué punto lo estaba. Por eso aquella noche en aquel hotel de Madrid me fui a dormir sin pensar en él. Pero de repente apareció en mis sueños y me dijo una sola palabra: "¡Adiós!" Me desperté sobresaltado por la viveza de la imagen. A los pocos minutos, no más de diez, sonó el teléfono. Era la hija de A.S., que me comunicaba que su padre acababa de morir.

II

Ya sé que esto tendrá su explicación científicas. Pero mi experiencia es real. A veces no puedo evitar rezar aquello de Mossèn Cinto: "¡Señor, dadme alas o quitadme el deseo de volar!"

III

Me lo contó la mujer de R., un par de meses después de quedarse viuda. Su nieto de 5 años de edad, despertó a media noche asegurando, con alegría, que había estado con el abuelo, que le había: "Tranquilo, no te preocupes por mí, que estoy bien".

IV

Insisto en mi confianza en la ciencia. Pero si la ciencia tiene por objeto la verdad, no puedo ignorar la verdad de lo que siento.

V

Murió O. y un amigo común me envió el obituario que había escrito para que le echase una mirada antes de enviarlo a la prensa. Lo leí con serenidad hasta que llegué a unos versos de García Máiquez que este amigo había elegido con certero tino, sin saber nada de mi aprecio personal por este inmenso poeta. Cuando reconocí los versos, eché a llorar, serenamente, sin que nadie se diera cuenta, pero de forma intensa.

VI

Me pidió el párroco de El Masnou que de una charla en una Cena alfa que tendrá lugar en la parroquia el día 15.  Sobre el mal. Solo se me ocurre decir, hoy por hoy, que únicamente si (creemos que ) Dios existe el mal es un problema. Si no existe, llamamos mal a una concatenación de causas y efectos completamente naturales y lamentarse de la muerte de un ser querido sería tan incomprensible como lamentarse de la caída de las hojas en otoño.

VII

J. Es un cura al que aprecio mucho y desde hace mucho tiempo... de cuando allá, por los 90 era seminarista aficionado al conejo con caracoles. Ahora es el sacerdote de un hospital importante. Tiene en casa a su madre con alzheimer y a un hermano con síndrome de Down. Y sé que es feliz cuidándolos y yendo a horas intempestivas a acompañar a moribundos.

miércoles, 7 de mayo de 2025

El azar amigo, de nuevo


El azar amigo se me hizo de nuevo presente el día de Sant Jordi, cuando Carlos Villa, rector del Liceo de los Andes, de Colombia, me reconoció al pasar por casualidad a mi lado, en el Paseo de Gracia. Hoy me ha escrito y entre otras cosas me dice: «aprovechando tu próxima visita a nuestro país, quisiera hacerte una invitación respetuosa a nuestro colegio. Por acá todos te hemos leído y quisiéramos disfrutar de tus palabras y compañía [...]. Si hoy creemos que es posible un camino para una escuela que efectivamente transforme la vida de las nuevas generaciones es, y no quiero sonar adulador, es gracias a tus reflexiones y conceptos poderosos que nos han inspirado».

Hoy me siento con más ganas que nunca de seguir defendiendo lo obvio.

lunes, 5 de mayo de 2025

Camino de primavera

 I

Ayer, para celebrar el día de la madre, nos fuimos caminando -abuelos, hijos y nietos) desde el monasterio de Sant Jeroni de la Murtra al poblado ibérico de Puig Castellar, en Santa Coloma.

II

Amaneció un día dubitativo, de niebla vaporosa y amenaza de lluvias. Eso no me impidió mantener viva la esperanza mientras hacía una tortilla con tres quilos de patatas y ocho huevos. Por si fuera poco, preparé también una gran fuente de torrijas.

III

Mis hijos se acuerdan bien de que cuando eran pequeños y nos íbamos a la montaña solía llevar en la mochila una sandía o un melón, bien grandes. Cuando llegábamos a la meta, buscábamos un riachuelo de agua helada y poníamos la sandía o el melón a refrescar. Ahora he optado por las torrijas. Dan más guerra, pero pesan menos.

IV

La excursión fue un fastuoso despliegue de la primavera. Estuvo lloviendo hasta que llegamos al monasterio de Sant Jeroni, pero una vez allí, se apartaron las nubes y dejaron a nuestra disposición un día alegre, con las plantas perladas por la lluvia y una efervescencia de belleza en flor. Toda la naturaleza parecía estaba de fiesta y nuestro caminar estaba contagiado de la alegría del camino.

V

En el poblado ibérico nos entretuvimos buscando, y encontrando, restos de cerámica. Mis nietos saben bien diferenciar la cerámica según su origen. Cada trozo tiene una historia humana detrás. Y todo animaba a imaginársela. El poblado tiene unas vistas espectaculares al Barcelonés, al Maresme y al Vallés (tanto el occidental como el oriental). Al fondo, recortada diáfanamente, la montaña de Montserrat. 

VI

Todo fue casi perfecto. Casi, porque nos faltó una buena bota de vino en el almuerzo, para acompañar la ciclópea tortilla de patatas.

sábado, 3 de mayo de 2025

Bailando en el apagón

 I

Inicio de un diálogo en la cafetería de un hospital de Pamplona.

- ¿Qué tal, cómo estás?

- ¡Ya ves, como burro sin ramal!

II

Que la vida va en serio es algo que no nos podemos permitir creer a pie de la letra mientras sigamos viviendo.

III

El apagón. Unos celebran la vitalidad del pueblo español que en las situaciones de crisis saca su vena cívica, alegre y solidaria. «La ciudad volvió a ser de sus ciudadanos», me dijo un amigo de Barcelona resumiendo las horas de oscuridad. Otros se inquietan por lo que consideran una actitud frívola. Ante un desastre como el del apagón, la gente baila.

IV

Hans Magnus Enzensberger describe así al cidudano medio:

«Cuando se trata de liberar a la humanidad

va a la peluquería.

En vez de seguir entusiasmada la vanguardia

dice: ahora estaría bien una cerveza.

En vez de luchar por la causa justa

lidia con las varices y el sarampión»

V

Dostoievski lo decía de manera más descarnada en su defensa del «hombre auténtico y normal»: «Yo lo envidio con toda mi rabia. Es estúpido, eso no se lo discuto, pero ¿quién sabe?, quizás el hombre normal deba ser estúpido. Quizás hasta sea hermoso serlo».

V

Las gentes que salieron a las calles a bailar sin luces no hicieron más que repetir la historia del Decamerón: Cuando las grandes estructuras hacen agua... siempre hay alguien que se dedica a contar historias picantes. Y eso, contar historias picantes y frívolas mientras el mundo se hunde, es decir, ocultar la cruda realidad con palabras que se injertan en nuestra imaginación, es el De rerum natura. O sea, lo que llamamos cultura. Porque lo grande -la alta cultura... de alguna manera hay que llamarla- no suele tener padres nacidos en cunas nobles, sino, como la moral, suele nacer allá donde el Espíritu, que anda jugando a la gallina ciega, tropieza.

VI

En las guerras hay siempre gente que baila en las calles entre dos bombardeos y muchas veces es la misma gente que resiste cuando es vencida para que el vencedor no emponzoñe su idea. Porque la victoria no es nunca total si no se pervierte el ideal del vencedor.

jueves, 1 de mayo de 2025

Veremos...

 I

Lo tengo comprobado: antes de que los anticiclones lleguen a Galicia, han llegado a mi cabeza. Soy uno de esos viejos cuyos males (mi laberintitis) son un predictor muy fiable de los cambios de tiempo. Yo, que soñaba ser inspector de nubes, finalmente he alcanzado mi sueño, pero en una forma mucho menos romántica de lo previsto.

II

Conferencia telemática en el Instituto Emmanuel Mounier. He hablado de la atención como capacidad de retorno, de la desatención como equipamiento de serie y de la complementariedad de la una y la otra. Creo que hemos pasado una intensa hora y media. Hasta se me ha hecho corto.

III

Este verano volveré a hablar en el I.E. Mounier, presencialmente, en Burgos. Lo haré sobre la correspondencia entre Mounier y Victor Serge.

IV

El triste espectáculo del gobierno español con el apagón...

V

Recibo una invitación para visitar Costa Rica que no puedo aceptar porque he decidido ser adulto y espaciar mis viajes. Es el reloj biológico el que me marca las horas y lo inteligente es obedecer sus consejos, que son los de la experiencia. Cada vez me cuesta más recuperarme después de un esfuerzo intenso.

VI

Confirmado: Publicaré mi próximo libro con las buenas gentes de Editorial Encuentro. De hecho, cuando comencé a escribirlo pensé en esta editorial. El titulo que tenía previsto es «Orgullosa penumbra», pero me temo que en Encuentro no lo consideran suficientemente atractivo. Veremos... 

VII

Recibo una propuesta muy, muy sugerente de otra editorial. Voy a tener que decir también que no porque nada más enviar el manuscrito a Encuentro he comenzado otro libro, que será para Rosamerón.

martes, 29 de abril de 2025

Camino Soria



 

El apagón

 I

Hemos vivido una experiencia cubana: un apagón total. 

II

Una sociedad de tecnodependientes de repente ha descubierto que somos más incapaces para resolver nuestros problemas cotidianos que una persona del siglo XIII. Sin energía eléctrica y sin información lo único que podíamos hacer era esperar. Nuestras prótesis tecnológicas nos han dejado desnudos ante nuestra ineficiencia.

III

Cuando falta información fidedigna, explotan los rumores, y a más rumores, más inquietud. La sensación de vulnerabilidad nos descubre de nuevo que ante la realidad siempre estamos en primera línea.

IV

El dinero contante y sonante me ha permitido comprar en una pastelería una barra de pan y unas pastas. Gracias a ello hemos pasado una tarde bastante dulce.

V

Curiosamente podía recibir mensajes de WhatsApp de Costa Rica, pero no de Barcelona. Sin embargo no podía responder.

jueves, 24 de abril de 2025

Farandulero del Espíritu

 I

Me invitan a una «mesa de expertos en educación» en un foro organizado por un importante medio de comunicación. En la invitación se añade que al acto se le dará la máxima difusión. Con la primera frase ya me siento incómodo. Y la incomodidad va creciendo a medida que voy leyendo. Decido agradecer la invitación, pero dejar bien claro que ese foro no es para mí. No es mi lugar. Añado lo siguiente: «no hay frase en su invitación que no me provoque un sarpullido conceptual, comenzando por la beatísima «ciudadanía mundial» y acabando por las quiméricas «competencias y habilidades híbridas». Si me responden, se lo contaré.

II

Carles Mesa me hace una entrevista muy agradable para Radio nacional. ¡Cómo agradezco las entrevistas de los buenos profesionales! Carles ha buceado en mi vida y ha encontrado detalles de los que hacía mucho tiempo que ni me acordaba. Como suele pasar, los profesionales excelentes ven lo que hacen como algo tan obvio que les parece que no necesitan ninguna felicitación.

III

Ayer fue Sant Jordi y, como correspondía, estuve casi todo el día en el puesto de la editorial Rosamerón. Fue un día de mucha, mucha, mucha gente, un clima magnífico y una cordialidad contagiosa en las caras. 

IV

Recuerdo mi primer Sant Jordi, en 1992. Firmé un solo libro. Había unas entrañables viejecitas que si te veían de brazos cruzados se te acercaban a darte ánimos. Recuerdo muy especialmente a una de ellas y al interrogatorio cordial al que me sometió

- ¿Usted qué hace, escribe también? Veo que no firma... Igual es que no sabe explicarse... Lo que tiene que hacer es comprar uno de esos libros que se venden tanto y aprender... Si no le importa me voy a estar un ratito con usted... ¿Es usted de aquí?

Confieso que esto lo he vivido tal como lo cuento. 

V

Terminé el día de Sant Jordi con una agradable cena en una casa de Collserola, con una vistas majestuosas sobre la ciudad de Barcelona.

VI

Recibo un mail en el que se me trata de «farandulero del Espíritu». Me gusta.

lunes, 21 de abril de 2025

Caminos de la tarde


La placidez de la tarde invitaba a salir de casa, sacudirse la comodidad del sofá y subir a la montaña. Hacía tiempo que no lo hacía. La invitación me ha debido de llegar solo a mí, porque no me he cruzado con nadie en toda la ascensión. Me sentía como el propietario del paisaje, el amo de la tarde. Me he hecho 25.000 pasos.


Las frecuentes lluvias han ablandado el terreno y han permitido que esas humildes flores de los bordes de los caminos, que tanto me gustan, luzcan su esplendor efímero sin complejos. No las cultiva nadie en un invernadero, son el regalo natural de estos parajes. Por otra parte la luz, que caía en diagonal, contribuía a perfilar las cosas y a dar nitidez a la atmósfera.


¿Hay algo más gratificante que un largo paseo por caminos desiertos, sintiendo la tonificante brisa marina en la cara, la ambición de la mirada, el paso a paso que te dirige hacia arriba, mientras el mar es el complemento perfecto del todo? Ya saben que el paisaje, como decía Amiel, es un estado de ánimo. Uno sale a pasear para encontrarse con estados del alma.


No importaba demorarse por cualquier capricho trivial, sentarse un rato a disfrutar del silencio o salir del camino para coger una senda incierta, pero tentadora. La meta estaba clara, pero lo atractivo era postergarla. Había que exprimir la tarde, porque también «vive en los campos Cristo, y goza del cielo libre, y ama la soledad y el sosiego; y en el silencio de todo aquello que pone en alboroto la vida, tiene puesto Él su deleite». Así escribía Fray Luis cuando estaba en la cárcel.


Estas caminatas por las tardes luminosas y apacibles de primavera tienen algo purificador, catártico. Debieran convalidar una confesión. A medida que el cansancio va tomando asiento en las piernas, la cabeza va dejando atrás preocupaciones y se dispone, liviana, a disfrutar de lo que sale al paso.


Arriba, en lo alto de Sant Mateu, me he encontrado con algunos coches, que dejaban al pasar el desprecio de una nube de polvo. Para evitarlos he cogido el camino más largo para el descenso. He llegado a casa despernado y feliz.



 

sábado, 19 de abril de 2025

1579, en Tordehumos

1579. En Tordehumos, pueblo de Valladolid, un lugareño se refugió en la iglesia huyendo de un mercader al que debía dinero. Pero el mercader, interesado en recuperar lo suyo, ideo la manera de sacarlo del lugar sagrado.

Aquel año se decidió en el pueblo representar un Auto de Fe en la fiesta del Santísimo Sacramento. Como el acogido a sagrado era el mejor actor del pueblo, le rogaron que representase a Cristo en la escena del Huerto de los olivos. Le aseguraron que asi iba bien disfrazado, no lo reconocería nadie.

Pero un alguacil, enterado de todo, corrió a contárselo al mercader, asegurándole que él estaba puesto a prenderlo por siete ducados. El actor que representaría a Judas era muy amigo suyo y en el momento del beso traidor, empujaría con fuerza a Cristo, sacándolo del escenario. En ese momento lo podrían detener.

Así se hizo. Pero al recibir el empujón, Cristo le dijo a San Pedro: "Y vos, Pedro, ¿qué decís?" Y apenas lo hubo dicho, Pedro echó mano a una espada y le dio tal golpe al alguacil que había prendido al Cristo, que le abrió la cabeza. Todos acabaron en la cárcel.

Hubo juicio y esta fue la sentencia: «Primeramente mandamos que a Judas, por la traición y maldad, le sean dados seiscientos azotes. Al San Pedro declaramos y damos por buen Apóstol y fiel, y al Cristo damos por libre y que no pague la deuda. Y al mercader que pierda la deuda, y al alguacil que se cure de la dicha herida a su costa».

Amén.

viernes, 18 de abril de 2025

Anclajes

 Sigue estrechándose el cerco: con cada amigo que se muere se suelta un anclaje en el río de Heráclito.

martes, 15 de abril de 2025

La fe del carbonero

 

Esto lo contaba con frecuencia a sus familiares y amigos el grandísimo don Alonso Tostado, obispo de Ávila:


- ¿En qué crees? - le preguntó en una ocasión a un carbonero.

- En el Credo -respondió el carbonero.

- Y en qué más.

- En lo que cree la santa Iglesia Católica.

- ¿Y en qué cree ésta?

- En lo que yo creo.

Por mucho que se empeñó el obispo, no consiguió que el carbonero le respondiera nada distinto de lo anterior. Respondía, además, sin la menor duda o vacilación.

Cuando al sabio obispo le llegó la hora de la muerte un próximo le preguntó en qué creía.

- ¡Como el carbonero, como el carbonero - respondió.



Las flores de mis cerezos

 I


Hace tres años plantamos un par de cerezos en nuestro minúsculo jardín. Les ha costado responder a nuestras expectativas, pero esta primavera, al fin han cumplido con generosidad. Ya sé que las cerezas se las comerán los pájaros, que son aves utilitaristas, pero de la belleza pura, humilde y espléndida de estas flores somos mi mujer y yo los celosos propietarios. 

II
He ido esta mañana al médico que me ha dicho que todos mis análisis han salido perfectos, que todos los indicadores son positivos, que estaba muy bien...
- Doctor -lo he cortado al llegar aquí-, por favor, no añada ahora las palabras fatales.
El hombre se me ha quedado mirando sin comprenderme.
- Quiero decir -le he aclarado- que no añada ahora un «para su edad».
En su mirada he captado que ya tenía estas tres palabras en la boca para lanzármelas al corazón mismo de mi narcisismo.

III
He salido esta tarde a pasear y un joven bien vestido me ha detenido.
- ¡Don Gregorio, qué ganas tengo de hablar largo y tendido con usted!
- Tenemos -le he contestado- toda la eternidad por delante, seguro que encontramos una fecha.
El joven me ha parecido que estaba asustado con el presente y que daba por supuesto que yo compartía sus temores. Pero nos envolvía una luz tan acogedora...
- Mire esta tarde, magnífica, ¿a que bien podría empeorar?
El muchacho ha aceptado que sí.
- Pues nada de lo que puede empeorar está tan mal como parece.

lunes, 14 de abril de 2025

Conversación en la catedral

 I

Ha muerto un grande, Vargas Llosa y las letras hispanas están de luto. Descanse en paz.

II

Recuerdo bien cuando a mis 18 y 19 años descubrí esa bocanada de aire fresco literario que nos llegaba a España desde Hispanoamérica. Cada libro nos garantizaba el descubrimiento de un continente inexplorado. Cuatro chiflados, incultos pedantes, pero que no sabíamos vivir sin leer, los celebrábamos religiosamente porque nos permitían considerarnos iniciados en el mundo de la verdadera literatura. Ha pasado ya mucho tiempo y no he vuelto a leer con aquel arrobo. Allá quedan las mediasluces con las que leíamos La ciudad y los perros, Cien años de soledad, Tres tristes tigres, El recurso del método, Rayuela, Paradiso, Palinuro de México, Terra nostra, etc, etc. Hemos ido enterrando a grandísimos novelistas y con cada uno enterrábamos también, sin ser conscientes de ello, una parte de nuestra hambre. Seguimos necesitados de buenos alimentos, pero ya no sabemos tragar sin masticar, con la voracidad carnívora de un cocodrilo letraherido. Ahora para leer necesitamos mantel, cubiertos, la luz adecuada y notas en los márgenes.


domingo, 13 de abril de 2025

Desconócete a ti mismo

 I

¡Qué impresionante, el Evangelio de hoy! Intenso, subyugador, emocionante... incomprensible en el fondo. ¡En términos estrictamente jurídicos, qué mal defensor fue Jesús de sí mismo! Cualquier abogado de tres al cuarto hubiera hecho un papel mejor.

II

Los filósofos citados más de 10 veces por Mairena son: Aristóteles (11), Nietzsche (11), Sócrates (24), Kant (34) y Platón (40).

Todos ellos son filósofos zetéticos.

III
Conclusiones preliminares de mi última lectura de Mairena:

1. Está en las antípodas de Donoso.

2. Se encuentra en la línea del escepticismo español que inicia Francisco Sánchez (el Escéptico) y llega, en tiempos de Machado, hasta Valera.

3. Si tuviera que resumir en una frase la filosofía de Mairena sería la siguiente: «Desconócete a ti mismo».

sábado, 12 de abril de 2025

Estrechando el cerco

 I

Esto comienza a ponerse monótono. Ayer, en una conversación casual con una persona que vino a visitarme me enteré que mi querido Julián Z. murió el pasado mes de febrero. Sé que tenía amigos y enemigos, pero a mí siempre me trató con cariño. Era mucho más inteligente que yo y, desde luego, me daba mil vueltas con su capacidad de planear sobre el mundo. Gracias a él conocí en el Club Matador de Madrid al torero Padilla y el 14 de octubre del 2015 cené con Kim Phuc, "la niña del napalm". Gracias a él participé en proyectos quiméricos, como el del Club Atlántico, que acabaron en nada pero nos proporcionaron muy buenos ratos de conversación. Gracias a él cuando iba a Madrid sabía que tenía a alguien a quien llamar. 

II

La muerte va estrechando su cerco.

III

Es este un buen momento para recordar «La importancia de vivir», del filósofo Lin Yutang. Nos quedan nuestros libros, fieles compañeros de viaje hasta que la muerte o la desmemoria nos arroje al olvido. 

IV

Me llega el último número de la magnífica revista Turia, que le dedica un soberbio homenaje a Juan Benet. Pero lo que a mí más me ha llamado la atención ha sido un artículo de José Luis Pardo, titulado «Deleuze después de Deleuze», una pequeña joya. Admiro a Pardo, por su inteligencia y esa manera de estar en el mundo, tímida y como apartada, pero que le proporciona una perspectiva singular sobre las cosas. Ve más cosas que nadie.

jueves, 10 de abril de 2025

Mairena se escabulle

 I

Sigo con la lectura, muy lenta, de Juan de Mairena, porque a Machado hay que leerlo a ritmo de paseo peripatético. Si lo lees rápido, pierdes el paso. Un ejemplo: Todos conocemos que Mairena sostiene que «la verdad es la verdad, dígala Agamenón o su porquero». Pero Mairena no se detiene aquí, sino que añade las respuestas de Agamenón y el porquero, que son estas:

Agamenón: Conforme.

El porquero: No me convence.

Aquí hay mucha miga.

II

He decidido intentar entender a Mairena por sí mismo, es decir, a partir de sus propias palabras, dejando aparte la sombra de Machado. El problema es que Mairena habla mucho, pero no directamente. Siempre está amparado por un "dice Mairena" y quien dice que dice, no es Mairena. Este juego de decires es, ciertamente, machadiano, con lo cual el profesor de gimnástica y retórica que es Mairena se nos escapa. Pero hay que captarlo en su escabullirse. Como ocurre con Sócrates en los diálogos de Platón.

III

No parece casual que Sócrates y Platón sean, con mucha diferencia, los filósofos más citados por Mairena.

IV

"Que Dios nos libre de los dioses apócrifos". Clama Mairena, pero no nos dice a que Dios dirige su deseo.

miércoles, 9 de abril de 2025

Los filósofos y el amor

I
Ayer en la librería Alibri, antigua Herder y, según me aseguró el nuevo propietario, también futura Herder, Juan Claudio Ramón presentó un libro que ha traducido, Los filósofos y el amor, con el capote de Andreu Jaume. Porque la amistad tiene estas cosas, acabé entre ellos, para recordar que la función principal del amor es hacernos soportables las tardes de los domingos (ocurrencia que tomé prestada de Cioran). En primera fila, echándonos rayos de luz, estaba María Campos, la editora. Todo estuvo bien y cuando las cosas fluyen bien uno tacha el día vivido sin pena de que se vaya. Ha estado bien vivido.

II

Decía Juan Claudio Ramon que los españoles, que leemos a Montaigne traducido al español moderno, entendemos los Ensayos mejor que los franceses, que no los traducen. Y quizás, pensé yo, los norteamericanos hayan entendido a Gracián mejor que nosotros. ¿Pero lo que se entiende traducido, se entiende? Dejé ir la sospecha de que la literatura, si es buena, es intraducible. ¿Es traducible García Lorca? ¿Y Quevedo?

III

Tarde amable en Manresa. A la vuelta, Montserrat, recortando su caprichosa orografía nítidamente contra un cielo azul marino, a contraluz, navegando sobre los campos de trigo de un verde fresco,  nuevo y brillante. Solo por pararse a ver su maravilla hubiese merecido la pena el viaje. Otro buen día.

IV

Vuelvo por tercera vez a Juan de Mairena y ahora creo que comienzo a entenderlo. Mejor: comienzo a tener sospechas con fundamento. Mairena es un cínico (en el sentido del cinismo griego) que por miedo al cinismo, que nada sabe de filantropía, se hace escéptico, pero pretende que sus alumnos no sean ni una cosa ni otra, que sena solo zetéticos, buscadores, indagadores, husmeadores de la verdad. ¿De qué verdad? De la verdad de la vída como búsqueda.

V

Andreu Jaume observó que Heidegger apenas utiliza la palabra amor en Ser y tiempo. Según mis cuentas, solo una y en una nota a pie de página que trata de las relaciones del hombre con Dios. Heidegger no parece tener duda de que la angustia es un estado de ánimo más radical que el del enamoramiento, pero nunca razona por qué. En cualquier caso, la prioridad por la angustia marcó durante décadas el devenir de la filosofía europea continental. ¿Pero es evidente que la angustia nos sitúe ante la autenticidad de manera más radical que el amor?

domingo, 6 de abril de 2025

Hemos llegado a un punto...

I
Le digo al médico de la Seguridad Social que tengo una pérdida auditiva del 40%. Me contesta que eso no es nada. Que la mayor parte de la gente de mi edad está peor. ¡Misérrimo consuelo!

II

Ayer por la noche, viendo en la tele Mississippi Burning, con un excelente Gene Hackman me vino de repente a la memoria una frase de Indiana Jones en La calavera de cristal: «Hemos llegado a un punto en el que la vida ha dejado de darnos cosas para empezar a quitárnoslas".

III

Hoy, en La Vanguardia:




viernes, 4 de abril de 2025

Nosotros, los mediocres.

 I

Días de ajetreo y amistad, de descubrimientos y reencuentros; de viejos y de nuevos amigos... incluso de algún amigo a punto de estrenar. Mientras tanto en España llueve. Fui a Alicante y llovía; llegué a Sevilla y estaba lloviendo; la dejé y seguía lloviendo. Pasé por Zaragoza, y no paraba de llover. ¡Pero qué espectáculo cruzar Sierra Morena en esta incipiente primavera. Se notaba la tierra empapada de agua, que  dejaba la que le sobraba de reserva en la superficie, formando numerosos pequeños lagos. Esta primavera será espectacular.

II

El miércoles 2 me publicaron este artículo en la "tercera" de ABC, y yo, obviamente, tan contento.

III

Pasé por Zaragoza a hablar de «El extraño caso de las rodillas impolutas de los niños» y me explayé defendiendo la necesidad que tienen los niños de juego libre y arriesgado.

IV

Esta mañana, médicos. Y estando en la sala de espera me ha llegado una invitación para participar como jurado en una especie de festival cinematográfico en torno a las emociones.

V

Esto le he escrito a la persona (por otra parte gran profesional y buen amigo) que me ha invitado: 

«Estoy harto de los discursos sobre salud mental y emocional. Los considero el mal del que se creen cura. Estoy totalmente en contra de la psicologización emotivista de la infancia. El mundo se ha llenado de terapeutas, mistagogos, coaches, sanadores, vendedores de crecimiento personal, psicólogos positivos, abraza-árboles y afines. Hemos entrado de lleno en la cultura del sentimiento del propio sentimiento, es decir, del narcisismo herido. Nadie se evalúa por sus acciones, sino por las emociones que siente cuando actúa en el teatro de su autoestima. Freud resumía esta nueva situación con la historia de un joven que habiendo matado a su padre y a su madre, se dirigió al juez cuando éste se retiraba para dictar sentencia, con estas palabras: «Señor juez, no olvide que soy un pobre huérfano».

Estoy harto del uso y abuso del término «emocional» y del consiguiente estímulo de la incontinencia emocional. En nombre de la salud mental y emocional estamos huyendo constante de todo lo que nos resulta ingrato. Estamos sometiendo a la infancia a una “narrativa” de enfermedades y malestares que acaba haciendo atractivo el propio malestar. Si no estás frustrado por algo, no eres nadie. Ya no hay niños traviesos. Todo comportamiento infantil ha sido traducido al lenguaje terapéutico, corriendo los riesgos inherentes a las profecías autocumplidas. La expansión del diagnóstico clínico nos está invitando a sentirnos mal, hasta el punto de que sentirse mal se ha convertido en un ingrediente imprescindible de la identidad de muchas personas.

Volviendo a Freud, deberíamos recordar lo que consideraba prudente esperar del psicoanálisis: la transformación de un miserable neurótico en un infeliz banal.

Yo aspiro a que mis iguales, los infelices banales, nos reconciliemos con los malestares inherentes al hecho de estar vivos y a que amemos cada vez más nuestras heridas triviales. Nosotros, los mediocres, debemos amar nuestras mediocridad y no permitir que nadie nos la cure.

domingo, 30 de marzo de 2025

El hijo pródigo

 I

Hoy la lectura del evangelio ha sido la del hijo pródigo, uno de los textos más bellos del nuevo testamento... a pesar de que habla de «las malas mujeres».

II

Le acabo de escribir a B. que la oración -en concreto la que pide por la salud de una amiga- tiene dos posibilidades y las dos son hermosas. La primera es que haya Alguien que. nos ama recibiéndola. La segunda, que no haya nadie y entonces estamos enviando al infinito mensajes en una botella que desaparecerán al ser atraídos por la fuerza gravitatoria de una estrella.

III

Hemos tenido un día magnífico, pero ya se anuncian nuevas lluvias. La primavera está llegando esplendorosa. Los campos están verdes y con abundantes flores silvestres y los pinos estrenan sus verdes nuevos.

Los piratas y la ministra

La alternativa, no sé por qué razón, era la siguiente: "¿Los piratas o la vida?"

Quien tenía la respuesta era mi suegro. Después de pensarlo mucho, me dijo: "¡Vas a morir!"

Si moría yo, no vendrían los piratas.

Pero vinieron los piratas y mi mujer me dijo: "Mi padre aseguró que morirías para prepararte para esto".

Entonces mi suegro me dio un florete para luchar contra los piratas. Yo no sabía manejarlo. No tenía ni idea. El primer pirata que me encarase acabaría con mi vida, de eso estaba seguro. Y ya estaban desembarcando.

Este ha sido el extraño sueño que he tenido esta noche. Tal cual.

Es raro, sí, pero para rarezas las de la vigilia. Esa ministra que parece tan orgullosa de decretar, entre aplausos de los suyos, el fin de la presunción de inocencia me da más miedo que los piratas.

jueves, 27 de marzo de 2025

Libertad de expresión

 I

Libertad de expresión no significa obligatoriedad de expresarse, sino derecho a hablar o a callar.

II

Me entrevistaron de El País para que diera mi opinión sobre un escritor que ha dado voz al asesino de sus hijos mientras no se ha dignado hablar con la madre. Contesté que cuando estaba escribiendo la biografía de Caridad Mercader me encontré con documentos fidedignos que destrozaban la imagen pública de algunas personas supuestamente venerables. Siempre hice lo mismo: enviaba la documentación encontrada a los parientes próximos de los implicados pidiéndoles autorización para publicarla. Ya sé que la libertad de expresión me ampara si quiero contar la verdad sobre alguien, pero la libertad de expresión también me ampara si decido no hacer daño a nadie.

III

Rorty decía que "democracia antes que filosofía". Yo creo que para saber cuándo hablar y cuándo callar, ética, antes que incontinencia verbal.

miércoles, 26 de marzo de 2025

Móviles

 I

En general esos lugares de paso y transferencias que son estaciones y aeropuertos funcionan, en realidad, como no lugares en los que puedes beber agua a precios desorbitados y comer bocadillos terrosos, insípidos y a precios en consonancia con el agua. De los cafés prefiero no hablar. Son espacios para el desencuentro, de tiempo sobrante en los que todo va más o menos bien hasta que tu vuelo va manifiestamente mal. Ni tan siquiera se puede leer concentrado porque hay como una desazón en el aire: ¿Y si los de tu vuelo ya están embarcando?

II

Los padres españoles están masivamente a favor de retirar los móviles de las escuelas. Los entiendo, porque se les ha hecho creer que los móviles, especialmente los smartphones, están asociados a los aumentos de depresiones, malos resultados escolares, falta de sueño, bullying, desinterés por la lectura, agresividad, trastornos de la atención... no sé que disfunciones neurológicas... por lo tanto, si se prohiben los móviles en las escuelas, se solucionan todos esos problemas. Pero correlación no es causación.

III

Tampoco está clara la correlación. Muchos de esos problemas aparecieron antes de los smartphones. Y muchos de los críticos de los móviles, también.

IV

En realidad no hay ni un solo estudio riguroso que nos permita afirmar que los alumnos de las escuelas sin móviles obtengan mejores resultados escolares y gocen de mejor bienestar emocional que los de las escuelas que permiten lo móviles.

V

El uso de los móviles, sin duda, debe ser controlado en el caso de niños y adolescentes. El problema es que hacen uso del mismo muy mayoritariamente fuera de la escuela y los padres no están por la labor de dar la tabarra.

VI

El móvil es más un problema familiar que escolar.

VII

Hace unos años los móviles eran los ángeles de un futuro horizontal, humanista, comunicativo, etc. Pero a medida que los íbamos usando íbamos poniendo también de manifiesto lo que en realidad somos. A veces somos de una deprimente vulgaridad.

VIII

La pregunta que me interesa a mí: «¿A qué necesidad han venido a dar respuesta los móviles?»

sábado, 22 de marzo de 2025

Me han robado mi plaza de Ocata

 I

Me he ido a Alicante con Mairena bajo el brazo. Y ha sido una gran compañía. Más que un personaje o un alter ego de Machado, es la voz de sus repliegues. Otro día me explicaré.

II

A la vuelta, me siento en un banco de la estación de cercanías del aeropuerto. A mi lado se sienta también una mujer joven -veintipocos años- que lleva un cochecito con un bebé de unos seis meses. Saca el móvil y se hunde en él. A su lado, el niño comienza a gimotear con los brazos extendidos hacia su madre, que sigue mirando el móvil. Lo sujeta con la mano derecha, mientras con la mano izquierda mueve mecánicamente el cochecito. El niño sigue gimoteando y estirando los brazos hacia su madre, de cuerpo presente. De repente me doy cuenta que no extiende sus brazos hacia su madre, sino hacia el móvil.

III

Vuelvo a Mairena y me entero de que su maestro, Abel Martín, escribió un ensayo que se titulaba, ni más ni menos, De la esencial heterogeneidad del ser.

IV

Al volver a casa me encuentro con que me han convertido, a traición, mi querida, mi entrañable Plaza de Ocata en "Refugio climático". Acababa de llover y soplaba un vientecillo del norte que pelaba. La verdad es que no me veo a mí mismo yendo cada mañana a desayunar y a leer a un refugio climático.

jueves, 20 de marzo de 2025

Mairena

 I

Esta mañana un señor mayor se ha acercado a mi mesa del Petit Café para contarme, sin ahorrar detalles, sus experiencias místicas, a recitarme sus poesías religiosas y a pedirme que rezase junto a él. Afuera llovía.

II

Esta mañana me he ido a sacar sangre para unos análisis. Dos hermanos adolescentes de unos 15 años han entrado antes que yo. Sus alaridos ante la aguja han sido dignos de mejor causa. La enfermera que me ha atendido me ha asegurado que todos los adolescentes no son así.

III

Esta mañana, gris y triste, lluviosa y fría, he hecho una sopa que me ha salido espléndida. Soy, sin duda, el rey de las sopas para días de lluvia.

IV

Esta tarde he ido a la presentación de El imprudente feliz, el libro de Ferran Sáiz, que ha ido a cargo de Ferran Caballero. Como he llegado con una hora de adelanto he entrado en una peluquería a cortarme el pelo. El peluquero me ha atendido desganado. Me ha dicho que era marroquí. No sé que tenía contra mí, pero me ha hecho sufrir. Tenía la sutileza de un banderillero estrábico. Aún me duele el cuello.

V

Parece que los diuréticos alivian mis males laberínticos. No me pregunten por qué.

VI

Ando releyendo el Juan de Mairena de Antonio Machado. Mi querido y admirado José Ángel Gonzáles Sainz quiere que hable en Soria sobre sus ideas pedagógicas (las de Mairena). No tengo claro que tenga muchas ideas pedagógicas. Lo que tiene es una inmensa personalidad pedagógica. Tengo que pensar bien esto. 

miércoles, 19 de marzo de 2025

La cosmosociología

 I

Me ha pedido relaciones -es decir un contacto en las redes sociales- un «coach cuántico, escritor y cosmosociólogo». Pero la vida ya me pilla cansado para experiencias fuertes.

II

Me aseguraba Josep Maria Espinàs que no hay libro que no mejore recortándolo. Estoy de acuerdo, pero si somos coherentes, nos debiéramos quedar solo con el título.... siempre que fuera corto.

III

Día de lluvia y laberintitis. Ayer fui a un otorrino que al ver la audiometría que él mismo me había encargado me dijo que estaba por debajo de lo normal. "¿Qué porcentaje tengo de pérdida auditiva?", le pregunté. Me contestó, muy digno, que para eso tenía que usar una fórmula y que ni la tenía a mano ni disponía de tiempo. Era de una mutua privada.

IV

Un título: «Cuando nada te importe, decide que algo te importa». Esta es una de esas trampas que Heidegger se pone a sí mismo de vez en cuando. Y siempre cae.

lunes, 17 de marzo de 2025

Pantallas

 I

Sospecho que lo que no suele gustar de las redes sociales es que muestran con descaro lo que somos. 

II

Lo que llamamos cultura tiene por misión fundamental mostrarnos ante nosotros mismos mucho mejor de lo que somos, para hacernos creer que realmente somos así. Al poner el listón alto, sentimos vergüenza de nosotros mismos si nos rebajamos.

III

La espontaneidad moderna no entiende aquello en lo que insistían los antiguos: si la naturaleza nos puso los ojos en una cabeza es para que podamos mirar hacia lo alto.

IV

Escribas lo que escribas, siempre habrá al menos una persona haciendo considerables esfuerzos para refutar lo que no has dicho.  Y si intentas aclararle las cosas, entonces es que reconoces tu culpabilidad.

V

Más que quitarles las pantallas a nuestros hijos, debiéramos, quizás, ofrecérselas como instrumentos privilegiados de educación de la frustración.

domingo, 16 de marzo de 2025

Contrafactual

 I

¿A ver que les parece esto?

«We can morally compare possible alternative states of affairs, judging that various actual historical occurrences were bad, overall—the Holocaust, World War I, and slavery, for example. We should prefer that such events had not occurred, and regret that they had occurred. But the vast majority of people who now exist would not have existed had it not been for those historical events. A ‘package deal’ is involved here: those events, together with oneself; or, the absence of the historical calamity, and the absence of oneself. So, all considered, ought one to prefer never to have existed, and to regret that one exists? Not in itself, of course, but as part of the conjunction? There seems to be a strong case for saying that morally one must wish and prefer that certain historical events had not occurred, even if that would have meant that one would never have existed. One ought to regret, all considered, that the aggregate state of affairs that includes one's existence is the one that materialized. After setting out this idea, I explore arguments against it, and attempt to reach a conclusion».

II

«Me parece», me dice Ferran Sáez, «un ejemplo perfecto, inigualable, de falso dilema basado en un argumento contrafactual muy habitual en la tradición anglosajona».

III

Artículo de ayer en el ARA:



viernes, 14 de marzo de 2025

Ganas de haber sido francés

I

Cuando leo a d'Ormesson me entran ganas de haber sido francés.

II

Voy por la página 339. Aquí al lado las lentejas están haciendo su caldo gordo. Afuera llueve y hace un frío sibilino, porque engaña, parece poca cosa pero se te queda adherido a los huesos.

III

Una cita de Gide de esta página, la 399: «Llamo periodismo a lo que será menos interesante mañana que hoy». Me parece justa, incluso comedida. Por eso dejé de comprar prensa hace tiempo. Lo que se agosta en el tiempo corto, lo anecdótico, es solo morralla que no nos deja ver con claridad el tiempo largo.

IV

¿Qué pensará de d'Ormesson mi querida amiga B., entrañablemente gauchiste?

V

Por cierto, B., tu hermano aparece en la página 193.

jueves, 13 de marzo de 2025

... cette vie fut belle

En un puesto abandonado de frutas y verduras del mercado municipal del Masnou, los compradores han ido trayendo libros, de manera que se ha convertido en una especie de muestrario de libros que han perdido su honorabilidad en la casa a la que un día llegaron tan ufanos. Inevitablemente cuando paso por allí se me escapa una mirada. Hoy me he encontrado con Jean d'Ormesson.


Ya voy por la página 97.

Os cuento un chascarrillo de la página 62. 

«Se cuenta que Gide, en Argelia o en Marruecos, tras haberse acostado con un árabe muy joven al que no había revelado su nombre porque no le habría dicho nada, le ofreció un regalo muy modesto con estas palabras: 

- Es poca cosa. Pero cuando seas mayor podrás jactarte de haber sido muy querido por François Mauriac.»

miércoles, 12 de marzo de 2025

La luz

 I

Dias de sol y revisiones. Para comenzar, la del coche. Lo llevé al taller porque me dieron un golpe en el piloto trasero izquierdo y resulta que descubrieron también un agujero en el derecho y un golpe en el frontal. Para seguir, las de los médicos: otorrinos, traumatólogos, dermartólogos...  Todo parece estar razonablemente bien. A añadir una entrevista para un programa de televisión el lunes con Damià Bardera y una charla en los Maristas de Igualada, esta misma tarde.

II

Lo mejor de estos días ha sido el viaje de ida a Igualada. Un lujo. Montserrat estaba coronado por enormes cúmulos de nubes blanquísimas, de un considerable desarrollo vertical, que contrastaban fuertemente con el fondo azul intenso del cielo. En los campos, el trigo ya tiene un palmo y las lluvias de los últimos días han concedido a cada detalle del paisaje la el título de heraldo de la primavera. . Y la luz, lo más hermoso de este mundo, concediendo a la atmósfera una transparencia, una limpieza, una profundidad...  Hubiese podido estar conduciendo durante horas.

III

Oigo en un programa de televisión norteamericano un comentario sobre el humor de los años sesenta y setenta, que hoy nos parece tan burdo, grosero y, sobre todo, tan políticamente incorrecto. ¿Debiéramos cancelar a aquellos humoristas? Sería mejor cancelar a todos los que nos reíamos con ellos, o sea, a toda España.

lunes, 10 de marzo de 2025

El cogito cogitado

 I

Día largo y de mucho caminar por Barcelona y por Mataró. En este exacto momento mi reloj cuenta-pasos me dice que he dado 20.506 pasos, algo más de 15 km. No está mal.

II

Pero lo mejor es que ya está desencallado el libro. Todo fluye, aunque su formato tiene algo de voluntario rompecabezas. Queda algún fleco, alguna cuestión de estilo que tengo que resolver, pero antes de acabar el mes le habré puesto el punto final.

III

Siempre me deja sorprendido el hecho de que las respuestas me vengan cuando no las busco. Por eso llevo siempre en los bolsillos papel y bolígrafos. Es muy frustrante recordar que había encontrado una respuesta interesante a un problema, pero que ahora no recuerdo ni la respuesta ni el problema. Si la respuesta no ha sido fruto de una elaboración consciente de un razonamiento, ¿quién es entonces el verdadero autor de la misma? El yo pienso piensa también cuando no sabe que piensa y el yo está en otra cosa.

IV

Me llega otra invitación de Chile, ¡Lástima que todo esto no me pille con treinta o cuarenta años! Ahora tengo que decir que no, lamentándolo mucho, a propuestas de viajes muy interesantes, pero sé bien que tengo que dosificar el esfuerzo. Cada vez me cuesta más tiempo recuperarme.

domingo, 9 de marzo de 2025

La felicidad

I

La mejor definición de felicidad que conozco lleva la firma de San Agustín: La felicidad es seguir deseando lo que ya se tiene.

II

Pero si la felicidad es eso, entonces en estos tiempos nuestros de obsolescencias programadas, en los que lo nuevo ha sustituido a lo bueno, la felicidad es imposible.

sábado, 8 de marzo de 2025

Let it be

 I

Cada vez me enfado menos con mis iguales, los humanos. Son lo que siempre hemos sido: depredadores de su propio sustento, como los elefantes que acaban devastando las plantas de las que se alimentan porque, simple y llanamente, tienen hambre. Ya he aceptado que el mundo está, como ha estado siempre, en manos ignorantes (aunque, posiblemente, bien intencionadas), pero ahora, eso sí, disponen de botones nucleares que acabarán con los elefantes.

II

Una madre en el café reprende a su hijo porque está manchando la pared con las suelas de sus zapatillas, llenas de barro. El niño no le hace caso. La madre se lamenta de cuántas veces se lo tiene que repetir. El niño la ignora. "¿Es que no piensas hacerme caso?" Es obvio que no. La madre sigue con la monserga ineficiente. El niño termina con su capricho y pide un donut de chocolate. La madre asiente y sigue con el móvil, al que no ha dejado de prestar atención.

III

En política, decía un sabio, nunca sabemos muy bien por qué acabamos en líos fenomenales y nunca, tampoco, sabemos muy bien por qué hemos salido de ellos... si es que salimos.

IV

Me acaban de llamar por teléfono de una desconocida compañía de la luz. Le pido a la voz femenina del otro lado del teléfono que me haga el favor de no volver a llamar. Me contesta, impertinente, que no estoy en condiciones de pedir favores. Me sorprende su descaro. Cuelgo.

V

Cuando se aprobó la última ley de educación, la LOMLOE, llenamos su articulado de alabanzas a la ciudadanía mundial y a la paz. Hoy se nos dice que estamos en situación prebélica.

VI

...

viernes, 7 de marzo de 2025

Pensar el gris

I
Leo en Herta Müller: “La añoranza arde como las ascuas y con el tiempo se hace más grande, pero nunca se hace adulta”.  ¿Pero acaso alguna de las emociones fuertes de la infancia se hace alguna vez adulta?

II
La fenomenología, en su conjunto, bien pudiera entenderse como un proyecto filosófico de reencantar el mundo. Este es, a mi modo de ver, el gran empeño de Heidegger y para ello coge al Dasein de la mano. Con Heidegger -decía Ortega- la filosofía visita a domicilio». Lo que ocurre es que a veces uno se queda con la sensación de si perder la inocencia es un progreso o una pérdida.

III
Día de nubes tocadas del ala. Llovizna. Estoy tomando un café cuando un político se me acerca. Quiere hablar de la educación catalana. «Aquí hace falta una consejera de educación que tenga el valor de exiliarse después de hacer lo que se tiene que hacer», me espeta. Y yo asiento.

jueves, 6 de marzo de 2025

Respuestas

 Las respuestas que busco se encuentran donde no quiero hallarlas, en Heidegger.

La nada anonada

 I

El día ha comenzado llevando a mi nieto al colegio y a partir de aquí ha sido un no parar: llevar el coche a Mataró, al taller; ir a pedir hora al centro médico; releer el ¿Qué es metafísica?, de Heidegger; hacer la compra y la comida; videoconferencia con Colombia (hay un proyecto interesante en marcha); recibir una invitación para dar varias conferencias en Guatemala y, a continuación, otra para viajar a Chile; ir a Barcelona a la presentación del último libro de Ignacio Peyró, El español que enamoró al mundo, una biografía de Julio Iglesias. Creo que si Peyró escribiese una guía telefónica, le saldría literatura del teclado.

II

Es la cuarta o quinta vez que leo ¿Qué es metafísica? y cada vez me crece un poco más Heidegger. Es el filósofo más grande del siglo XX, con sus lagunas, ciertamente, especialmente en lo que tiene que ver con la decisión. Si sigues a Heidegger sabes que tienes que decidirte, pero no sabes nunca para dónde. Cuando lo leí por primera vez ¿Qué es metafísica? me reí con eso de que «la nada anonada». Ahora me parece una genialidad.

III

Tengo ya acabado el prólogo que me han pedido para un cómic sobre Caridad Mercader. Esta mujer es ya de mi familia.

IV

El mejor momento del día: un rato al sol en la plaza de Ocata, con unas patatas bravas, una cerveza, y el tiempo detenido, a mi disposición. Ha sido solo un paréntesis, pero memorable.

V

¿No tenéis a veces la sensación de que en estos tiempos de erotismo sin fronteras hemos acabado haciendo de Eros un objeto teórico?

miércoles, 5 de marzo de 2025

El alma de la filosofía

I
Visita a la ESDI -Escuela Superior de Diseño- de Sabadell. Aquí, hace ya unos cuantos años comencé a dar clases de ética del diseño, una asignatura que inauguré yo con la ayuda de Vilém Flusser. Recuerdo con cariño la experiencia, que tuvo que interrumpirse por problemas míos de salud. Hoy he estado hablando con un grupo de profesores sobre educación y universidad. Creo que ni hemos aburrido a nadie ni hemos dicho tonterías manifiestas.  


II

Sale ya a la venta El alma de la filosofía, que lleva por subtítulo La belleza de cultivar la vida interior, un libro en el que hemos puesto mucho cariño y no poco trabajo. Comienza con una introducción a Plotino firmada por Ricardo Piñero, demonólogo. Sigue con una traducción mía de La vida de Plotino escrita por su discípulo Porfirio. Continúa con una selección de textos sobre el amor y la belleza y se cierra con un apéndice mío de cinco páginas con este título: Moderato de Cádiz, ¿Un predecesor de Plotino?


Lo que más me gusta de este libro es que tiene algo de insubordinación contra el presente. Reivindicar a Plotino hoy casi suena a exabrupto. Pero bueno... también parecía una locura editar textos de Balmes y aquel libro lo vendimos muy bien. No está mal, pues, negarse a hacer demasiado caso a las tendencias y empeñarse en seguir el propio criterio. En los próximos meses publicaremos más libros arriesgados.

III

Sigo empantanado con mi propio libro. 


IV
Recuerdo la clausura de un congreso de filosofía en la Universidad de Santiago. El encargado del asunto nos dijo, muy serio y solemne, que aquel había sido un congreso excepcional. No había oído ni una tontería.
 

lunes, 3 de marzo de 2025

Manzanas

 I

Lo que espero de un funeral religioso ya no es que los familiares del finado sean religiosos, sino una palabra de sinceridad del cura, una palabra que no suene a retórica manida y aprendida de memoria como un hábito para salir del paso. Es difícil encontrarla. Tampoco estaría mal que se apuntarán en un papel los nombres de los parientes más próximos al difunto. Me imagino que ser el cura de un tanatorio de una ciudad importante no es fácil. Pero si quieres una vida fácil, no te hagas cura.

II

Estuve el viernes en la Universidad CEU Cardenal Herrera del Valencia. Me sentí como en casa. Siempre que participo en un acto del CEU me siento bien acogido y bien tratado. Estaba de vuelta cuando me enteré de que el domingo tendría que regresar a Valencia para asistir a un funeral.

III

No adelanto con el libro. Me faltan ideas claras. Me siento como caído en un laberinto. Y lo curioso es que cuando quiero pensar metódicamente los problemas, no llego a ninguna conclusión y cuando no los pienso, la conclusión se me presenta sola.

IV

El problema: que lo que es para un hombre normal y corriente una manzana, para el filósofo es un enigma de mucho cuidado. Y quiero hablar exactamente de eso, de manzanas.



jueves, 27 de febrero de 2025

Doy fe

Sitúense a principios de este siglo, cuando el sistema educativo de Finlandia parecía el modelo a seguir en el mundo occidental, cuando era el modelo eficiente y feliz que los europeos presentábamos como alternativa al modelo esforzado de los orientales, cuando parecía posible, en suma, aprender mucho esforzándose poco... en definitiva,  cuando lo perros se ataban con longanizas.

En aquel tiempo los políticos de todo el mundo viajaban a Finlandia y como allí era a donde había que ir un grupo de parlamentarios de una comunidad española, fue. Con los gastos pagados, obviamente.

Su manera de vestir, ya se sabe, campechana, alegre e informal, dejaba un poco que desear, así como su manera de comportarse en los actos oficiales. Por ejemplo cuando en un colegio los recibieron con un par de alumnas cantando a capela, algunos parlamentarios no pararon de hablar entre sí de manera muy poco discreta.

Pero lo llamativo vino cuando en este mismo colegio los invitaron a comer y los parlamentarios españoles, que no sabían inglés, se sentaron todos apretaditos en dos mesas, con la cabeza hundida en su plato, mientras el director del centro intentaba explicar lo que hacían.

Doy fe.

miércoles, 26 de febrero de 2025

La razón victimológica

 I

Me lo escribe mi amiga B. desde París, y como no suelen decirme cosas así, traigo sus palabras a este café para hacerlas perdurables: «Vous êtes épatant! Quelle chance j’ai de vous connaître!»

II

La razón victimológica es aquella que se considera exonerada de sus malas acciones, pero propietaria exclusiva de su bondad natural. Si esta bondad no se manifiesta en buenas acciones, la culpa es de los que hemos impedido su florecimiento con nuestra incomprensión y falta de empatía. O sea, la razón victimológica juega a la moralidad con una baraja entera dentro de la manga.

III

Cuando estoy lejos del teclado de este ordenador se me ocurren ideas magníficas para traer aquí. Lo aseguro. El problema es que en cuanto me pongo a escribir, se van volando, como una bandada de pájaros asustados y solo puedo retener su aleteo.

IV

Me llaman de Santillana de Colombia. Quieren poner en marcha un proyecto para investigar y pensar sobre la cultura del esfuerzo.

martes, 25 de febrero de 2025

La nada

 I 

He llegado a casa empapado, hecho una sopa. ¿Cuándo dejaron los coches que circulan por las calles en los días de lluvia de tomar en consideración al transeúnte? ¿Es mucho pedirles a los conductores que aminoren cuando pasan sobre un charco? Uno se encoge en la acera temiéndose la ola que le cae encima... y que fatalmente se hace realidad la mayoría de las veces. ¡Qué poca cosa es un hombre empapado!

II

El día ha sido interesante. Mañana tranquila y tarde de debate en la Biblioteca Gabriel Ferraté de la UPF, invitado por la inagotable Carme Fenoll. El tema: Frankenstein. Me ha servido para volver a constatar, una vez más, que hay un pensamiento posmoderno que se dedica a la transferencia de culpas. Todo aquel que considera maltratado por el destino -Frankenstein es el protipo- no es culpable de sus fechorías. El culpable es el que se negó a darle cariño cuando lo necesitaba, pero sí es responsable de sus buenas obras. 

III

Una vez, cuando era profesor de la UNED, una alumno me pidió por mail que le explicase en pocas palabras qué era la nada. Le dije que me sentía incapaz de hacerlo y me contesto: "Eso me lo dice porque soy ciega, ¿verdad?" Más de una vez me he sentido intentando explicar qué es la nada a quienes se consideran ciegos. Dado que insisto, me estoy ejercitando muy bien en fracasar,

lunes, 24 de febrero de 2025

B.

 I

Escribí ayer en otro sitio que hay investigaciones serias que sugieren que estamos pensando la motivación al revés. El impacto de la motivación en los resultados suele ser sorprendentemente bajo, mientras que sí es constatable un fuerte impacto de los buenos resultados en la motivación. Me reafirmo.

II

Mi querida amiga B. está en un hospital de París con varias costillas rotas y me pide que le envíe una letra. Le he enviado, por supuesto, varias. Esta es una más.

III

6 páginas ocupa el último capítulo del ensayo que acabo de terminar (provisionalmente), que es, sin duda, el más importante, porque es la clave de todo lo precedente. Como me meto por sendas teológicas, que siempre son sutiles y arriesgadas, he pedido su parecer a varios amigos de cuyo criterio confío. Algunos me dicen que les gusta lo que he escrito y eso me sirve para confiar en que no he dicho ninguna tontería. Otros me ponen alguna objeción y eso me sirve para hilar más fino. En cualquier caso, lo evidente es que cuando llevas mucho tiempo cocinando un plato a veces pierdes el sentido de la mesura con las especias y necesitas el juicio del consumidor, que es siempre más libre.

IV

Creo que si no tuviera amigos no me atrevería a escribir.


domingo, 23 de febrero de 2025

¿Qué mérito tenéis?

 I

El evangelio de hoy te deja clavado en el asiento: «Si amáis solo a los que os aman, ¿qué mérito tenéis? [...] Si prestáis solo cuando esperáis cobrar, ¿qué mérito tenéis?» Paseando por Madrid con Armando Zerolo el martes pasado coincidimos en que la empatía no es una virtud específicamente cristiana.

II

Anda el tiempo raro, voluble y antojadizo y cada variación deja su huella en mi laberinto.

III

Me comentaba el jueves el director de una magnífica escuela concertada de Barcelona que son cada vez más los padres que al informarse para ver dónde matriculan a sus hijos preguntan por los conocimientos. Hoy me aseguraba una maestra que por las redes sociales se ha encontrado con padres que preguntan por escuelas "antiguas". Ayer me dijo otra maestra que es imposible programar de acuerdo con la LOMLOE, que nadie lo hace, que todo se falsifica y que todo el mundo lo sabe. Hoy, esta misma mañana, me ha preguntado un profesor qué quiero decir cuando hablo de esfuerzo.

IV

Es más fácil amar a tu enemigo que a los enemigos de tus amigos.

sábado, 22 de febrero de 2025

Ciudadanía mundial

 I

He pasado unos días complicados, ya saben, mareos, náuseas, una sensación de frio helador incrustada en los huesos, etc. Hace tiempo que he aceptado que tengo que convivir con esto, pero estoy decidido a seguir siendo activo... es decir a seguir siendo activo en cuanto me siento recuperado. Hay muchas cosas apetecibles por hacer y el mundo solo se entrega al que va en su busca.

II

Hoy en el Culturas de La Vanguardia, firmo una colaboración extensa intentando responder a la pregunta «¿Por qué están de moda los estoicos?»

Que te encarguen cosas así es un lujo.

III

Acabo de ver, ahora mismo, La infiltrada. Me ha gustado mucho. El guión es bueno, los actores comedidos y precisos y la dirección, profesional. Entiendo que moleste a los herederos de la barbarie, pero esta película es también memoria histórica. Memoria que nunca podremos olvidar algunos y que es imprescindible que transmitamos a las nuevas generaciones.

IV

Cené recientemente en un buen restaurante de Barcelona con un grupo de amigos bien informados de la actualidad. Todos coincidían en que nos esperan tiempos muy duros. En primer lugar porque el necesario incremento del presupuesto de defensa provendrá, inevitablemente, de las partidas mayores, como las de sanidad y educación. En segundo lugar porque si Europa no reacciona pronto, pasará a ser una anécdota en la política mundial. En tercer lugar porque nos hemos estado educando contra la realidad y dudo que sepamos adaptarnos a ella. Pienso en la insistencia de la LOMLOE en promover la educación «para la ciudadanía mundial». En un mundo hobbesiano, esto de la ciudadanía mundial es un brindis al sol.

V

El trumpismo me da miedo.

martes, 18 de febrero de 2025

La clase discutidora

 I

Esta mañana ha merecido la pena. He llegado a la estación de Atocha a las 10:02. Al salir del tren me ha recibido ese huraño frío mesetario. Huraño, por cierto, tiene la misma raíz que forastero. He ido a paso ligero al metro porque Armando Zerolo me esperaba en el intercambiador de Moncloa.

II

Con Armando siempre es fácil hablar. Así que hemos hablado y caminado hasta la casa de Juan Miguel Palacios, con el que hemos pasado un rato inolvidable. Hamos hablado, por supuesto, de su padre, Leopoldo Eulogio Palacios, especialmente de uno de sus libros, La prudencia política, pero, como suele ocurrir en estos casos, nos hemos perdido gozosamente por mil circunloquios.

III

Me acabo de leer ahora mismo, en la habitación del hotel, un magnífico trabajo de Leopoldo-Eulogio Palacios titulado De la razón histórica a la razón poética, todo un festín filosófico, y me espera sobre la cama un libro primorosamente editado, una selección de artículos titulada Leopoldo-Eulogio Palacios. El juicio y el ingenio y otros ensayos.

IV

Al salir de la casa de Juan Miguel, Armando y yo hemos reanudado la conversación, centrada ahora en Europa y esos merluzos de gobernantes que se reúnen en París en una situación de crisis de una extrema gravedad, porque a los europeos nos están diseñando el futuro an Arabia, y la única conclusión a la que llegan es que son incapaces de llegar a una conclusión compartida. A veces hay que darle la razón a Donoso y acordarse de la santa madre de la case discutidora.

V

He comido cerca del hotel en un restaurante navarro. De primero, pochas de la ribera con guindillas; de segundo, callos a la navarra. De postre, torreja con helado. Y aquí estoy, como una boa después de zamparse un buey, leyendo entre cabezadas de sueño. 

El deseo de volar

I Sabía que A.S., un amigo íntimo, estaba muy enfermo. Pero no sospechaba hasta qué punto lo estaba. Por eso aquella noche en aquel hotel de...