I
“He hecho pocas cosas en mi vida, y me he pasado mucho tiempo paseando, divagando, sentándome en los bancos y mirando el paisaje y las nubes” (El escritor según él y según los críticos)
II
“Yo no soy un intelectual, ni un hombre de discursos, ni un hombre de pensamientos profundos, no; no soy más que un hombre que tiene las grandes condiciones para no hacer nada” (El tablado de Arlequín)
III
“Soy un curioso de muchas cosas y necesito ondular y trazar curvas como los ríos” (La sensualidad pervertida)
IV
“No he pretendido la gloria, ni el dinero, ni la importancia social. Vivir y contemplar. Ése ha sido mi ideal” (La sensualidad pervertida).
V
“Como todos los que se creen un poco médicos preconizan un remedio, yo también he preconizado un remedio para el mal de vivir:
VI
“¡Educar a los golfos! Pero ¿quién? Los que tengan conocimiento, y, sobre todo, un criterio moral, fijo y sano… ¿Y dónde están esos? En ninguna parte, ¿no es verdad?" (El tablado de Arlequín).
VII
“Un vago apoyado en un farol es un motivo de reflexión. El farol, la ciencia, la rigidez, la luz; el vago, la duda, la indecisión, la sombra” (El tablado de Arlequín)
VIII
En mi deambular por los alrededores del pueblo, tropecé una tarde con un labriego que cavaba
- ¿Qué se hace, amigo?
- Pues aquí estoy, don Pío, trabajando y trabajando como un perro para ganar cuatro cuartos… No tengo la suerte suya, que, como es un señorito, por contar mentiras en los ‘papeles’ le dan buenos cientos de duros.
Me despedí del campesino sin tratar de rectificarle, y, pensándolo bien, pensé: Quizás este hombre tenga alguna razón: que esto de escribir novelas, cuentos, artículos, no sea trabajo… Que el único trabajo verdadero sea el material.
Y me decidí a cultivar personalmente un cuadro de la huerta….
Una mañana que llevaba yo cuatro horas cavando y que sudaba como un fogonero de un barco al pasar el mar rojo, me encontré frente a mí, al levantar la cabeza, al campesino que me había hecho hortelano, quien me miró irónicamente y me saludó con estas palabras:
- ¿Qué hay, don Pío? Ya le veo entreteniéndose en la huerta, pasando el rato.
A mi naturalmente me dieron ganas de asesinarle. Cuando él cavaba era trabajo; cuando lo hacía yo, pasatiempo.
(Bagatelas de otoño).
IX
“Yo estoy convencido de que la vida no es buena ni mala, es como la naturaleza, necesaria” (Juventud, egolatría).
X
“’Baroja no es nada, y presumo que no sea nunca nada’, ha dicho Ortega y Gasset en el número primero de El espectador.
Yo también tengo la sospecha de que no voy a ser nunca nada. Todos los que me han conocido han creído lo mismo.”
De Baroja, ya que estamos, me guardé esta gran verdad:
ResponderEliminar"Así como la desgracia hace discurrir más, la felicidad quita todo deseo de análisis; por eso es doblemente deseable."
Y en eso ando, deseando que no se me escape.
Me quedo con eso de la curiosidad por muchas cosas , con las ondulaciones y las lineas no rectas , siempre desconfie del dogmatismo y de la verdad ciega que inmoviliza
ResponderEliminarYo recuerdo aquella escena en la que Andrés Hurtado, en la azotea de su Tío Iturrioz, escuchó decirle: "Vida es lo uno, y vida es lo otro", refiriéndose al jolgorio de un patio de colegio y a la quietud del convento que se divisaba.
ResponderEliminarPues yo con lo educar a los golfos
ResponderEliminarTambién este es mi ideal: "Vivir y contemplar". Como don ío sé que los ideales son tales porque no acabamos de creer en ellos.
ResponderEliminar¿Y los faroles?
¿Por qué ya nadie se apoya en ellos?
¿Por qué han agotado con su diseño su capacidad metafórica?
¿Tendrán los cuartos de estar de las casas de señoritas farolas de plástico para reclinarse en ellas y jugar con sus bolsos como Irma, la Dulce?
¿Dónde están los vagos hoy?
En Barcelona creo que nunca ha habido gestes de esta especie. Tengo comprobado, por ejemplo, que en esta ciudad son rarísimos los que disfrutan de su cielo.
"El indiferete.
ResponderEliminarPreguntado por si su nombre era Gómez o López, contestó "Da igual, la cuestión es pasar el rato."
De sus Memorias, y recogido por Borges y Bioy en una deliciosa "Antología de cuentos breves y extraordinaios". Cito de memoria, podría tratarse de Giménez o Rodriguez, pero dá igual...
¡"Irma, la dulce"!, qué joya, Gregorio; cuando yo era niña..., pero, en fin ésa es otra historia.
Lola
Lola: LO que ocurre con Baroja, y me imagino que era eso lo que desesperaba a Ortega, es que no hay afirmación suya que no esté desmentida en alguna parte de su obra. Porque, claro está, en su caso lo importante era pasar el rato...
ResponderEliminar"Irma la dulce"... cuanto más veces la veo, más me gusta. Hay películas de la que no tengo manera de desprenderme si por casualidad caigo en ellas haciendo zapping. NO me pasa esto, por cierto, con ninguna de Bergman, ni de Antonioni, ni de Godard... ¿Ea grave lo mío?
Bueno, bueno, que sí, que en Barcelona también hay badocs, que más de uno y una se ha dado -incluso- contra un farol -de los antiguos-, contemplando las nubes. Gran Baroja, personaje algo particular, también, un poco -o mucho- antipático a veces, como Pla. Solterones irredentos los dos.
ResponderEliminarJúlia, yo me casaría... con los dos, los encuentro adorables. Probablemente también me acabaría divorciando de los dos.
ResponderEliminarBergman aparte (Y Berlanga y alguno más) el cine, lo que se dice el cine, és (era) Usa. Y Wilder como sumo sacerdote. Bergman escogía "Primera plana" (por la que también siento debilidad. Por cierto, añado a la boda polígama anterior a Walter Matthau), como una de las mejores películas de la historia del cine.
Lola
Si és que, el millor que es pot fer a la vida, és badar....
ResponderEliminarEl rabillo del ojo de Baroja, es el barillo del ojo también llamado: el barojillo
ResponderEliminarLola, con toda mi admiración literaria para ambos, ni pensarlo!!!! antes a vestir santos. Mi único amor literario retrospectivo es don Santiago Rusiñol.
ResponderEliminarVengo del árbol del Cuco. Aunque ayer permanecí en un casto silencio en la playa de Ocata mucho rato. Cómo me gusta la lluvia cuando se conjuga con el mar. Pero ahora no me he podido sustraer. A mí también me han dado ganas de asesinar de la misma manera algunas veces. Y eso me hace sonreír :)
ResponderEliminarNo he pretendido la gloria, ni el dinero, ni la importancia social. Vivir y contemplar. Ése ha sido mi ideal. Guardaré cuidadosamente estas palabras de Baroja. Serán mi emblema (invisible).
ResponderEliminarJesús: Ya somos dos en compartir lo invisible.
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