Buscar este blog

lunes, 1 de octubre de 2007

Espaniar Konstituzioari EZ

Imaginemos que en un hipotético referendo por la independencia de Euskadi el resultado se correspondiera con el de la Constitución española, es decir: 28% afirmativo, 16 % negativo y 56% de abstención. ¿Se podrían descalificar esos resultados con los mismos argumentos con los que el nacionalismo vasco descalifica la Constitución Española?

12 comentarios:

  1. Un referendum de este tipo debería tener, en su enunciado, claramente definido, los %s mínimo de abstención y afirmación que permitirían validar la consulta. De no ser así, para una decisión "de tal tipo" no sería válido. De ahí la norma de los 2/3 en el Congreso para los cambios constitucionales. Desde mi punto de vista, si las bases de la consulta fueranb referidas a la mayoría simple, un resultado de este tipo sería legal, pero no legítimo.

    ResponderEliminar
  2. "se correspondiera con el de la Constitución española"

    Ejem, Gregorio, creo que andas un tanto despistado. Echa un vistazo a los resultados por autonomías del Referéndum Constitucional.

    Sobre el censo no es lo mismo que sobre los que fueron a votar, digo, de ahí mi añadido en azul.

    En cualquier caso, la soberanía sólo reside en el pueblo español, que la delega a las Cortes, de ahí que el anterior referéndum fuese de circunscripción única. Con todo, fue aprobado con un 68,7% en el País Vasco y con el 90,4% en Cataluña.

    ResponderEliminar
  3. Desde mi punto de vista, si las bases de la consulta fueranb referidas a la mayoría simple, un resultado de este tipo sería legal, pero no legítimo.

    Luis: en ningún caso sería legal. En cuanto a los porcentajes cualificados para las reformas constitucionales importantes tienes razón, pero ese referéndum no sería legal y la primera razón para sostener eso es que el Gobierno vasco no tiene potestad para convocarlo. Luego estaría la cuestión de qué pasaría si la tuviera. Y de qué pasaría si se presentaran los resultados que nos dice Gregorio.

    Gregorio: para eso que dice no puede existir una respuesta política unívoca, sí jurídica, por supuesto. Y hay que decidirse.

    Por eso si quiere le doy mi opinión personal.

    Un resultado favorable a la secesión sería totalmente demoledor para el sistema constitucional vigente, evidentemente. La deriva política del problema nos llevaría seguramente a un esceranio totalmente distinto al actual, en cuanto a lo que a correlación de fuerzas se refiere. Hablando en plata: los que defienden la independencia tendrían la mayor parte del camino hecho. Más o menos, pero desde luego habrían avanzado bastante.

    Sin embargo usted, muy avezado, nos propone un escenario en el que, a pesar de existir un resultado favorable en relación a los votos (esa es la diferencia maty) hubiese una asbtención superior a la mitad. Y nos dice además que si se le podría oponer argumentos que destaquen la falta de legitimidad de la consulta, ya no por su origen -que ese argumento ya quedaría más desvalido ante los hechos y me estoy refiriendo a la contradicción con la soberania española consituida, a la inexistencia de cuerpo soberano- sino por el propio resultado.

    Y yo le doy mi opinión, que es que sí se podría, por supuesto. ¿Por qué? En primer lugar porque no estamos ante un juego de poder constituyente. No existe tal poder constituyente porque -y aquí si podríamos darle brío a este elemento- no existe cuerpo soberano y porque el que sí existe ya está constituido. Por lo tanto, todos los poderes, desde el de Zapatero y Montilla, hasta el de Chaves o Ibarretxe, el de las Cortes o el del Ayuntamiento de Polopos, son poderes constituidos derivados de la Constitución. Ya lo sé, podéis decir que no estoy dando mi opinión, que este es un argumento puramente jurídico... Pero sí, si que la estoy dando,porque todo lo que está referido al Derecho constitucional, político, finalmente nos lleva a todos (a los que tienen que formar parte diariamente del juego político directo y, en su media, también a los ciudadanos) a tomar parte por la Consitución. O estamos de acuerdo o no. La legitimamos o la deslegitimamos. Y no se trata de fundamentalismo constitucional, como alguna vez he oído decir a alguien. Podemos estar en desacuerdo en ciertos lugares del texto, por supuesto. Sin embargo lo que la existencia de ese texto constitucional primeramente significa es que una hay una voluntad de convivencia, de coexistencia, mano a mano de todos. Incluso de los que están en contra, que tienen voluntad de cambiarla, pero discurren por vías democráticas y normalizadas. Por supuesto no de los que intentan cambiar la realidad haciendo caso omiso de las reglas. Porque esos están literalmente fuera de toda sociedad política.

    Y es ese texto de nombre ya tan manido, Constitución, el que, con la mediatez de los que tienen que hacerlo cumplir, determina las reglas básicas -incluso para su propia reforma- de esta sociedad política que se llama España.

    Es por eso que decía que no hay respuesta política unívoca, pero sí que al final se reduce a eso: respetar o no respetar esa realidad política. Todo el que la respete bien es cierto que siempre puede intentar legítimamente tomar el timón del barco. Y llevarlo a agumas más fructuosas para él.

    Un saludo.

    ResponderEliminar
  4. Adame: yo solo me refiero a respuestas a referéndums legales, es decir, constitucionalmente convocados. Me refiero a los porcentajes. En el caso de ser un referéndum inconstitucional, al no ser legal, no es legítimo. Podría ser "sorprendente" pero eso no tiene nada que ver.

    ResponderEliminar
  5. Luis: pues entonces estoy de acuerdo contigo. De hecho lo he comentado simplemente por aclararlo porque ya imaginaba yo que iba por ahí lo que decías. Pero lo que dices es muy importante, claro. Incluso sería un punto importante si el referéndum de Ibarretxe fuese a nivel español como dicen algunos en plan, "a ver si tienes cojones".

    Un saludo.

    ResponderEliminar
  6. La simple publicación de la convocatoria del referéndum en el Boletín del gobierno vasco sería constitutita de flagrante delito, por lo que la Fiscalía tendría que actuar de inmediato. De no hacerlo, prevaricaría, y con ella el gobierno español, con Zapatero a la cabeza.

    Dejémoslo clarito: dicha convocatoria, de producirse, atentaría contra el Estado de Derecho emanado de la Constitución Española (de donde deriva la legitimidad de los estatutos de autonomía, de rango inferior).

    Por tanto, al romper frontalmente con la Carta Magna, se produciría, de facto, un acto golpista, que debería ser reprimido, y, si es necesario, la supresión temporal de la autonomía vasca, tal como contempla la Constitución Española.

    Así que, los nacionalistas excluyentes vascos están poniendo en peligro la CONVIVENCIA PACÍFICA, de ahí la gravedad del asunto.

    ¿Por qué se ha de tener más consideración con tales golpistas que con Tejero y compañía?

    Las próximas elecciones generales serán importantísimas para la historia de nuestro país. Hace tiempo que tengo la impresión -que los hechos van acentuando- que las ganará el PP de Rajoy, pero por los pelos, con lo que el PSOE de Zapatero forzará un gobierno con los nacionalistas. La crispación y la inestabilidad está asegurada, que seguramente se trasladará a la economía.

    Pues eso, queridos, en el 2008, mejor tener los dineros fuera de este país.

    ResponderEliminar
  7. Parece, Adame, que estamos de acuerdo, muchos, en que el referéndum no puede celebrarse. Existe una imposibilidad constitucional al nivel que sea. De acuerdo con esto, podemos estar tranquilos salvo el siguiente paso de desobediencia civil que pueda imaginar el ala radical del PNV y por supuesto EA, que era por cierto su ala radical.

    Ahora bien, sabe el PNV y el Gobierno Vasco que no se va a celebrar con el acuerdo del Gobierno. No me cabe la menor duda. Por lo tanto, ¿a que tanto amagar? Los estrategas de los partidos ya habrán valorado todas las opciones y la "sorpresa final" que no sabemos cual será.

    Este Referendum tiene semejanza con aquel otro órdago a la grande que fue el documento de identidad vasco, que en teoría iba a servir para votar, incluso.

    Estamos ante la convocatorio de un acto imposible por ilegal que deberá encontrar, por parte de quien lo convoca una salida. Ya están propiciando una al hablar tanto del "acuerdo con El Gobierno fijñandolo en condicional: "si no hay acuerdo con el Gobierno..." Nos cabe saber leer para comp`render que se trata de echar la culpa de la no celebración a los poderes del Ejecutivo central. Ante ese hecho, ya estamos: quien anuncia no es traidor, parecen decir.
    Creo que el peor servicio que se puede hacer es entrar al trapo y convertir esto en un nuevo rifirafe entre Gobierno, partido del Gobierno y Oposición. De nuevo, agitadas las aguas, solo nos quedan entrar en el griterío. Mi opionión personal es:

    - Como ciudadano se lo que es ilegal y lo que no lo es y confío plenamente (ya sé que esto puede ser motivo de ironía) en el Gobierno Central.
    - Tu hablas de respuesta jurídica y yo creo que en caso de convocarse y no actuar el Gobierno (cosa que no creo que suceda, y lo digo con total confianza en ello) sería justamente lo que hay que hacer. Ir

    Porque creo que lo mejor que se puede hacer es dejar sin espectáculo público al señor Ibarretxe y a sus seguidores.

    Porque en lo que no voy a entrar es en el catastrofismo que tanto me harta, agobia, fatiga, y detesto.

    ResponderEliminar
  8. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar
  9. en lo que no voy a entrar es en el catastrofismo que tanto me harta, agobia, fatiga, y detesto

    Luis: evidentemente el catastrofismo en cuanto que una especie de juego de predicción mal agorera del futuro es un ejercicio poco deseable.

    Desde luego que sí. Yo lo único que he intentado hacer es una descripción desde la perspectiva actual de lo que podría pasar si... Evidentemente la existencia misma del condicional implica algún grado de desconfiaza hacia lo que viene y por supuesto hacia los que van a tener que gestionar este asunto.

    Estoy de acuerdo en que el PNV posiblemente crea ya desde el minuto cero que su propuesta es inviable. Pero no por eso deja de ser una amenaza. Porque ya le digo, la ley y las instituciones, en la realidad, fuera de mis libros de Derecho consitucional, no son un dique sólido -por sí solas- para detener una propuesta así. Por eso hablamos de un concepto como fortaleza del Estado de Derecho.

    En fin, que ojalá todo se resuelva y todos seamos felices y lo demás, pero me temo que no será tan sencillo.

    Un saludo.

    ResponderEliminar
  10. Adalme, nuestro diálogo cruzado peca de malos entendendidos que lamento. Nunca me referiría a ti y a tus comentarios, por lo menos estos que aquí has dejado, como catastrofistas. Es del catastrofismo general, por entregas, que coimo los malos folletines, nos van soltando día tras día.

    ResponderEliminar
  11. Pues yo también lamento los malentendidos, pero de todas formas me parece adecuado mi comentario en cuanto al catrastrofismo y demás.

    Un saludo, y mis disculpas por el malentendido.

    ResponderEliminar
  12. Si en los últimos 500 años no se hubieran transgredido las leyes y constituciones españolas medio mundo seguiría siendo "Nueva España".

    Y me pregunto... qué se masca aquí sino MAS NACIONALISMO para salvaguardar vuestra sacrosanta y españolísima tierra.
    A mi particularmente me suda el nabo ETA e Ibarretxe y sus respectivos mesianismos pero la crueldad historica del estado español y sus leyes para con el pueblo EUSKALDUN no tiene nombre. Y todo esto y hasta el día de hoy en nombre de la justicia.

    Si no percibis esto poco o nada conoceis de la realidad social de parte de este país.

    Y visto este panorama políticamente pobre y lamentable, y por mucho que me duela el no poder soñar con el día "D" en el que podamos llegar a una realidad justa, me tomo un buen vino y grito:

    BIBA INDEPENDENTZIA, BIBA ERREPUBLIKA, BIBA ESKUAL HERRIA!

    ResponderEliminar

22 de diciembre

 I Se mire como se mire: el 22 de diciembre debiera ser la fiesta nacional de España. Nada nos une más que la lotería de navidad. II Esa ale...