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miércoles, 31 de mayo de 2006
Apacentando el ego
Lou Andreas
Aunque, sin duda aparecerá más veces por este Blog, valga lo siguiente como una presentación de disculpas ante su memoria. Pero, pensándolo bien, ¿aceptaría ella mis disculpas? ¿No fue Lou Andreas Salomé quien dijo aquello de "Yo siempre soy fiel a los recuerdos; a las personas, jamás"? Si, efectivamente, consiguió ser infiel a las personas y fiel a su biografía, entonces logró realizar algo que para mi es monstruoso, por incomprensible, pero precisamente por ello más atractivo. ¿Cómo desligar esas dos fidelidades?
Hasta los 35 años no tuvo Lou relaciones sexuales, y no precisamente con su marido –con su blanco marido-, ni con Nietzsche, ni con Ree, ni mucho menos con Freud: todos ellos tábanos con ínfulas de aristocráticos vampiros.
Esta singular Penélope moderna, en lugar de recluirse a tejer la tela de sus sueños con los colores del muestrario de la tienda de la esquina, se empeñó en navegar con su virginidad por todos los mares, rechazando pretendientes como circes, mientras buscaba un Ulises desconocido y, paradójicamente, añorado.
¿Y si, simplemente, Lou no estaba especialmente interesada en el sexo? ¿Cómo interpretar su relación con Rilke, entonces? No lo sé, pero parece que él estaba mucho más interesado que ella en su relación. Lou le censuraba sus poemas eróticos. ¿Y si se añoraba a sí misma? Buscaba Ítaca y en cada isla a la que Poseidón la arrastraba sólo encontraba, sí, lestrigones eruditos, pero cíclopes afectivos.
Para terminar con una nota de ironía optimista, permitidme que os refiera otro encuentro: el de Loos con su mecenas Wittgenstein. En cuanto lo vio, exclamó: “¡Usted es yo!”.
Tamara Lischka
Nietzsche: La valentía de no retener ninguna pregunta en el corazón es lo que constituye al filósofo.
Nietzsche: Todas las cosas rectas mienten. Toda verdad es curva, el tiempo mismo en un círculo.
Nietzsche le pasaba 20 años a Lou. Nada más conocerla se dirigió a ella con una pregunta singular: “¿De qué astros hemos venido a encontrarnos?”. Lou le respondió: “Yo vengo de Munich ¿y tu?”.
Clase de alemán en el Lycée de Meaux. Se está leyendo un texto de Nietzsche sobre el último hombre. Casi todos se sienten dolosamente conmovidos por el vaticinio nietzscheano. Sólo un alumno se levanta y afirma con decisión que es necesario desear la llegada del último hombre. Inmediatamente es expulsado de clase. Y así comienza la fulgurante y millonaria carrera literaria de Michel Houellebeq.Nietzsche: De la altura de los montes no es medida en absoluto el cansancio de subirlos.Nietzsche: Si los humanos se vieran privados de sol y llevaan su lucha contra la noche con luiz de luna y petróleo, ¡qué filosofía extendería sus velos a su alrededor!
martes, 30 de mayo de 2006
Jan Saudek
Valerie Solanas. Retazos.
Hay quien dice que a Valerie Solanas se le encasquilló el arma y que por eso no hubo ningún muerto. Otros aseguran que no parecía poner mucho interés en lo que hacía. Que bajó tranquilamente a la calle y se entregó a la policía. Alegó en su defensa que Andy tenía demasiado control sobe su vida. El New York Post le dedicó toda una página. Warhol estuvo clínicamente muerto durante unos segundos y nunca se restableció completamente de sus heridas. Tres días después asesinaron a Robert Kennedy.
Valerie fue condenada a una pena sorprendentemente leve: tres años. Warhol se negó a testificar en su contra. La noticia fue recogida con letras menores por el New York Times, al lado de un aviso dirigido a los residentes en Manhattan sobre el cambio de horario de recogida de basuras.
Un enfisema pulmonar arrojó a la tumba a Valerie Solanas en San Francisco en 1988, el mismo año en que murió Jean-Michel Basquiat y un año después de la muerte de Warhol. Tenía 52 años. Los últimos los malgastó trampeando un poco de futuro entre hospitales mentales y sórdidas callejuelas en las que ejercía la prostitución para costearse algún viaje por sus venas. Todos los periódicos del mundo se hicieron eco de la muerte de Warhol; los más importantes diarios de Nueva York recogieron con gran despliegue la de Basquiat; ningún periódico mencionó el fallecimiento de Valerie.
Jean-Michel Basquiat murió de una sobredosis con apenas 27 años, ahogado, rodeado de pirañas, confundió el oxígeno y la distancia con la heroína.
Valerie Jean Solanas nació el 9 de abril de 1936 en New Jersey. Con frecuencia Warhol la llama en sus diarios “Solanis”, pero lo cierto es que en su certificado de defunción pone “Solanas”. Tuvo un hijo, David, a los dieciséis años. Nació el 31 de marzo de 1953. En 1966, recién licenciada en psicología, andaba haciendo de puta por Greenwich Village, muerta de hambre. Escribió una obra titulada Up Your Ass y se la llevó a Warhol a principios de
Andy Warhol: Finalmente tuve que reconocer ante Valerie que había perdido su “Up Your Ass”. Entonces comenzó a pedirme dinero. Me dijo que se alojaba en el Hotel Chelsea, y me aseguró que no tenía ni un céntimo para pagar su habitación. Una tarde de septiembre apareció cuando estábamos a medio rodar una secuencia de “I, a man” y le dije que se animara a participar y ganara así 25 dólares en vez de irme dando la lata. Aceptó encantada y filmamos con ella una escena corta realmente divertida. Y eso fue todo.
El 3 de junio 1968, casi un año después de haber aparecido en I, a man, Valerie se presentó en The Factory dispuesta a vengarse. Pero Andy había salido en busca de una receta de Obetrol. Lo prefería al “speed” que consumían sus amigos. A partir de aquel día se pasó al Dexamyl. Cuando regresó a The Factory lo acompañaba Jed Johnson que acababa de comprar un montón de tubos fluorescentes. Valerie se unió a los dos en el ascensor. Andy notó algo raro en ella: llevaba maquillaje. Mario Amaya, el editor de Art & Artist, estaba esperándolo para discutir algunas cuestiones relativas a una eminente retrospectiva en Londres. También andaba por ahí Paul Morrissey. Cuando salieron del ascensor sonó el teléfono. Era Viva, que llamaba desde el Kenneth's Hair Salon, donde se estaba tiñendo el pelo de rojo para participar en Midnight Cowboy. Después de varios minutos de conversación, Warhol le pasó el teléfono a Fred Hughes. Entonces Valerie sacó su 32 y comenzó a disparar. Andy cayó al suelo e intentó protegerse bajo un escritorio, pero no pudo esquivar la tercera bala. Después confesó a sus amigos: "Me dolió tanto que deseé morirme”. Valerie se fijó entonces en Mario Amaya. Le disparó, falló y le disparó de nuevo, rozándole la cadera. Finalmente se dio media vuelta y apretó el botón del ascensor. Súbitamente se volvió y apretó de nuevo el gatillo. Como se le encasquilló, sacó una pistola del calibre 22 que llevaba de reserva en una bolsa de papel. Finalmente entró en el ascensor.
Louis Firbank, más conocido como Lou Reed nació en Nueva York o, más precisamente, en Long Island el 2 de marzo de 1942. Junto al galés John Cale fundó la mítica Velvvet Underground, cuyo nombre extrajeron del título de un libro de sadomasoquismo de Michael Leigh. Andy Warhol los conoció en el Café Bizarre y decidió que eran la banda de rock perfecta para The Factory. Lou Red y John Cale le dedicaron como homenaje el hermoso Songs for Drella.
La ambulancia llegó 30 minutos más tarde. Mario y Andy fueron llevados al Columbus Hospital. El conductor de la ambulancia les aseguró que hacer sonar la sirena costaba cinco dólares extra. Mario le rogó que no escatimara en gastos.
Andy cita 11 veces a Valerie en su diario. Y casi siempre con temor. Por ejemplo el domingo 18 de agosto de
Cuando yo llegué a Barcelona, a principios de los años setenta, las feministas emergentes repartían folletos con el Scum Manifesto de Valerie Solanas. Lo devoré absolutamente perplejo. ¡Qué mezcla explosiva y genial de brillantez literaria, paranoia ideológica y soledad existencial!
Valerie sostiene en el Scum Manifesto que vivir en esta sociedad significa, con suerte, morir de aburrimiento, puesto que nada concierne a las mujeres. Por eso a las mujeres dotadas de una mente cívica, de sentido de la responsabilidad y de capacidad para las emociones intensas les queda una – sólo una única – posibilidad: destruir el gobierno, eliminar el sistema monetario, instaurar la automatización total y destruir al sexo masculino.
Para Valerie Solanas el macho es un accidente biológico, una mujer inacabada, un aborto ambulante, un deficiente con la sensibilidad limitada. Atrapado a medio camino en esta zona crepuscular extendida entre los seres humanos y los simios, su posición es mucho más precaria que la de los simios: al contrario de éstos, presenta un conjunto de sentimientos negativos – odio, celos, desprecio, asco, culpa, vergüenza, duda – y, lo que es peor: plena consciencia de lo que es y no es.
lunes, 29 de mayo de 2006
Superman
Curso de Mitologías de Vilanova
Noemí Cusiné, cuya cabeza es un hervidero de proyectos, me acaba de enviar el programa -aún sin cerrar completamente- del Curs de Mitologies Mediterrànees de Vilanova. Es el siguiente:
Dilluns, 3 de juliol:
- 10-12 hores Plató, la veritat dels mites. El mite final sobre el judici de l’ànima: Antoni Bosch-Veciana.
- 12-14 hores Mite i arquitectura al Pròxim Orient antic:
- 16-18 hores Mites fundacionals i nobles mentides: Gregorio Luri
- 18-20 hores Títol a determinar: Jaume Mascaró
Dimarts, 4 de juliol:
- 10-12 hores Ignis Amoris: metàfores amatòries en els mites de
- 12-14 hores El viatge a la civilització grega antiga: mite, realitat, ficció: Francesca Mestre
- 16-18 hores Títol a determinar: Assumpta Roura
- 18-20 hores La vida i la mort en la mitologia egípcia: Francesc Boix
Últimas palabras
General John Sedwick (muerto en el frente en
Pedro Abelardo: “No sé.”
Giacomo Casanova: “He vivido como un filósofo y muero como un cristiano”.
Augusto Comte: “¡Qué irreparable pérdida!”
Alfred Rosenberg: “¡No!” (cuando le preguntaron si quería decir sus últimas palabras).
Gertrude Stein: Dirigiéndose a su compañera, Alice B. Toklas, le susurró: “¿Cuál es la respuesta?”. Alice, perpleja, no supo qué contestarle, Stein movió la cabeza, asintiendo, y añadió: “¿En ese caso, ¿cuál es la pregunta?”
Manolete: "¡Qué disgusto le voy a dar a mi madre!"
Bela Lugosi: "Yo soy el conde Drácula, el rey de los vampiros, soy inmortal''.
Nostradamus (famoso por sus profecías): “Mañana, ya no estaré aquí”.
Leopold von Sacher-Masoch: "Queredme…”.
Cuando Friedrich Engels le preguntó a Kart Marx si quería decir sus últimas palabras, éste indignado le contestó: “¡Largo de aquí! ¡Desaparece de mi vista! Eso de las últimas palabras es para los inútiles que no han dicho lo suficiente mientras vivían.”
Sigmund Freud: “¡Esto es absurdo! ¡Esto es absurdo!”
"¡Carajo, un balazo!". Exclamación de Antonio José de Sucre, tras ser alcanzado por una bala mientras montaba a caballo de vuelta a casa. Quienes lo conocieron bien aseguraron que había sido todo un caballero al que nunca se le había oído decir una palabrota.
Manuel Vicent contó en El País (21-8-05) que el padre de Sabina llamó a su familia alrededor de su cama para decirles sus últimas palabras. Fueron estas: “¡Quisiera yo saber de dónde sacan tanto dinero las diputaciones provinciales!”
El 11 de febrero de 1804, un día antes de morir, Kant dijo sus últimas palabras: “Está bien”. Quienes estaban a su lado fueron incapaces de aclarar su significado. ¿Se refería al mundo? ¿A la vida? ¿A su biografía? ¿A lo que le esperaba? ¿Estaba deseando el final de sus sufrimientos? Su amigo Wasianski sospechó que quizás simplemente estaba expresando su satisfacción por el vino que acababa de beber, pero claro, esto no parecía estar a la altura de un hombre de su ingenio.
domingo, 28 de mayo de 2006
La generación de pioneros checos de la fotografía es, sin duda, extraordinaria.
Eros, 1
I Gran noche la de ayer en torno a El banquete de Platón en la sede de Rosamerón. Lleno absoluto, buen ambiente en un acto que demostró qu...