Ramón Mercader en Lecumberri, junto a María Asúnsolo
y otras personas que no he podido identificar.
Ya que salgo citado, me parece conveniente apuntar algunas cosas que he ido descubriendo con el tiempo (porque no he abandonado, ni mucho menos, la investigación):
1. Sara Montiel y Ramón Mercader fueron amigos. Él la admiraba profundamente. Pero no fueron amantes.
2. Sara visitaba con frecuencia la cárcel de Lecumberri porque su pareja de entonces, Juan Manuel Plaza, figura relevante del PCE, suministraba a Ramón materiales tecnológicos sofisticados para poner en funcionamiento una emisora de radio que, desde la misma celda de Ramón, brindó importantísimos servicios al espionaje soviético.
3. Ramón Mercader aprovechó las visitas de Sara a su celda para enseñarle a leer y a escribir. Ella misma lo reconoció públicamente en la televisión mexicana.
4. Sara sí tuvo amores con todo un señor Presidente de México y quizás hacía aquí haya que mirar para explicar por qué ocultó el nacimiento de su hijo (en el caso, no comprobado, de que lo tuviera).
5. ¿Participó Sara en operaciones de espionaje para los rusos en México? Sospecho que ayudó en estos menesteres a Margarita Nelken y a Mateo Papaicónomos (colaborador y amante de Nelken).
6. Sobre Caridad Mercader: Hoy sé que, lejos de empujar a su hijo al asesinato de Trotsky, intentó convencerlo de lo contrario. Ramón decidió por su cuenta su participación para ayudar a su amigo Leonid Eitingon, con el convencimiento de que todo saldría de manera diferente a como salió.
7. Sara Montiel dijo alguna vez sobre Ramón Mercader lo siguiente: "Sabía que mató a Trotsky, no que fuera un asesino".