Buscar este blog

miércoles, 3 de octubre de 2007

Quien tenga ojos...

Vía Susane Bunn

Ahora bien... descendiendo de lo excelso a lo práctico hay que reconocer con El Barón Rojo que "poder sentarse con comodidad no tiene precio".


Añadido a las 13:15:

Neelam, no estoy muy seguro de que la vaca socrática sea exactamente una vaca sagrada, pero como tampoco estoy muy ducho en vacas sagradas, abriremos también esta vía de investigación:

"Miré a la Vaca Celestial (Kaamadenu), que estaba sentado en la palma de Mi mano. Ella creó un Árbol Celestial, y seriamente me pidió que me sentara en el Arbol y guiara a las Criaturas en este mundo".

Vía: Kagabujandar

4 comentarios:

  1. ¿Cuantas piruetas habrá que hacer para quedarnos comodamente instalados tanto comiendo rosas como tragando espinas?
    Los cambios de postura (coporal) desentumecen las articulaciones y eso siempre acarrea flexibilidad, tanto para salir corriendo, como para quedarse con más arraigo. Cada cual elige por donde quiere caminar en la vida.

    ResponderEliminar
  2. Gregorio: se me olvidaba... a la vaca -socrayoguícasuamíjica- le falta: "el/la mala","la guirnalda" y “los mudra". ¡Una pena¡¡. Así no le van ha hacer caso los discípulos...

    ResponderEliminar
  3. Hola, como parece que sugerías me he metido en el sitio ese y (manque uno es "de ciencias"), me he perdido justo al principiar, vamos, que ya no recordaba si eran tres, treinta y tres, ochenta y ocho mil o no sé qué

    Limitadito que resulta el cerebro de uno. Snifff. Buaaaaa.

    Mi menda se concentrará en experimentar ese sentimiento interior llamado felicidad cuantas más veces mejor desde aquí hasta que la palme, en la seguridad de que cualquier curiosidad "postmortem" será debidamente resuelta a su debido tiempo

    ResponderEliminar
  4. Gregorio:entono el ¡"máximos mea culpa"¡ Meterse en la página del KAGABUJANDAR es demasiada penitencia, tenga piedad de esta pobre ignorante. ¡Retiro lo de la vaca y todo lo que haga falta¡

    ResponderEliminar

Las águilas no cazan moscas

 I Respuesta de Rémi Brague al periodista que le pregunta cómo logra un estilo tan claro: «El bolígrafo rojo de mi mujer» II Viaje casi relá...