Mostraba recientemente Tumbaíto su sorpresa por el uso acrítico de una categoría tan confusa como la de “presocrático”. Tiene toda
El término “presocrático” tiene un siglo de historia. Nace con la primera edición de la obra de Hermann Diels “Die Fragmente der Vorsokratiker” (1903). No designa una tradición filosófica determinada, como la de “estoicos”, sino que se trata de una categoría historiográfica que determina inmediatamente su objeto y que unifica a los filósofos a los que se refiere por convención. Es una categoría tan extraña que incluso incluye en ella a contemporáneos de Sócrates, como Demócrito y los sofistas, y, además, supone que Sócrates era socrático, lo cual dista mucho de ser evidente.
En cualquier caso la denominación “Vorsokratiker” se impuso a sus contendientes, que eran los siguientes:
1.- La “filosofía preática” de Ueberweg.
2. El periodo que va “de la metafísica a la ciencia positiva” de Gomperz, que incluía desde Jenófanes a los estoicos.
3. La bipartición de Windelband entre “Die ontologische Periode” (de Anaxágoras a Gorgias y Protágoras, a los que incluye) y “Die eudämonologische Periode” (resto de la sofística, Diógenes de Apolonia, Demócrito, Sócrates, Plotino, Agustín…).
Recientemente Havelock ha propuesto olvidar lo de “presocráticos” y comenzar a hablar de “preplatónicos”. Está convencido de que Sócrates y Platón pertenecen a épocas diferentes. El primero aún sigue pendiente de una cultura de la oralidad mientras que Platón es el gran iniciador de la cultura de
John Burnet prefería hablar de “Early Greek Philosophy” (1892). Pero al bueno de Burnet los traductores le jugaron una mala pasada. En Alemania a su obra se le puso el título de “Die Anfänge der griechischen Philosophie” y en Francia “L’Aurore de la Philosophie grecque”. De este título francés se tomó el de la edición española de
sr. Luri, tiene usted un problema con el uso de las acotaciones como plantilla estilística...nunca sé donde empiezan y acaban exactamente las citas... o las clasificaciones.
ResponderEliminarnada, no me haga caso, que me aburro en la universidad, y era simplemente por escribir algo y tener cualquier chorrada que comentar.
Por cierto, me estoy leyendo unos ensayos de D.H. Lawrence sobre Sexo y Literatura...es grave? empieza a ser mi perversión tanizakiana una enfermedad incurable?
Sra Celia: Las acotaciones son siempre "El" problema.
ResponderEliminarhttp://buscon.rae.es/draeI/
SrvltGUIBusUsual?TIPO_HTML=2&TIPO_BUS
=3&LEMA=acotar
Ya sabe usted que me tiene a sus pies.
¿Lawrence-Tanizaki? No acabo de ver otra relación que la de su oposición. Lo que en Lawrence es acción directa, en Tanizaki es mirada sesgada. ¿No tiene el japonés un algo de onanista?
¿Sigues sin saber nada de I. Ksas?
Exactamente Luri, a través de Lawrence estoy entendiendo ciertas patologías intrinsecas a la cultura japonesa...creo que Tanizaki y esa visión sesgada es un producto de su época...ya le contaré, quiero ponerle sujeto y predicado a la cuestión.
ResponderEliminarSin noticias de I.Ksas.
Celia: Tanizaki o el morbo de la representación... la dilación de la acción en la liturgia... la postergación del final en el gesto eternizado... Pero esa dilación o postergación acaba produciendo neurosis y de repente lo postergado es consumido a mordiscos, vorazmente, a dentelladas, en un festín de sangre. Eros siempre acaba pidiendo paso y acaba arrasando las compuertas que se le ponen para retenerlo. Eros no se deja domesticar. El erotismo nos obliga, inevitablemente, a cabalgar sobre un tigre.
ResponderEliminarcabalgar sobre un tigre?
ResponderEliminareso se podría considerar zoosofía?
Celia: Sin duda:
ResponderEliminarhttp://elcafedeocata.blogspot.com/
2007/06/cabalgando-sobre-un-burro.
html
Profesor he ido siguiendo el hilo de la madeja de la referencia: "cablagando sobe un burro". Y una vez acabado, la referencia a la entrada anterior de dic-2006, sobre Strauss. Tengo que retroceder y releer lo siguiente, que contestó usted:
ResponderEliminar""Y Zaratustra, tras mencionar por primera vez la voluntad de poder incluye al judío entre los pueblos grandes: "'Honrar padre y madre y ser dóciles con ellos hasta la raíz del alma': esta fue la tabla de la superación que (el pueblo judío) suspendió por encima de sí, y con ello se hizo poderoso y eterno."""
Releo y no lo entiendo. ¿puede explicarme la cita? Es que no lo entiendo,...¿tabla de superación que el pueblo judío suspendió por encima de sí??? ¿qué superó? ¿qué suspendió?. Perdone, pero es que no se ver a qué se refiere.
Enrri:
ResponderEliminarA mi me costó entender la profunda deuda que Strauss mantiene con Nietzsche. Uno de los momentos en que esta deuda se hace más explícita es en "Jerusalem and Athens. Some Preliminary Reflections", donde Strauss señala explícitamente que “el hombre que inició la cuestión [de Jerusalén y Atenas] fue Nietzsche” y se basa para ello ni más ni menos que en el discurso de Zaratustra en el que hace aparición por primera vez la expresión “voluntad de poder”, el titulado “De las mil metas y de la única meta”. En él se compara, de acuerdo con la interpretación de Strauss, la especificidad griega (la dedicación a la conquista de la excelencia) con la judía (el respeto a la ley). Pero Nietzsche añade algo más cuyo eco resuena con claridad en diferentes textos straussianos. Nietzsche contrapone “las mil y una metas” (entre las que se encuentran las metas de los pueblos hebreo y heleno) con una hipotética “única meta”, que estaría por venir e, incluso, por formular. Precisamente la humanidad no es aún una realidad porque le falta meta común, única. “Mas decidme, hermanos –pregunta Zaratustra-: si a la humanidad le falta todavía la meta, ¿no falta todavía también ella misma?”
Cada pueblo sólo merece ese nombre en la medida en que tiene una meta. Y esa meta le proporciona al mismo tiempo conciencia de la vergüenza y salud. Imagínese usted, para comprender esa cita de Zaratustra a la que se refiere, que una comunidad política está compuesta, utilizando un vocabulario aristotélico, de materia y de forma. Las metas que una comunidad pone por encima de sí, como lo más digno de aprecio y de alabanza, es lo que permite que la materia política se organice en una forma. Lo que se supera de esta forma es la propia naturaleza por medio del reto de la ley.
No sé si me explico.
Pero, en cualquier caso, me tiene a su disposición.
Vale, ahora lo he entendido perfectamente.
ResponderEliminarPero, una última cosa: "que la tradición-cultura-especificidad judía sea el respeto a la ley" (por ejemplo: el respeto a la ley del padre) ¿es "lo que dice Nieztsche" o "Lo que interpreta Strauss" o "lo que dice Nietzsche y correctamente interpreta Strauss"?.
Enrri: Yo creo que Strauss interpreta correctamente las palabras de Nietzsche, pero le cedo la palabra a este último:
ResponderEliminar"De las mil metas y de la «única» meta":
Muchos países ha visto Zaratustra, y muchos pueblos: así ha descubierto el bien y el mal de muchos pueblos. Ningún poder mayor ha encontrado Zaratustra en la tierra que las palabras bueno y malvado.
Ningún pueblo podría vivir sin antes realizar valoraciones; mas si quiere conservarse, no le es lícito valorar como valora el vecino.
Muchas cosas que este pueblo llamó buenas son para aquel otro afrenta y vergüenza: esto es lo que yo he encontrado. Muchas cosas que eran llamadas aquí malvadas las encontré allí adornadas con honores de púrpura.
Jamás un vecino ha entendido al otro: siempre su alma se asombraba de la demencia y de la maldad del vecino.
Una tabla de valores está suspendida sobre cada pueblo. Mira, es la tabla de sus superaciones; mira, es la voz de su voluntad de poder.
Laudable es aquello que le parece difícil; a lo que es indispensable y a la vez difícil llámalo bueno; y a lo que libera incluso de la suprema necesidad, a lo más raro, a lo dificilísimo, - a eso lo ensalza como santo.
Lo que hace que él domine y venza y brille, para horror y envidia de su vecino: eso es para él lo elevado, lo primero, la medida, el sentido de todas las cosas.
En verdad, hermano mío, si has conocido primero la necesidad y la tierra y el cielo y el vecino de un pueblo: adivinarás sin duda la ley de sus superaciones y la razón de que suba por esa escalera hacia su esperanza.
«Siempre debes ser tú el primero y aventajar a los otros: a nadie, excepto al amigo, debe amar tu alma celosa» - esto provocaba estremecimientos en el alma de un griego: y con ello siguió la senda de su grandeza.
«Decir la verdad y saber manejar bien el arco y la flecha» - esto le parecía precioso y a la vez difícil a aquel pueblo del que proviene mi nombre - el nombre que es para mí a la vez precioso y difícil.
«Honrar padre y madre y ser dóciles para con ellos hasta la raíz del alma»: ésta fue la tabla de la superación que otro pueblo suspendió por encima de sí, y con ello se hizo poderoso y eterno.
«Guardar fidelidad y dar por ella el honor y la sangre aun por causas malvadas y peligrosas»: con esta enseñanza se domeñó a sí mismo otro pueblo y domeñándose de ese modo quedó pesadamente grávido de grandes esperanzas.
En verdad, los hombres se han dado a sí mismos todo su bien y todo su mal. En verdad, no los tomaron de otra parte, no los encontraron, éstos no cayeron sobre ellos como una voz del cielo.
Para conservarse, el hombre empezó implantando valores en las cosas, - ¡él fue el primero en crear un sentido a las cosas, un sentido humano! Por ello se llama «hombre», es decir: el que realiza valoraciones.
(...)
Los pueblos suspendieron en otro tiempo por encima de sí una tabla del bien. El amor que quiere dominar y el amor que quiere obedecer crearon juntos para sí tales tablas.
(...)
Mil metas ha habido hasta ahora, pues mil pueblos ha habido. Sólo falta la cadena que ate las mil cervices, falta la única meta. Todavía no tiene la humanidad meta alguna.
Mas decidme, hermanos: si a la humanidad le falta todavía la meta, ¿no falta todavía también - ella misma?".
No tengo duda de que Strauss rumió cada palabra de este texto. Solamente subrayaré (para no extenderme mucho más) que la verdad de que "los hombres se han dado a sí mismos todo su bien y todo su mal" y, por lo tanto, la verdad de que "no los tomaron de otra parte, no los encontraron, no cayeron sobre ellos como una voz del cielo", es una verdad filosófica, no política. Si fuera una verdad política, no habría metas, ninguna.
Pero de entre los pueblos que cita Nietzsche hay uno al que la ley le ha caído del cielo: el judío. Su decálogo es sagrado y debe ser obedecido de tal manera que en la obediencia ciega a la ley -y sólo en ella- se afirma a sí mismo como pueblo. Esta es la gran diferencia entre judaísmo y cristianismo. El cristianismo no es la religión de un pueblo, más bien es la negación de todo pueblo, la búsqueda de una única meta para toda la humanidad basada en el amor y no en la ley.
Muy interesante. Volveré a leer este capítulo del Zarathustra. Pero, por ahora y sin haber acudido al texto, lo que tengo ahora claro es que mi interpretación sobre tal fragmento, dista mucho del sentido que le dió Strauss.
ResponderEliminarQuizás es en esta divergencia en la interpretación de Nietzsche, la razón porqué Strauss se me hace tan alejado.
Enrri: Quien sienta a Strauss próximo y domesticado, es que no lo ha comprendido.
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