X. me asegura que aunque va en las listas de un partido radical, nunca se ha votado a sí mismo, sino a un partido muy diferente y mucho más moderado.
- ¿Te sorprende? -me pregunta.
- Intento dejar ese vicio.
- ¿Qué vicio?
- El de permitir que las cosas políticas me sorprendan.
- ¿Y qué piensas?
- Tomo nota.
Después, mientras nos bebemos la cerveza, estira las piernas, cruza los brazos sobre el pecho, se reclina en la silla y mirando a las nubes que pasan lentamente sobre Girona, me dice que a los políticos los votamos cuando no tienen experiencia y los echamos del poder cuando la han adquirido.
- Con algunas pocas excepciones eso es exactamente así -le digo-. En cuanto descubren la realidad y se atreven a enseñárnosla, nos molestan y tendemos a librarnos de su urticaria para buscar visiones más reconfortantes de nosotros mismos.
- Quizás ahora es cuando convendría votar por Zapatero -me sugiere.
- ¿Te parece?
- La política tiene algo antinatural... ¿No crees?
- Yo creo que el hombre es un animal político.
- ¿Y antinatural?
- Quizás lo sea por naturaleza.
- ¡Qué complicado eres! -me dice, antes de pedir otras dos cervezas.
... y como punto y seguido.... ¡Adiós, Dennis!
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sábado, 29 de mayo de 2010
viernes, 28 de mayo de 2010
Fe y caridad
Cuando el respetadísimo teólogo comenzó a hilvanar aquellas preguntas tan tremendas y a dejar traslucir sus incertidumbres sobre los fundamentos de la fe, sus seguidores quedaron desconcertados. A medida que sus preguntas iban siendo más descarnadas y sus dudas más diáfanas, el desconcierto de los acólitos fue dejando paso a la perplejidad y vete a saber tú cómo hubiera acabado aquello si uno de ellos, y no precisamente el más espabilado, no les hubiese brindado a todos el alivio de una duda: "¿Y si lo que parecía una pérdida de fe era pura y simplemente la avanzada del alzheimer?" Efectivamente, al respetadísimo teólogo no tardó en diagnosticársele un alzheimer galopante, pero nadie podía asegurar si sus últimas posiciones teológicas habían sido fruto de los últimos rastros de luz de su inteligencia o de las primeras penumbras del alzheimer. Uno de los seguidores del teólogo es un importante político catalán, que me dijo: ¿Y qué más da? ¿Acaso no le debemos nuestro agradecimiento por todo lo que nos ha dado a lo largo de su vida?". Y la nobleza de este gesto de agradecimiento, miren ustedes, me conmovió.
miércoles, 26 de mayo de 2010
Ayer
I
Ayer había quedado a comer en el Fernández del Paseo de Gracia con una senadora y una parlamentaria catalana. Pero antes tenía que pasar por el Lletrafetrit, en la calle Joaquín Costa, a concretar una entrevista para un próximo reportaje en Barcelona Metrópolis. El Lletraferit además de ser un bar interesante por sí mismo, posee el atractivo añadido de que su propietario es Alexandre Diego Gary, hijo de Romain Gary y de Jean Seberg.II
En un espejo del Lletraferit me miré a mí mismo cara a cara y descubrí que tenía una patilla dos dedos más larga que la otra. Daños colaterales -pensé-de la tendinitis. No podía presentarme ante dos tan magnas señoras como las que me esperaban a comer de manera tan desequilibrada, así que entré en una peluquería que está frente al Lletraferit, regentada por una lituana rubia muy guapa que le estaba cortando el pelo a una morena no menos guapa y le expuse mi problema y mis premuras. La morena guapa me cedió su tiempo y la lituana me arreló en un tris tras las patillas sin querer cobrarme ni un céntimo. Y así me pude presnetar en el Fernández como mandan los cánones.III
Tras comer conocí a Joan Safont en La Central de la Calle Mallorca. Y, por supuesto, le rendí la obligada visita de pleitesía al gran Cutillas.IV
Después conocí personalmente a Artur Mas, candidato de CiU a la Presidencia de la Generalitat, e incluso estuvimos hablando ante un auditorio de más de trescientas personas.V
Llegué a tiempo al Vins i Divins para saludar a Fina Birulés.VI
Hoy el traumatólogo me ha confirmado que mañana comenzaremos el ataque a las calcificaciones de mi supraespinoso a base de ondas de choque. ¡¡¡Internet o muerte!!! ¡¡¡Venceremos!!!VII
Abro el correo y me encuentro con este mensaje:"Sr Luri,
4 kilos.
A."
martes, 25 de mayo de 2010
lunes, 24 de mayo de 2010
domingo, 23 de mayo de 2010
¿Es la crisis nuestro espejito mágico?
"Crisis Imperils Liberal Benefits Long Expected by Europeans" (The New York Times)
Y hablando de otra cosa (o no), dicen los docentes de Toledo:
1. Nos negamos a adelantar, como se pretende, el programa de gratuidad de libros. Los de años anteriores están en perfecto estado y supone un despilfarro cuya justificación desconocemos.
2. Pedimos la cancelación de compra de ordenadores para los alumnos de Primaria. Los del año pasado están aún guardados, sin saber qué uso darles.
3. Sugerimos la supresión de becas, ayudas y programas para alumnos de nulo trabajo e inaceptable rendimiento. Supone sembrar en asfalto y desmotivar en el esfuerzo.
sábado, 22 de mayo de 2010
Competencias mínimas
Los alumnos de sexto de primaria de Cataluña acaban de ser evaluados para comprobar si alcanzan las competencias mínimas que un alumno de 12 años debe haber adquirido para pasar a secundaria.
El año pasado los resultados pusieron de manifiesto que un 25% de los alumnos de sexto no las había adquirido. Esto es, al menos, lo que se dijo. En realidad los resultados fueron bastante peores, porque, para empezar, se decidió no evaluar a los alumnos considerados con "necesidades educativas especiales", que resultaron ser un 8% del total. Con el resto, es decir con el 92% de los alumnos catalanes se fue especialmente generoso en la evaluación, ya que se consideró que habían adquirido las competencias mínimas todos aquellos que superaban el 76% de las pruebas. Insisto en que era una prueba para evaluar competencias mínimas, no conocimientos máximos, por lo cual no deja de ser paradójico que, a la hora de la verdad, se establezca un mínimo por debajo del mínimo para superar la prueba.
Pasé bastante tiempo dando vueltas a los resultados y cuantas más vueltas les daba más sospechaba que las pruebas estaban confeccionadas de tal manera que en realidad no medían los conocimientos de nuestros alumnos sino su capacidad de atención, que ésta sí que está bajo mínimos. Este año he tenido la misma impresión. Pero además, valorando los muchísimos comentarios que me han llegado de diferentes escuelas sobre la manera como se han corregido las pruebas, hoy tengo una duda más: ¿Tienen todos los maestros de Cataluña las competencias mínimas necesarias para evaluar con objetividad las competencias mínimas de sus alumnos? La pregunta es cruda, lo sé, por eso me gustaría conocer vuestra opinión.
Respecto a los resultados, tengo la impresión de que no variarán mucho del año pasado a éste, lo cual reafirmará la sospecha de que el 30% de alumnos que no es capaz de superar la ESO ya está, como grupo, identificado en la educación primaria.
El año pasado los resultados pusieron de manifiesto que un 25% de los alumnos de sexto no las había adquirido. Esto es, al menos, lo que se dijo. En realidad los resultados fueron bastante peores, porque, para empezar, se decidió no evaluar a los alumnos considerados con "necesidades educativas especiales", que resultaron ser un 8% del total. Con el resto, es decir con el 92% de los alumnos catalanes se fue especialmente generoso en la evaluación, ya que se consideró que habían adquirido las competencias mínimas todos aquellos que superaban el 76% de las pruebas. Insisto en que era una prueba para evaluar competencias mínimas, no conocimientos máximos, por lo cual no deja de ser paradójico que, a la hora de la verdad, se establezca un mínimo por debajo del mínimo para superar la prueba.
Pasé bastante tiempo dando vueltas a los resultados y cuantas más vueltas les daba más sospechaba que las pruebas estaban confeccionadas de tal manera que en realidad no medían los conocimientos de nuestros alumnos sino su capacidad de atención, que ésta sí que está bajo mínimos. Este año he tenido la misma impresión. Pero además, valorando los muchísimos comentarios que me han llegado de diferentes escuelas sobre la manera como se han corregido las pruebas, hoy tengo una duda más: ¿Tienen todos los maestros de Cataluña las competencias mínimas necesarias para evaluar con objetividad las competencias mínimas de sus alumnos? La pregunta es cruda, lo sé, por eso me gustaría conocer vuestra opinión.
Respecto a los resultados, tengo la impresión de que no variarán mucho del año pasado a éste, lo cual reafirmará la sospecha de que el 30% de alumnos que no es capaz de superar la ESO ya está, como grupo, identificado en la educación primaria.
viernes, 21 de mayo de 2010
Tendinitis calcificada en el supraespinoso
Diagnóstico definitivo: Tendinitis calcificada en el hombro derecho (depósito cálcico en el tendón supraespinoso).
Traducción: hace mucho, mucho daño.
Terapia: Ondas de choque.
Consejo: Recordad lo de las barbas del vecino.
Traducción: hace mucho, mucho daño.
Terapia: Ondas de choque.
Consejo: Recordad lo de las barbas del vecino.
martes, 18 de mayo de 2010
Llevo el brazo en cabestrillo
Llevo el brazo en cabestrillo. A los legos que se interesan por mi estado les digo que es el resultado de una noche loca con las contorsionistas del Cirque du Soleil. A vosotros, queridos iniciados, os tengo que contar la verdad, mucho menos épica, sin duda: padezco una dolorosísima tendinitis causada por una desmedida pasión por el teclado de mi ordenador.
Así que os aconsejo, de todo corazón, que reduzcáis vuestro consumo diario de teclado y aumentéis cuanto podáis el trato con malabaristas.
Así que os aconsejo, de todo corazón, que reduzcáis vuestro consumo diario de teclado y aumentéis cuanto podáis el trato con malabaristas.
lunes, 17 de mayo de 2010
Crisis y relato
He oído esta mañana a Ramoneda, en la Ser (por cierto: Paco González, ¡cuánto te eché ayer de menos!), quejarse de que no tenemos relato. Con eso no quería decir que la realidad se nos esté presentando caótica, sino que se quejaba de la incapacidad tanto del jefe del gobierno como del de la oposición, para interpretar los signos de los tiempos (ayer por la tarde dijo exactamente lo mismo en referencia al alcalde de Barcelona y al enorme batacazo que se dio en medio de la Diagonal). A mi Ramoneda a veces me parece enternecedor. Es el intelectual más candoroso del país. De ahí su éxito.
Poco después me dicen que lo que Obama le comunicó a ZP por teléfono vino a ser lo siguiente: Si quieres que te compren deuda, espabílate. Resulta que el Reino de España necesita crédito por valor de 76.800 millones de euros para financiarse este año. De ellos, debe conseguir 25.000 de golpe en el mes de julio. No sé si saben ustedes que entre otras cosas tenemos que pedir prestado dinero para prestárselo, a su vez, a los griegos, que, por su parte, tienen que devolver dinero a bancos franceses y alemanes.
O sea que sí que hay relato, pero no lo escribimos nosotros. Nos lo dan ya escrito.
Decía Kristol que la diferencia entre un progresista y un conservador reside, básicamente, en la menor resistencia del primero ante la decepción. El progresista, especialmente en estos tiempos de vaivenes, es ciclotímico. El conservador (y no sé si hay conservadores por España) sabe que en última instancia, el azar siempre se reserva la última palabra y que, por ley natural, el pez grande se come al chico. Sabe también que las cosas políticas, miradas de cerca, tienen algo infantil... aunque de importancia extrema (de ahí que la ciudad sea, inevitablemente trágica y la filosofía, inevitablemente irónica).
¿Y si los llamados grandes políticos son aquellos hombres capaces de mirar de frente al azar mientras logran convencer a sus seguidores de que tienen un relato? Pienso en Churchill, claro.
Poco después me dicen que lo que Obama le comunicó a ZP por teléfono vino a ser lo siguiente: Si quieres que te compren deuda, espabílate. Resulta que el Reino de España necesita crédito por valor de 76.800 millones de euros para financiarse este año. De ellos, debe conseguir 25.000 de golpe en el mes de julio. No sé si saben ustedes que entre otras cosas tenemos que pedir prestado dinero para prestárselo, a su vez, a los griegos, que, por su parte, tienen que devolver dinero a bancos franceses y alemanes.
O sea que sí que hay relato, pero no lo escribimos nosotros. Nos lo dan ya escrito.
Decía Kristol que la diferencia entre un progresista y un conservador reside, básicamente, en la menor resistencia del primero ante la decepción. El progresista, especialmente en estos tiempos de vaivenes, es ciclotímico. El conservador (y no sé si hay conservadores por España) sabe que en última instancia, el azar siempre se reserva la última palabra y que, por ley natural, el pez grande se come al chico. Sabe también que las cosas políticas, miradas de cerca, tienen algo infantil... aunque de importancia extrema (de ahí que la ciudad sea, inevitablemente trágica y la filosofía, inevitablemente irónica).
¿Y si los llamados grandes políticos son aquellos hombres capaces de mirar de frente al azar mientras logran convencer a sus seguidores de que tienen un relato? Pienso en Churchill, claro.
domingo, 16 de mayo de 2010
viernes, 14 de mayo de 2010
Filósofos y filisteos
I
La traición de Sócrates a Atenas es real. De ahí su muerte. Sócrates es condenado a muerte por la democracia ateniense respetando todas sus garantías procesuales, que eran muchas.II
Sócrates es el padre de la filosofía por haber diferenciado entre lo bueno y lo antiguo. Por eso mismo, en tanto que filósofo, era un peligro para la ciudad.III
El programa de la filosofía lo define con claridad Aristóteles en Política 1269a 3-4: "Buscamos lo bueno, y no lo antiguo".IV
La filosofía es, pues, una gran fuerza antitradicionalista, porque busca la liberación de las opiniones del pasado para dejar despejado el horizonte de la verdad.V
Podemos decir también que la filosofía es un reto permanente a los filisteos.VI
Hay tres tipos de filisteos:a) Los que identifican lo bueno con lo antiguo o con lo actual, suelen denominarse conservadores.
b) Los que identifican lo bueno con el futuro, suelen denominarse progresistas.
c) Los que identifican lo bueno con el rechazo tanto al pasado como al futuro, suelen denominarse ecologistas.
jueves, 13 de mayo de 2010
Jenofonte y la crisis
Viendo como se van sucediendo los acontecimientos, no se me ocurre tarea más compleja que la de intentar explicarlos.
Ya sé que hay explicaciones, pero tantas, que son demasiadas. Se puede montar un mercadillo con ellas. Lo peor es que ninguna parece ser capaz de conducirnos del pasado al futuro con coherencia. No pueden prever el futuro porque, aunque deben su éxito a su capacidad para convencernos de lo contrario, no saben explicar el pasado.
La historia, lejos de ser un relato ordenado de acontecimientos, tal como llega a los lectores que ya no la están viviendo, se presenta a sus inmediatos protagonistas como una sucesión de espasmos con periodos más o menos largos de convalecencia.
El espasmo del telefonazo de Obama a ZP me ha dejado perplejo. Pero curiosamente esa perplejidad me ha permitido entender la primera frase de Las Helénicas de Jenofonte, que es un sorprendente “... después de esto”.
¿A quién se le ocurre comenzar de esta manera un libro de historia? Sólo al gran Jenofonte, que como decía Quintiliano, "inter philosophos reddendus est" (ocupa un lugar propio entre los filósofos).
"¿Después de qué?", nos preguntamos al abrir Las Helénicas. La respuesta es que da igual. Por eso tiene Jenofonte todo el derecho del mundo a comenzar de esta manera. Lo que nos está dando a entender es que los asuntos humanos son tan confusos que eso que llamamos “Historia” no es sino un orden narrativo sobrevenido. Por eso el historiador que quiere ser objetivo puede comenzar o acabar su obra en el punto que le de la real gana.
Si Dios es omnipotente por haber creado el mundo, el historiador es hiperomnipotente, porque al crear la memoria colectiva, nos permite ignorar la epilepsia que caracteriza (no me atrevería yo a ser sacrílego empleando el verbo "padecer") a la obra divina.
Y... puestos a hablar de espasmos, lean esto.
Ya sé que hay explicaciones, pero tantas, que son demasiadas. Se puede montar un mercadillo con ellas. Lo peor es que ninguna parece ser capaz de conducirnos del pasado al futuro con coherencia. No pueden prever el futuro porque, aunque deben su éxito a su capacidad para convencernos de lo contrario, no saben explicar el pasado.
La historia, lejos de ser un relato ordenado de acontecimientos, tal como llega a los lectores que ya no la están viviendo, se presenta a sus inmediatos protagonistas como una sucesión de espasmos con periodos más o menos largos de convalecencia.
El espasmo del telefonazo de Obama a ZP me ha dejado perplejo. Pero curiosamente esa perplejidad me ha permitido entender la primera frase de Las Helénicas de Jenofonte, que es un sorprendente “... después de esto”.
¿A quién se le ocurre comenzar de esta manera un libro de historia? Sólo al gran Jenofonte, que como decía Quintiliano, "inter philosophos reddendus est" (ocupa un lugar propio entre los filósofos).
"¿Después de qué?", nos preguntamos al abrir Las Helénicas. La respuesta es que da igual. Por eso tiene Jenofonte todo el derecho del mundo a comenzar de esta manera. Lo que nos está dando a entender es que los asuntos humanos son tan confusos que eso que llamamos “Historia” no es sino un orden narrativo sobrevenido. Por eso el historiador que quiere ser objetivo puede comenzar o acabar su obra en el punto que le de la real gana.
Si Dios es omnipotente por haber creado el mundo, el historiador es hiperomnipotente, porque al crear la memoria colectiva, nos permite ignorar la epilepsia que caracteriza (no me atrevería yo a ser sacrílego empleando el verbo "padecer") a la obra divina.
Y... puestos a hablar de espasmos, lean esto.
miércoles, 12 de mayo de 2010
Soberanía. Con calor, tómela fría.
Es en circunstancias como las que estamos ahora mismo atravesando cuando se pone de manifiesto lo evidente: Es Soberano quien tiene potestad para decretar el estado de excepción. Lo demás son romanticismos. No digo que los romanticismos no sean importantes, al contrario, nos sirven para ir tirando mientras el Soberano duerme. Pero cuando despierta y toca el cornetín, hay que apresurarse para no llegar el último a la fila. Me imagino que de manera inevitable todos tendemos a creer, cuando el soberano duerme, que se ha muerto. Necesitamos creerlo para sentirnos eso que pomposamente llamamos "dueños de nuestros destinos". Frente a la realidad, sin embargo, siempre se está en primera línea. Por eso la política y la teología han ido siempre (seamos generosos con la política) de la mano. Podemos de vez en cuando darnos unas vacaciones de realidad, pero conviene no olvidar que el Soberano está allí mismo, al otro lado del teléfono y que cada vez que suena puede ser él.
Así que recordemos por unos minutos lo que pronto tendremos necesidad de olvidar:
You don't get something for nothing
You can't have freedom for free
You won't get wise
With the sleep still in your eyes
martes, 11 de mayo de 2010
Todos estamos en deuda (II)
Sigo sin entender nada. Yo no le veo mucha lógica. A mi no se me ocurriría intentar solucionar una crisis familiar provocada por una deuda incrementando mi endeudamiento. Pero probablemente eso es debido a que yo no sé nada de finanzas. Además, si lo que te gusta es trabajar, no tienes tiempo ni para endeudarte ni para hacer dinero.
domingo, 9 de mayo de 2010
Todos estamos en deuda
Nos preguntábamos en este humilde café hace cinco meses: "¿Están los gobiernos (el nuestro en primer lugar) generando una nueva burbuja de deuda pública mientras intentan absorber la burbuja inmobiliaria?"
Me temo que la respuesta la ofrece hoy The New York Times: "Greek Debt Woes Ripple Outward, From Asia to U.S."
Finalmente el gobierno universal y homogéneo que propugnaba Kojève será un gobierno financiero.
Me temo que la respuesta la ofrece hoy The New York Times: "Greek Debt Woes Ripple Outward, From Asia to U.S."
Finalmente el gobierno universal y homogéneo que propugnaba Kojève será un gobierno financiero.
sábado, 8 de mayo de 2010
Voegelin, la ley y los pingüinos
Voegelin tenía una opinión lamentable de la filosofía de Locke. En una carta a Strauss lo describe sin despeinarse como "uno de los fenómenos más repugnantes, sucios y moralmente corruptos en la historia de la humanidad". Añade que su filosofar no se distingue de la picardía de la que Anatole France se burla en La isla de los pingüinos: la majestad de la ley, que prohíbe por igual el robo a los ricos y a los pobres."
La frase exacta de Anatole France es la siguiente: "La ley, con una gran preocupación por la igualdad, prohíbe tanto a los ricos como a los pobres dormir bajo los puentes, mendigar en las calles y robar pan". Pero no se encuentra en La isla de los pingüinos, sino en Le lys rouge (1894).
Y, ya puestos, recojamos esta joya de La isla de los pingüinos: "La ley Moral obliga a los hombres, que, al fin y al cabo, son animales, a vivir de una manera distinta de los animales, y esto les contraría sinb duda; pero también los halaga y los tranquiliza. Como son soberbios, holgazanes y ávidos de placeres, sométense con gusto a las molestias que les hacen vanidosos, y en las cuales fundan su tranquilidad presente y la esperanza de su dicha futura."
La frase exacta de Anatole France es la siguiente: "La ley, con una gran preocupación por la igualdad, prohíbe tanto a los ricos como a los pobres dormir bajo los puentes, mendigar en las calles y robar pan". Pero no se encuentra en La isla de los pingüinos, sino en Le lys rouge (1894).
Y, ya puestos, recojamos esta joya de La isla de los pingüinos: "La ley Moral obliga a los hombres, que, al fin y al cabo, son animales, a vivir de una manera distinta de los animales, y esto les contraría sinb duda; pero también los halaga y los tranquiliza. Como son soberbios, holgazanes y ávidos de placeres, sométense con gusto a las molestias que les hacen vanidosos, y en las cuales fundan su tranquilidad presente y la esperanza de su dicha futura."
miércoles, 5 de mayo de 2010
Filosofía y didáctica de la filosofía
martes, 4 de mayo de 2010
Pensar, dicen, es gratis... ¡Socorro!
Tarde desangelada. He ido a hacer un bolo al Teatro Municipal "El patronat" de La Garriga. He aparcado allí mismo y, como tenía tiempo, me he dado una vuelta por el pueblo, bien cobijado bajo un paraguas que he comprado en un chino. Quizás algún día deje de ser evidente que los griegos tengan más derechos como nuestros antepasados que la dinastía Ming, pienso. Al pasar frente a una librería la mirada caprichosa se detiene en la portada de un libro expuesto en el escaparate, "Piensa, es gratis". ¡Me ha pillado ligeramente incomodado pensando en la dinastía Ming!
El título está -quizás- bien como ideología, es decir como ejercicio narcisista que sirve para ocultar nuestra naturaleza, pero si pensar sale gratis, es que las ideas van realmente muy baratas. ¿La inflación educativa...?
El autor nos presenta con todo descaro una hipótesis como un axioma autoevidente, pero ¿es autoevidente que pensar sea gratis? ¿Qué será de Platón cuando nuestros nietos se vean a sí mismos como herederos de la dinastía Ming?
¿Es autoevidente que el ser humano esté naturalmente mejor programado para pensar que para acogerse a la muletilla del lugar común o al esquema consolador de un comportamiento "normalizado"? ¿Es autoevidente que el lugar común sea menos terapéutico que la idea heideggeriana del "ser para la muerte"??
Por otra parte el gesto de orgullo del autor es descomunal. Por lo visto él ha pensado todo lo que cabía pensar y lo ha hecho hasta el final y ha escrito el libro de vuelta, una vez que ha conquistado y desentrañado todos los enigmas, para proclamar que el terreno está despejado. Claro que si es así también nos está diciendo que eso del pensar no depara sorpresas desagradables. ¿Es esto también autoevidente? ¡Ay, la puñetera dinastía Ming!
¿Y si la condición imprescindible para pensar libremente exigiera renunciar a toda búsqueda previa de consuelo y a toda pretensión previa de piedad?
Sí ya sé que en este caso, como, en general, en el caso de quienes animan a desarrollar un pensamiento creativo o crítico, nos están animando, en realidad, a pensar de una determinada manera, pero llovía en La Garriga, hacía frío y la portada de este libro no ha hecho sino incrementar un malestar previo, bajo el paraguas del chino. Me ha salido ligeramente caro -nada, una futesa- el ejercicio. ¡Qué le vamos a hacer!
El título está -quizás- bien como ideología, es decir como ejercicio narcisista que sirve para ocultar nuestra naturaleza, pero si pensar sale gratis, es que las ideas van realmente muy baratas. ¿La inflación educativa...?
El autor nos presenta con todo descaro una hipótesis como un axioma autoevidente, pero ¿es autoevidente que pensar sea gratis? ¿Qué será de Platón cuando nuestros nietos se vean a sí mismos como herederos de la dinastía Ming?
¿Es autoevidente que el ser humano esté naturalmente mejor programado para pensar que para acogerse a la muletilla del lugar común o al esquema consolador de un comportamiento "normalizado"? ¿Es autoevidente que el lugar común sea menos terapéutico que la idea heideggeriana del "ser para la muerte"??
Por otra parte el gesto de orgullo del autor es descomunal. Por lo visto él ha pensado todo lo que cabía pensar y lo ha hecho hasta el final y ha escrito el libro de vuelta, una vez que ha conquistado y desentrañado todos los enigmas, para proclamar que el terreno está despejado. Claro que si es así también nos está diciendo que eso del pensar no depara sorpresas desagradables. ¿Es esto también autoevidente? ¡Ay, la puñetera dinastía Ming!
¿Y si la condición imprescindible para pensar libremente exigiera renunciar a toda búsqueda previa de consuelo y a toda pretensión previa de piedad?
Sí ya sé que en este caso, como, en general, en el caso de quienes animan a desarrollar un pensamiento creativo o crítico, nos están animando, en realidad, a pensar de una determinada manera, pero llovía en La Garriga, hacía frío y la portada de este libro no ha hecho sino incrementar un malestar previo, bajo el paraguas del chino. Me ha salido ligeramente caro -nada, una futesa- el ejercicio. ¡Qué le vamos a hacer!
Empirismo postmoderno
domingo, 2 de mayo de 2010
Se diluye el día de la madre
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El árbol de la ciencia y el árbol de la vida
I Byron, Manfred : «El árbol de la ciencia no es el árbol de la vida». II Me molesta mucho, cuando un periodista me entrevista, que dé por ...