No hay día en que no acuda al Café de Ocata un alma bienintencionada en busca de respuesta a esta pregunta: “¿Para qué sirve la filosofía?”. He venido resistiéndome a contestarla directamente para no decepcionar a nadie, pero vista la insistencia, voy a ofrecer mi respuesta y que Dios me coja confesado.
A Hegel le gustaba repetir que la filosofía debe evitar ser edificante. No puedo estar más de acuerdo, tanto es así que una filosofía edificante se refuta a sí misma. Quitémos, pues, el título de filósofos a todos aquellos que confunden la filosofía con
La filosofía es tan poco edificante que el filósofo de raza está mucho más interesado en preservar la independencia de su pensamiento que en amoldar lo que ha pensado a las exigencias de la publicación, ya que ésta, inevitablemente, condiciona los resultados de la investigación (como muy bien sabe todo aquel que haya hecho una tesis doctoral). El filósofo, en este sentido, es profundamente egoísta. Y esta es su virtud. De hecho esta es su única virtud: una intransigente dedicación a la causa de
La filosofía está mucho más próxima a lo subversivo que a lo edificante, ya que lleva en sí misma la semilla de
En definitiva: Un filósofo no merece este nombre si no acepta que, tarde o temprano, será merecedor de la cicuta.
Conclusiones:
- Conviene no confundir nunca un intelectual con un filósofo.
- Todos tenemos ideas filosóficas, no por ello somos filósofos. Más bien por ello no lo somos.
- No se puede ser profesor de filosofía y no está nada claro que pueda enseñarse a filosofar: "Quod natura non dat, Salmantica non prestat".
- No existen manuales de filosofía.
- La filosofía no puede tener una didáctica específica.
- Si pudiera enseñarse, la filosofía nunca debiera enseñarse.
¿para que va a servir?
ResponderEliminarpara ligar, que cojones.
Y el que diga lo contrario, miente.
Más que para ligar,será en todo caso para "re-ligar" ideas.. más cojas que nudas.
ResponderEliminarEnrri
Esa, supongo, es la razón por la que Sartre rechazó su premio Nobel de literatura, alegando que si lo aceptaba perdería su identidad como filósofo.
ResponderEliminarSi la cuestión no es ser inútil. Que lo somos todos. ¡Es serlo con gracia!
ResponderEliminardespues de leer este post, me pregunto cual es el primer filósofo a quien Tito debería leer
ResponderEliminarsaludos!
Quizá lo importante sea PENSAR, y lo que es más, encontrar placer en hacerlo. Lo de los apellidos quizá sea accidental, dependiendo del asiento que que cada cual quiera ocupar.
ResponderEliminarEn la misma línea, ¿No será que lo esencial sea aprender y enseñar sólo una pretensión autocomplaciente?.
Filosofar es todo lo que has dicho y, además, una forma de venganza.
ResponderEliminarIgnacio: ¡Eso no se lo dirá usted a Kant en la cara!
ResponderEliminarEnrri: ¡Chapeau!
ResponderEliminarArrebatos: Yo diría que ese gesto tenía mucho de exhibicionismo impúdico, muy propio de él. Como Sócrates le dijo a Antístenes, que se jactaba de su pobreza por su capa roída: "A través de los agujeros de tu capa veo tu inmensa vanidad".
ResponderEliminarSí, Tumbaíto: La gracia es lo esencial.
ResponderEliminarCaricatura: He visitado a Tito en tu blog. Me temo que eso nos lo tendrías que decir tu. En cualquier caso me atrevo a sugerirle el "Diario de un seductor", de Kierkegaard.
ResponderEliminarIlio: No estoy seguro de que el pensar radicalmente sea necesariamente placentero. Creo que es Kant quien dice por algún sitio que no encontraba diferencias entre un problema metafísico y un dolor de muelas. Podemos pensar también en Nietzsche o en Wittgenstein.
ResponderEliminarDe lo que sí estoy seguro es que nadie se dedica a la enseñanza sin poseer un cierto eros exhibicionista-narcisista. Y nadie resiste en ella mucho tiempo sin verlo satisfecho al menos de vez en cuando.
Irich: Sí, ciertamente, totalmente de acuerdo. Incluso, pensándolo bien, pondría la venganza en primer lugar: una forma de venganza contra la realidad que parece incapaz de sustentarse a sí misma sin la sutil argamasa de la idea filosófica. Ahora bien, ¿estamos hablando de lo mismo?
ResponderEliminarTodo lo que dices en este post sobre filosofía se puede decir también de literatura, de pintura o de música.
ResponderEliminarTodo aquello que apela al espíritu es "inútil"o mejor, improductivo, enigmático, inasible, intransferible y sin embargo, necesario (en el sentido en que decía Juan Gil-Albert: sólo lo superfluo es necesario). Y se opone al "orden" del mundo: es subversivo.
Abrazos.
señor luri, he de decirle que estoy totalmente de acuerdo con usted.
ResponderEliminarpero tb he de decirle que si por un fatal malentendido usted arrivase a las costas de una consulta psiquiatrica un medico exorcista no dudaria en ver algo patologico en sus palabras y por ende le trataria como a un alienado.
no lo digo contra usted, sino contra esos curanderos.
Gabriela: NO me atrevo a responderte a bote pronto. He de meditar lo que dices, aunque te anticipo mi acuerdo sobre la necesidad existencial de lo superfluo (frente a la necesidad vital de lo necesario).
ResponderEliminarGracias por los abrazos, así, en plural.
Anónimo: ¡No sabe usted hasta qué punto ha dado en el clavo!
ResponderEliminarEn cuanto termine el libro de autoayuda que estoy leyendo —está bien, Protréptico— seguro que tengo una opinión verdadera sobre el asunto.
ResponderEliminarAqui el que suscribe a Kant le pego una soberana paliza a cuenta de los imperativos categoricos.
ResponderEliminarLo cual por otra parte a Kant se la sopla.
No me mido por lo que han pensado otros jamas; me gustan o no algunos si y otros no.
CComo filósofo, el que mejor ha reflejado la condición humana es Torrente Ballester, en la saga/fuga de JB.
peo claro, como vosotros sólo reconoceis el conocimiento sistematizado, entonces asi no se puede hablar.
Y de referencia: San Pablo.
Juanjo: Sólo a una persona que homenajea a "En el camino" como usted lo hace, le permito que me diga esas cosas a la cara:
ResponderEliminarhttp://www.efimera.org/
Ignacio: ¡Es usted un matón de esquina! ¡Mira que pegarle "una soberana paliza" a Kant "a cuenta de los imperativos categóricos"! ¿Es que no le da vergüenza meterse con un canijo enclenque y esquelético?
ResponderEliminarPor cierto, que ahora que lo pienso, no conozco a ningún filósofo que sea campeón de levantamiento de pesos, o boxeador (aunque sea mosca). Este es un déficit que conviene arreglar. Una cosa es beber la cicuta, que te permite morir rodeado de amigos y con cierta dignidad, y ora cosa es que venga un valenciano y te arree una samanta de leña a cuenta de los "imperativos categóricos".
Le planteo otro reto: ¿A que no se atreve a confesar su acción kanticida a mi amiga Mercedes Torrevejano, que vive en Valencia y es profesora de metafísica en la facultad de filosofía de su ciudad y traductora ilustre de su correspondencia?
Algo de eso me temía yo de Sartre... Supongo que se consideraba mucho más importante que el premio Nobel y aceptarlo hubiera sido rebajarse.
ResponderEliminarDile a esa amiga tuya que si viene de tu parte le cobraré un pequeño descuento por la lección-.
ResponderEliminarPero que no se acostumbren. En su facultad, en su universidad, las artes circenses(lo que hacen los gandules en las calles con bolos) dan puntos para la carrera, iniciativa de la facultad de filosofia.
Pro venir de tu parte, vale, pero que no traiga los bolos por favor
Observo con estupefacción que me has agregado a tu blogroll.
ResponderEliminarLo cual es muy de agradecer y va a ser inmediatamente correspondido.
Pero...Este lado de la galaxia, no a éste lado, sino este.
No todo el mundo sabe cual es el lado de la galaxia adecuado.
Una simple letra: pero si lo llamamos el café de la Locata la fauna que te iba a pulular iba a ser de órdago.
Aunque la verdad lo que tienes tampoco es que seamos demasiado presentables.
Don Ignacio: ¿Y si le dijera que pensaba que ya lo tenía agregado? Al repasar la lista me di cuenta de que faltaba ni más ni menos que su galaxia, fallo que considero imperdonable para un Café como éste, que a poco que se precie, ha de tener siempre abiertas las puertas para un compatriota de doña Concha Piquer. Tiene usted algo de canallesco y mucho de políticamente incorrecto, virtudes estas que acojo con fervor de ecologista.
ResponderEliminar¿Hay lugar para una filosofia que no sea elitista, aristocratizante y fundamentalista?
ResponderEliminarJordi: Si por "fundamentalista" entiende usted una búsqueda radical de fundamentos, la filosofía no puede ser más que elitista (es decir, aristocrática).
ResponderEliminar¿Cómo se puede perseverar en esa búsqueda si no se pone toda la carne en su asador? ¿Y qué derecho tenemos a pedirle a nadie que lo haga?
Si la filosofía es algo radicalmente distinto de una escolástica, ha de ser, inevitablemente, un ejercicio reservado a muy pocos.
Lo que hacemos los que autodenominamos pomposamente filósofos es compartir esta filía con otras mil, y así, de vez en cuando nos permitimos seguir la sombra de los grandes.
Para mí, fundamentalismo es considerar que solo hay una manera de concebir el quehacer filosófico.
ResponderEliminarGracias por la bienvenida
Jordi: Entonces el fundamentalismo lo lleva implícito la filosofía en su nombre, en ese "filo-" que nos remite a una erótica, y no a un contenido, porque si verdaderamente es "filo-sofía", ésta no se puede definir por un contenido.
ResponderEliminarDe acuerdo en que el contenido no define la filosofia, pero el impulso erótico hacia la verdad está también en la ciencia, en la vida cotidiana, e incluso en ciertas formas de arte, con perdón de Platón.
ResponderEliminarJordi: Nos vamos encontrando. Estoy bastante de acuerdo en lo que se refiere al arte y a la vida. En último extremo no hay vida sin eros. Y no hay vida humana sin orientación hacia la verdad. Respecto a la ciencia, no; la ciencia es un saber (un saber científico: empleo la expresión sin una mota de desprecio, al contrario). La filosofía, en su raíz socrático-platónica (que es a la que me siento religado) es tanto más deseo de saber cuanto más es consciencia de un no-saber.Lo primero que se deduce de este no-saber es la problematicidad de toda ética (de ahí la diferencia entre la filosofía y la vida humana, que es una vida política y, en consecuencia, ética).
ResponderEliminarRespecto al arte, la cuestión es más compleja. Por algún motivo el filósofo-artista Platón (¿qué son sus diálogos, sino obras de arte?) se veía a sí mismo en enfrentado al artista no filosófico.