Me uno a tu homenaje a Lluís Alegret. Aunque lo conocía poco (coincidimos los dos últimos años en ciertos espacios pujolsianos), lo traté lo suficiente para saber que era un hombre bueno, culto y cortés. A finales de mayo intervino lúcidamente en una mesa redonda sobre Francesc Pujols en el Ateneu Barcelonès, intervención que desató las iras de ciertos pujolsianos cegados por sus propias alucinaciones. Alegret, elegante y educado, supo colocarlos a la altura debida con su tacto impecable. Recuerdo una breve charla, Rambla arriba, en que daba cuenta de las pinceladas nietzcheanas que, entre muchas otras, impregnaron a Pujols. Tristesa por su desaparición prematura.
Lo conocí en el seno de la Societat Catalana de Filosofia, donde nuestras posturas (no nuestras personas) estaban bastante enfrentadas. Después volví a encontrarme con él en la UNED y esporádicamente en los más diversos lugares. La última vez que lo vi caminamos Rambla arriba con Alcoberro y no recuerdo quién más, hablando de lo arriesgado que es cabalgar sobre un tigre.
Fue mi profesor en el curso de acceso de la uned. Congeniamos desde el primer dia de clase, solia acercarle a la estación de renfe después de clase, continuabamos hablando, de camino a la estación, sobre filosofia hasta el último instante antes de que tomara el metro.
Fue el único profesor de la uned que se ofreció y realizó clases extraordinarias sin ánimo de lucro y lo mejor de todo se podia ver en su rostro como disfrutaba con ello. Nos habiamos reido juntos, aprendí de el, una experiencia muy satisfactoria.
Hombre generoso, muy culto, atento, admirable!. Siento su fallecimiento, espero que no haya sufrido en su enfermedad.
LLuís Alegret te mereces lo mejor allí donde estés.
Me uno a tu homenaje a Lluís Alegret. Aunque lo conocía poco (coincidimos los dos últimos años en ciertos espacios pujolsianos), lo traté lo suficiente para saber que era un hombre bueno, culto y cortés. A finales de mayo intervino lúcidamente en una mesa redonda sobre Francesc Pujols en el Ateneu Barcelonès, intervención que desató las iras de ciertos pujolsianos cegados por sus propias alucinaciones. Alegret, elegante y educado, supo colocarlos a la altura debida con su tacto impecable.
ResponderEliminarRecuerdo una breve charla, Rambla arriba, en que daba cuenta de las pinceladas nietzcheanas que, entre muchas otras, impregnaron a Pujols.
Tristesa por su desaparición prematura.
Lo conocí en el seno de la Societat Catalana de Filosofia, donde nuestras posturas (no nuestras personas) estaban bastante enfrentadas. Después volví a encontrarme con él en la UNED y esporádicamente en los más diversos lugares. La última vez que lo vi caminamos Rambla arriba con Alcoberro y no recuerdo quién más, hablando de lo arriesgado que es cabalgar sobre un tigre.
ResponderEliminarFue mi profesor en el curso de acceso de la uned. Congeniamos desde el primer dia de clase, solia acercarle a la estación de renfe después de clase,
ResponderEliminarcontinuabamos hablando, de camino a la estación, sobre filosofia hasta el último instante
antes de que tomara el metro.
Fue el único profesor de la uned que se ofreció y realizó clases extraordinarias sin
ánimo de lucro y lo mejor de todo se podia ver en su rostro como disfrutaba con ello.
Nos habiamos reido juntos, aprendí de el, una experiencia muy satisfactoria.
Hombre generoso, muy culto, atento, admirable!. Siento su fallecimiento, espero que no
haya sufrido en su enfermedad.
LLuís Alegret te mereces lo mejor allí donde estés.
Hasta siempre,
Jesús Diaz ( jesusnt@hotmail.com)