sábado, 1 de septiembre de 2007

Confesiones de un salesiano converso

¿Soy salesiano?

No creo que tenga ningún derecho a lucir el hábito, pero en cualquier caso, lo obvio es que continua arrolladora mi conversión al salesianismo. No puedo dejar este novelón, “Incerta glòria”, de Joan Sales. Su lectura me fuerza a abandonar la teoría de que la línea recta es la distancia más corta entre dos puntos. Me obliga a volver atrás y a ir de aquí para allá, pero no porque el autor se haya propuesto entretener al lector con un juego literario a lo Cortázar, sino porque comprender, con frecuencia, es volver, o sea, retroceder, retirarse, abandonar prejuicios.

Entiendo perfectamente que esta novela no gustase nada a los triunfadores de la guerra incivil española. Y aún entiendo más perfectamente que gustase menos a los perdedores. Esta novela, creo yo, ha andado vagabunda durante décadas en busca de lector. Y quizás haya encontrado en nosotros, los cincuentones canosos, a sus destinatarios.

Voy llenando los márgenes de anotaciones, de manera que mi mujer, que quiere leerla, tendrá, inevitablemente, que comprarse un nuevo ejemplar.

¿De qué va “Incerta glòria”? Pues, básicamente, de la (incierta) posibilidad que tiene el hombre de conquistar la inocencia. Es el libro más antirousseauniano que haya leído nunca. Y sin permitirse ni un gramo de demagogia antiprogresista es radicalmente antiprogresista.

“La inocencia me parece una cosa muy difícil y en cualquier caso no creo que podamos alcanzarla antes del final de toda una vida de lucha. ¡Alcanzar a conquistar la inocencia! Quien sabe si es el anhelo supremo de nuestra alma.”

Esta parece ser, para Sales, la esencia del cristianismo.

“¿O no es Jesucristo quien dijo: si no os hacéis como uno de estos pequeños no entraréis en el reino de los Cielos?”

Hay en estas páginas latiendo algo de esa pulsión humanista que uno halla también en lo más vigoroso de las novelas de Grahan Greene. Y en Sales, como en Greene, uno se da de bruces con un catolicismo laico, que huele mucho más a romero que a incensario, con el que no está acostumbrado a tratar, de una honestidad tan sincera como la propia literatura que la refleja. Ante un catolicismo así uno está moralmente obligado a desarmarse.

“El mundo no irá bien mientras haya tantos extranjeros (…). Lo que más me irrita (…) es pensar que yo también soy un extranjero. Es lo primero que uno aprende viajando. La primera vez (me encontraba en el exreino de Sajonia) que un funcionario público me trató de extranjero, estuve a punto de abofetearlo como si me hubiera insultado. ¡Extranjero serás tú! Y es que todos nos pensamos que extranjeros son los demás. Extranjeros lo somos todos. ¡Es una lata! Andamos viviendo en la ilusión de que solamente lo son los demás, cuando uno es siempre él mismo el más perdurable extranjero de todos”

¡Ya veis! ¡Para que luego venga la Julia Kristeva hablando de “Extranjeros para nosotros mismos y recibiendo toda clase de parabienes por lo original de su pensamiento (claro que esto fue ante de que Sokal demostrara que las reinas postmodernas también van desnudas).

Y, por cierto, yo que me pensaba de que aquello de que “a partir de los cuarenta años cada uno es responsable de su cara”, era del gran Boris Vian, me encuentro con que Sales escribe:

“Cada uno tiene la cara que quiere (…) en definitiva, cada uno tiene la cara que merece, la que él mismo se fabrica”.

Y para acabar –por hoy- un magnífico puyazo contra la añeja burguesía catalana. Cuenta Sales que una señorona bacelonesa recibió a un millonario norteamericano (“un senyoràs molt elegant”), tras lo cual la ínclita dama comentó:

“Un hombre educadísimo; dicen que ha tenido que ganarse la fortuna él mismo, con su propio esfuerzo, pero me parece que es una calumnia.”

Continuará…

20 comentarios:

  1. No leo, no es cosa de estar orgulloso. La ficción me aburre y el ensayo es demasiado laborioso para mi pereza. Estoy encantado pues con los blogs por breves y muchas veces sintéticos. Me suplen este vacío de lectura. Este último año solo acabé la novela de Bolaño de un tirón y lentamente el Pasavento de Vila Matas. De mi tiempo lector me quedo un solo vicio, leer siempre en el retrete. Aprovecho pues mis penurias con dominicales, panfletos, suplementos varios y cuando me da por leer tengo en este lugar sagrado tres libros fijos, uno de poesía, uno invitado y el hombre sin atributos que no consigo entender exactamente. Bien pues, al final voy a tener que poner de invitado esta incierta gloria, aunque yo ya sé que la gloria es incierta, que de poco sirve que no sea para destruir esta inocencia que asombrados descubrimos alguna vez en algún viejo.

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  2. Hola, he descubierto su blog por casualidad buscando a la vaca socrática (broma) ...
    Sinceramente no conocía a Joan Sales, pero toma nota de su 'Incerta glòria" para buscarlo en la libreria. De todos los sugerentes fragmentos que pusiste me quedo con el de que cada uno tiene la cara que "se fabrica" ... yo siempre he pensado que la única diferencia con el cabello es que para la cara no necesitamos peluquero.

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  3. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  4. Luri, esa deriva hacia la inocencia la entiendo como la deconstrucción de la que yo hablo. Ir suprimiendo todo eso dado y aceptado que repentinamente nos bloquea el paso a la desnudez, la simplicidad, la ingenuidad en fin. Ingenuidad e inocencia son sinónimas, así es que derivando hacia la inocencia nos hacemos ingenuos. Nunca alcanzaremos la inocencia completa porque quedan cicatrices que sin doler recuerdan. Pero sí, ciertamente al alcanzar la ingenuidad, al final de los tiempos, alcanzaremos la libertad -ya sabemos que ingenuo era quien nacía libre- y enbcontraremos un nuevo paisaje, al final de todo, cuando ni siquiera tendremos ocasión de explicarlo y lo único que cabrá hacer es dormir. De ahi, que la muerte, dolorosa o no, se entienda como un nuevo parto; muere un inocnete, nace otro y así...

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  5. He olvidado escribir que ese es el tema de lo que ando escribiendo: "un hombre desnudo de su vida, al final de la mismaes al fin un hombre inocente y por lo tanto libre"

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  6. Amigo: Lo de la cara ("cada uno tiene la cara que se merece") es de Montaigne. Un abrazo, Roberto.

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  7. Cerillo: Una advertencia: "Incierta gloria" tiene casi 800 páginas. No sé si el que sugiere es el lugar más adecuado para leerla.

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  8. No es mi vida: No me dé usted estos sustos vacunos, que usted y yo somos viejos conocidos.

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  9. Luis: amén (como casi siempre).
    Un abrazo.

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  10. Don Roberto: La verdad verdadera es que yo me encontré con esta frase ahora no recuerdo bien si en un texto de Vian o de Pavese. Sé que se la apropió también Sartre (que para estas cosas era bastante desinhibido) y que hicieron uso de ella desde Camus hasta Coco Chanel. Pero ya ve usted, desconocía que su padre fuese Montaigne. Así que gracias.

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  11. Ñam, ñam: lo tengo comprado (a cargo del instituto, claro) y espero no tardar mucho en hincarle el diente. Por lo que llevo oído, puede ser la mejor novela con la GC como marco.

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  12. Jesús: es una magnífica novela en la que el marco, auténtico no es tanto la GC como la CH, la condición humana. Eso sí, ofrece una imagen de la guerra que aunque tiene muy poco que ver con las historias oficiales de uno u otro bando, coincide básicamente con las cosas que yo he oído contar a los que estuvieron en el frente.

    Espero que nos informes en este café de tus impresiones.

    Por mi parte estoy pensando si no debiera reclamar a los herederos a la mujer de Joan Sales una parte de los ingresos que obtenga a partir de ahora por esta novela.

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  13. Hola,
    No he leído la novela pero por lo que poco conocido de ella indirectamente, mi intuición me dice que Juli Soleràs me recuerda mucho a Artuad.
    Enrri

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  14. Por cierto ¿sabe que sentido tiene el nombre de Juli Soleràs?
    Enrri

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  15. Enrri: lo escucho. Reconozco mi ignorancia sobre estas cuestiones, así que con mucho gusto me pongo en manos de su ilustrada intuición.

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  16. Bien, pues creo que el tema iría ásí. Juli Soleràs es el propio Joan Sales.
    Soleràs es Sales+or, es decir el Sales d´Or.
    Y el Juli-Sales-d´Or es el "Juli d´Or" o "Julio de Oro".
    ¿Qué es el Julio de oro? Tengo entendido que era un impuesto o tasa que las prostitutas en los alrededores del Vaticano pagaban a la Santa Iglesia Vaticana.
    Al igual que los ciudadanos-soldados pagan su impuesto (la vida y la juventud)en la Guerra Civil, después de dejarse prostituir los ciudadanos ante los ojos de la Iglesia-Estado.
    Pero "Juli Soleràs" es también el Sales que era "oro" en Julio. ¿En qué Julio? El "divuit de Juliol" el día mismo que creo que comenzó la Guerra en Barcelona. Pero cuando acaba la Guerra, ese día ya eres un Viejo. La juventud robada por la Guerra a esa Generación.
    Lo obsceno (el Julio de Oro) y Lo Macabro es (el 18 de Julio del 36 , la guerra).
    Por último, el Canon Canónico del "Julio de Oro" es un Caño-tubo, como el "tubo digestivo" que une la boca con el ano.
    Tengo más cosas sobre el título "Incerta Gloria" pero creo que me los reservará dentro de mi mundo delirante.
    Enrri

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  17. Enrri: Caiga sobre usted la maldición que más tema si es capaz de guardarse para usted mismo este saber tan específicamente solerasiano negándose a compartir sus cábalas con este humilde cafetero.

    Mire usted: Compare
    a) Juli con Luri
    b) Soleràs con Soler

    Luri Soler, o Soler Luri, era un hermano de mi padre que murió en el frente de Teruel. A él, a pesar de que su familia, al completo, era socialista, le tocó combatir al otro lado (desde la perspectiva de "Incerta glòria"... que es una teoría perspectivística de los frentes en guerra). Mi padre reconoció su cadáver, porque sobresalía de la nieve que lo cubría una bota que le resultó familiar. Fue uno de "los caídos por Dios y por España".

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  18. Realmente siempre he pensado que la realidad siempre supera la ficción o la simulación.
    Realmente su historia es impresionante y me ha dejado por unos instantes paralizado.
    Por otro lado,le comento que ya que no he leído la novela me faltaría un dato vital para entenderla y así interpretar completamente el título: un esquema de la relación sentimental o emocional entre Cruells, Broca y Trini.
    Un saludo de Enrri

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  19. Enrri, entro en su juego fascinado por su clarividente no saber, aunque puedo asegurarle que yo tampoco me he leído la novela. Es decir AÚN no la he terminado de leer. Voy exactamente en la página 434. Voy despacio porque me hace pensar mucho. Ayer, sin ir más lejos, el bocado que le mete Soleràs a Dios al final de su confesión con Cruells me dejó profundamente trastocado.

    Pero, en cuanto sea capaz de ello, prometo proporcionarle el esquema.

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