sábado, 3 de noviembre de 2007

Los 50 ladrones

El amigo J. Cesana me envía un mail sobre las ventajas de alcanzar el medio siglo de vida:

1. Te importa un comino el currículo.
2. Si eres parte de un grupo de rehenes, serás de los primeros en ser liberado.
3. Nadie pide que entres a rescatar personas de un edificio en llamas.
4. La gente ya no te considera hipocondríaco, ahora sí estás enfermo.
5. Ya no tienes nada que aprender para el largo y difícil camino de la vida.
6. Tu inversión en seguros médicos comienza a rendir frutos.
7. Tus articulaciones pronostican el tiempo mejor que los meteorólogos.
8. Tus secretos están seguros con tus amigos: ellos tampoco los recuerdan.
9. Tu dotación de neuronas activas llegó, por fin, a una cantidad manejable.
10. Puedes vivir sin sexo..., pero no sin tus anteojos.
11. Si haces una fiesta, tus vecinos ni se enteran.
12. La ropa que te compras ya no pasa de moda.
13. Los pecados capitales han cambiado, como la lujuria por la gula.
14. En breve, no recordarás quien te mandó este mail, pero tampoco te importa. Como verás te lo he escrito con letras grandes... ¡¡¡yo tampoco veo un carajo!!!!!

No estoy completamente seguro de todo esto... pero como le decía esta mañana a El Gran Crítico, ¿qué sería de la civilización sin una buena dosis de cinismo? Pregunta retórica que él se ha tomado en serio. Y así me he enterado de cuánto sufría Larra la manía española de querer contarlo todo.

Por cierto que no todo lo que llega al medio siglo envejece de la misma manera. "Baba O'Riley" aún me hace levantar de la silla, abandonar el ordenador y subirme por las paredes.

14 comentarios:

  1. Vaya, creo que he colgado un vídeo que confirma sus observaciones.
    Espero que a los cincuenta, todavía me guíe tanto por la gula como por la lujuria y que mis fiestas mantengan en vela a mis vecinos durante toda la noche.

    ResponderEliminar
  2. No sé muy bien por qué, pero pese a que la música de esos años es la que más me gusta, los Who nunca fueron santos de mi devoción. Lo que no quita que algunos de sus temas me gusten y fueran mucho mejores músicos que, por ejemplo, los Stones.
    Un ejemplo de esto fue el "Rock & Roll Circus" que organizaron Jagger y compañía. En él, además de los Stones, actuaban Lennon, Jetho Tull, la Faithfull, Yoko Ono y los Who. El concierto se grabó en el 68 creo, pero la actuación de los Who fue tan buena, tan superior a los Stones, que estos no quisieron publicarlo. De hecho, el disco vio la luz a mediados de los 90.

    ResponderEliminar
  3. Luri, a mi me paso como a Dali: lee su vida ultrasecreta, es de lo mejor escrito del siglo XX en España.
    Deseaba los cuarenta para perder la libido, y no hay manera, es como una maldición, me temo que aun me queda demasiado de andar endiñando cipotazos a diestro y siniestro.

    Y racionalmente no quiero nada con mujeres, pero es que no hay manera, esto es un problema, y serio.

    Con el agravante de que al vivir solo en zona de estudiantes, el morbo del mayor y etc, joder, hay semanas, que desapareceria muy a gusto, es terrible.

    No entienden que yo tambien tengo sentimientos, solo me buscan por el sexo, y ale, aqui como una obligación mistica.

    Es terrible, terrible.

    ResponderEliminar
  4. Me apetece robar... mola su música.
    sobre lo terrible que es todo en el mundo... uff

    ResponderEliminar
  5. No estoy seguro de nada. De eso si estoy seguro.

    ResponderEliminar
  6. Arrebatos: el rock es como el catolicismo. Se puede ir a la misma iglesia pero a diferentes capillas.

    ResponderEliminar
  7. Ignacio: Leo en el DRAE

    cipote1.

    (De cipo).

    1. m. Mojón de piedra.

    2. m. Hombre torpe, zonzo, bobo.

    3. m. Hombre grueso, rechoncho.

    4. m. cachiporra (‖ palo).

    5. m. Palillo del tambor.

    6. m. vulg. miembro viril.

    7. m. And. Tarugo, zoquete, cuña.

    8. m. Col. U. t. en sent. ponder. ¡Cipote lío!, ¡cipote vaina!

    9. m. Ven. U. para insultar a alguien sin nombrarlo.

    mandar a alguien al ~.

    1. loc. verb. coloq. Ven. mandar al carajo.

    ResponderEliminar
  8. Luis: Pero a pesar de todo, pediremos a Tumbaíto para que nos aconseje un buen vino y beberlo por nuestro tiempo. Porque no tenemos otro y absurdo llevarse mal con él. ¿No te parece?

    ResponderEliminar
  9. Nadha: NO hombre, ¡qué va a ser terrible todo! Todo consiste en saber educar la mirada.

    ResponderEliminar
  10. Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.

    ResponderEliminar
  11. Doña Kasandra: Espero que usted comprenderá que quiera mantener una cierta línea en El Café de Ocata...

    ResponderEliminar
  12. Claro que sí, don Gregorio. Sé que usted me hace regresar a ser sensata. Confío en usted para eso
    besos ~)

    ResponderEliminar
  13. Don Gregorio, se me ha ocurrido algo, igual es impracticable pero me gustaría que usted lo probara... con mi abuela funcionó (sus acúfenos): asústelos usted con su Risa... haga como Jung, ríase a carcajadas pero en la playa, en soledad, en uno de esos atardeceres... aunque no los sienta especialmente a esa hora... en cuanto tenga un buen motivo o como terapia... Pero no como Jung, quien dicen que era conocido por todos los vecinos, precisamente por eso... ya me dirá si le funciona, y si es que lo prueba.. dele tres meses... besos

    ResponderEliminar

La Isla de Siltolá

 I Finalmente, después de varios intentos fallidos, el mensajero nos ha encontrado en casa y me ha entregado los ejemplares de Una triste bú...