La sombra no puede existir sin la luz, ni la luz sin la sombra. El todo está en las partes y las partes en el todo. Aunque... el todo sea más, que la suma de las partes. Y así... nos vamos a la física cuantica y ya ni le cuento Gregorio. No obstante esta noche me quedo sólo, con alguna de las partes, aunque esa actitud reste equilibrio al asunto que nos ocupa.
Luri, tú y yo sabemos que "ni están todos los que son ni son todos los que están". LO mejor de los refranes es que cabe decir que tienen mucha razón sin entrar en su discusión ontológica. ¿Y porque no?
Venía precisamente a comentar lo mismo que don Luís. Que, a simple vista, me sobran algunos y me faltan muchos. Seguramente, si citáramos "nuestras" ausencias, nos definiríamos cada uno de nosotros. Aunque en alguna coincidiríamos.
Don Arrebatos, ¿prescindiría usted del don de llamarme Don? Lo agradecería sobremanera, que a mi edad no cabe añadirle vejez, y si es respeto, lo doy por descontado.
Así sea Luis. Esta costumbre la he adquirido aquí en el café de Don Gregorio, pues me llama Don Arrebatos, ya ve usted. Será que los que lucen más canas que yo me infunden respeto y les concedo el don del Don.
Arrebatos, Luis: ¿Ya comenzamos a caer en la trivialidad del olvido del estilo? Recordad a Karl Kraus, que en su lecho de muerte, al oír la noticia de que los japoneses habían invadido Manchuria, exclamó: "Nada de esto habría sucedido si hubiéramos sido más estrictos en el empleo de la coma".
La sombra no puede existir sin la luz, ni la luz sin la sombra. El todo está en las partes y las partes en el todo. Aunque... el todo sea más, que la suma de las partes. Y así... nos vamos a la física cuantica y ya ni le cuento Gregorio. No obstante esta noche me quedo sólo, con alguna de las partes, aunque esa actitud reste equilibrio al asunto que nos ocupa.
ResponderEliminarPues las partes no me dejan ver el todo.
ResponderEliminarTal vez la pintura está aquí en formato muy pequeño o el monitor que uso no es muy bueno.
Doña Neelam, iba a hablarle las partes y de repente me ha entrado un ataque de rubor.
ResponderEliminarAlejandro: Puedes ampliar la imagen clicando en ella.
ResponderEliminarLuri, tú y yo sabemos que "ni están todos los que son ni son todos los que están". LO mejor de los refranes es que cabe decir que tienen mucha razón sin entrar en su discusión ontológica. ¿Y porque no?
ResponderEliminarVenía precisamente a comentar lo mismo que don Luís. Que, a simple vista, me sobran algunos y me faltan muchos. Seguramente, si citáramos "nuestras" ausencias, nos definiríamos cada uno de nosotros. Aunque en alguna coincidiríamos.
ResponderEliminarSeguro, que no coincido con ninguno de ustedes. Me sobran todos menos el Camello y el Carnero.
ResponderEliminarDon Arrebatos, ¿prescindiría usted del don de llamarme Don? Lo agradecería sobremanera, que a mi edad no cabe añadirle vejez, y si es respeto, lo doy por descontado.
ResponderEliminarAsí sea Luis. Esta costumbre la he adquirido aquí en el café de Don Gregorio, pues me llama Don Arrebatos, ya ve usted. Será que los que lucen más canas que yo me infunden respeto y les concedo el don del Don.
ResponderEliminarArrebatos, Luis: ¿Ya comenzamos a caer en la trivialidad del olvido del estilo?
ResponderEliminarRecordad a Karl Kraus, que en su lecho de muerte, al oír la noticia de que los japoneses habían invadido Manchuria, exclamó: "Nada de esto habría sucedido si hubiéramos sido más estrictos en el empleo de la coma".
Luri, ateniéndonos a lo posible y razonable, es muy probable que a Kraus nadie le llevara la contraria porque se estaba muriendo.
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