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sábado, 3 de noviembre de 2007

Fragmento zoosófico

Hay algo de estúpido en la veneración que dispensaron muchos filósofos del XIX hacia los desperdigados fragmentos de los presocráticos. Alguno de ellos (Nietzsche) incluso imaginó una filosofía fraccionaria o fragmentaria como la única expresión posible de la inasible verdad del Todo, que sólo se mostraría en retales, en indicios, cuyo sentido en último extremo se escaparía. Acabo de acudir a Heráclito, uno de los filósofos más difíciles de entender y, sin embargo, más ensalzados de la historia de la filosofía. Tenía que consultar uno de sus fragmentos, que habla sobre la ley y la ciudad, donde quizás se encuentre la primera referencia de la filosofía griega a la "ley divina", pero el azar me ha conducido hasta otro que me ha hecho pensar en la sutil diferencia que separa lo sublime de lo ridículo: "hyes borbórô khaírousin": "A los cerdos les encanta el barro". Esto es todo lo que dice. Eso sí, lo dice muy claro.

No sin razón, pues, el anciano Platón de las Leyes, al final del texto que dejó inconcluso, se lamenta (aunque me parece a mi que con un cierto retintín de sorna) de que ciertos poetas se burlen de los filósofos comparándolos "con perras dedicadas a aullar vanamente", es decir, a proclamar con empaque y engolamiento "cosas vacías de sentido".

Añadido de las 10:49
Pienso en Winkelmann, el historiador del arte alemán del XVIII, y en su reivindicación estética del fragmento escultórico. ¿La valoración del fragmento filosófico hubiera sido creíble sin el triunfo previo de las ideas de Winklemann?

18 comentarios:

  1. Y por muy antigua que sea y que Perogrullo hiciera suya esta frase, rezuma actualidad.

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  2. Pues no me duelen prendas (¿y por qué habrían de dolerme?) en darle a usted la razón cuando la tiene, don Arrebatos, que hay cosas cuya actualidad es inactual, o sea, intemporal. Por ejemplo, los vinos de tracia. Me apuesto un textículo (, con "x", por ejemplo de Heráclito) a que usted no conoce el asombroso Ludovico Suhindol (especialmente sublime la cosecha del 83).
    Sigo con lo mío: a la izquierda, las Leyes de Platón, a la derecha, Heráclito, y allá enfrente El Café de Ocata, que me libera de vez en cuando y me saca a flote gracias a insignes como usted.

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  3. No doler prendas a alguien:


    No tener reparos en reconocer un error propio o en ala­bar una virtud ajena. No escatimar esfuerzos ni gastos para conseguir algo. Me has ganado justamente la parti­da, y no me duelen prendas en admitirlo. / No me duelen prendas en gastarme lo necesario para que la casa quede como yo quiero. Prendas son los objetos que uno paga cuando pierde en un juego, sean ropa u otra cosa. Lite­ralmente no doler prendas significa, por tanto, «no me importa lo que pago o el esfuerzo que hago», lo que explica el dicho.

    De "Español sin fronteras"

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  4. La primera vez que tuve noticia del Ludovico como insigne caldo fue en este café, hace ya unos cuantos posts. Lamentablemente, en el transcurso ni he visitado tierras tracias ni parece que en Lavinia o Vila Viniteca sepan de qué les hablo.
    Habrá que esperar la ocasión pacientemente.

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  5. Me van a comenzar a doler las prendas como siga usted teniendo razón. Efectivamente, así es. Tiene usted mejor memoria que yo. Yo lo que tengo es el certificado oficial de que aquella memorable botella que nos vaciamos extasiados mi amigo Ángel Pascual y yo, efectivamente, existió. Aquí lo tengo colgado, junto al ordenador. A veces le suplico inspiración.

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  6. Oí una vez a un estudioso decir que lo de Heráclito era, tal vez, una fragmentación por desgaste temporal de un "peri fiseos" entero.
    Lanzo el guante de una magnífica (no me duelen prendas...) idea literaria: Escribir un capítulo, de profundidad heraclitiana sobre la naturaleza, que pueda contener y sostener con elegancia, "A los cerdos les encanta el barro".

    (Salvando al pobre Heráclito)¡Si Heráclito levantara la cabeza y viera lo que el tiempo ha hecho con él!. Muchos de sus fragmentos no deberían haber llegado hasta aquí. Sólo las joyas.

    LOla

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  7. Lola, seguro que recuerdas esa leyenda tardía que cuenta que el "Peri Physeos" ede Heráclito se conservaba en el templo de Artemis Efesia, donde alcanzó a leerlo Sócrates. El comentario de éste fue que no había entendido así nada, pero que lo poco comprendido era sublime. No les faltaba -por lo que parece- razón a los antiguos para calificar a Heráclito de "El Oscuro" y representarlo triste y melancólico, por oposición al sonriente Demócrito.

    ¿Y el "Poema" de Parménides?" A mi, honestamente, me parece intraducible. Los parrafos conservados son reconstrucciones de fuentes que dicen cosas opuestas y que pueden, a su vez, ser traducidos de manera opuesta. Así que sólo suponiendo que se sabe lo que dice, somos capaces de traducir su texto.

    Respecto a Heráclito, te doy mi propia versión. Hay en la Rep. de Platón una expresión, "borboro borborico" que parece ser una fórmula órfica. Platón la utiliza para referirse a aquellos que les gusta hundir el ojo de la mente en el barro. Quizás Heráclito iba por aquí. Quizás sean estos "los cerdos a los que les gusta el barro".

    Demonios he intentado responder a tu reto. Hasta aquí he llegado.

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  8. Toda frase acaba perdiendo, con el paso del tiempo, el contexto necesario para comprenderla dentro de él, acotada por las leyes de su actualidad. Pero queda como espejo del que la lee y comprende algo que lleva dentro y que así se revela. Convertida en metáfora se abre camino hasta tener sentido. Y dado que mi formación académica es escasa, cuando menos en filosofía, me queda como a tantos, eso espero, la interpretación que siempre será cercana a la realidad que a uno le embarga, y que es suya.

    Con todo lo escrito, que puede parecer pedante y a lo mejor lo es, quiero aclarar que la frase me gusta y le encuentro sentido.

    Intento recordar la novela en que leí, tal vez fuera el título, una frase que me impactó, bíblica seguramente. Tal vez era de Lowry, pero no sé ahora: "levántate y anda, tú que te revuelcas en el barro". ¿Será influencia de la imagen de Heráclito? La frase es en sí sinónimo de redención, de salvación. Pienso en Lowry, porque toda su obra es la búsqueda de la redención...

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  9. Lo mismo pienso del fragmento escultórico, que al mostrarnos una parte de su perdida realidad, nos deja abiertas las puertas de nuestra interpretación. A mi, (no es una escultura, claro, pero sirve) el único trozo de pilar que queda en el Foro romano del Arco de Augusto, me ofrece todo un territorio para la meditación, y probablemente para el ensueño.

    ¿No es el fragmento una visión en forma de "zoom", de una realidad dejada fuera del encuadre, y por lo tanto inexistente? ¿Que será pues lo que existe a partir de ella?

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  10. Sí, pero puestos a dar sentido a restos arqueológicos me parece bien si los comenta un Nietzsche o un Heidegger.
    Por cierto, mi fragmento preferido sigue siendo el de Anaximandro.

    Hay un estudio muy bello (todos sus escritos, mejores o peores, me parecen muy bellos. Qué envidia.) de Yourcenar. Lo leí en catalán, "El temps, aquest gran escultor".

    Ah, una cosa, ya que estamos: en tu Platón (pregunto, cuál alumna aplicada, eh), ¿no acentúas un tanto injustamente (para con Parménides) el parricidio? Si es que la vía de los sentidos, la del ser y, a la vez, no-ser, de las cosas, cabe intepretarla como que participan del ser al fin y al cabo.

    Lola

    Lola

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  11. Hoy Gabriela cita a Quignard: "La pierre est un boue durcie. La grotte est de la boue durcie. Je ne cherche ni la pierre ni la dureté."

    Pero claro, Luis, estos fragmentos presocráticos acaban siendo como el agua, que adquieren la forma del recipiente que la contiene. Lo cual ofrece, sin duda, enormes posibilidades, pero dice muy poco de la auténtica intención del autor.

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  12. Lola: te acabo de enviar al mail que he encontrado en "Paraules" (wanadoo) el texto de aquella conferencia.
    En cuanto a Parménides: ¿Soy parcial con él? ¡No losé! Pero sí sé que el filósofo de verdad no ha de retroceder ante la necesidad del parricidio (intelectual, evidentemente).
    Es cierto que Parménides afirma la existencia de dos vías, pero sólo una conduce a la verdad. Lo que yo intento decir es que el fenómeno se da justo allá donde ambas vías se bifurcan, en medio de ambas. Según como lo mires, es una reivindicación de Parménides.

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  13. Yo también creo qie la sabiduria, si existe, está en lo fragmentario, lo fragmentado, lo roto, lo escapado del Todo.
    Abrazos.

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  14. Me gusta lo que escribe Gabriela y lo repienso: solo lo que escapa del todo es algo y así puede observarse.

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  15. Luis: A mçi también. Me gusta lo que escribe Gabriela incluso cuando no me gusta lo que leo en su escritura.

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  16. Gabriela, Luis: Existe, efectivamente la fascinación de lo fragmentario. Quizás se encuentre en su inmediata remisión hacia otra cosa que la complete, siendo por eso su incompletud un acicate intelectual. Y seguramente lo más muro de la filosofía es ese acicate (el eros de Diotima). El fragmento es como la pieza de un puzle. Su presencia nos informa que el Todo existe con mucha mayor intensidad que cualquier sistema cerrado.

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  17. Me despierto de una apabullante y hermosa siesta, Luri, y leo, rfeerido al fragmento:

    Su presencia nos informa que el Todo existe con mucha mayor intensidad que cualquier sistema cerrado.

    Y pienso en un despertar afortunado. Hago mía la frase.

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  18. Bienvenido, Luis, al mundo de los seres fragmentarios.

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