Esta bandera podría unir a todos los españoles, y quien sabe si a todos los europeos. Por lo menos a los cristianos, aunque seguro que algún musulmán avispado también se hermanaría para la causa común. No sería el primero que conozco.
Podríamos entrar en una profunda discusión sobre la bandera y su valor esencial: ¿Guijuelo? ¿Jabugo? ¿Fregenal? ¿Cómo no reparar en que no siendo Cataluña un lugar jamonero, la manifiesta inquina de Madrid busca un símbolo excluyente? Es obvio que Euzkadi desdeña el símbolo del jamón al ignorar la relación que tuvo este producto con Sabino Arana.
Catalunya no sera jamonera encuanto a producción, pero si buenos consumidores, sabemos apreciar los buenos productos y nada como un Jabugo, Guijuelo, Montsanchez o Trevez, una cosa es hablar por hablar, pero aqui con las cosas de comer no jugamos. Don Gregorio, me seducia la idea de cabalgar un buen tigre, una noche de verano junto al mar, y dejar volar la imaginación, pero hoy lo cambio por su bandera!!! Sera la edad?
Aceptado este como valor unificador de todos los españoles, entraríamos en el debate (que acabaría en discusión sin fin) de si untamos el pan con tomate.
Pasadas las venticuatro horas de cool down sabiamente aplicado por el Sr. Luri, me permito decirle que me acordé de sus recientes posts sobre Schmitt viendo a Zapatero y Chaves. De alguna manera parece que el presidente español aplica los criterios de amigo/enemigo en política interior nacional y entiende los métodos consensuales como los propios de la política internacional, como si todo el monte fuera UE.
no es por crear polémica, pero he oído yo que el pan con tomate le debe bastante a la bruschetta italiana... eso sí, defenderé por encima de todo el jamón español por encima del de Parma.
Pues os voy a confesar un secreto: ¡No sé de dónde demonios saqué la imagen! Con lo cual no he podido citar a su autor, que, desgraciadamente, no soy yo.
A veces los españoles me parecen personas completamente incomprensibles. Yo veo mi bandera y, aparte de ponerme de pie, aunque la vea por la tele, me emociono. No sé qué os hizo Franco, pero en ciertas ocasiones hasta me dais un poquitín de pena. Abrazos.
Pues sí, una buena pregunta sería ¿qué es España? pero parece que es una pregunta que sólo podrían contestar aquellos que no queremos oír, porque nos repugnan demasiado. Es un tema muy triste ¿verdad, Luri? Esto no pasa en Francia de ninguna manera, ni en Italia, que sólo en el XIX consiguió unificarse, ni en Alemania, que tres cuartos de lo mismo. A lo mejor una federación sería la solución, aunque no sé. En cuanto a mí, diría como López Velarde: Suave patria, te amo no cual mito, sino por tu verdad de pan bendito, como a niña que asoma por la reja con la blusa subida hasta la oreja y la falda bajada hasta el huesito... Patria: tu superficie es el maíz, tus minas el palacio del rey de oros, y tu cielo las garzas en desliz y el relámpago verde de los loros.
¿Cómo no reparar en que no siendo Cataluña un lugar jamonero
No producirá jamones, pero sí jamonas ("señoritas generosas que regalaban dos jamones a cambio de un chorizo", escribió Anatole France, aunque se refería al producto francés).
Gabriela: No estoy seguro de que lo que dices sea cierto, pero tampoco me siento en condiciones de llevarte rotundamente la contraria. Evidentemente en España faltó el sentido jacobino que sustentó el nacionalismo del XIX o la emergencia de esa religión estatal que permitió el protestantismo en sus diversas formas. Pero en cualquier caso mires hacia donde mires de Europa verás problemas fronterizos. En un momento histórico determinado serán más virulentos en un sitio que en otro, pero no hay país que esté libre de ellos, ni tan siquiera la muy centralista Francia. Por cierto que ayer lo reconoció Pujol ante Luc Ferry: si hubiésemos tenido un ministro de educación como el abuelo de este (Jules Ferry) al catalán en España le hubiese correspondido la misma suerte que al catalán en Francia. Quiero decirte que el problema ES Europa y debería resolverlo Europa. Pero no la veo ni con ganas ni con brío. Siempre digo que a mi lo que me gustaría ser es un patriota navarro, un ciudadano de Cataluña y un nacionalista europeo. Pero no hay manera de que me aclare con todo esto y se me acaban mezclando los deseos y las convicciones con las perplejidades del momento.
Esta bandera podría unir a todos los españoles, y quien sabe si a todos los europeos. Por lo menos a los cristianos, aunque seguro que algún musulmán avispado también se hermanaría para la causa común. No sería el primero que conozco.
ResponderEliminarEste es el tipo de bandera que toca mi fibra sensible.
ResponderEliminarCop de barret a l'autor.
Esa sí que es una bandera de buen gusto.
ResponderEliminarPodríamos entrar en una profunda discusión sobre la bandera y su valor esencial: ¿Guijuelo? ¿Jabugo? ¿Fregenal? ¿Cómo no reparar en que no siendo Cataluña un lugar jamonero, la manifiesta inquina de Madrid busca un símbolo excluyente? Es obvio que Euzkadi desdeña el símbolo del jamón al ignorar la relación que tuvo este producto con Sabino Arana.
ResponderEliminarLuri, a provocador no ta gana nadie.
Catalunya no sera jamonera encuanto a producción, pero si buenos consumidores, sabemos apreciar los buenos productos y nada como un Jabugo, Guijuelo, Montsanchez o Trevez, una cosa es hablar por hablar, pero aqui con las cosas de comer no jugamos.
ResponderEliminarDon Gregorio, me seducia la idea de cabalgar un buen tigre, una noche de verano junto al mar, y dejar volar la imaginación, pero hoy lo cambio por su bandera!!!
Sera la edad?
ho havia vist, no recordo hon,el jabugo fa venir ganas de menjar-se la bandera espanyola. El jabugo com a esència de la rancia espanyolitat
ResponderEliminarAceptado este como valor unificador de todos los españoles, entraríamos en el debate (que acabaría en discusión sin fin) de si untamos el pan con tomate.
ResponderEliminarEn este caso "Pa torrat" con tomate
ResponderEliminarse acerca a la perfección.
Lo que no dejaría de ser una apropiación de los símbolos por parte del nacionalismo periférico, visto esto desde la perspectiva de la Nación.
ResponderEliminarPor otra parte, el pan con tomate es de discutible origen, ya que en Mallorca es conocido como "pa amb tomatiga".
Pasadas las venticuatro horas de cool down sabiamente aplicado por el Sr. Luri, me permito decirle que me acordé de sus recientes posts sobre Schmitt viendo a Zapatero y Chaves.
ResponderEliminarDe alguna manera parece que el presidente español aplica los criterios de amigo/enemigo en política interior nacional y entiende los métodos consensuales como los propios de la política internacional, como si todo el monte fuera UE.
no es por crear polémica, pero he oído yo que el pan con tomate le debe bastante a la bruschetta italiana...
ResponderEliminareso sí, defenderé por encima de todo el jamón español por encima del de Parma.
Bueno, con una copita de cava catalán libre de prejuicios podríamos firmar la paz, de momento.
ResponderEliminarPues os voy a confesar un secreto: ¡No sé de dónde demonios saqué la imagen! Con lo cual no he podido citar a su autor, que, desgraciadamente, no soy yo.
ResponderEliminarDon Gregorio, yo la vi aquí la primera vez.
ResponderEliminarhttp://enlarioja.com/content/view/222/38/
A veces los españoles me parecen personas completamente incomprensibles. Yo veo mi bandera y, aparte de ponerme de pie, aunque la vea por la tele, me emociono.
ResponderEliminarNo sé qué os hizo Franco, pero en ciertas ocasiones hasta me dais un poquitín de pena.
Abrazos.
Arrebatos: También esta
ResponderEliminar>aqui
con un diseño que parece anterior. Pero desconozco el nombre del diseñador.
Gracias.
Gabriela: Es una muestra más de que hay menos patriotas españoles que patriotas vascos o catalanes.
ResponderEliminarPues sí, una buena pregunta sería ¿qué es España? pero parece que es una pregunta que sólo podrían contestar aquellos que no queremos oír, porque nos repugnan demasiado. Es un tema muy triste ¿verdad, Luri?
ResponderEliminarEsto no pasa en Francia de ninguna manera, ni en Italia, que sólo en el XIX consiguió unificarse, ni en Alemania, que tres cuartos de lo mismo.
A lo mejor una federación sería la solución, aunque no sé.
En cuanto a mí, diría como López Velarde:
Suave patria, te amo no cual mito,
sino por tu verdad de pan bendito,
como a niña que asoma por la reja
con la blusa subida hasta la oreja
y la falda bajada hasta el huesito...
Patria: tu superficie es el maíz,
tus minas el palacio del rey de oros,
y tu cielo las garzas en desliz
y el relámpago verde de los loros.
Un abrazo.
¿Cómo no reparar en que no siendo Cataluña un lugar jamonero
ResponderEliminarNo producirá jamones, pero sí jamonas ("señoritas generosas que regalaban dos jamones a cambio de un chorizo", escribió Anatole France, aunque se refería al producto francés).
Gabriela: No estoy seguro de que lo que dices sea cierto, pero tampoco me siento en condiciones de llevarte rotundamente la contraria. Evidentemente en España faltó el sentido jacobino que sustentó el nacionalismo del XIX o la emergencia de esa religión estatal que permitió el protestantismo en sus diversas formas. Pero en cualquier caso mires hacia donde mires de Europa verás problemas fronterizos. En un momento histórico determinado serán más virulentos en un sitio que en otro, pero no hay país que esté libre de ellos, ni tan siquiera la muy centralista Francia. Por cierto que ayer lo reconoció Pujol ante Luc Ferry: si hubiésemos tenido un ministro de educación como el abuelo de este (Jules Ferry) al catalán en España le hubiese correspondido la misma suerte que al catalán en Francia.
ResponderEliminarQuiero decirte que el problema ES Europa y debería resolverlo Europa. Pero no la veo ni con ganas ni con brío. Siempre digo que a mi lo que me gustaría ser es un patriota navarro, un ciudadano de Cataluña y un nacionalista europeo. Pero no hay manera de que me aclare con todo esto y se me acaban mezclando los deseos y las convicciones con las perplejidades del momento.