El Banquete es una maravillosa obra de literatura y una compleja obra de filosofía. Bajo su aparente sencillez y su belleza formal se cruzan y entrecruzan las más variadas cuestiones. Toda la filosofía antigua se da cita en sus páginas.
II
Se supone que Sócrates es el portavoz de Platón, pero en este diálogo habla recordando un discurso de una extraña mujer, llamada Diotima. ¿Es Diotima la portavoz de Sócrates?
III
Según Diotima, la Belleza –y este es un milagro antropológico cotidiano- tiene la peculiaridad de no dejarnos indiferentes cuando aparece ante nosotros. Al presentarse de repente (exáiphnes) algo nos conmueve profundamente.
IV
Diotima habla de LA Belleza, DEL Amor, DEL Bien. Habla como una mujer que nunca ha estado enamorada de verdad. Por eso Platón, para suplir sus deficiencias, decide hacer intervenir al enamorado: “Y de repente (exáiphnes) se oyó un fuerte estrépito de golpes…”. Era Alcibíades, que se presentaba borracho, de improviso, sin haber sido invitado.
V
Hasta la irrupción de Alcibíades, los asistentes al Banquete han estado hablando de “agathón”, el bien universal. En contraposición a todos ellos, Alcibíades, borracho y clarividente, nada más entrar se dirigirá directo hacia el joven Agatón.
VI
Todos han hablado del amor, pero el borracho Alcibíades (“quizás no es justo comparar el discurso de un borracho con el de uno que está sereno”) hablará de aquel de quien está enamorado.
VII
Todos han querido hacer discursos bellos, Alcibíades sólo quiere ser sincero: “Diré la verdad”.
VIII
Alcibíades, que tiene en torno a los 34 años confiesa su amor por Sócrates, que está en torno a los 53.
Diotima ha hablado de la ascensión hasta la Belleza, con mayúsculas, partiendo de la contemplación de cuerpos bellos. Alcibíades, por el contrario, no tiene reparos en señalar la notoria fealdad de Sócrates, añadiendo que sólo este hombre rematadamente feo es capaz de conmoverlo:
“Cuando lo escucho el corazón me golpea con más fuerza que a los poseídos por el delirio coribántico”
“Me obliga a reconocer que, a pesar de encontrarme en gran necesidad, descuido mi alma y me preocupo de los asuntos de los atenienses”
“Me tapo las orejas y me voy, huyendo de él como de las sirenas para no envejecer a su lado”
“Sólo delante de este hombre he sentido lo que nadie me creería capaz de sentir, vergüenza”.
X
Alcibíades no ha descubierto junto a Sócrates ni la Belleza con mayúsculas ni el Bien óptimo, sino que se ha descubierto a sí mismo. Y se ha descubierto vulnerable.
XI
A mi modo de ver, quien mejor ha leído el Banquete ha sido Kierkeggard. Descubrió que mientras los invitados serenos hablaban de abstracciones, el indiscreto Alcibíades señalaba a un individuo. En esta obra aparece, por primera vez en la historia, la representación del individuo como personalidad única e inclasificable.
XII
Normalmente -dice Alcibíades- a los individuos de los puede incluir en uno u otro grupo y clasificarlos. Pero Sócrates es imposible de clasificar. No se lo puede comparar con ningún otro hombre. Es un “atopos”.
XIII
El amante –dice el Sócrates del Fedro- se ve a sí mismo en el enamorado como si se reflejase en un espejo.
XIV
El neoplatónico Siriano, maestro de Proclo, tras leer estos textos elaboró toda una teoría de la “mirada erótica” que a través de Shelley, tendrá una gran influencia en el romanticismo.
XV
Yo tengo mis dudas sobre la relación erótica entre Sócrates y Alcibíades. No estoy muy seguro de quien era el amante y quién el amado (consumaran o no su relación).
XVI
Esquines compuso una obra, titulada “Aspasia” en
No estaría de más, didáskalos, que dedicaras un post a profundizar en el mítico amor griego, más que nada porque es lo que más les interesa a los alumnos aspirantes a la selectividad.
ResponderEliminarEs un discurso teológico arrollador.
ResponderEliminarTonibañez:
ResponderEliminar- Gracias por el título.
- Una confesión: No estoy seguro de que el famoso "amor griego" no haya sido una invención de Winkelmann quien, sin duda, tenía sueños ardientes con cada estatua y cada fragmento de estatua (masculina, of course) que encontraba.
- Cada polis tenia sus propias costumbres eróticas. Entre Esparta y Atenas las diferencias eran enormes.
- En Atenas se hacían tantas bromas sobre los homosexuales como se pueden hacer hoy en día (eso sí, sin mala conciencia homófoba).
- Pero... ahí estaba Ganímedes, secuestrado por Zeus, y puesto por este de copero en los banquetes divinos. ¡Cuántas cenas se le atragantarían a la pobre Hera!
- Respecto a las bromas, una en latín, de Juvenal (Sátiras IX, 43-44): "An facile et pronum est agere intra viscera penem / legitimum atque illic hesternae ocurrere cernae?"
Tumbaíto: Kierkegaard lo interpretaba como tu. Yo creo, más bien, que Platón está haciendo la teoría de Eros, y en ella ha incluido todas sus formas y manifestaciones y, por si fuera poco, las ha puesto en diálogo entre sí.
ResponderEliminarLa de Alcibíades es una escena de celos. Se queja de que Sócrates no ha visto en él lo que Sçocrates ve en Agatón, o mejor, lo que él cree que Sócrates ve en Agatón.
ResponderEliminar¿Y la obra de Siriano está a la venta en algun lugar?
ResponderEliminarL. de Aguirre.
"No estoy seguro de que el famoso "amor griego" no haya sido una invención de Winkelmann quien, sin duda, tenía sueños ardientes con cada estatua y cada fragmento de estatua (masculina, of course) que encontraba."
ResponderEliminarYo creo que sí que lo está.
Me pierdo entre divagaciones, así que seré simple y de Perogrullo. En el "se ha descubierto vulnerable" veo la clave del enamorado. No se puede amar si no se admira. Y en esa admiración reconocemos la propia vulnerabilidad.
ResponderEliminarVoy a pasarles este texto tuyo a mis cachorros literarios porque llevamos tres meses hablando de amor platónico, entre trovadores y garcilasos.
ResponderEliminarAbrazos.
Jordi: Que un enamorado borracho se muestre momentáneamente celoso no deja de ser anecdótico. Lo sustancial es que está enamorado.
ResponderEliminarL. de Aguirre: Que yo sepa, no.
ResponderEliminarTumbaito: Si el amor griego es el insinuado por Delville en La escuela de Platón
ResponderEliminarEntonces el amor griego es una invención moderna.
El caso de Atenas es muy curioso. Estaba bien visto manifestar públicamente el amor por un adolescente (siempre que aún no tuviera pelo en las piernas: esto era decisivo), incluso era de buen tono pasar la noche en la puerta de la casa del enamorado. Pero se ridiculizaba a quien había actuado pasivamente en una relación.
Aquí, como de costumbre, el más fiable parece Aristófanes.
Arrebatos: Ha resumido usted perfectamente el Banquete.
ResponderEliminarGabriela: Si por "amor platónico" se entiende una relación en la que el amado está idealizado, el amante es un ser virginal y sufriente, y el contacto físico es visto como una degradación del contacto del alma, entonces no tiene NADA que ver con Platón. Te remito al comienzo del "Cármides".
ResponderEliminarOí a un entendido comentar que Diotima sería muy probablemente una prostituta, oficio algo ambulante en Grecia, de ciudad en ciudad. ¿Hay algo registrado al respecto? ¿Pura especulación colorista?
ResponderEliminarEn el texto, si no recuerdo mal, si se dice, pero sólo se dice, que era entendida en el amor.
Lola
Creo, como Lola, que Sócrates visitaba a Diotima y pasaba largos ratos contemplándola. ¿Admiraba solamente su belleza? ¿Pensaba mientras miraba?
ResponderEliminarEn cuanto a Alcibíades, siempre me ha gustado esa irrupción de realismo grosero que introduce en el tono elevado del banquete.
No sabes cuanto se agradecen estas exposiciones didácticas.
Adelanto que no creo en una posible relación erótica Sócrates-Alcibíades. Pero está claro que sí se tuvieron un profundo afecto; y que pudieran haber sentido en algún instante alguna equívoca atracción. Cosas del instante. La atracción mutua tiene mucho de mito tejido por los dos y amplificado por Platón. A mí me suena a eso.
ResponderEliminarSócrates bien merecía tanto amor. Destinatario de una cara que, según cuentan, habría podido triunfar en Atapuerca, es, además del primer filósofo crítico, ese señor cuya filosofía se redujo a su persona, a él. Imposible de escribir y de reproducir.
Y Platón fue el primer escritor de la Filosofía. Y tal vez el último si atendemos a su altísima calidad como escritor. El primero y el último. A mí me impone.
Saludos.
Aker
Gregorio: pero también es importante saber de quién está enamorado, y no es de Sócrates, ni de nadie. Me parece que para pensar esto de los celos es imprescindible distingir entre la posición de amante y la de amado. Alcibíades no está enamorado, no es amante, sino que lo que quiere es ser amado, de ahí la frustrada escena de cama con
ResponderEliminarSócrates. Sócrates no está enamorado de él (y no es porque sea de ejemplar castidad, como recuerda la escena del principio del Carmides que has citado. Los celos son el deseo de que alguien vea en mí lo que ve en otro, es decir, el imposible de ser amado por alguien, de situarse ante el deseo de alguien como su objeto. La irrupción de Alcibiades desde el punto de vista de la construcción del diálogo es magnífica, y no es una ruptura con lo que se ha dicho antes. Ni el primer discurso del ingenuo Fedro queda fuera de esta línea, porque precisamente establece esa diferencia de posición.
En "Las Leyes" Platón habla con desprecio de los incontinentes u "hombres llenos de humor seminal", y parece que está pensando en Alcibíades. En este sentido moralizante, el texto del Banquete me ha dado pie para alguna reflexión impopular (sin mala conciencia homófoba).
ResponderEliminarLola: No disponemos de ningún dato que nos permita afirmar que Diotima fuera una prostituta.
ResponderEliminarCuando Sócrates quería tratos con prostitutas (tratos meramente visuales) se iba a contemplar a la más hermosa: Teodota, que se dejaba ver desnuda.
"Diotima de Mantinea" tiene un nombre demasiado sugerente para ser un personaje histórico. Ahora bien, con los griegos, nunca se sabe, pues el filósofo finalista por excelencia se llama "El mejor fin": Aristóteles.
MI impresión es que al poner en labios de Sócrates un discurso de una mujer, Platón está resaltando los aspectos femeninos de Sócrates, que no son pocos. Recuerda que se jactaba de ser partero de almas.
Luis: Alcibiades es la verdad descarnada de la pasión: "In vino veritas". El resto introduce demasiadas mediaciones teóricas entre la realidad y el lenguaje. Recuerda aquello de Wittgenstein: Lo que puede ser mostrado no puede ser dicho. Alcibíades es lo que puede ser mostrado.
ResponderEliminarAker: Platón ES la filosofía.
ResponderEliminarJordi: Es que, en realidad, el único que amó a Alcibiades, hasta dejarse chulear por él, fue el "demos" de Atenas. A ningún otro ciudadano el pueblo de Atenas amó más. Y me parece que nunca ningún pueblo ha perdonado a nadie las fechorías que le perdonó a Alcibíades, que fue, recordémoslo, el hijo adoptivo de Pericles. En Alcibiades se entremezclan -te dpy la razón en esto- el amor, el desamor y los celos. Pero esto significa que es la gran figura erótica (por acción o por pasión: yo diría que es la pasión) de Atenas.
ResponderEliminarAlgún escritor antiguo (no se ahora si Eliano) dejó escrito que quien, de verdad, no pudo soportar los celos, fue el pueblo de Atenas. Por eso mató a Sócrates.
Sea lo que sea, lo maravilloso es esta dimensión (o estas dimensiones) que Platón descubre en la erótica.
Irichc: He visitado tu sitio, que tiene un nombre tan provocador. No hace mucho alguien me dijo que la homosexual era algo completamente normal en Grecia, porque los mismos dioses la practicaban al aire libre. Contesté que sí, y añadí que Zeus es amante, no amado. Y que una cosa es la relación que tiene con Hera y otra esa pasión por el estupro indiscriminado.
ResponderEliminarMe gusta mucho como situas a Alcibíades. Abundando en este aspecto, verdad que Eros era a-politico, es decir que no tenia culto en la polis? El motivo del diálogo es precisament honrar a esa rara divinidad.
ResponderEliminarNo me refería a eso, Luri. Pero en fin, si te parece que la literatura no es apta para hablar de amor platónico, o que simpliificamos demasiado, quito el texto y aquí paz y después gloria. Y disculpa la osadía.
ResponderEliminarGabriela: Me he debido de perder por algún sitio. No entiendo tu reacción. ¿Qué he dicho o hecho por acción u omisión para darte esa impresión?
ResponderEliminarEso que las bacantes pueden imposibles como los enamorados es una verdad muy cierta ...al menos como ellos se creen que lo consiguen
ResponderEliminarEros no es un Dios; es un demon.
ResponderEliminarTumbaíto: ¿entonces, lo que recomendaba usted hace unos comentarios no era teología, sino demonología?
ResponderEliminarLa omnipotencia no es un Dios; sin embargo, la Teología se ocupa de la omnipotencia.
ResponderEliminarA ese manual donde me mandó, ¿hay alguna explicación de qué es un demon?
Tic Tac Tic Tac
Ya tarda. ¡Corra! ¡Corra!