domingo, 4 de junio de 2006

Bulgaria en el corazón

Ruja Popova en el museo de Kazanluk
Hoy he tenido noticias de mi amiga Ruja Popova. Y, como ocurre cada vez que abro un mail suyo, se me despiertan mil imágenes de Bulgaria, ese país al que tanto añoro. Gracias a Ruja he tenido la fortuna de pisar la sagrada tumba de Kazanluk, ascender a Tatul y Perperek, admirar los tesoros de Vulchitrun, Panagjurishte, Rogozen, Borovo, Letnitsa, Vratsa, Lukovit…
La ladera norte de los Balcanes, desde las proximidades de Veliko Turnovo
Intentando descifrar el enigma de los tracios he aprendido a amar también a los búlgaros, a su yogurt, a la raquía, a la shopska salata, a ese país de mil matices que es Bulgaria. Como dice Radichkov, "la vida es una hermosa frase llena de faltas de ortografía".

Gato metafísico en Varna, un amanecer de marzo.
El almirante Escílax de Carianda, que recorrió las costas de Tracia contó que el país se extendía desde el río Estrimón hasta el río Istro (el Danubio) y que la navegación, de un extremo a otro, era de 8 días y ocho noches. Como no puedo pretender hablar aquí de todo lo que Ruja me ha enseñado de Bulgaria, me contentaré con mostrar alguna imagen de ese lugar mágico que es Perperek (o Perperikón), uno de los hallazgos mayores de la reciente arqueología europea.
Perperek
Perperek se encuentra en el centro de los Rodopes, las míticas montañas de Orfeo. Recuerdo perfectamente que tras dejar el coche de Ruja junto a una fuente, a las orillas de un pequeño lago en el que un par de pescadores fumaban plácidamente contemplando la inmovilidad de sus cañas, iniciamos el ascenso al promontorio.
Uno no puede imaginarse lo que se encontrará hasta que, tras un giro en un recodo del sendero, da de bruces con el primitivo camino de acceso. Son perfectamente visibles los surcos que fueron oradando en el granito las ruedas de los carros a lo largo de los siglos.El camino asciende, majestuoso, hasta las grandes puertas de entrada. Perperek era un enorme complejo excavado a lo largo de siglos sobre la cumbre rocosa de un promontorio que domina un amplio valle. Los musulmanes le dieron el nombre de Dzhin Tepesi, es decir, el “Pico de los Espíritus”.


Perperek
La estructura de Perperek es tan compleja que pueden diferenciarse hasta siete plantas que salvan un desnivel orográfico de unos 20 metros. El conjunto ocupa una extensión comparable a la acrópolis de Atenas. Probablemente este es el gran templo de Dioniso en los Rodopes del que hablan las fuentes antiguas, donde a Alejandro Magno se le profetizó que gobernaría el mundo.

Un noble tracio (crátera de Berlín)

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