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sábado, 24 de junio de 2006

Su Majestad el Rey de los Belgas

Hace algún tiempo Antonio Lastra me animó a comparar las primeras palabras del proyecto de Constitución Europea con las de la Constitución americana. Son estas:

  • Primeras palabras del Preámbulo de la Constitución Europea: “Su majestad el rey de los belgas"

  • Preámbulo de la Constitución de los Estados Unidos: “We the people…

Recordé el consejo de Antonio Lastra ayer leyendo Le Monde, que recogía el hallazgo en Katanga, una provincia del antiguo Congo Belga, de cientos de fotos de los tiempos coloniales tomadas por las compañías que explotaban las riquezas minerales del país. No me extenderé en detalles. Las imágenes que recoge Le Monde son bien explícitas. Sólo recordaré que el Congo fue administrado personalmente por Leopoldo II de Bélgica, es decir, por Su Majestad el Rey de los Belgas.

La historia pesa tanto en Europa que, si nos encadenamos a ella, podría dejarnos sin futuro. Así que hay que liberarse de una u otra manera de las redes de los reproches y decretar algo así como el día de la Amnistia de la memoria europea. No parece legítimo hipotecar el presente por los pecados cometidos por los abuelos no de los europeos, sino de algunos europeos. Si nuestra razón política es inevitablemente histórica, no veo cómo podríamos diseñar proyectos originales para el futuro sin practicar, de manera decididamente antisartreana, la desmemoria selectiva. Posiblemente los europeos no tenemos manera de decir "nosotros el pueblo" sin pasar previamente por los artesonados salones en los que se muestran los retratos de familia de Sus Majestades.

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