miércoles, 18 de julio de 2007

Postales filosóficas: Nietzsche


I

Carta de Nietzsche a Carl Fuchs:

“No es necesario ni deseable que alguien tome partido por mi. Al contrario, una dosis de curiosidad, como la que nos inspira una planta extraña, acompañada de una resistencia irónica, me parecería una posición incomparablemente más inteligente en relación con mi persona”

II

La primera vez que Nietzsche utiliza la expresión “superhombre” es para caracterizar a Lord Byron, a quien llama “superhombre dominador de espíritus

III

En 1868, bajo el título de ‘La observación de uno mismo’, escribe las siguientes frases:

“Ésta engaña. / Conócete a ti mismo. / Mediante la acción, no mediante la contemplación/ (...) La observación coarta la energía: descompone y desmenuza. / El instinto es lo mejor.”

IV

Quienes leen a Nietzsche desde el reclinatorio deberían recordar que se manifestó contra la disminución de la jornada laboral cuando en Basilea los obreros reivindicaban su reducción de doce a once horas. Defendía también el trabajo de los niños, que en Basilea, a partir de los doce años de edad, podían trabajar hasta once horas diarias.

V

Los días que precedieron a su derrumbamiento espiritual en Turín, Nietzsche bailaba desnudo en su habitación. La propietaria de la casa en la que se albergaba no de perdía detalle, observándolo a través del ojo de la cerradura.”

VI

Nietzsche: “Yo sólo creería en un dios que supiera bailar

VII

Nietzsche: “Que se nos pierda el día en que no hayamos bailado ni una sola vez.

VIII

Pero Nietzsche no era Zaratustra. Nunca pudo hacer suya la soberana serenidad de Zaratustra.

IX

Zaratustra no quería tener discípulos, para no cargar con ellos como cadáveres sin vida. A quienes se acercaban a él les reclamaba espíritu de independencia y les exigía que lo abandonaran lo antes posible. Sin embargo Nietzsche se sintió profundamente ofendido cuando Lou Andreas decidió seguir su propio camino. Tras admitir que lo comprendía lo abandonó en busca de otros maestros. La herida narcisista que le ocasionó este desplante fue, probablemente, la más sangrante de su vida.

10 comentarios:

  1. ¡Cuántos días he perdido por no bailar...! Estoy muy arrepentida. Besos.

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  2. Sin embargo, mantuvo una relación de sumisión absoluta, patológica, con su terrible hermana, Elisabeth. Mucho antes de conocer a Lou, cuando estaba en Basilea, tuvo que dejar la universidad por los trastornos que padecía (1879). Su amor por Lou fue fulminante, pero al menos dos años posterior a este abandono universitario. Tres días después de conocerla, la pidió en matrimonio. Él sabía que ella mantenía su virginidad como un estandarte ( y lo hizo hasta los 36 años), y que, en todo caso, se sentía más atraída por Rée, así que el fracaso era predecible.
    Abrazos, Gregorio.

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  3. Esto igual te interesa por los batracios; normalente iria por ail pero no lo he encontrado


    http://bibliodyssey.blogspot.com/2007/07/croatia-patachich-estates.html

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  4. No puedo con la biografía de Safranski. Devoré, sin embargo, la de Heidegger. Se me atraganta, el personaje de Nietzsche. Thomas Mann subraya varias citas en donde N. dice que la única manera de ser entendido es a través de la comicidad.

    Lola

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  5. Isabel: Hay un día para cada cosa. Y esto también lo sabía Nietzsche, aunque no siempre lo dijera.

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  6. Gabriela: La relación de Nietzsche con las mujeres es realmente extraña, Se han ensayado diversas interpretaciones, pero no me acaba de convencer ninguna. Con su hermana hubo también una relación claramente parasitaria de ella, empeñada en alimentarse del renombre creciente de él.

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  7. Ignacio: Pues me has dejado circumperplejo. No he visto -o no he sabido ver- la relación. Pero veo que tu tambien visitas esa maravilla que es Bbliodyssey.

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  8. Lola, comparto (¡ y van...!) tu opinión. Zaratustra ha devorado a Nietzsche por completo. Tan es así que el Nietzsche auténtico no puede compararse ni con la sombra de Zaratustra.

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  9. Don Gregorio

    En efecto, ver al sátiro no signfica que Tiro sea nuestra.

    En el caso de N, tal abismo entre la magnitud del sueño y el derrumbe del soñador ha dado pie a varios anuncios de lotización como a razonables reclamos ad-hominem.

    Si nos guiamos por Fink, mayor es el mareo pues N parece haber tenido muchas más máscaras que la del noble Zarathustra.

    Las referencias de su Post me recordaron un libro del que si bien siempre me hablaron con reservas, en su momento me permitió intuir algunas cosas sobre esta la división Nietzsche/Zaratustra.

    Me refiero a "La lucha contra el demonio" de Zweig. Al ser visto con Von Kleist y Holderlin, N ya no aparece solamente como un procer sino también como el heredero de una vieja maldición.

    Sospecho - pero usted sabe más -que es Heidegger quien ve con todas las piezas esta doble direccionalidad del caso Nietzsche; no solo en las miserias del soñador sino sobre todo en lo que refiere a la pesadilla que implica el Nihilismo.

    Aprovecho para desearle una pronta recuperación. El Osasuna y la blogosfera lo necesitan.

    Saludos desde Lima

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  10. Pierrot la tragedia de Nietzsche es que poseyó una extraordinaria inteligencia que fue incapaz de poner a servicio de su vida. Y la tragedia de los nietzscheanos es que nunca están seguros de entender su obra. La voluntad de poder, se mire como se mire, no es fácilmente compatible con el eterno retorno. Si la voluntad de poder es verdadera, Nietzsche sigue fiel a la metafífica.
    Hay otra: el filósofo que no quiere tener seguidores ha proporcionado todo tipo de citas a todo tipo de causas.
    Nietzsche es un enigma. Heidegger intentó resolverlo purgándolo de adherencias metafísicas. Pero no estoy seguro que un Nietzche cuya filosofía sea narrativamente coherente pueda merecer de verdad el nombre de Nietzscheana.
    Nietzsche nos ha arrojado a la cara los grandes problemas que -quizás mejor que nadie- vio que nos venían encima. A mi modo de ver el más importante de todos es el del advenimiento del último hombre, que yo veo ya realizado. Este último hombre ha sido capaz incluso de elaborar una nueva religión que podríamos denominar como un nietzscheanismo para el pueblo.

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