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jueves, 12 de julio de 2007

Sarkozy, la OPA, VI

Sigue adelante la OPA de Sarko sobre el PSF. "Le Monde" recoge de esta manera el último episodio:

Jack Lang : "Je n'accepte pas le caporalisme"
Le secrétaire national du PS a claqué la porte hier de la direction du parti qui "s'autodétruit". Son geste répond à une décision, votée mardi par le bureau national, de suspendre tout responsable qui participerait "à titre personnel" à une commission du gouvernement. Le député du Pas-de-Calais, invité à rejoindre une mission sur la réforme des institutions, n'a "toujours pas donné sa réponse" selon Libération de jeudi. "Je veux connaître l'ampleur des réformes que le président souhaite réaliser", dit-il. Sarkozy en dévoilera ce soir les grandes lignes.
Algunos hablan de lo malo malísimo que es este Sarko por haber lanzado esta OPA hostil. Yo lo que contemplo es lo fácil que hasta ahora le van vendiendo sus acciones y su crédito las grandes figuras históricas del socialismo francés a las que se ha dirigido. ¿Alguien tiene constancia de alguna que se haya plantado y le haya dicho que no vende? Hay mucho que pensar en todo esto. Y conviene hacerlo despacio (ya sabemos que la lechuza de Minerva tiene un vuelo lento). Pero se me ocurre que o los socialistas aceleran su renovación y, sobre todo, blindan bien sus convicciones, o Sarko puede acabar creando un movimiento nacional.

5 comentarios:

  1. Me da que la destrucción de la socialdemocràcia (o un elevar acta de defunción, más bien) que hace Sarko tendrá gran calado. No sólo en Francia. En Inglaterra ya la hizo Blair, desde dentro, con suave y encantadora sonrisa antes de Iraq, pero la plaza fuerte continental, Francia, es otro cantar. Veremos. Qué pasa en Alemania y qué pasa en los países nórdicos, también tiene interés, por el arraigo de la tradición.

    Sarkozy -en ese nivel poco confesable, poco fiable, de las intuiciones psicológicas- no me convence. El personaje, quiero decir. Si resulta inconsistente, va a ser peor el remedio que la enfermedad.

    Lola

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  2. Como a Lola, personalmente Sarkozy no me es simpático.
    Ahora bien, creo que a una persona con ideales izquierdistas tradicionales le costará mucho resistirse a las medidas que está desplegando su gobierno. A este respecto, podéis leer lo que dijo Glucksmann aquí.
    http://www.democratiya.com/review.asp?reviews_id=75
    Por cierto, a mi juicio, esta revista, Democratiya, es de lo poco bueno que queda hoy del pensamiento zurdo.

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  3. Reconozco que a mi no me da tanto miedo la voracidad tiburoniana de Sarko como la fragilidad ideológica de la oposición. No sé si estamos asistiendo a un rebrote de la pasión francesa por los napoleones o al fin de algo. Pero en cualquier caso reconozco que el fenómeno me supera, me produce tanta perplejidad que no puedo sino dar vueltas por su laberinto.

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  4. Estoy con Luri. Pienso que todo depende del nivel de sentimentalismo con el que el izquierdista tradcional sea capaz de valorar las actitudes y acciones de la izquiertda desde el otro lado. Pienso que sería aceptable pensar en una desbandada del PSF hacia otros postulados instalados en lo que ella cree que es "sui de5recha", pero que intuye como "realismo y praxis".

    No veo a Sarkozy como recurrente de simpatias o antipatias, sino como un dinamitador de la izquierda tradicional, que repentinamente comprende que no tiene discurso.

    Tal vea sea esa la postura benéfica de un presidente que parece que no convence a nadie pero del que todos esperan que lo cambie todo.

    Y aunque el "todo" sea un decir, a mi, hoy por hoy, Sarkozy me paree un bonapartista absoluto. Luri dice "movimiento", ¿y porque no?

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  5. Resulta obvio que va tras de la estela de De Gaulle. Y mientras tanto, el PSF se desmaterializa.
    Abrazos, Gregorio ¿ya estás mejor?

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