domingo, 15 de julio de 2007

La nueva máscara de Kitov

Mi amiga Ruja Popova me envia una imagen del último descubrimiento del arqueólogo búlgaro Giorgi Kitov.

Si os fijáis bien podréis ver una máscara. No sé nada más. Ni dónde la ha encontrado, ni en qué condiciones, ni el material de qué está hecha. Es lo que tiene querer comunicar últimas novedades. Pero por analogía con un descubrimiento anterior de este mismo arqueólogo podemos sospechar que se trata de una máscara de oro de algún gran dignatario tracio (quizás un rey de la tribu de los odrisios) hallada, muy probablemente, en una tumba.


Aquí tenéis al gran Georgi Kitov (él quizás no lo sepa, pero la última botella de vodka que le regaló a Alexander Fol, nos la cepillamos entre éste y yo en una cena). Lo que tiene entre las manos es la máscara de oro de 680 gr, que descubrió, junto a otros objetos, en agosto de 2004 en una tumba del túmulo funerario de "Sveticata", cerca de la ciudad de Kazanluk, una de cuyas tumbas, curiosamente, nombré en el último post.

En cuanto RUJA POPOVA me ofrezca más datos, os los transmitiré.

Completo este post a las 13:34, intrigado por una observación de Renton, que sugiere que las máscaras que encuentra Kitov muestran un cierto parecido con él. Como esta observación podría dar un vuelco copernicano a la metodología arqueológica, he buscado otro descubrimiento reciente de Kitov: un busto de bronce de un rey tracio y, sorprendentemente, el parecido existe. ¿Qué poderes ocultos conducen a los arqueólogos hasta sus hallazgos?

Kitov: olvídense de la pieza de oro (magnífica, por otra parte) que tiene en la mano
y concéntrese ustedes en las peripecias de su rostro.

Ahora comparen el rostro de Kitov con el del rey Tracio Seuthes,
cuyo busto fue descubierto por este arqueólogo.


Otra imagen de Seuthes


Kitov, en el interior de una tumba tracia. Yo ya no digo nada más.

12 comentarios:

  1. Me recuerda una de esas imágenes de Increible Parecido entre el Perro y su Amo, ya sabes... aunque en este caso entre mascarita y arqueólogo.

    :D

    ResponderEliminar
  2. ¿En el mundo de los buenos bebedores echarle zumo de manzana al vodka es lo mismo que rebajar un ribera con gaseosa?

    ResponderEliminar
  3. Ignacio: Eso es lo que me dice un amigo (y con usted ya son dos), ya e, me dedico a la "Bah!traciología". Pero debe haber cosas peores aunque ahora mismo no se me ocurra ninguna).

    ResponderEliminar
  4. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar
  5. Por cierto Renton: Tiene usted razón: las máscaras que descubre Kitov se parecen a él. Esto ha disparado mi imaginación. Las posibilidades para un cuento son múltiples. Voy a investigar la cuestión.

    ResponderEliminar
  6. Hay cosas mucho peores; no te agobie eso

    ResponderEliminar
  7. Espero que mi teoría no sea nada más que un disparate porque si es cierta, estoy condenado a encontrar algo parecido al Hombre de Oetzi, ya sabe...

    ResponderEliminar
  8. Renton: El que parezca un disparate es lo que hace sospechar que sea verdadera. Todas las grandes teorías han comenzando presentando ese cariz.

    ResponderEliminar
  9. No quiero pensar lo que daria por tocar una mascara de esas in situ ...incluso venderia mi alma al diablo ...

    ResponderEliminar
  10. Habría que ver a ambos sin barba, para constatar el parecido, la barba iguala mucho la estètica varonil.

    ResponderEliminar
  11. Tumbaíto: Hay tres formas de beber:

    1) La que quiere satisfacer una necesidad biológica. Se trata de beber porque se tiene sed.

    2) La que practican los que para estar junto a otros necesitan tener un vaso en la mano (a estos les está permitido mezclar cualquier cosa con cualquier cosa, porque beben sin sed, sólo pretenden tener las manos ocupadas y refrescarse el gaznate).

    3) La estrictamente sensual. Y aquí, Señor Tumbaíto, estamos hablando de cosas serias. En el caso que recuerdo, el profesor Alexander Fol (que en paz descanse), el gran padre de la arqueología búlgara, abrió la botella de vodka que le había regalado Kitov al comenzar la cena. La vaciamos, como tiene que ser, antes de llegar los postres. Alexander Fol se mantuvo sereno toda la noche incluso le dio tiempo para teorizar sobre la importancia de la clase media en la "Política" de Aristóteles. Yo lo seguía vaporosamente. Nunca me ha gustado Aristóteles más.
    Dicho de otra manera: Si hay que combinar la vodka con algo, doy fe de que Aristóteles le sienta muy bien.

    ResponderEliminar

Comer desde el reclinatorio

 I En el tren de vuelta a casa. Hace frío ahí afuera. Las nubes muy bajas, besando la tierra blanqueada por la nieve. Resisto la tentación d...