martes, 17 de julio de 2007

La imposible traducción de la palabra del poeta

En una nota a su traducción de la Ilíada de 1778, el poeta Friedrich Leopold von Stolberg se lamentaba de su obra con las siguientes palabras: "Querido lector, aprende griego y lanza mi traducción al fuego"

5 comentarios:

  1. Justo he pensado eso mismo cuando he visto los subtítulos del vídeo que acabo de colgar.
    Definitivamente, no es lo mismo decir "Ay Candela, Candela, Candela me quemo aé" que "Fire! Fire! I'm burning up!"

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  2. Pues no estoy de acuerdo ¿Qué sería de los lectores sin los traductores? Nuestra cultura estaría limitada y sería muy pobre. No todo el mundo tiene la oportunidad de aprender inglés, francés, alemán, ruso, italiano, portugués. gallego, catalán, polaco, rumano, árabe, turco, chino, japonés, etc.

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  3. Y sin embargo, Luri, no dej de ser cierto que leer en traducción es solamente una aproximación. Pound o Rilke, para mi, son acercamnientos de concepto, percepción metafórica en la que se pierde la música. Y hablamos con música, todo nuestro sonido es una música que tiene a su vez si sentudo. Ni siquiera Shakespeare: nop es lo mismo decir sangfre en español o en inglés, en Maqbeth, por ejemplo. Y siento verdaderamente no leer en griego o en latín (aunque en este último me defiendo mejor). Y hay cosas para las que ya es tarde.

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  4. A favor de los buenos traductores y de sus obras. Un milagro bíblico. Luis, se diría que conservan el texto y cambian (una variacoón más bien) la música. Y, quizás es arrogancia, pero, aún desconociendo la lengua original, se nota la buena traducción (por la musicalidad precisamente). Ejemplo supremo: Bernhard traducido por el gran Miguel Saez. Lo he cotejado con traducciones al catalán.
    Ahora me acuerdo de que a otro gran traductor del alemán, Adan Kovacsics (traduciendo a Kertész), le he oído decir que busca, en la obra, la música en la que se inspira o se podría haber inspirado el autor.

    Lola

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