martes, 26 de junio de 2007

Postales filosóficas: La mirada

Serena. Vía: Hugo Strikes Back!
Platón, Timeo, 47 a-c:

"La vista [o la mirada, o el ojo: ópsis] nos ha sido obsequiada por el dios teniendo en cuenta la gran utilidad derivada de su función. Sin ella no hubiéramos podido comprender el cielo. De la contemplación del desarrollo de la dinámica celeste hemos obtenido el número, así como la noción del tiempo y el deseo de comprender la totalidad de la naturaleza. Así se ha generado la filosofía. Este es el mayor bien que nos proporcionan los ojos. Dios al concedernos el don de la mirada nos ha permitido comprender lo que tiene en común nuestro entendimiento con las revoluciones del cielo. Así podemos ordenar nuestra inteligencia orientándola hacia lo alto"

Anónimo, Perì hýpsous, 35, 2-3:

“La naturaleza no nos ha creado a los hombres como un ser bajo y vil; nos ha traído a la vida y al mundo como a un enorme espectáculo, para erigirnos en espectadores de todo lo que en ella ocurre y para participar en sus torneos llenos del más alto espíritu de emulación: para ello hizo brotar en nuestras almas un anhelo sin par por todo lo grande, por todo lo divino. Por ello ni el universo entero basta para satisfacer las ansias de contemplación del espíritu humano”

Cicerón, De natura deorum II, 140:

"Los ojos nos han sido colados en la cabeza no por casualidad, sino porque corresponde a su naturaleza estar más pendientes del cielo que de nuestro trasero."

Séneca, De otio:

La naturaleza, consciente de su propia belleza, nos engendró para que pudiéramos ser sus espectadores. Además de ponernos rectos sobre nuestros pies, nos añadió una cabeza sobre un cuello flexible, capaz de seguir el curso de los astros, desde su salida hasta su ocaso.

Ovidio, Metamorfosis I, 69-78 (traducción de J. Manuel García de la Mora: ¿por dónde andarás, maestro?):

Apenas había separado todas las cosas con límites definidos
Cuando las estrellas, ocultas tanto tiempo bajo aquella masa que las oprimiera
Comenzaron a titilar en todo el cielo.
Y para que no hubiese ninguna región privada de seres animados,
Los astros y las formas de los dioses ocuparon el suelo celeste,
Las ondas cedieron paso a los nítidos peces para que las habitasen,
La tierra acogió a las fieras, a las aves el aire agitable.
Faltaba todavía un animal más noble, más capaz de pensamientos hondos
Y para que pudiese dominar a los demás seres.
Nació el hombre, ya fuera que aquel hacedor de las cosas (opifex rerum),
Origen de un mundo mejor, le hiciese de alguna semilla divina (diuino semine),
O ya que la tierra, separada hacía poco del éter sublime,
Retuviera aún simientes (semina) de su allegado el cielo
Y que el hijo de Jápeto, después de mezclarlo con agua de lluvia,
La modelase a imagen de los dioses (in effigiem deorum) que lo gobiernan todo;
Y, siendo así que los demás animales miran inclinados hacia la tierra,
Al hombre le dio un rostro levantado y le mandó
Contemplar el cielo y alzar hacia los astros erguido el semblante.
De esta suerte, la tierra, que antes había sido tosca e informe

Se revistió, metamorfoseada, de las figuras de los
Hombres, hasta entonces desconocidos.

Schelling recogiendo esta antigua tradición sostenía que en el hombre la naturaleza se contempla a sí misma. Al observarse a través de nuestros ojos se hace presente. Retomando este hilo de las manos de Heidegger, Kojève añadirá que "sin el hombre el ser sería mudo: estaría ahí, pero no sería lo verdadero".

14 comentarios:

  1. Don Gregorio: voy a buscar mis mejores galas -chala incluida- para recibir este post.
    Gracias y hasta la noche.

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  2. Me permito añadir una cita, citada por Cioran. Complementa, creo, el post desde el lado oscuro. Cuando la leí, hace años, me quedé helada:

    "Soy como una marioneta rota cuyos ojos hubieran caído en el interioo".
    Añade Cioran: "Estas palabras de un enfermo mental tienen más valor que el conjunto de las obras de introspección".

    Lola

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  3. "Si el ojo fuera un animal, su alma sería la vista" (Aristóteles). Lo curioso del tema es que en los restos fósiles de hace millones de años no quedan más que las cavidades óseas del que albergó aquellos ojos.
    Agradecido por tu estimulante café.

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  4. Dicen que la curiosidad mató al gato. La curiosidad de leer café y ocata al mismo tiempo. Palabras compartidas.Probablemente quiosco , librería y apeadero ferroviario también.Un placer conocer este blog.

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  5. Don Gregorio, algunas de sus entradas en el café son tan completas, que no resta sino aplaudir.
    Palabra de "badoc".

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  6. Sr Luri:cómo dudar de la fina percepción de Platónsobre la gran utilidad de la mirada.Me temo me han concedido ese don averiado.
    He vuelto a caerme subieno las escaleras del monumento a los Caidos por la Patria.También han rodado unas eróticas cerezas negras de Milagro estrujadas por mis piés.Iba a la cliníca de rehabilitación.Qué conjura astral se cierne sur moi?Sálvame por compasión!!!!

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  7. Gracias por los elogios. Creo que ya he comentado alguna vez que me los creo todos. ¿Quien soy yo para poner en duda vuestra ecuanimidad, sagacidad y capacidad de discernimiento?

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  8. LOla: Sí, hay también toda una literatura de la mirada oscura. Fue ampliamente cultivada, por ejemplo, por el simbolismo francés, tanto en literatura como en pintura. Pero hoy no tocaba ser pesimista.

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  9. Petrusdom: ¡La de buenos ratos que me ha proporcionado el "De anima" aristotélico. Es uno de esos textos infinitos. Averroes extrajo consecuencias interesantes de esa tesis.

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  10. Maga: De ese pueblo navarro llamado Milagro, el mayor milagro son sus asombrosas cerezas. Mi tía María, que era de allí, las tenía dulcísimas. El haberse preocupado más de su integridad que de la de las cerezas dice muy poco a favor de su sentido de lo relevante.
    ¡Que no daría yo por un kilo de cerezas de Milagro! No me importaría caer rodando desde el Tibidabo hasta la Plaza de Cataluña.

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  11. Ruptura

    Veo tus ojos caer delante mío.
    Son de cristal.
    Los recojo nervioso
    como si fueran míos.
    Toma, te digo,
    aquí tienes tus ojos,
    devuélveme los míos.
    O mejor aún,
    ya no quiero mis ojos,
    prefiero que me nazcan manos de verdad
    para delinear con ellas
    las esquinas de mi nueva habitación.
    No quiero más imágenes, quiero el contorno
    de la tela fina que divide el tiempo,
    el límite del mundo, el de la consecuencia-efecto.
    Voy a luchar
    contra este miedo particular
    a devolverte los ojos.
    Porque ya no quiero ver más
    como ves tú,
    como lloras tú,
    como nos hemos consumido silenciosamente.

    felicidades por el café, es la primera vez que aterrizo en él y el post me ha parecido tan sugerente...saludos catalanes.

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  12. Para no repetirme con los elogios y citas fantásticas de todos los comentarios, voy a hacer una aportación con la única base que la reflexión personal.

    Con respecto a la frase final
    "sin el hombre el ser sería mudo: estaría ahí, pero no sería lo verdadero".
    con la de veces que nos arrepentimos de lo que hablamos, utilizando la boca el doble que las orejas cuando matemáticamente es al revés, y por algo será, tal vez el lenguaje de la mirada sea más perfecto y completo que las palabras y sobre todo, haga menos daño.

    Por rizar el rizo :)

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