Buscar este blog

lunes, 25 de junio de 2007

¿Nuestros soldados?

Leído hoy en el New York Times: “From the north to the south, the whole country is now engaged, and the worst is to come,” said Hilal Khashan, a political analyst in Beirut.

Quiero hablar de nuestros soldados muertos en el Líbano. Y me gustaría poder afirmar rotundamente que son “nuestros”. Pero no sé muy bien cómo hacerlo y, sobre todo, no sé muy bien cómo creérmelo.

Siento que hablar de “nuestros” soldados es defender una causa que no está de moda, poco glamourosa, muy poco de diseño, y que por ejemplo, no luce nada cuando desfila en ciudades como Barcelona.

Aquel gran reaccionario que fue Donoso Cortés acertó plenamente al definir la burguesía como una clase discutidora. Hoy esta clase se ha apoderado completamente de la política. Y no es que esté mal discutir, pero es de ciegos mentecatos pensar que prolongando la discusión se puede postergar indefinidamente la toma de decisiones dolorosas y las más dolorosas son las que tienen que ver con la claridad moral respecto a nuestros amigos y enemigos. Las que tienen que ver, en definitiva, con la cesión de la palabra a la acción de los militares. Que son los que defienden con su vida nuestro derecho a ser políticamente burgueses.

Han muerto seis soldados españoles. Tres de ellos de origen colombiano. Punto.

Han muerto porque los han asesinado en un ataque premeditado. Han muerto porque están al servicio de una organización, la ONU, que les impide defenderse, aunque están rodeados de milicianos armadas hasta los dientes que no quieren de ninguna manera la paz posible. Han muerto porque los que los han matado (en la hipótesis de que los autores hayan sido los de Hizbulá, que, en cualquier caso son los que controlan todo lo que ocurre en el sur del Líbano) están protegidos por un gobierno amigo de nuestro gobierno. Pero supongamos que haya sido Al Qaeda. Es necesario recordar entonces los intentos de esta organización por desestabilizar el Líbano y las feroces críticas que ha recibido por parte de cierta prensa la acción del ejército libanés por pretender acabar con ellos. Reconozcámoslo: en un caso o en otro, la causa que defienden los asesinos no carece de eco en nuestro país.

Los soldados fallecidos son Jonathan Galea García, natural de Madrid y de 18 años de edad; Juan Vidoria Díaz, de 20 años y nacido en Ávila; Manuel David Portas Ruiz, de 19 años y natural de Sevilla, y los colombianos Jefferson Vargas Moya, de 21 años; Jackson Castaño Abadía, de 20 años; y Juan Erickson Posada, de 20 años.

¿Los sentimos, de verdad, como nuestros soldados?

17 comentarios:

  1. Un hecho que se debería analizar, en lo íntimo de cada uno en esta sociedad, es si debemos pagar a muchachos emigrantes para que nos defiendan desde un ejército profesional, porque nuestra sociedad decide que es mejor pagar que colaborar en la autodefensa.

    El aplauso que representó la eliminación del servicio militar obligatorio ocultó un hecho al que enmascara la sociedad del bienestar. Ya no se considera la defensa de los valores morales y de la calidad de vida, todo unido, diognos de ser defendidos por nuestras personas y se convierte en moneda de pago para las clases desfavorecidas. ¿Cuanto hemos criticado la masiva presencia de latinos y negros en el ejército USA, para acabar poniendo a muchachos colombianos en primera línea del nuestro? O colombianos o muchachos que se buscan la vida y se la acaban jugando por un salario.

    La historia es modelo cíclico que se viene repitiendo con una tozudez miserable. Mario creó el ejército profesional en Roma por dos causas: para tener una milicia permanente en lugar de la obligada milicia de temporada anual, y para dar ocupación y trabajo al proletariado agrícola al que la afluencia de mano de obra esclava dejaba sin ocupación en el campo. Esa milicia permanente cambió la lealtad a la Ciudad por lealtad al general y se inició la decadencia de la República.

    A los que se preguyntan por lo que se nos ha perdido a nosotros por esos agitados mundos, les podríamos contestar que a esos muchachos, solamente 600 euros al mes.

    ResponderEliminar
  2. Don Ignacio: He convocado a mis conocidos de la escuela hermenéutica de Tubinga y Milán y somos incapaces de descifrar su mensaje.

    ResponderEliminar
  3. Claudio.

    Escucho el programa de Herrera. Llaman familiares de soldados y algunos militares. Un oficial, con experiencia en los Balcanes, Nigeria, Nicaragua, etc. dice, explicando con naturalidad: no se lucha por una bandera. Está el enemigo y están los tuyos, sean españoles o americanos. Y los tuyos son como tus hermanos, y luchas por ellos.
    Para saber si son "nuestros" los soldados, hemos de preguntarnos si tenemos un enemigo.
    Yo no tengo duda (perdón por lo poco filosófico de la expresión): son mis soldados, igual que los de otros paises que combaten a mis enemigos. Mis enemigos son los que, si pudieran, me matarían a mí.
    A veces, pienso más claro en blanco y negro.

    ResponderEliminar
  4. Y lo peor está por venir.
    Pepiño Blanco, ese hombre... sigue culpando al PP porque nuestros males de ahora vienen del gérmen de la guerra de Iraq. Os lo juro, le he oído, a él en persona, en la tele este mediodía.

    In memoriam. Claro que son nuestros, y nos los han matado.

    Lola

    ResponderEliminar
  5. Pues si, yo también he oído a Pepe Blanco echar la culpa de nuestros males a la presencia española en la postguerra de Irak (que a la guerra no fuimos, por lo menos no a la guerra propiamente dicha). Y rectifico otra cosa de lo escrito por mi con anterioridad: les pagamos 1000 € al mes. Claro que son nuestros chicos, pero deberíamos mirarnos a fondo para tratar d eentendernos.

    ResponderEliminar
  6. Personalmente dudo que haya sido Hizbulá, y la autoría no me parece en absoluto secundaria.

    C.

    ResponderEliminar
  7. Y acabo de leer en El Pais digital una noticia que no tiene nada que ver, pero me suena a que tal vez si tenga que ver.

    "El Defensor del Pueblo propone eliminar el tuteo en las aulas". Y me digo, caramba, ¿a que me suena todo esto? Conste que no me desagrada, pero ¿donde acabará?

    ResponderEliminar
  8. Anónimo: No la autoría no es, en absoluto secundaria. Pero siendo todo lo importante que sea, lo primario es nuestra actitud con esos soldados. España lleva tiempo avergonzada de tener ejército. Eso es lo que yo he pretendido resaltar, por encima de todo.

    ResponderEliminar
  9. Yo tengo claro la actitud hacia "mis soldados", pero claro, en un país en el que el Jefe de las Fuerzas Armadas, manifiesta sin rubor "hay que intentarlo", con los asesinados acumulados en el estamento militar, incluida la Guardia Civil.....
    C.

    ResponderEliminar
  10. Los soldados son nuestros, si. Y el petroleo también.

    ResponderEliminar
  11. ¿Los cedros se denominan ahora petróleo?

    C.

    ResponderEliminar
  12. Luri: ¿avergonzada de tener ejército o avergonzada de estar en él?

    ResponderEliminar
  13. Las cosas son muy complicadas.

    El régimen de reclutamiento, si no anduviese equivocado, privilegia la incorporación de aquellos naturales de territorios especialmente ligados a España como son los países de suramérica de donde son oriundos esos chicos. Y, la verdad, escandalicense todo lo que quieran pero para mí un mexicano es tan español como un gallego.

    En el mundo de la pobreza donde se mueven esos chicos de no tener los ingresos que tienen en virtud de su sueldo en tanto que militares son mayores que los índices de peligrosidad del ejercito español.

    El ejercito es una magnífica institución para la formación personal.

    Ahora bien, que conste que a esos chicos les han llevado a un lugar de guerra sin preparación para la guerra y eso es usar a la gente de carnaza. Han hecho lo mismo que hicieron los soviéticos con los obreros cuando la explosión nuclear.

    ResponderEliminar
  14. Claro que no los sentimos como nuestros. Si no Zapatero no sería presidente.
    Es, qué se yo, la basura necesaria que impone la "carne". El espíritu no permitiría que hubiera ejércitos. Y aunque no exista nos revierte el asco progresista hacia los nuestros.
    El infierno son los nuestros, al fin y al cabo.

    ResponderEliminar
  15. El desprestigio de tintes progres hacia el ejército, que en lugares como Catalunya, además, se agrava con el sentimiento nacionalista 'no va con nosotros' y un pacifismo que 'fa volar coloms', además de lo complejo del mundo actual -siempre ha sido complejo, pero antes no lo sabíamos- hace que, de forma bastante general, y en numerosos ambientes, se desprecie la milicia. Como la prostitución, está porque no queda mas remedio, pero 'no debería estar' y cuanto menos los veamos, mejor. De acuerdo en todo con el comentario de Luis, somos 'ricos', pagamos para que nos cuiden, nos sirvan, nos limpien y nos defiendan. Así nos va, ya les pasó, dicen, a los romanos.

    Lo del 'usted' mugicano merece post aparte.

    ResponderEliminar
  16. la verdad es que no esta bien que mueran camaradas pero este trabajo es lo que tiene soy uno de ellos un hermano mas y estoy aqui boluntariamente sabiendo que el prosimo puedo ser yo o mi compañero un saludo a mis compañeros

    ResponderEliminar

De las croquetas al bacalao

 I Sigo alimentándome de croquetas... y muy buen vino. Cambio de vino cada día para no hacer monótono el menú. Mi hijo me ha proporcionado u...