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viernes, 1 de diciembre de 2006

La Edad de Oro I

Si en la Biblia se sostiene que los primeros hombres vivieron en el Paraíso, los griegos decían que habitaron en la Edad de Oro. Cratino decía que jugaban a los dados con hogazas de pan. Teleclides, que no quería quedarse a la zaga, añadió que cada torrente llevaba vino en su curso, que las tortas disputaban con las hogazas de pan por las bocas de los hombres, suplicándoles que las tragasen, que los pescados, viniendo a las casas, se asaban a sí mismos, y se servían a sí mismos en las mesas, etc, etc. Ferécrates, sin asomo de ironía, riza el rizo al sostener que corrían murmurando ríos de gachas y sopa con sus propias cucharas. Porfirio, el más beato de todos, se empeña en que los hombres no enfermaban, pues no producían residuos, por lo que mantenían siempre el cuerpo limpio.

Ovidio imaginó así el pretérito perfecto: “no había miedo, no había castigos y reinaba una eterna primavera en la que los apacibles céfiros acariciaban con sus tibias brisas las flores regaladas por la naturaleza. No hacía falta trabajar la tierra para que diera sus frutos. Espontáneamente los campos amarilleaban de espigas cargadas de grano. Corrían por entre los campos ríos de leche y néctar y la miel dorada goteaba incansable de la encina de verde follaje.”


Pero sin que sepamos muy bien cómo la imaginación mítica del asado se trasladó al futuro, y los hombres comenzaron a sentir nostalgia de lo por venir. Crates escribió que vendrá un tiempo en el que nadie poseerá ni esclavo ni esclava; los distintos utensilios tendrán movimiento propio, cada uno de ellos acudirá cuando lo llame. “¡Mesa, preséntate!”, “¡Ponte a ti misma!” Luego la botella del ungüento, llena de perfume, vendrá inmediatamente de modo automático y también la esponja y las sandalias.”

8 comentarios:

  1. El título de este post no deja de traerme a la mente la imagen de un febril besuqueo a unos pies de mármol. Es que no puedo evitar las interferencias icónicas.

    En fin, lo de Crates... Todo un visionario de la domótica. Pero si eso tiene algo que ver con el paraíso, que venga Dios y lo vea, nunca mejor dicho.

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  2. Y, sin embargo, Umla, cuando aún no nos daba miedo el progreso, todos los grandes progresistas creyeron que la máquina liberaría al hombre de las servidumbres de la existencia. Puedes preguntarle a Cel·lia, la japonesa, por la Internacional Situacionista.

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  3. La máquina era el paraiso por llegar mientras en la calle se empezaba a crear la Internacional Socialista y el sindicalismo, alarmados por el paro provocado por la tecnología.

    Hubo que crear el consumo para que la Edad de Oro pasara a ser el futuro y para que las mujeres accedieran al mercado de trabajo. Curiosa paradoja: la Edad de Oro es la del consumo.

    La Edad de Oro cierta es la que se rememora, la de la leche y miel, la que cita Don Quijote en su discurso a los cabreros. Y es inalcanzable y seguramente muy aburrida.

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  4. Todas las mamás de la generación de mi mamá adoraron, con razón, a la diosa lavadora automática.
    Mi abuelo se maravillaba con cada invento que le traía el siglo que le había tocado en suerte. El último y más sublime fue la televisión. Decía, admirado: "Redéu, ja no saben què inventar"

    Nuestra edad de oro quizá debería llamarse edad de acero inoxidable, o edad de plástico...

    Por cierto, Gregorio, en el párrafo en donde empiezas a hablar del futuro has puesto "asado" en vez de "pasado", lo cual me ha provocado unos minutos de ensoñación futura acerca del asado que tengo previsto para el día de Navidad. En fin, ¿a ver qué me deparará el asado?

    Lola

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  5. ¡Dios mío, Lola, pues ya no lo toco! Ha sido un lapsus calami. Y mi teoría es que nuestros errores nos corrigen.

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  6. Parece ser que los viajes en el tiempo desde siempre han sido hermosamente ponderados... Lo único que parece un poco preocupante es que no existan filósofos que hablen de igual manera en tiempo presente. ¿Los hay? Porque me gustaría saberlo para sentirme de acuerdo con ellos.

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  7. No están los tiempos presentes para muchas filosofías, doña Kassandra. Es más moderno comprar que pensar.

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  8. El pasado feliz, el presente desgraciado, el futuro incierto.
    Cada dia actualizamos el tópico.
    Un saludo.

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