Esa Havana empezó a morir, a ún sin saberlo, el 31 de enero de 1959. Pero murió realmente cuando empezó a anidar en la mente de los cubanos una idea parásita que exculpaba todas las atrocidades en nombre de una Cuba mejor, y cuando pese a todas las opiniones, el antiamericanismo imperante desplegó una enorme sonrisa hacia los jóvenes revolcuionarios en los que muchos creimos (uso la primera persona del plural, con especial énfasis en el singular). Que poco cuesta, al socaire de ideas comunes y emociones romántico-juveniles, de nihilismos que no se comprenden cuando se viven o sienten, permitir que la enfermedad se convierta en eterna y como en el cáncer existe un nucleo principal (Havana que relata Cabrera Infante en Tres tristes Tigres o Carpentier -no me refiero a Lezama porque pocos lo han leído y algunos habiéndolo hecho no han podido con él- o la simpar Dulce); y nucleos secundanrios o metástasis que afortunadamente y en contra de lo que es la enfermedad se extirpan poco a poco. Que enorme paralelo, diría tal vez Unamuno, entre aquel siniestro "Viva la muerte" o el retórico "Patria o muerte: vencremos". ¿A quien? ¿Sobre quien?
Esa Cuba se fue, como la Alejandría de Durrell...y otras tantas ciudades quedará algo del París de Cortázar? o ya ni eso?
creo que a mi me está pasando algo parecido con este país...menos mal que cada día, me encuentro, como mínimo, con una mujer vestida con un kimono, con telas de colores y bordaditos, sus calcetines blancos y sus sandalias...algo queda, poco, pero queda.
ay, me ha puesto algo así como melancólica este post, no?
Confieso mi fracaso: Yo pensaba que teniendo en cuenta la muerte de Pinochet, esta imagen se interpretaría como una metáfora política. Pero no. Mea culpa en todo caso.
La muerte de Pinochet es si aislada una metáfora, Luri. La de Castro será un acontecimiento. porque Pinochet ha muesto miserablemente (alejado de la parafernalia del poder hasta por los suyos) y Castro morirá en el poder, como franco, y eso nos permitirá ver como las velas, cuando se apagan, dejan de alumbrar. ¡Toma metáfora! que diría el cuervo de ventrilocuo. Por cierto, que tenía un amigo, que por un extravió, cada vez que quería decir ventrilocuo decía políglota.
Luis, yo acostumbraba a utilizar irónicamente "me es inverosímil" en lugar de "me es indiferente", y ahora cada vez que me encuentro ante algo inverosímil ya no sé si me resulta o no indiferente. Y a la inversa. ¡Qué lío!
Ahí me iba yo, ya!
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ResponderEliminarEn eso mismo están pensando un buen número de norteamericanos (sin contar a los cubanos residentes en USA).
ResponderEliminarHoy he dejado en mi página algo de lo que en una ocasión le hablé aquí, algo de Unamuno :)
ResponderEliminarPara usted Don Gregorio y Luis Rivera. Quiero decir que para mí leerles muchas veces supone un poco lo mismo. Y me gusta que lo sepa y que él lo sepa.
Besos
Esa Havana empezó a morir, a ún sin saberlo, el 31 de enero de 1959. Pero murió realmente cuando empezó a anidar en la mente de los cubanos una idea parásita que exculpaba todas las atrocidades en nombre de una Cuba mejor, y cuando pese a todas las opiniones, el antiamericanismo imperante desplegó una enorme sonrisa hacia los jóvenes revolcuionarios en los que muchos creimos (uso la primera persona del plural, con especial énfasis en el singular). Que poco cuesta, al socaire de ideas comunes y emociones romántico-juveniles, de nihilismos que no se comprenden cuando se viven o sienten, permitir que la enfermedad se convierta en eterna y como en el cáncer existe un nucleo principal (Havana que relata Cabrera Infante en Tres tristes Tigres o Carpentier -no me refiero a Lezama porque pocos lo han leído y algunos habiéndolo hecho no han podido con él- o la simpar Dulce); y nucleos secundanrios o metástasis que afortunadamente y en contra de lo que es la enfermedad se extirpan poco a poco.
ResponderEliminarQue enorme paralelo, diría tal vez Unamuno, entre aquel siniestro "Viva la muerte" o el retórico "Patria o muerte: vencremos". ¿A quien? ¿Sobre quien?
Esa Cuba se fue, como la Alejandría de Durrell...y otras tantas ciudades
ResponderEliminarquedará algo del París de Cortázar? o ya ni eso?
creo que a mi me está pasando algo parecido con este país...menos mal que cada día, me encuentro, como mínimo, con una mujer vestida con un kimono, con telas de colores y bordaditos, sus calcetines blancos y sus sandalias...algo queda, poco, pero queda.
ay, me ha puesto algo así como melancólica este post, no?
Confieso mi fracaso: Yo pensaba que teniendo en cuenta la muerte de Pinochet, esta imagen se interpretaría como una metáfora política. Pero no. Mea culpa en todo caso.
ResponderEliminarLa muerte de Pinochet es si aislada una metáfora, Luri. La de Castro será un acontecimiento. porque Pinochet ha muesto miserablemente (alejado de la parafernalia del poder hasta por los suyos) y Castro morirá en el poder, como franco, y eso nos permitirá ver como las velas, cuando se apagan, dejan de alumbrar. ¡Toma metáfora! que diría el cuervo de ventrilocuo.
ResponderEliminarPor cierto, que tenía un amigo, que por un extravió, cada vez que quería decir ventrilocuo decía políglota.
Luis, yo acostumbraba a utilizar irónicamente "me es inverosímil" en lugar de "me es indiferente", y ahora cada vez que me encuentro ante algo inverosímil ya no sé si me resulta o no indiferente. Y a la inversa. ¡Qué lío!
ResponderEliminarComo diría alguien para rizar el rizo:
ResponderEliminar1 / me es totalmente inverosimil tu indiferencia,
2 / me es indiferente tu inverosimilitud
En ambos casos se dice más de lo que parece.
Habana no se escribe con V, sino con B, no somos gringos.
ResponderEliminarAmando; ¿No me permite usted ni tan siquiera el uso de la metáfora? ¿Es un error esta Havana? ¿Tan difícil es captar la ironía?
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