Siguiendo con mi campaña de difusión del arte hipercontemporáneo, hoy le toca el turno a Marco Evaristi. El comentario de la cosa voy a dejarlo en inglés, que queda como más snob.
»Polpette al grasso di Marco« (2006). After having undergone a minor liposuction, Marco Evaristti used his own fat in the preparation of a meal of meatballs.
Suele decir Maruja Torres que cuanto más gente conoce mejor le caen los Corleone. A mi me pasa algo semejante. Cuanto más arte ultramoderno conozco, más clásico me parece Piero Manzoni.
Manzoni dejó escrito que su "Merda d'artista" debería cotizarse de acuerdo con la fluctuación del oro. ¡Ni hablar! ¡Es muchísimo más cara! Y eso que me aseguran que alguna de las latas de la susodicha ha explotado engolada en su propio orgullo.
Me parece una "collonada" como diria Pla, pero tambien en algunas tribus africanas, se comen la placenta despues del parto, un acto antropofagico consustancial en la especie humana!!!!Claro que la vivencia, el significado de actos tan parecidos, son totalmente opuestos.
ResponderEliminar(ex)querida Glauca: Me acabas de quitar el apetito, no sé si de forma definitiva.
ResponderEliminarPensaba que era un foro de humanistas, y fue usted quien nos propuso el tema, simplemente era para decirle que era algo no tan excepcional, o es que, si es arte si es bueno y si es la vida misma y anonima no tiene valor!!!! Seamos consecuentes y disculpeme Don Gregorio no me ponga EX, que ya me machaca bastante!!
ResponderEliminarPropongo el siguiente cocktail hiperartístico:
ResponderEliminar- Dos medidas de lágrimas de artista.
- Una medida de tequila.
- Una gota de sangre de ciervo.
Modo de preparación.
Agitar el preparado. Añadir hielo y una hoja de menta. Espolvorear con un gramo de pestañas machacadas de poetisa suicida.
Servir en vasos campaniformes besados por adolescentes griegos.
Deb ser degustado al atardecer y a la luz del rayo verde.
Glauka: brindemos pues con el cocktail (¿por qué este nombre tan raro cock-tail?)de Eduardo y pelillos (de artista) a la mar.
ResponderEliminarlo del rayo verde es una clasica pelicula francesa :)
ResponderEliminarYo, personalmente y aceptando el esfuerzo de Eduardo por la originalidad me quedo con mi vodka con naranja. En cuanto al diálogo sobre el arte, prefiero pasar de él y contemplar la playa. Por cierto ¿se ve desde el Café, amigo Luri?
ResponderEliminarYo, paso. Hasta el pròximo convite un menos escatològico ( O para nada )
ResponderEliminarEvidentemente, Luis, desde El Café de Ocata se ve el Mar Mediterráneo. Que con este sol de enero está magnífico. Refulge su piel de animal milenario con la patina de los buenos vinos, al atardecer, y de las escamas de los mejores pescados al amanecer. La frase que acabo de escribir me hace dudar de mis capacidades literarias. Pero ahí se queda.
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