En Amsterdam, hace unos años, vi una exposición de ataúdes artísticos. El artista, cuyo nombre no recuerdo, era africano, y sus ataúdes hechos al gusto del futuro inquilino: gallinas, biblias, descapotables color de rosa, lo que a cada cual le apeteciese. Entonces pensé que ellos tenían una idea de la muerte mucho menos tétrica que la nuestra. Me gustó y me dió que pensar. Saludos cordiales.
Quizá haya que preguntar a los gusanos qué les parece más apetitoso (lo mismo no les va aquello de la 'nouvelle cuisine'). Saludos y gracias por la sonrisa entre futesas.
En Amsterdam, hace unos años, vi una exposición de ataúdes artísticos. El artista, cuyo nombre no recuerdo, era africano, y sus ataúdes hechos al gusto del futuro inquilino: gallinas, biblias, descapotables color de rosa, lo que a cada cual le apeteciese. Entonces pensé que ellos tenían una idea de la muerte mucho menos tétrica que la nuestra. Me gustó y me dió que pensar. Saludos cordiales.
ResponderEliminarEl diseño se está apoderando hasta de nuestro descanso eterno, Isabel.
ResponderEliminarQuizá haya que preguntar a los gusanos qué les parece más apetitoso (lo mismo no les va aquello de la 'nouvelle cuisine').
ResponderEliminarSaludos y gracias por la sonrisa entre futesas.