Varios comentarios de los dos últimos posts han coincidido en rechazar la actitud del gobierno de los Estados Unidos con el régimen de Franco. Evidentemente los americanos priorizaban la defensa de sus intereses por encima de los nuestros (entendiendo por “nuestros” los de los españoles antifranquistas) y quizás el siguiente texto ayude a comprender sus motivos:
“El corazón de Stalin, ilustre compañero de armas y prestigioso continuador de Lenin, jefe, amigo, hermano de los trabajadores de todos los países, ha dejado de combatir. Pero el estalinismo vive, es inmortal. El sublime nombre del genial maestro del comunismo mundial resplandecerá con brillante claridad a través de los siglos y siempre será pronunciado con amor por una humanidad que le brindará su reconocimiento. Seremos fieles a Stalin por siempre jamás. Los comunistas se esforzarán por ser dignos, a través de su dedicación incansable a la causa sagrada de la clase obrera (…) del título de honor de estalinistas. Gloria eterna al gran Stalin, cuyas magistrales e imperecederas obras científicas nos ayudarán a reagrupar a la mayoría del pueblo”
Esta era la necrológica que le dedicaba a Stalin el Partido Comunista Francés en 1953. He tomado el texto del libro de Luc Ferry, “Aprender a vivir”, que resalta, con razón, el carácter religioso de una doctrina, el comunismo, que pretendía ser radicalmente materialista. Cuando Aron definía el comunismo como una “religión laica” estaba dando en el clavo.
Luri, la pregunta es sencilla aunque nadie se la hace:
ResponderEliminar"en que momento, el régimen de Franco, denostado en occidente y despreciado, dejó de ver a los antifranquistas como los herederos de las masas desbocadas y revolcionanrios que acabaron con cualquier oportunidad republicana, después del golpe de estado militar?
Tal vez nadie es capaz de comprende que los republicanos fueron mal digeridos por gobiernos hostiles, en Europa. Baste ver el trato que se dió en Francia al exilio. ¿Por españoles? No, por revolucionarios. A partir de este dato, conviene entender que franco fué, en plena guerra frí, un mal menor.
A mi juicio, la contribución a la derrota de la república de EEUU es menos importante que la de las democracias europeas, i.e. Francia e Inglaterra, con su voluntaria ceguera respecti al pacto de no intervención. Y mucho mucho emnos importante que la de la URRS. La URRS fue uno de las claves en la victoria de Franco. No hay que ser muy suspicaz para ver que Stalin quería ganar su guerra, no la de la república. Su aportes humanos estaban más dedicados a cometer fechorías que a luchar - pensemos en el NKVD ,en los comisarios entorpeciendo el ejército,en su intromisión en la formación de gobiernos y en el continuo intento de radicalizar a los líderes de la república, el Lenin Español, p.e. Sus aportes materiales, pese a ser los únicos de que podía disponer el gobienrno republicano tras la negativa de Francia e Inglaterra, eran , generalmente, antiguallas y deshechos. Además, cobrados aprecios extravagantemente elevados. Hicieron mucho daño; su actitud frentista, arrogante y egoista fue uno de las infamias mayores de la guerra civil.
ResponderEliminarJoseph: tu planeamiento es, en los términos prácticos referidos a la URRS incierto. El armamento vendido a la RepúblicA, fué moderno y eficaz. los Mosca, aviones de caza, equilibraron la batalla del aire: eran más veloces y tenían mayior precisión de tiro que los aviones alemanes. Lo mismo con ametralladoras pesadas y semi pesadas y carros blindados de combate.
ResponderEliminarLa República no perdió la guerra por armamento y menos por armamento ruso.
En cuanto a la contribuciçon de EEUU, cabe saber que aunque una directiva de la Administración estadounidense obligaba a no comerciar, se arregló muy bien por medio de financieros petrolelros simpatizantes de franco la entrega de petroleo en alta mar, como burla del bloqueo.
Es necesario ver de nuevo, que el bloqueo fué por parte republicana producido por el miedo de occodente a esa República desorganizada y revolucionaria, y por parte de las derechas europeas, una burla.
Tienes razón en lo de los moscas Luis, pero creo, sólo creo, que no en lo demás. Cuando llegué a casa te contesto.
ResponderEliminarInteresante lo de la "religión laica". Creo que es un ´termino adecuado y de hecho se ve reflejado claramente en una estrofa del himno La Internacional, donde dice "El día que el triunfo alcancemos ni esclavos ni hambrientos habrá, la tierra será el paraíso de toda la humanidad".
ResponderEliminarLuis, Joseph: Quizás sólo nuestros nietos puedan sentirse lo suficientemente libres de prejuicios como para atreverse a plantearse las grandes preguntas sobre nuestra guerra y la postguera.
ResponderEliminarPablo: Muy interesante tu post sobre La Internacional:
ResponderEliminarhttp://pmorris.blogspot.com/
La identificación de la causa franquista con el anticomunismo fue la justificación última utilizada durante cuarenta años por el régimen franquista. Merece, sin embargo, muchas matizaciones. En julio del 36 no había un peligro de revolución comunista. La revolución anarquista fue un efecto del golpe no la causa. Stalin no tuvo seguramente nunca un interès real en España. El arraigo que logró el comunismo fue principalmente como reacción a la revoluciòn anarquista. Quiero decir que, admitiendo lo peligroso del juego de los contrafactuaales, una España comunista siempre fue una hipótesis improbable y que si hubiera habido voluntad, podrían haberse encontrado soluciones que acabaran con Franco muy diferentes de un régimen comunista. Al fin y al cabo, fue eso lo que sucedió en Grecia y en Italia. Todos respetaron Yalta.
ResponderEliminarLas democracias expresado en plural en realidad eran dos. Francia era en aquellos momentos un sujeto político no demasiado sano, como de alguna manera demostró su incapacidad de luchar ante el Reich alemán pero con todo el factor más importante para explicar la inhibición de Francia es el veto inglés. Gran Bretaña fue sólo aparentemente neutral. Escribí hace tiempo algun post sobre esta cuestión pero sobre todo és aquí fundamental el trabajo de Enrique Moradiellos que es quizás la mayor autoridad de la cuestión y la política inglesa no fue inteligente en términos de realpolitik, y además fue carente de integridad moral
Jordi, precisamente ando con el tema de Stalin y nuestra guerra civil. Tu exposición es muy coherente, pero a mí me da la impresión de que Stalin sí que había ido poniendo (no en los primeros y dubitativos meses) toda la carne en el asador. Con el gobierno Negrín tenía ya copadas todas la estructuras de poder, empezando por el ejército y los servicios secretos. Y, además, ya hacía lo que mismo que en Moscú: perseguir (y montar procesos espectaculares de autocinculpación -aquí le salió mal-) al perseguidor, o sea a Trotski y a sus sombras.
ResponderEliminarEn fin, no sé. He intervenido porque me apasiona el tema, pero la historia es apasionante y a la vez frustrante porque nunca puedes concluir.
Lola
Jordi, Lola: Efectivamente la historia es bastante escurridiza. En cualquier caso yo no me refería en mi post tanto a lo sucedido durante la guerra como a la actitud de los Estados Unidos con España en la postguerra europea, es decir, durante la guerra fría. Y ah´sí que no parece que hay dudas: España fue víctima no tanto de los Estados Unidos como de la Guerra Fría. Éramos una simple pieza en un tablero en el que cada cual hacía lo que tenía que hacer, defender sus intereses.
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