Por lo visto, amigos, existe el arte posthumanista. Yo de esto, la verdad, sé poco, pero la curiosidad me puede y hoy mismo he aprendido que uno de sus representantes (tampoco sé si el único) es un tal Stelarc, a quien la musa posthumanista le ha inspirado este implante de oreja en el brazo izquierdo. Parece que no le costó demasiado dar con un cirujano dispuesto a la fechoría. El resultado lo conocemos gracias a las fotos de su mujer, Nina Sellars.
La cosa no acaba aquí, porque el artista parece dispuesto a continuar con los implantes, según ha confesado su ayudante Karen Marcelo.
La cosa no acaba aquí, porque el artista parece dispuesto a continuar con los implantes, según ha confesado su ayudante Karen Marcelo.
Vía: Boingboing
Bueno, querido amigo, lo importante es saber si esa oreja oye. En caso negativo, podemos decir que es rabiosamente actual. Besos y hasta pronto.
ResponderEliminarUna oreja en el antebrazo es ideal si su mujer habla por los codos.
ResponderEliminarvaya comentarios mas ingeniosos:) añado que en esa oreja lucen poco los pendientes ...no me la imagino con zarcillos
ResponderEliminarAl final el mapa ya es el territorio.
ResponderEliminarComo siempre, es imposible igualarles.
ResponderEliminarYo creo que, efectivamente, la oreja puede oír. Pero sólo cuando su propietario va sin chaqueta.
Saludos.
Grifo
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ResponderEliminarSi es para escucharse a sí mismo, seguro que más de uno se apunta al implante.
ResponderEliminarMe pregunto cómo quedará en semejante individuo una sonrisa de oreja a oreja...
Poder ver las propias orejas sin mirarse al espejo ¿Podía cambiar las redes neuronales? ¿Y mirar lo que se oye? ¡¡ Menudo estrapalucio¡¡
ResponderEliminarStelarc gesticula en la imagen como los directores de orquesta. A muchos de ellos les convendría un implante de ese tipo. ¿Posthumanista? ¿Ahora resulta que después del humanismo es el turno del "monstruoismo"?
ResponderEliminarEl implante orejil en el codo va de perlas para cuando tenga que lavar los platos: siempre tendrà los oídos limpios.
ResponderEliminarSaludos cordiales.
Vivir para oir o ver, que más da, me recuerda a nuestro home dels nassos
ResponderEliminarEstoy de acuerdo con El Espía; podría aceptar que se llamase "post-humanista" al arte, pongamos, de un Bacon.
ResponderEliminarPero esto es abiertamente "anti-humanista", si no antihumano, porque tan solo juega a distorsionar la morfología del hombre.
Yo no creo que sea un implante, más bien me parece un juego de retoque.
ResponderEliminarSi fuera cierto, me parece absurdo.
Y si es sólo una imagen para decirnos que debemos escuchar con todo nuestro cuerpo, me parece interesante pero poco poética.
Dice que quiere ponerse más implantes? Y llevar más peso entre la carne y la piel, convertirse en una gran bolsa de desechos, d'"andròmines"? No lo entiendo. Para mí el arte tiene que encontrarse si no con algun placer, al menos en algun punto con la belleza. Y placer no siempre en positivo. (perdón por mi corto vocabulario, a su lado me faltan las palabras y los estudios, pero creo que me pueden entender).
Eso no es nada. Hay campañas de publicidad en las que si no tomas conciencia en cuestiones sociales te sale una verruga. http://www.youtube.com/watch?v=clE_oNgwkT4
ResponderEliminarParece que se está susurrando al oído.
ResponderEliminar¿Cuál será el próximo implante? ¿Un corazón? ¿Un riñón?
Apuesto por una boca.
Aupa
ResponderEliminarPara las personas interesadas en el tunning artístico-humano, tal vez encontreis algo en la web de otra colega de Stellarc, la artista Orlan (www.orlan.net).
Otra persona muy sugerente en el body-art fue la difunta Ana Mendieta, aunque sin llegar a estos extremos.
Salud!
Carlos
Pues no tengo casi nada que añadir a lo que habéis dicho. Excepto, animaros encarecidamente a ver el vídeo que propone Martina y a aumentar vuestros conocimientos artísticos visitando la dirección que propone Carlos.
ResponderEliminarYo estoy dudando en si injertar mi alma en otro cuerpo o mi cuerpo en otra alma. Estoy negociando con la familia los flecos del asunto.