¡Tan poca cosa como lo más microscópico de un átomo¡ está en todas partes¡ la debo tener delante y no la veo... ¿Estará también dentro de mi? Voy a bucear hasta por los efluvios más recónditos de mi cordón umbilical para sentir su aroma y disfrutar como la "Donna" de la "chaislonge". Desearme suerte.
Psíp! En el Buen Retiro de Madrid había una señora sosa en la cabeza con un pañuelo rosa que hacía ganchillo de papel te daba el rollito con un sombrerito de macramé por el precio de un durillo. Ahora veo donde fué mi dinerillo! Inviertó en un baño-loft y en el sector del ladrillo! Sí, la felicidad es tan poca cosa!
Necesitar menos de lo que se tiene, adaptarse a las circunstancias y vivir lo mejor posible en el entorno que te toque ... Eso al menos es inteligente.
Será por eso, por ser tan poca cosa, que cuesta tanto encontrarla. Seguramente sea porque la buscamos ahí fuera, pese a tantas y tantas veces que nos han dicho que está ahí dentro...
(A mi me parece un anuncio encubierto del IKEA...pero bueno.) Ser feliz es una actitud. No es que no tengamos motivos para ser felices, es que normalmente no somos capaces de verlos.
La felicidad es tan poca cosa que con frecuencia la perdemos por los agujerillos del pantalón, y como creemos que es calderilla, ni nos agachamos a recoger lo que se nos ha caído.
Creo que era Walter Benjamin quien decía que lo peor que puede ocurrirnos es que la felicidad venga a llamar a nuestra puerta y nosotros no estemos en casa.
¿Ser feliz es una actitud? Yo tiendo a pesnar, y cada vez más, que es como la gracia divina, un premio que algunos, inmerecidamente, reciben gratuitamente de la vida, que suele ser tan tacaña, ella.
Yo ya no pienso si la felicidad existe , ni me preocupa contar que momentos fueron afortunados ...tan solo vivir de una forma coherente y sin sufrimientos es bastante
Yo también he llegado a pensar que es una especie de 'don', que incluso, como con las actitudes artísticas, uno puede mejorar en felicidad si se esfuerza, pero que hay gente que nace con una especie de paz interior... genética? Y sí, muchas veces la malgastamos como la calderilla, o la perdemos sin querer, porque no somos conscientes de lo bien que estamos hasta que hemos perdido alguna cosa. Asi es la vida.
¡Tan poca cosa como lo más microscópico de un átomo¡ está en todas partes¡ la debo tener delante y no la veo... ¿Estará también dentro de mi? Voy a bucear hasta por los efluvios más recónditos de mi cordón umbilical para sentir su aroma y disfrutar como la "Donna" de la "chaislonge".
ResponderEliminarDesearme suerte.
de eso nada, mi abuela paterna y mi hermana se llaman así. Mi hermana mide 177cm pesa 90 kg si eso os parece poco en la cara lleva grabado el nombre.
ResponderEliminarperdón ese anónimo soy yo.
ResponderEliminarPsíp!
ResponderEliminarEn el Buen Retiro de Madrid
había una señora sosa
en la cabeza con un pañuelo rosa
que hacía ganchillo
de papel te daba el rollito
con un sombrerito de macramé
por el precio de un durillo.
Ahora veo donde fué mi dinerillo!
Inviertó en un baño-loft
y en el sector del ladrillo!
Sí, la felicidad es tan poca cosa!
Esa mujer debe tener atrofiado el sentido del olfato.
ResponderEliminarNecesitar menos de lo que se tiene, adaptarse a las circunstancias y vivir lo mejor posible en el entorno que te toque ... Eso al menos es inteligente.
ResponderEliminarSerá por eso, por ser tan poca cosa, que cuesta tanto encontrarla. Seguramente sea porque la buscamos ahí fuera, pese a tantas y tantas veces que nos han dicho que está ahí dentro...
ResponderEliminar(A mi me parece un anuncio encubierto del IKEA...pero bueno.)
ResponderEliminarSer feliz es una actitud. No es que no tengamos motivos para ser felices, es que normalmente no somos capaces de verlos.
La felicidad sería de esas cosas que de existir explicaría tantas y tan diversas cosas que no podría existir.
ResponderEliminarSobacaz: Sin duda, tu hermana lleva el nombre que se merece. Dale un abrazo de mi parte.
ResponderEliminarLa felicidad es tan poca cosa que con frecuencia la perdemos por los agujerillos del pantalón, y como creemos que es calderilla, ni nos agachamos a recoger lo que se nos ha caído.
ResponderEliminarCreo que era Walter Benjamin quien decía que lo peor que puede ocurrirnos es que la felicidad venga a llamar a nuestra puerta y nosotros no estemos en casa.
¿Ser feliz es una actitud? Yo tiendo a pesnar, y cada vez más, que es como la gracia divina, un premio que algunos, inmerecidamente, reciben gratuitamente de la vida, que suele ser tan tacaña, ella.
ResponderEliminar¿Os acordáis de Palito Ortega? Yo era feliz cuando era un crío cantando a pleno pulmón "la felicidad ja ja ja já".
ResponderEliminarYo ya no pienso si la felicidad existe , ni me preocupa contar que momentos fueron afortunados ...tan solo vivir de una forma coherente y sin sufrimientos es bastante
ResponderEliminarYo también he llegado a pensar que es una especie de 'don', que incluso, como con las actitudes artísticas, uno puede mejorar en felicidad si se esfuerza, pero que hay gente que nace con una especie de paz interior... genética? Y sí, muchas veces la malgastamos como la calderilla, o la perdemos sin querer, porque no somos conscientes de lo bien que estamos hasta que hemos perdido alguna cosa. Asi es la vida.
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