“Platón sugiere que si uno nace en una democracia es probable que sea un relativista. Son cosas que corren parejas. El relativismo podría ser verdadero, pero como por derecho de nacimiento están ustedes inclinados a él, especialmente ustedes deberían pensar en desembarazarse del relativismo, no en beneficio de una buena moral o de un buen orden social (por lo menos en el sentido habitual de estas expresiones), sino en beneficio de la libertad y el conocimiento de ustedes mismos”
Allan Bloom,
de un discurso pronunciado en
el 7 de diciembre de 1988
.
Uf! El Sr. Bloom nos lo pone difícil me temo.
ResponderEliminarAlejarse del relativismo puede ser un primer paso para analizar nuestras propias convicciones, para descubrirnos contradicciones. Pero también puede significar el peligro de caer en la intolerancia. Me refiero sobretodo a un relativismo cultural o moral. Aunque, siguiendo con el hilo -creo que lo estoy hilvanando sobre la marcha-, un relativismo excesivo también es tóxico.
Quizás, como todo, lo mejor sea un relativismo moderado. Entender o juzgar valores que me son extraños puede llevar a cometer errores. Pienso ahora en un post visto hace poco en japanizeme, en el que pude constatar que lo erótico en Japón no lo es para mí. De igual modo, un “caganer” navideño puede ser ofensivo en determinados sectores de EEUU, como se vio en una exposición en California hace unos años. Esto y la polémica con las caricaturas de Mahoma me hacen ver necesario el relativismo. Sin embargo, ese relativismo llevado al extremo me impediría juzgar prácticas como la ablación del clítoris, algo que me parece absolutamente deleznable y que, pese a todo, durante algunos años la progresía española no condenó.
Lo dicho, el Sr. Bloom me plantea muchas dudas con esta cuestión.
Al dia siguiente de ese discurso yo cumplia 21 años. Que relativo es el tiempo, y que poco democratico
ResponderEliminarbesos y gracias por lo del raer... raidos tengo yo los acentos en este teclado, asi que disculpeme si no me esfuerzo en ponerlos :)
El bueno de Hume ya decía que "toda proposición general es falsa, incluída ésta".
ResponderEliminarParecerá una cursilada, pero quizá sea necesario enamorarse de la realidad a la que uno pertenece, mirarla con amor y gratitud, para desembarazarse del relativismo. Sólo así se puede ser también responsable. ¿Quién es relativista con sus seres queridos?
Algo de eso -quizá, eso lo sabrá mejor Gregorio- sabían los griegos cuando se referían al "nous", como comprensión profunda de la realidad.
Lola
Poco antes, Bloom recuerda al Rousseau que en "El Emilio" recuerda las "Memorables" de Jenofonte con estas palabras:
ResponderEliminar"Jenofonte, al honrar la memoria de unos guerreros que habían sido muertos traidoramente durante la retirada de los diez mil, dice: 'Murieron de manera irreprochable en la guerra y en la amistad'; eso es todo. Pero considérese el sentimiento que colmó el corazón del autor cuando escribió este breve y simple elogio. ¡Ay de aquél a quien no le parezca esto fascinante."
Bloom puntualiza después que este es el único pasaje de Jenofonte en el que llama feliz a un hombre.
quizas sea lost in translation, pero la segunda persona del plural suena muy rara. Por que no habla en primera persona? Por nacer en Indiana? O por que el ya se ha desembarazado del relativismo?
ResponderEliminarA vesces estas sutilezas me recuerdan esa grosería que dicen los que no dicen nada cuando afirman que "todo es relativo" y uno no sabe de que están hablando. ¿Lo relativo es él? Prtofundizar en la democracia en que vivimos, Luri, o en cualquier democracia que sea mínimamente homologable, es tarea harto complicada, mucho más por supuesto que pensar en ella desde posiciones más serviles.
ResponderEliminarCreo que, en consonancia con lola, diría que toda realidad que nos concierne, no merece la relatividad, ¿o si?
Pensar en desembarazarse sí. Desembarazarse igula no es necesario.
ResponderEliminarYo no sé qué es un relativista. ¿Podría ponerme un caso concreto?
ResponderEliminarRa: Porque está dando una conferencia y se dirige al público que lo escucha.
ResponderEliminarLuis: Yo no creo que sea una cuestión de sutileza. Bloom está diciendo que observarnos a nosotros desde una posición no relativa puede ser liberador. Al menos nos ayudaría a comprender qué ganamos o qué perdemos siendo relativistas. No está siendo moralista, ni lógico, sino psicólogo, en el sentido socrático del término.
ResponderEliminarSra. Saeki: Efectivamente no es necesario. Se trata de una cuestión absolutamente superflua. De ahí su extraordinaria relevancia.
ResponderEliminarTumbaíto: Casos concretos: Un relativista es el que:
ResponderEliminar- considera que el canibalismo es una cuestión gastronómica, la gastronomía una cuestión de gusto; el gusto una cuestión de edad, clima y época.
- no considera que las obras completas de Georgie Dann sean ni mejores ni peores que las de Lou Reed o Mozart, sólo distintas.
- cree que la verdad y la moda son fenómenos similares
- entiende que el principio de no contradicción es verdadero sólo hasta que no se demuestre lo contrario
- Todo esto lo cree mientras lo cree.
Evidentemente si el relativismo afirma que todo es relativo; la negación del relativismo consistiría en demostrar que hay al menos una afirmación no relativa. Aquí la salida fácil sería la de señalar la propia tesis relativista. Pero prefiero acudir a una crítica más humilde y, al mismo tiempo, creo que de mayor sentido común. Me refiero a la afirmación de Pascal: nuestro conocimiento es demasiado pequeño para que podamos ser dogmáticos y demasiado abundante para que podamos ser escépticos.
ResponderEliminarDr. Gregorio Luri admiro su blog, acabo de llegar y me doy cada sobresalto de órdago... El relativismo... A la 1,25 am. Se me ocurre preguntar:
ResponderEliminar¿Sería un camino hacia la libertad y el conocimiento de uno mismo, entender que lo absoluto encuentra su función en lo relativo y vicecersa? Me parecen muy oportunas, acertadas, respetuosas y profundas sus contestaciones, gracias por estar ahí.
Neelam
Neelam: "¡De órdago!" Hacía tiempo que no oía esta magnífica expresión. Respecto a lo que usted dice, lo mío no es virtud, sino vicio.
ResponderEliminar"no considera que las obras completas de Georgie Dann sean ni mejores ni peores que las de Lou Reed o Mozart,"
ResponderEliminarTest de relatividad musical:
¿Lou Reed es mejor que Mozart o sólo distintos?
Entro al trapo, querido Espía, y dejando clara mi admiración por Lou Reed: Lou Reed y la Velvet Underground son un acontecimiento biográfico de unas pocas generaciones . Mozart es un acontecimiento de la historia universal. Lo cual no evita que haya momentos -en mi caso, evidentemente- en que me apetezca escuchar, por ejemplo, el "Berlín" de Lou Reed y no el "Don Juan". De la misma manera en que hay noches que lo que me apetece es un huevo frito; pero no se me ocurre compararlo con el bacalao al pil-pil.
ResponderEliminarUn exceso de relativismo es totalmente nefasto pero desembarazarse de él puede hacernos caer en la crítica constante. Yo prefiero el pensamiento de Voltaire “No estoy de acuerdo con lo que dices pero defendería hasta la muerte tu derecho a decirlo”.
ResponderEliminarDe acuerdo, Gregorio. Precisamente considero que el relativismo es peligrosísimo cuando se practica desde el desconocimiento del valor real de las cosas y su encaje en la historia y en nuestras vidas. Disculpas por la zancadilla sin avisar: hoy me he levantado un poco "cabroncete".
ResponderEliminar"La gastronomía es una cuestión de gusto".
ResponderEliminarPara mí,es otra cosa: la gastro-nomía es una cuestión de Estómago+hambre.
Martina: Me temo que yo soy peor persona que Voltaire. Yo no movería ni un dedo por el derecho de algunos a decir según qué cosas.
ResponderEliminarEspía: El peor relativismo, que además es un peligro real para la democracia, es el impertinente que considera que el criterio de valor de cualquier juicio es el hecho de que sea mío, es decir, de que sea "mi" opinión. Curiosamente eso es lo que solemos fomentar desde las instituciones de enseñanza. Reconozco que todos tenemos derecho a tener opiniones, pero además tenemos el deber de justificarlas, es decir sustentarlas en razonamientos. Y la razón, a diferencia de la opinión, es común.
ResponderEliminarCada día me obligo a relativizar con el periódico, televisión o radio, actitudes, procedimientos, ventanillas, política, hipocresía internacional, burocracia, falta de profesionalidad, máquinas que contestan teléfonos, algunos clientes … o estaría cabreada todo el día.
ResponderEliminarSerá que me tomo la vida con demasiada pasión pero hay realidades que claman al cielo y relativizar me resulta demasiado pasivo para mi gusto.
Anónimo: Te acepto también el reto. Si el criterio es la naturaleza ("estómago+hambre", como tu dices)entonces es más elevado lo que mejor perfecciona lo natural. Por ello es preferible, objetivamente, el bacalao al pil pil que un trozo de pan duro.
ResponderEliminarCreo que no soy, pues, relativista. Es indudable que el gusto es resultado de la gastronomía y no la gastronomía del guso, ¿no?
ResponderEliminarCreo que el Gusto está reñido con la Gastronomía y la Gastronomía está reñida con el Gusto.
ResponderEliminarPlatón no es Deleuze.
Tumbaíto: Yo tiendo a pensar que a nadie le amarga un dulce. Por eso me considero platónico.
ResponderEliminarGracias a su apreciación acabo de apadrinar esta palabra, ÓRDAGO en "Reserva de Palabras" Es una expresión muy rotunda y me alegra que la defina como ¡magnífica¡
ResponderEliminarSobre vicio y virtud:
Los vicios son las mejores virtudes (apreciación muy personal)
Ser Zorba y Budha es un buen complemeto de polaridades, su blog, bajo mi punto de vista subjetivo, es el mejor ejemplo de este complemento. ¡Es un placer¡¡
De pequeño -de mayor he aprendido a vivir más o menos con la mayoría de mis mostruos- me asustaba la idea de que donde yo veía el "amarillo" otras personas viesen "otro" color tal que nunca ninguna conversación diese pie a percatarse de que su color y el mío eran diferentes.
ResponderEliminarTumbaíto: ¡Que me va a decir usted a mi, que soy daltónico!
ResponderEliminar¿Se imagina cuántos "daltonismos" pueden pasarnos inadvertidos? Y... ¿Quién no ve bien? ¿El daltonismo es un aval del relativismo?
ResponderEliminarDesde mi punto de vista, Tumbaíto, el daltonismo es precisamente la refutación del relativismo, puesto que me confirma la verdad de la genética. Los griegos tenían una buena palabra para el individualista absoluto, "idiotés". El idiota es el que se retira del sentido común, que es aquel sentido en cuyo seno tienen sentido mis sentidos. Vamos, digo yo...
ResponderEliminarPero no queda fino. Mejor llamarles nominalistas.
ResponderEliminarTumbaíto: Hablando de nominalistas... los más radicales fueron los antiguos, por ejemplo Antístenes, el discípulo de Sócrates, que sostenía que sólo podemos nombrar las cosas. Añadirles un adjetivo ya sería decir demasiado, exagerar. Lo más que se podría decir del agua es que agüea" y del aire que "airea", y así con todo. Pero claro, no acierto a saber de dónde sacaban la confianza para llamar a una pera, "pera". ¿Cuándo una flor de pera deja de ser flor para pasar a ser "pera" y cuando una pera deja de ser "pera" para pasar a ser un detrito mohoso? ¿Por qué llamar "pera" a los diferentes momentos del fruto si tienen tampoco que ver entre sí?
ResponderEliminarO eres, de alguna manera, idealista, o tienes que aumentar considerablemente tu vocabulario. El idealismo, en el fondo, es un recurso económico del lenguaje. Efectivamente, para navaja, la de Platón.
¿Conoces el cuento de Borges titulado "Funes el memorioso"?
Es la mejor crítica que conozco del nominalismo.
...y de la nada, que nadea.:)
ResponderEliminar"¿Cuándo una flor de pera deja de ser flor para pasar a ser "pera" y cuando una pera deja de ser "pera" para pasar a ser un detrito mohoso?"
Quizá cada una de las flores de un peral son una pera pero en un mundo posible que no es el que "resplandece" durante la primavera. Sería algo así como una luz que queda oculta en otra luz más intensa.
Sí, claro. He leído "Funes el Memorioso".
Nunca me han convencido ni los realistas ni los idealistas. Aunque más los primeros.
Las peras -aunque sí los ángeles- no agotan su especie. (Santo Tomás)
A menudo me gusta mirar las cosas como herramientas.
ResponderEliminarEl relativismo: Para la tolerancia.
¿Cuando usarlo?
Cuando se trata con gente "lejana".
Si voy a una aldea en donde todos nos conocemos y pensamos exactamente igual, no necesito relativismo.
Si voy a una tierra con otros seres o cosas totalmente distintos de mí y entre sí, con absolutamente nada en común, he de ser muy relativista.
Si quiero doblar la verdad hasta hacerla desaparecer, seré muy relativo.
Si soy la autoridad, no tendré nada en absoluto de relativo.
Alejandro: Hay en España un refrán, que no sé si es de uso en tu país, que dice: "A donde fueres, haz lo que vieres". Es un buen criterio de conducta, muy sensato, y, por eso mismo, no es completamente relativista.
ResponderEliminar