Para trabajar con hombres es necesario darles el pecho.
No me lo invento. Es lo que dice –pero advierto que no puedo garantizar la veracidad de la noticia- una fatwa de dos teólogos musulmanes de la mezquita de Al Azhar en el Cairo.
Por lo visto, los dos teólogos querían determinar en qué condiciones una buena musulmana puede trabajar junto a un hombre que no sea su familiar. Tras estudiar meticulosamente el espinoso asunto han llegado a la conclusión de que el único medio para permitir esta conducta es que la mujer amamante a su compañero. ¿Que por qué? Pues porque si una mujer amamanta cinco veces a un extraño, lo transforma en miembro de su familia.
Los teólogos no son dos pardillos cualesquiera. Ezzat Attia y Abd el Mahdi Abd el Kader, que es como se llaman, son profesores de
¡A ver lo que dice Sarkozy!
¡Por Alá! Que no quiera mi jefa amamantarme.
ResponderEliminarAunque me temo que hay un error ¿intencionado? en los tiempos verbales.
Lo que me ha dejado con la boca abierta (también) ha sido la dispulpa de Zara, ante los judíos ortodoxos de Israel, por mezclar lino y algodón en unas prendas, por lo visto prohibido.
Lo que sí se puede, por el contrario, es mezclar churras con merinas.
Claudio.
ResponderEliminarOtro ejemplo de la pérdida de influencia del español.
Los santones estos sabían blowjob, pipe, pero claro no sabían ...
(perdón; me haré cargo si me suprimen el comentario)
Arrebatos: Ya ve usted como está el mundo.
ResponderEliminarClaudio: Con tu permiso traduzco para los que no sepan inglés.
ResponderEliminarLo que dice Claudio es que a los santones no les importa que soplen en el trabajo mientras fumen en pipa. También dice que hay algo que no sabían y que por eso el español está perdiendo mucha influencia. Debe ser porque hablar mientras se sopla en el trabajo cuando se fuma en pipa debe ser fatal para las guturales y las fricativas del idioma. ¡Vamos, eso es lo que he entendido!
Je, ya me imagino a los de recursos humanos haciendote preguntas respecto a ello.
ResponderEliminar¿No te importa tener que amamantar a tu jefe?
¿Por cuánto estás dispuesta?
En fin...son de estas noticias que una de gracias de vivir en Eurabia.
¡Qué bonito es saber idiomas, rediós! Toda la vida convencido que, según los preceptos del islam, estaba prohibido soplar, y ahora resulta que es sólo por una cuestión de pronunciación.
ResponderEliminarPues el tema es más delicado de lo que parece. Viendo los nombres de los dos sabios teólogos -Ezzat Attia y Abd el Mahdi Abd el Kader-, lo más probable es que ahora prohiban los polvorones, incluso los de la estepa -que como es sabido son rusos-, con el consiguiente enfado de Putin, que igual hasta le da por cortarnos el gas, sobretodo a nosotros, que desde Al-geciras hasta Al-farrás todos moros.
Total, que el invierno que viene, tendremos que amamantarnos los unos a los otros para entrar en calor.
Madre mía, estoy de un apocalíptico hoy...
Chesk:Llevo la tarde pensando en situaciones próximas y he decidido, firmemente, que sigo con la religión verdadera. A lo hecho, pecho.
ResponderEliminarArrebatos: Es que el saber -con perdón- no ocupa lugar.
ResponderEliminarClaudio.
ResponderEliminar¡Hombre, Luri, los chistes explicados pierden toda la gracia!
Hay mucho lío con eso del amamantamiento. Y puede darse el caso de aquel chiste famoso (¡y tan viejo...!)en que una chica muy ignorante se disgustaba con su novio, y le gritaba indignada: "¿Y decías que m'amabas? ¡Pues te desteto!" En fin, ya se verá. Besos.
ResponderEliminarQue sepa Don Gregorio que la noticia me ha enmudecido. Pero para opinar yo necesitaria comprobar si ellos eran guapos o no. Asi de superficial y voluble que es la moral de una. Lo cierto es que es una de las sensaciones mas placenteras que conozco. Eso de que a una le mamen los pechos. Y debe dar mogollon de morbo al asunto del laburo. Asi que todo sea por la eficacia de la colaboracion interpersonal.
ResponderEliminarBuenas noches.
Dios mio que día¡¡¡ Don Gregorio me dice joven, en el blog recien estrenado de una sobrina encuentro más sobrinas e hijas que hablan de caramelos de menta, aquí de amamantamientos... Los blogs se han vuelto locos. Viene mi fidedigna y remota memoria diciéndome al oído cómo me destetó mi madre: pimiento en polvo picante. Yo... ni por esas¡¡ Espero que a los amamantados no los desteten como a mí. Mis traumas, don Gregorio,desde entonces, son de órdago al cuadrado. En fin buenas noches y a dormir de un tirón.
ResponderEliminarNEELAM
Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
ResponderEliminarLuri, ciertas intimidades de trabajo deben ser reguladas por fatua o por un "no entrar" en la puerta. Si no fuera asó, ¿donde acabaría este mundo?
ResponderEliminarEn cualquier caso la cuestión muestra un aspecto de progreso, y lo digo en serio, cuando vemos a dos clérigos muy importantes tratando de dar salida, según la ley islámica, a situaciones de trabajo que pueden ser normales.
Don Gregorio:
ResponderEliminarAlguien me comento que décadas atrás en algunos paises del norte de Africa compraban frascos de sangre para manchar las sabanas en el caso de aquellas parejas que hubieran prácticado sexo prematrimonial. (Creo que esto no necesitará mayor traducción)
Por otro lado, tengo entendido que hubo un debate teológico por los mismos años sobre si los trabajadores que operaban en las refinerias de petroleo debían abstenerse o no de trabajar en Ramadán. Adivinen que paso...
Saludos desde Lima
Isabel: No conocía el chiste. Me gusta. Tal cual es la vida real.
ResponderEliminarLo malo de amamantar no es el hecho en si. El verdadero trauma para algunos es el destetarse sea de la madre, la mujer, la jefa, la amiga... Será que ultimamente no me gusta que me toquen las glándulas mamarias.
ResponderEliminarCuriosa la percepción del pudor de estos señores teólogos. Así que tienes que sacarte los pechos para que te los chupen 5 veces cada compañero pero con el velo puesto, eso sí. Nada de sinvergonzonerías como una europea cualquiera ...
ResponderEliminar¿Se imaginan al contrario? Un hombre con un trozo de tela en la cabeza que si quiere quitársela tiene que dejarse mamar 5 veces por cada compañera de trabajo. (Perdón, me da la risa sólo de imaginar sus comentarios).
Saludos operísticos.
Martina: ¡Qué optimista es usted! ¿"Algunos"?
ResponderEliminarIsabel Romana: si me permite usted...
ResponderEliminarAl chiste le falta algo que pongo con MAYUSCULAS:
"Decías que m'amabas Y NO ME AMAS ¡Pues te desteto!"
Mil perdones por la puntualización.