« L'amour, c'est tout attendre, ne rien exiger. Et si rien ne vient, alors il faut se détourner ou... mourir », affirmait, il y a quelques mois, Robert Misrahi. Le philosophe venait de perdre son épouse Colette, après plus de soixante ans de vie commune.
Me recuerda a André Gorz que se suicidó, valientemente a mi parecer, junto a su esposa Dorine:
ResponderEliminar“Acabas de cumplir 82 años. Has encogido seis centímetros, sólo pesas 45 kilos y sigues siendo bella, elegante y deseable. Hace cincuenta y ocho años que vivimos juntos y te amo más que nunca….” “A ninguno de los dos nos gustaría tener que sobrevivir a la muerte del otro. A menudo nos hemos dicho que, en el caso de tener una segunda vida, nos gustaría pasarla juntos.”
Aceptando la honestidad de sus palabras, estas cosas conmueven a los que tenemos una edad…