Entre vosotros y yo: Lo que más me sorprende de esta lámpara diseñada por Marie Thurnauer es el precio: 4.750 euros. Lo otro, el diseño en sí... pues en un tiempo que hace de la novedad su rutina, no deja de ser una rutina más. Hoy por hoy para escandalizar hay que pasarse a la contracultura y saludar la visita del papa.
Se podría ver como una alegoría del precio de una vida hoy en día, al menos en el "primer mundo". En el segundo y el tercero sale mucho más barata, al ser de esparto.
ResponderEliminarUn saludo.
Por si la encuentra en el videoclú.
ResponderEliminarhttp://www.jamesbowman.net/reviewDetail.asp?pubID=2061
No sé si este artículo podrá considerarse o no "contracultura", aunque me inclino a pensar que sí. Lo he enncontrado también al hilo de investigaciones que cada día que pasa se parecen más a las famosas mixtificaciones de Silvestre Paradox:
ResponderEliminarhttp://serbal.pntic.mec.es/~cmunoz11/birlanga.pdf
El contenido no defrauda la expectación que crea el titulo: "Aforismos y virajes. L Wittgenstein y G.Simmel". Al menos a mí, tan escasamente dotado para la especulación, no me ha defraudado. Ayuda mucho a comprender su post de bienvenida a Benedicto XVI.
Lo subversivo se traslada de concepto. Ya no es la propuesta en si (ni siquiera provocadora), sino su valor nominal (artificial). El circulo se cierra cuando un pelotudo mete la mano en el bolsillo y saca la chequera. El arte lleva algunos años siendo lo que un grupusculo en NY dictamina sin complicarse mas allá de la teoria de las actitudes: "si cuesta tanto dinero es que debe ser el mas exclusivo y elitista arte, ergo lo admiro, y si puedo lo compro."
ResponderEliminarJuan: EL ARTÍCULO es magnífico y de nuevo trae usted hasta aquí un nombre, en este caso el de Simmel, que concita toda mi devoción... o, bueno, casi toda. Me entusiasmó cuando lo descubrí, hace casi treinta años. Ahora pienso que no fue suficientemente nietzscheano y que por eso no acabó de comprender la radicalidad de la fe... aunque estuvo cerca, muy cerca el asunto. Claro que cuando alguien como yo critica a un grande como Simmel, conviene que lo haga con prudencia.
ResponderEliminarGracias.
Eutelia: Si el arte se ha refugiado en el concepto, como usted sugiere con razón, entonces cada diccionario es una enciclopedia del arte. Eso no está mal, pero habría que exigirles a los artistas una considerable amplitud de recursos lingüísticos.
ResponderEliminarDon Gregorio,
ResponderEliminarUna consulta.
Al final del apartado 7 de 'Sobre el nihilismo alemán', Strauss hace referencia, casi de pasada, a su exclusión del arte de la definición de civilización, señalando a la ciencia y la moral como los pilares de la misma.
¿Puedo encontrar algún otro texto de Strauss que trate más de lleno el papel que le asigna al arte?
Gracias.
Strauss piensa el arte desde la "poiesis" griega y por eso habla, de manera genérica, de "poesía". No es especialmente dado a ensalzar el artista, en el sentido en que solemos utilizar esta palabra en el lenguaje coloquial, porque cree que el artista es, en realidad, mucho menos artista de lo que él cree. Los auténticos artistas son los profetas y, en general, los creadores de regímenes políticos (los padres de la patria, para entendernos), que son los que determinan las condiciones legítimas de la representación en cada cultura.
ResponderEliminarMuchas gracias. ¡Vaya lujo, explicación a medida!
ResponderEliminarCada día me cae mejor el Strauss.
"Los auténticos artistas son los profetas y, en general, los creadores de regímenes políticos (los padres de la patria, para entendernos), que son los que determinan las condiciones legítimas de la representación en cada cultura." Esto, que será, implica el pecado original, el malestar de la cultura, el mismo abuso de la razón...
ResponderEliminarSi yo sé que hay una representación legítima, unos límites de la representación y del decir, yo, que puedo conocer que tengo voluntad, no encuentro ningún obstáculo moral (otra representación inducida) para salirme de los límites...
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