Según datos del CIS que recoge hoy La Vanguardia, "la preferencia por el sistema democrático en Cataluña está 11 puntos por debajo de la media española." Es decir, a uno de cada cuatro catalanes tanto les da la dictadura que la democracia. Estas cifras triplican las del resto de España. El periodista que redacta la noticia, Carles Castro, sostiene que "Cataluña se hunde lentamente en un cierto nihilismo político." Estos registros -añade- coinciden con las series de otros sondeos, los del Centre d'Estudis d'Opinió (CEO) de la Generalitat, que reflejan una evolución similar."
Hay, efectivamente, en Cataluña una población política y culturalmente espectral que va creciendo lentamente debido a que los espectros suelen dar al principio poca guerra y no les gusta dar la tabarra, pero si su número sigue creciendo, podría llegar a convertir a Cataluña en una especie de limbo político (cosa que no es completamente descartable), dejando el país a los pies de los caballos de los demagogos, que son los que ofrecen soluciones fáciles para los problemas complejos. Conviene recordar que el nihilismo político, de tanto rehuir los espejos, acaba olvidando su nombre y reclamando sobredosis de fe.
Gregorio. Mucho de ese peligro veo yo también. Hace tiempo y en TODA España.
ResponderEliminar¿Y? A mí no me sorprende el dato, incluso me parece corto conociendo la realidad social catalana.
ResponderEliminarComo bien titulas, es el oasis catalán, un pozo sin fondo de corrupiones y corruptelas políticas, económicas y morales/éticas.
La partitocracia catalana da la espalda a la realidad, más que en el resto de España.
Además, es lógico de una sociedad donde la máscara del nacionalismo todo lo tapa y justifica. Nacionalismo que choca muy frecuentemente con el respeto a los derechos humanos y constitucionales, al anteponer el colectivo al individuo, minizando cada vez más al segundo, que deja de ser ciudadano para convertirse en siervo de la partitocracia feudal partidista.
No, no me extraña.
[ "Creo que, en última instancia, el nacionalismo está reñido con la democracia. Aunque hay que diferenciar el nacionalismo de pistoleros terroristas del nacionalismo burgués de CiU o del PNV. Pero si usted escarba en las raíces ideológicas del nacionalismo, éstas son un rechazo de las formas democráticas, un rechazo a la coexistencia en la diversidad, que es la esencia de la democracia. Por eso yo combato el nacionalismo en todas sus manifestaciones". ]
ResponderEliminarMario Vargas Llosa
No, no sólo es el nihilismo o pasotismo, también la enfermedad del nacionalismo excluyente catalán está detrás del fenómeno.
No creo que esté "detrás del fenómeno", sino que es "el fenómeno-en-sí". Más me inclino a pensar en términos de apostasía de la religión nacionalista que de desafecto hacia la democracia. La politica, afortunadamente, no es una realidad dada, sólida, inmodificable y que hayamos de aceptar o rechazar. De hecho, me parece más apropiado hablar de "políticas" que de política. Hay algo que esta claro: quienes ofrecen a los votantes algo que vaya más allá del cortoplacismo, el regate corto o el populismo demagógico pueden ir más lentos, en su conquista del voto, pero una vez hecho suyo por vía de la razón, no de la propaganda, difícilmente lo perderán. El chaquetismo es propio de sociedades corruptas, como el transfuguismo.
ResponderEliminarLo que desde hace un tiempo revelan las encuestas en Cataluña es más bien preocupante, y no es de extrañar, la actual clase político se ha dedicado a laminar cuanto de positivo la había caracterizado en la Transición. Desde fuera, la percepción es la de que todos se han apuntado a la carrera del nacionalismo y sin tregua compiten por algo que cada uno se encarga de situar un poco más lejos en una carrera sin sentido ni meta establecida
ResponderEliminarDuele. Pero Gregorio, la mayor indiferencia de Catalunya yo la atribuiría a un factor adicional que el propio autor indica al final del artículo:
ResponderEliminarlas expectativas que viene ofreciendo el sistema democrático en el plano político –con especial mención al autogobierno– no se han cumplido en el caso catalán.
Pero la causa principal de esta indiferencia en mi opinión es una crisis de la democracia, la falta de la credibilidad de la ciudadanía en las estructuras políticas, se cree en otras cosas, como por ejemplo en el medio ambiente. Soy testigo de ello cada día con los jóvenes de mi clase en la universidad: la política no interesa y pocos votan. Y la mayoría no son nacionalistas.Hay dos o tres antisistema porque no están conformes con el capitalismo...El sistema democrático pierde credibilidad día a día porque es evidente que ni el sistema de garantías del sistema funciona. Y esto se percibe con la corrupción, los miembros de unos tribunales elegidos por los propios partidos etc. Hay un grupo de población que vive perfectamente sin que juegue ningún papel en su vida los mecanismos de participación democrática, por ello les es indiferente.
Y hay indiferencia por una falta de conocimiento de los valores democráticos. O sea, si hay jóvenes entre la población entrevistada indicaría que la asignatura de educación para la ciudadanía no sirve para nada. Y la competencia social y ciudadana tampoco. Habría que ver en qué franja de edades se ha hecho la encuesta y qué contestan.
Me duele lo rápido que se relaciona con el nacionalismo porque me parece que no tiene nada que ver, si fuera así en valencia o Andalucía habría muchos nacionalistas catalanes.. o españoles, o como se explica?
Vaya asco de tiempo este fin de semana! "Culpa del nacionalismo, en la España autentica hace sol", larga el Maty de turno, y desde luego nunca le falta la cita del Nobel de turno que le apoye. Dios, que cruz de gente!
ResponderEliminarYo soy incapaz de establecer relaciones de causa-efecto sobre esta cuestión. De algunos comentarios podría deducirse la paradoja de que los catalanes que no son nacionalistas catalanes son más profascistas que el resto, cosa que no parece difícil de creer, especialmente si comparamos los resultados de Cataluña con los de Euskadi. Por otra parte Cataluña tiene su propia historia de tentaciones tanto nihilistas como caudillistas.
ResponderEliminarEn cualquier caso yo sí que intuyo un cierto y difuso nihilismo ambiente que habrá que seguir de cerca.
Tres cosas más:
- Respecto a lo que los políticos catalanes hacen, convendría recordar que suelen aplicar y desarrollar leyes aprobadas en el Parlamento español.
- Que en Cataluña hay nacionalistas, es una obviedad; que siendo nacionalistas quieran ser patriotas, parece coherente; que para afirmarse a sí mismos tengan que subrayar las diferencias con lo que no son, parece elemental.
- Que en la difusa defensa el cosmopolitismo frente al nacionalismo también intuyo yo una forma de nihilismo.
Hace falta mucho valor para pensar que lo que pasa no tiene nada que ver con que en los últimos años el nivel de crispación ha sido máximo por un Estatut de la clase política, que ha impuesto un sistema de financiación claramente desigual e insolidario, ¡sistema que ha durado cuatro días! porque CIU está ya pidiendo otro... Es verdad, puede que todo sea un invento del enemigo exterior.
ResponderEliminarLas cifras diferenciales son demasiado dolorosas -contundentes- para no relacionarlas con la política y la sociedad catalana. Dos cuestiones:
ResponderEliminar- Una ya histórica: se ha vivido de la ficción que en este país no hay derecha conservadora. Luego, se han gestionado todas las innovaciones, incluso las imaginaciones, progresistas, con una alegría aterradora. Hemos sido pioneros en todo, els primers.
- La debacle que refleja La Vang se produce en estos últimos años. Las ficciones (por ejemplo los cercanías iban mal porque en Madrit no nos quieren, o peor, nos quieren hundir. Esta noche se acaban de parar todos los trenes) en relación al estatut han cabreado a todo el mundo. Una sociedad que se ha ido crispando. Gente de una sensatez y de una vida convencional a prueba de bomba, clase media alta económica e intelectualmente, me dice que se ha hecho independentista porque Madrit nos está ahogando..., y no nos queda otra opción. Una derivada interesante, cuando les objetas: la independencia será una fiesta, tendremos una relación con Castilla privilegiada, no habrá ningún problema; casi parece que la van a proclamar en el acto central de una fiesta mayor, justo después de la elección de la pubilla.
Recuerdo las cartas escritas desde la prisión por Havel, y su insistencia en una sociedad que vive sistemáticamente mintiéndose.
Lo clava, Lola: "una sociedad que vive sistemáticamente mintiéndose". Acaba de definir la realidad catalana con la mayor economía de palabras posible. ¡Enhorabuena! Que nos mintamos nosotros a nosotros mismos entra dentro de lo comprensible, pero que una sociedad nos imite es señal de que algo esencial no funciona. Pondré un ejemplo que sé que es polémico: "Las lenguas propias de Cataluña son el catalán y el castellano". Mientras nos sigamos mintiendo al respecto no hay nada que hacer y sí mucho que deshacer. Y ahora ofrezco un avalista poco sospechoso: Antoni Puigverd, antes colaborador de El País y ahora de La Vanguardia. Su artículo sobre el Nobel a Vargas Llosa me parece una ejemplificación de lo que usted ha clavado, Lola.
ResponderEliminarYa, y la española respecto a lo que es como nacion no se miente, vive en la verdad.. curioso
ResponderEliminar¿Y cómo es posible deducir de mi intervención una conclusión como la suya? Es imposible. Usted pone sobre el tapete sus propias conclusiones, pero de su razonamiento no exhibido. Sacarlas del mío, ya le digo, es imposible, porque en modo alguno he hablado de ese otro sujeto, la sociedad española, del que también puede predicarse lo mismo, por supuesto, si bien con no pocos matices que reflejan una pluralidad que en nuestra sociedad casi brilla por su ausencia, y que cuando se manifiesta recibe las más totalitarias descalificaciones. Dos Passos, cuando recorrió España, se sorprendía de que España fuese un sólo país, dada la variedad, la diversidad de sus geografías y de sus culturas, sin darse cuenta de que España, si es algo -y los noventayochistas no tenían muy claro qué "cosa" fuera-, es eso: la unidad de la variedad. Algo diferente es que a ciertas pulsiones centralistas y totalitarias les sea imposible asimilar esa visión del país, o del Estado, si así lo prefiere. Lo fundamental, para mí, es qué me garantiza mis derechos individuales, y lo único que tengo a mi alcance es la Constitución del 78. Le sigo siendo fiel.
ResponderEliminarComparto la misma fidelidad, Juan. Y gracias.
ResponderEliminar"Que en la difusa defensa el cosmopolitismo frente al nacionalismo también intuyo yo una forma de nihilismo".
ResponderEliminarNo lo entiendo. Explíquese, por favor.
La sociedad catalana comparte males con el conjunto español, ahora bien, tiene el factor diferencial de que el nacionalismo controla los resortes del poder desde hace décadas, como sucede con el socialismo en Andalucía y Extremadura.
ResponderEliminarBajo la bandera de turno se han tolerado multitud de tropelías -sobre todo los medios de (in)comunicación catalanes.
En Catalunya el discurso identitario se ha exarcerbado y la partitocracia gobernante ha dado la espalda a los problemas que atañen al día a día de la ciudadanía, de ahí la creciente desafección respecto a los partidos, sindicatos y demás instituciones.
Como niños y adolescentes, lo más fácil es siempre culpar al profesor en vez de reconocer la propia culpa/responsabilidad.
Como niños y adolescentes, el discurso nacionalista es egoísta y sólo sabe mirarse en el ombligo.
Ahí radica uno de los problemas: la sociedad catalana no es adulta, cada año que pasa es más infantil, mal generalizado en toda España, me temo.
Sólo hay que fijarse en las audiencias televisivas y cómo la masa prefiere contenidos basura, ya sean de aquí o no.
Con un sistema educativo desastroso y con unos medios de (in)comunicación que anteponen la opinión/sectarismo a la información de calidad nada bueno puede esperarse de cara al futuro.
Dentro de poco habrá elecciones autonómicas ¿cuántos votantes se plantearán estos temas antes de otorgar pleitesía nuevamente "a los suyos"?
http://www.vozbcn.com/2010/10/12/37140/diez-pim-pam-pum/
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