I
Nos hemos enterado hoy a la hora del café, como tenía que ser. Su necrológica aparecía en La Vanguardia y en El País y gracias a ello algunos han descubierto que había sido alguien importante. Pero en estos últimos años era uno más de los habituales de la Plaza de Ocata, donde aparecía a media mañana para comentar con los vecinos esas mínimas cosas cotidianas que tanto nos entretienen. Se presentaba con su aire desgarbado, los hombros un poco caídos, las manos en los bolsillos y su mirada despierta, risueña y ligeramente irónica y se sentaba donde se le antojaba. "¿Alberto Oliveras?", ha preguntado alguien, "¡Sí hombre sí, si hacía aquel programa tan famoso de...". Su silla fue ocupada hace muchos años en los estudios de la radio y ahora se ha quedado sin asiento en la Plaza de Ocata. Descanse en paz.
II
He tenido una intervención en el Congreso de la FAPEL. Todo el mundo ha hablado de la familia como principal agente educador. Yo he defendido que si era cierto que era el principal agente educador, entonces también era el principal agente deseducador. Al levantarme, otro ha ocupado mi sitio.
III
Al ir al congreso he cogido un taxi del que se salían cinco hombretones ciertamente amedrantadores. "No sabes qué miedo he pasado", me ha dicho el taxista, y me ha contado la dureza de su vida. Al llegar a mi destino no no ha querido cobrarme. Mi asiento ha sido inmediatamente ocupado por otro pasajero.
IV
Estaba Maragall, el Conseller d'Educació, que ya saben ustedes que a mi, personalmente, me cae bien y además lo digo. Pero vengo comprobando que cuando en una conferencia confieso esto mismo, inevitablemente los asistentes se ríen pensando que hago una broma sutil. Su silla pronto será ocupada por otro... o por otra.
V
Conversación oída en el tren de vuelta a casa.
- ¿Por qué no me has llamado?
- He pensado que con lo que trabajas no tendrías tiempo de coger el teléfono.
- ¿Qué tontería es esa? ¿Cómo no voy a tener tiempo de coger el teléfono?
- Porque si tienes tiempo para coger el teléfono y contestar una llamada, también lo tendrías para cogerlo y llamarme a mí.
Eran una pareja de unos veinte años. Se han bajado en Badalona. Sus asientos han quedado vacíos hasta Montgat, donde los ha ocupado una señora mayor que arrastraba un carro de la compra.
¡Ay! ¡La eterna mudanza de las cosas! Pienso con melancolía en Heráclito, y me doy cuenta de que también fue desalojado de su lugar hace mucho....
ResponderEliminarUn soneto de Quevedo habla del tiempo, que "ni vuelve ni tropieza", y termina:
"¡Cuánto, inadvertido, el hombre yerra,
que en tierra teme que caerá la vida
y no ve que, en viviendo, cayó en tierra!"
Borja: pero aunque a veces la melancolía heraclítea nos seduzca, parece más filosófica una cierta actitud irónica, a lo Demóocrito, ante la realidad. He intentado transmitirla, pero evidentemente, sin demasiado éxito.
ResponderEliminarDe la pareja que bajó en Badalona ¿quién se levantó antes, ella o él?
ResponderEliminarNo había ninguna ella.
ResponderEliminarA mí me parece una perspectiva muy sana, como la de los dos mandatos de los presidenes y alcaldes. Creerse imprescindible sólo alumbra iluminados. Ahora bien, que el relevo tarde... A mis hijos les embromo con que tengo firmado un contrato hasta los 113, ni un día más, ¡ni menos! Algo hay, sin embargo, en los genes de esa conciencia de la sucesión. Unamuno quería tener muchos hijos para seguir viviendo a través de ellos y de sus fuuturos descendientes. Desde esa perspectiva a mi no me importaría ser clonado, pero desde que nos llegan imágenes de Corea del Norte, donde ya han conseguido la clonación perfecta, me lo estoy pensando...
ResponderEliminarA mí estas cosas me hacen aflorar una especie de esquizofrenia. Pienso: Buf, menos mal que después de uno viene otro. Y a la vez pienso: así de prescindibles somos. Y luego pienso: pero si hace falta que nos substituyan será que un poco importantes también somos. Y después: bueno, tenemos nuestra misión... hasta que nos vamos. Y así.
ResponderEliminarTengo la costumbre de ojear los obituarios de la prensa inglesa. Los del Times están muy bien y son una buena ocasión para conocer y despedir a una época más que a unas personas cuya existencia conozco entonces por primera vez.
ResponderEliminarTampoco están mal los del Telegraph. Hace unos días publicaron éste
http://www.telegraph.co.uk/news/obituaries/military-obituaries/naval-obituaries/8042171/Captain-Mickie-OBrien.html
'...he had the perfect temperament: a strong sense of fatalism and no imagination'.
Hace algo más de tiempo murió Eileen Nearne, cuya vida se llevó al cine.
http://www.telegraph.co.uk/news/obituaries/military-obituaries/special-forces-obituaries/8009812/Eileen-Nearne.html
Y a propósito de ella, alguien publicó un artículo preguntándose qué obituarios se leerán de aquí a unos años.
http://www.telegraph.co.uk/comment/columnists/christopherhowse/8003662/Eileen-Nearne-Why-modesty-is-something-to-boast-about.html
D. Gregorio: no creo que haya usted carecido de éxito, la ironía salta a la vista´. Supongo que soy yo el melancólico, e incluso en la ironía me es posible parar en cierta melancolía.
ResponderEliminarUn saludo
Recibo esto de un amigo canario:
ResponderEliminarhttp://www.eldia.es/2010-10-10/CRITERIOS/0-Cartas-director.htm
Sin nada que ver con eso, hace un rato se me ha ocurrido una idea que querría comentarle:
Teniendo en cuenta el abismo cada vez mayor existente entre la excelencia universitaria y los contenidos (y resultados) de la secundaria, ¿no podría ser una buena idea acercar la investigación universitaria a las aulas de secundaria? Es decir, asociar un grupo de profesores universitarios (escogidos sobretodo en función de sus comptenecias pedagógicas) y organizar una agenda de charlas en los institutos. Sería necesario que fueran buenos comunicadores, para que los jóvenes encontraran en ellos los referentes que no encuentran en sus propios profesores. Y quizá el despertar de una nueva mirada hacia el potencial de la investigación en todos los ámbitos repercutiría positivamente en su relación con esos mismos profesores. Podría hacerse lo mismo con las FP. El contacto con un ebanista o con un papirólogo podría así captar el interés de ciertos alumnos. Evidentemente eso requiere mucha delicadeza en la selección de los "ponentes" y un trabajo de equipo. ¿Cree que tiene algún sentido organizar algo así visto como están las cosas?
Lucrecio lo decía de forma perfecta: “Augescunt aliae gentes, aliae minuuntur,
ResponderEliminarinque brevi spatio mutantur saecla animantum
et quasi cursores vitai lampada tradunt.”
Vale, su Lucrecio lo responde todo.
ResponderEliminarEn relación con algo que me envió hace unos meses: http://www.youtube.com/watch?v=9hw8qm8WyBY&feature=player_embedded
Bellorofonte. En Cataluña hemos tenido un instrumento precioso para fomentar la investigación, el "treball de recerca". Todo lo que le diré es que en algunos lugares lo utilizan muy bien.
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