En The Atlantic se preguntan si el contacto físico humano es necesario. Para los mediterráneos, sin duda, es imprescindible. ¿Habrá que ir aprendiendo a dejar de ser mediterráneo? ¿Pero para qué salir a la calle si tenemos que ir por ahí con cara de desconfianza? ¿Sólo para que nos dé el aire y hacer ejercicio?
Me siguen preguntando por el mundo pos-coronavirico. Me molesta muchísimo esta pregunta. ¡Y yo qué sé! ¡Si aún no estamos seguros de comprender el mundo coronavírico, cómo vamos a saber qué habrá después de él! Mi tendencia espontánea es decir que no aprenderemos nada. Pero lo digo intentando ser optimista, ya que, vistas las cosas que algunos nos dicen que habrá que cambiar...
¿Qué hemos aprendido del mundo pre-coronavírico? ¿Qué hemos aprendido del cosmopolitismo, del fin de las naciones, del poshumanismo, del mundo multipolar, de la pospolítica, de las guerras identitarias, etc.? Pues no mucho, porque cuando llegó el virus, nadie quiso tratarlo como un enemigo común y corrimos a protegernos todos detrás de nuestras fronteras nacionales, a ver quién las tenía más inexpugnables. No parece que haya habido mucha coordinación internacional ni tan siquiera en la UE. Nos costará admitirlo a los europeos, pero, cuando despertemos, la nación seguirá ahí.
"Nos costará admitirlo a los europeos, pero, cuando despertemos, la nación seguirá ahí." Porquè cuesta tanto aceptar esto tan obvio ?
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