I
No tenía muy claro al principio a qué, exactamente, salíamos a aplaudir a las 8 de la tarde, pero allí estábamos, asomándonos a las calles vacías desde las ventanas de nuestra reclusión, dejándonos las manos con unos aplausos más encendidos que los que nunca dedicaremos a ningún artista. Pero poco a poco he ido comprendiendo que salimos a aplaudirnos. Por eso los vecinos nos miramos mientras damos palmas a un ritmo que una batuta anónima dirige con destreza y sentimos que nos estamos empujando hacia adelante, en un esfuerzo colectivo que, al menos de las 8 de la tarde es muy útil. Por eso mismo nos tiene a todos aplaudiendo durante cinco minutos y saludándonos con gestos cómplices para decirnos que allí estamos, antes de regresar a la clausura. Este y el de bajar la basura son los únicos ejercicios físicos que estos días me tomo en serio, casi litúrgicamente. El tiempo, mientras tanto, avanza y en los noticiarios hablan de que quizás, quizás, se comience a ver, allá al fondo, la luz de la salida del túnel.
II
Nono de Panópolis, un monje cristiano del alto Egipto que vivió en el siglo V, cuenta en sus Dionisíacas que el dios del tiempo, Cronos, “pastor de los siempre fluyentes años”, acabó sintiendo compasión por las interminables fatigas del hombre. Dirigiéndose a Zeus, le suplicó: "Que sea otro quien cargue sobre sus espaldas el discurrir del tiempo, yo estoy ya cansado de tanto compadecer a esos desgraciados mortales. Prometeo no debió haber robado el fuego, sino el dulce néctar que regocija el corazón de los dioses".
III
Claro es que hay formas y formas de pasar el tiempo. Por ejemplo el diario La Rioja informaba ayer que "unas catorce personas permanecen encerradas en cuarentena en el Pub Macumba de Rincón de Soto", dado que se han registrado allí algunos positivos. El Macumba es un famoso club de carretera de La Rioja, situado entre Alfaro y Calahorra, al que suelen acudir clientes de los pueblos cercanos. No haré más comentarios.
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