jueves, 16 de abril de 2020

Días de coronavirus. 52. Rerum senilium

"No queremos entender que la precaución es el mejor médico del Mundo", escribía el polígrafo Gregorio Mayans y Siscar (1699-1781) en El mundo engañado por los falsos médicos. Algunos "expertos" dicen que la precaución, en el caso del coronavirus, va para largo.

He escrito en El Subjetivo sobre la fractura moral que nos ha producido el coronavirus, aunque no parece escandalizarnos demasiado. He titulado el artículo Rerum senilium, pensando en las cartas de Petrarca.

Veo también una fractura moral en la frivolidad con que se anuncia que se dará un aprobado general a los alumnos de primaria y secundaria  En realidad, lo que se anuncia es una promoción mayoritaria, pero no general, puesto que se dice que sólo repetirán los casos imprescindibles (luego, habrá repetidores), que se planificarán actividades de recuperación para los que lo necesiten (luego se admite que la promoción no significa aprobado) y que la evaluación no será homogénea, ya que se tendrá en cuenta el diverso rendimiento del alumnado en los dos primeros trimestres del curso. Es decir, se copia a Italia  pero con una salvedad, aquí se acaba dejando en manos de las Comunidades Autónomas la letra pequeña del asunto. 

Las autoridades educativas parecen creer que no importa que seamos más o menos inteligentes, más o menos virtuosos, más o menos autónomos, más o menos egoístas, más o menos vagos... lo que importa es que somos vulnerables y hay que evaluar a los alumnos por su vulnerabilidad. Hay en esta convicción pedagógica una derrota moral que, sin embargo, muchos pedagogos consideran una victoria. Pero la vulnerabilidad es una propiedad universal del ser vivo y por sí misma es incapaz de discriminar entre diferentes modelos de vida. Para aspirar a una vida buena se necesita un criterio de evaluación de lo humano diferente, un criterio que apunte hacia lo mejor que cada uno puede llegar a ser, no a lo que todos, inevitablemente, ya somos.

Johnny E. Williams se pregunta si la "romantización" de la cuarentena es un privilegio social. La pobreza siempre cuenta, como es evidente, sobre todo en los países pobres. "¿Qué tipo de cuarentena vamos a tener aquí, me preguntaba un amigo mexicano,  si mucha gente no tiene ni casa?" Pero entre nosotros, eso que Williams llama "romantización" no es sino una forma sofisticada de espantar el miedo. Lo que determina cómo vives las cuarentena no es tanto tu espíritu aventurero como la diferencia entre la salud y la enfermedad.




3 comentarios:

  1. Es lo que hemos comentado muchas veces. Estamos confundiendo dmocratizar con devaluar. Estamos haciendo que las personas sean cada vez más iguales, que tengan cada vez más posibilidades, pero lo estamos haciendo por abajo. Estamos expulsando la excelencia. Lo pagaremos muy caro.

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  2. Verá usted en la página 12 de esta "ética"...
    https://semicyuc.org/wp-content/uploads/2020/03/%C3%89tica_SEMICYUC-COVID-19.pdf
    ...cómo al paciente de 80 años "recibirá preferentemente" cualquier cosa que no sea un respirador, y cómo a un paciente con deterioro cognitivo (que no tiene relación alguna con el comportamiento frente al coronavirus) tampoco hay que dárselo, y cómo, sobre todo y antes que todo esto, hay que "tener en cuenta el valor social de la persona enferma" (valor que en los viejos, al parecer, no está en alza).

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  3. Estimado señor Luri, he vuelto a leer este artículo suyo y me ha vuelto a impresionar. Quería preguntarle si sería tan amable de indicarme en qué diálogo escribe Platón tales cosas sobre los padres. Si es molestia, disculpe, y gracias en cualquier caso, sólo sea por el artículo.

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