sábado, 28 de marzo de 2020

Días de coronavirus. 25. Páthei máthos

Esto que hoy llamamos pandemia durante muchos siglos se llamó plaga y todo el mundo sabía que las plagas siempre vuelven.

Mi abuelo Federico recordaba a veces la plaga que vivió en 1918 (mi madre tenía 3 años y mi padre, 5), la de la Gripe española, y contaba de manera muy dramática y misteriosa que la gente se moría de repente, que igual estabas hablando con uno en la plaza y súbitamente caía fulminado por la muerte. No sé qué había de verdad en esos recuerdos, pero lo que me interesa resaltar es el recuerdo mismo.

"¿Qué cambiará tras el coronavirus?", se empeñan en preguntarme. 

"Lo mismo que tras la primera guerra mundial", he contestado hoy. Es decir, buenos propósitos olvidados al poco tiempo y la memoria herida de los supervivientes que tenderán, de forma espontánea, a añadir de vez en cuando una pincelada dramática a las historias que contarán a sus nietos para ganarse su atención.

Las crisis graves producen una gran cantidad de literatura sobre lo que ya no volverá a pasar. Me imagino que necesitamos fe en nosotros mismos y eso nos ayuda a pensar que somos listos y que ciertos errores de bulto relacionados con lo inmediatamente vivido no se cometerán nunca más.  

Es falso. El hombre siempre tropieza en las mismas piedras (las de su naturaleza).

Una de las características de la vida política es la mala memoria. El hombre vive hacia adelante y no suele mirar al retrovisor. Somos, en la vivencia inmediata de nuestras cosas, más futurizadores que rememoradores. Pero es que, además, las nuevas generaciones nacen, afortunadamente, sin memoria, y en poco tiempo, entre la desmemoria de unos y la novedad biológica de otros, vamos dejando aislados a los supervivientes traumatizados. 

El olvido de las permanencias antropológicas es una de las características del presente y el pensar que vamos a aprender no sé cuantas cosas de nuestro dolor, una de las manifestaciones de este olvido.

Nadie ha reflexionado más que los griegos sobre el "páthei máthos" (πάθει μάθος), es decir, sobre las enseñanzas del dolor. Su conclusión fue que a algunos el dolor les enseña a ser humildes. Pero la humildad nunca estuvo muy de moda en política.



La gripe de 1918. ¿Observan las máscarillas?


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