Buscar este blog

miércoles, 14 de marzo de 2007

¿Un desgraciado perverso?

Me imagino que estáis al tanto de la polvareda levantada por la publicación de una obra presuntamente artística subvencionada por la Junta de Extremadura con imágenes clarisimamente provocadoras para una sensibilidad cristiana.

El artista, un tal Jam Montoya, explica de esta manera el sentido de su obra ("Sanctorum, 1997"):

“Para la realización de estas imágenes el autor recurre a la paráfrasis, a la reutilización de imágenes religiosas de la iconografía clásica, dotándolas de un nuevo sentido e intencionalidad claramente transgresiva y procurando una inversión en su significado más profundo. Exalta la sexualidad como faceta inherente al ser humano independiente de cualquier creencia o religión. El sexo es la vida y está inscrito en nuestra naturaleza, a pesar de que la religión católica esté obsesionada por negarlo”.

Para apoyar teóricamente su propuesta, Jam Montoya se parapeta tras una cita de Otto Mühl, representante del llamado “accionismo vienés”, movimiento que conoció los fervores de la vanguardia hace cincuenta años. La cita de Mühl es la siguiente:

“El artista es el desgraciado que se ha vuelto perverso. En esta perversidad se halla el camino de la redención de la sociedad: las estéticas de la burla, la obscenidad y el pozo negro son los caminos morales contra la conformidad, el materialismo y la ignorancia.”

Tengo mis dudas sobre si lo que hace Montoya tiene algo que ver con el accionismo. Así, a primera vista, más parece retroaccionismo de escaparate subvencionado, pero quizás no esté yo bien informado para juzgarlo. Por eso me ayudaría mucho a formarme una opinión cabal sobre su obra si en los próximos días Jam Montoya nos sorprende con una muestra de coherencia y aplica sus teorías artísticas al Islam. Quizás consiga una subvención en algún emirato. En principio no veo por qué un artista desgraciado que se ha vuelto perverso habría de tener más respeto por los faldones de un ayatolá que de un obispo.

Añado (8:42) un enlace a una entrevista con el artista.

18 comentarios:

  1. Claudio.

    Es cómodo ser transgresor en el ámbito de la denostada seguridad burguesa.
    Cuando falla (ejemplo: ópera de Mozart) los transgresores ponen los pies en polvorosa.

    ResponderEliminar
  2. Claudio.

    Que cómodo es ser transgresor en el ámbito de la denostada seguridad burguesa.
    Cuándo falla (ejemplo ópera de Mozart con cabezas cortadas), los transgresores ponen los pies en polvorosa.

    ResponderEliminar
  3. Claudio.

    Disculpas.
    No estoy tan puesto de mis opiniones como para duplicarlas.
    La máquina dice que ha fallado el envío y luego salen los dos.

    ResponderEliminar
  4. Bien venidas sean sus opiniones, aun dúplices.

    ResponderEliminar
  5. Las actitudes similiras a las de este artista me llenan de santa indignació.
    Podríamos decir que las pelis porno son transgresoras, porque probablemente los mismos que reaccionan airadamente a su existencia son los mismos que lo harán con las fotos de este artista. Pero el porno no es transgresor; está amplia y cómodamente viviendo con nosotros. Como la blasfemia. Este hombre no transgrede los ideales de prácticamente nadie. Caben dos posibilidades: o es muy tonto y cree que vive en la España de hace 30 años o es muy hipócrita y astuto. Evidentemente es lo segundo, pues no parece que viva en una aldea incomunicada.
    No, su obra no transgrede; al contrario, complace, acaricia. Golpea a una especie en extinción sin ninguna simpatía en el mundo del arte -y casi en la sociedad - para que se alabe la valentía.

    ResponderEliminar
  6. La categoría de "trangesión" es absolutamente externa al arte (salvo quizá en las vanguardias, que bien muertas están): una obra es buena o mala, y luego ya habrá quien diga que es transgresora o reaccionaria; a mi se me da una higa en tal asunto. Lo de este hombre me parece, sencillamente, malo, y por tanto, no subvencionable salvo por motivos ideológicos.

    ResponderEliminar
  7. Absolutamente de acuerdo con el comentario de otro ....las fotos son infumables de una estética paleta y muy mediocres ...ni a la transgresión ideológica llegan , porque no trasmiten nada , las que he visto , estáticas , mala interpretación fotográfica ...en fin, ni a kitsch llegan ...montajes manidos sin tema

    ResponderEliminar
  8. si hay algo que no entiendo, es lo de que un artista sea subvencionado por el gobierno. Los artistas han de morirse de hambre y sufrir, coño.

    Por otro lado, son unas fotografías que parecen sacadas de un número de la Rolling Stone o algo por el estilo, demasiado facil.

    ResponderEliminar
  9. Es imposible ser transgresor cuando no se reconocen límites. La inmoralidad es una prisión sin bordes.

    De esta pequeña canallada no molesta tanto el hecho como su justificación.

    ResponderEliminar
  10. Yo iría por partes:

    1 - El fotógrafo es bueno, iluminando y tratando los temas. Me atrevo a decir que muy buena y su puiesta en escena también. Todas sus colecciones me parecen apreciables, lo creo sinceramente.

    2 - NO me importa sin pertenece a un movimiento o no: realmente ser de un Club no quiere decir nada. Lo importante es la actividad.

    3 - La transgresión aparece tan solo en la colección "cristiana" que peca de "mal gusto" por un excesivo sentido de la ironía que realmente es humor grosero. Está al margen del resto de su trabajo por el ánimo de provocar (prefiero decir provocadora a transgresora)e imagino que busca el escándalo.

    4 - La política de subvenciones me parece una aberración se subvencione a quien se subvencione, por cuanto siempre tiende a:

    a / generar al artista domesticado (en determinados gobiernos la provocación es primordial, en otros el más cutre conservadurismo)

    b / dirigir el desarrollo del arte, no en la fase de creación sino en el impulso de los creadores a los temas que pueden conseguir subvenciones.

    c / premiar al amiguete (es el resumen final)

    ResponderEliminar
  11. Sí, vamos por partes:

    1)Tan legítimo es subvencionar como criticar la subvención. No critico al gobierno extremeño. Allá ellos con sus criterios allá los electores de Extremadura con los suyos.

    2) Tampoco critico la calidad del artista. NO me parece sobresaliente, pero si hubiese que criticar las subvenciones a todos los artistas que no son sobresalientes, tendríamos que pasarnos el día criticando.

    3)NI tan siquiera critico el gesto irreverente en sí mismo.

    4)Lo que sostengo es que si ese gesto no es afirmado con otros del mismo tipo, desmentirá inmediatamente su voluntad provocadora para manifestarse como un gesto simplemente cínico.

    5)Y, efectivamente, sospecho de su cinismo. Si de verdad quiere provocar tiene religiones más facilmente provocables.

    6) Claro: sospecho también que si hubiese elegido al Islam como objeto de provocación hubiese tenido más dificil la subvención para la publicación de su obra.

    7) Por cierto, ¿Sigue Otto Mühl vivo? ¿A qué se dedica?

    ResponderEliminar
  12. Me decía un amigo judío que ellos suelen hacer muchos chistes sobre judíos, pero pobre del árabe que se ría de ellos.

    Quizás sea demagogia, pero en tanto la iglesia nos considere a todos cristianos y siga poniendo pegas al que quiera abandonar el redil, considero que nos legitima para hacer burla o transgredir lo sagrado, pues al fin y al cabo nos reímos de nosotros mismos. Y conste que no entro a discutir si es o no arte, pues eso daría para una tesis, pero no se le puede negar "oficio".

    Otro tema que daría para tesis es lo de las subvenciones al arte. Suele ocurrir con demasiada frecuencia que sólo untan a los buenos vendedores de si mismos, no a los buenos artistas. A estos no les suele hacer falta el dinero público.

    Algo que también queda patente, sobretodo en este caso, es que se subvenciona para cumplir el expediente, para gastar el presupuesto. De cara al público queda muy bien una generosa partida dedicada a la cultura. Aunque en la mayoría de los casos ni siquiera saben qué están subvencionando.

    Interesante debate este. Tiene mucho jugo.

    ResponderEliminar
  13. Con todo mi respeto, y aclarando que ni he visto las fotografías ni voy a entrar en la justificación de la subvención: me parece una actitud un poco infantil, un poco pesada (sin ánimo de faltarle, Gregorio), la de "¿Y por qué no lo hace con el Islaaaaam?". ¡Pues por qué no! Porque no le da la gana; ¿porque qué tiene que ver él con el Islam? ¿Y con el budismo?, ¿por qué no le pregunta sobre el budismo?
    Digo yo que si este señor quiere ser transgresor, como parece el caso, tendrá que serlo en su sociedad, y no a base de meterse con Manitú o Brahma. Ni que viviera en una sociedad por igual católica y musulmana.

    De verdad que me parece un estar a la defensiva utilizando un argumento un poco ridículo.

    (Insisto en que no pretendo personalizar mis críticas)

    Un saludo.

    ResponderEliminar
  14. Arrebatos: Sin duda, este debate tiene mucho jugo. Desde mi punto de vista, desde que la vanguardia se ha convertido en la rutina del arte, los que optan por ser provocadores lo tienen muy difícil. ¿Qué significa hoy ser un artista maldito de vanguardia? NO lo tengo muy claro, pero para provocar hoy a los demás con las propias frustraciones hay que tener frustraciones muy grandes y ser un muy gran provocador.

    ResponderEliminar
  15. Portorrosa: ¡No, hombre, que no me falta el respeto! En todo caso, me lo faltaría si tomase mis opiniones, que están presentadas aquí para ser discutidas, por dogmas de fe. Así que, bien venida sea su crítica.

    Fíjese usted que no he pretendido meterme con la obra de este señor, sino con la justificación de sus pretensiones.
    Es el artista el que para justificarse recurre a un representante muy específico del accionismo vienés. Y desde este punto de vista, ¿qué quiere que le diga?, su actitud me parece -por recuperar una palabra ya en desuso- pequeñoburguesa.
    Hoy, entre nosotros, meterse con la iconografía sagrada del cristianismo, provoca poco, a penas a cuatro beatas y cuatro políticos en precampaña. Quien quiera transgredir de verdad ha de estar dispuesto a pagar un precio más caro que el que está dispuesto a pagar este señor.
    Un saludo.

    ResponderEliminar
  16. La sociedad no es uniforme, así que lo que puede resultar provocativo en Extremadura, en Barcelona quizás provoque sonrojo por su ñoñez.

    De todos modos no creo que sea tan difícil provocar hoy en día. Hay muchos tabús implícitos. Eso sí, como bien dice Ud, se debe estar dispuesto a pagar el precio. Los límites de la tolerancia están hoy en día tan definidos (con la ley en la mano), que sobrepasarlos puede implicar una multa en el mejor de los casos.

    Porque yo me pregunto ¿Qué hubiera ocurrido si en esas fotos se vieran curas con niños y niñas desnudos en actitudes inequívocamente sexuales? ¿Existe alguien dispuesto a rebasar ese límite? Porque, no lo olvidemos, no es ninguna fantasía de una mente enferma. La realidad es mucho más cruda.

    ResponderEliminar
  17. De acuerdo, Gregorio. Creo que he entendido mejor, ahora, su crítica.

    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  18. Luri: en lo que estamos de acuerdo es en que la postura del artista merece ser adjetivada de "pequeñonurguesa". Pero ¿no es esa la meta del artista de hoy? ¿No está intentando instalarse en ese á,bito de adoración?

    Creo que por esta afirmación, que tomo de la tuya, es por donde aparece el debate sobre la subvención, al que yo me he referido en mi comentario anterior.

    A mi no me importan las subvenciones, tal vez me he explicado mal, por los artistas; si por el arte que alumbran.

    Y por supuesto, coincido con Portorrosa, la provocación es libre y no sería más auténtica si la hiciera de una manera políticamente correcta, según prismas, claro.

    Sucede, por reducci´çon a lo simple, que provocar a la Iglesia con obras como estas a las que hacemos referencia, tiene asegurado un mercado de escándalo y una proyección de la obra, de la que destaco la puesta en escena y la iluminanción. Es decir: el uso de la técnica fundamentalmente.

    ResponderEliminar

Gol

 I En una entrevista que le hizo el inolvidable Joaquín Soler Serrano -¡aquellas impecables entrevistas en la televisión en blanco y negro!-...