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domingo, 18 de marzo de 2007

La eugenesia II

El fascismo utilizó la eugenesia para mejorar la raza; el socialismo, para eliminar las diferencias sociales; pero durante años tanto el uno como el otro confiaron en la biopolítica.

El fascismo pretendía la purificación de la raza, con el convencimiento de que la pureza racial era el acceso posible a unas míticas virtudes ancestrales cuya recuperación era su gran razón de ser. La eugenesia de izquierdas era progresista y lo que buscaba era la superación moral del hombre eliminando los residuos genéticos que no eran susceptibles de evolución cultural. No fueron pocos los idealistas que pretendiendo resolver problemas sociales echaron mano de la biología. Ahí está el “Back to Methuselah” de Bernard Shaw.

En los Estados Unidos se ejerció un control especial sobre la emigración, porque se pensaba que una cierta deficiencia física y moral era hereditaria. Madison Grant defendía en su libro de 1921 titulado “The Passing of the Great Race”, que la llegada masiva de emigrantes del sur de Europa entrañaba un deterioro del tronco racial norteamericano. La aprobación de la restrictiva Ley de Inmigración de 1924 no es ajena a las polémicas eugenésicas.

A mediados de 1997 la denuncia de una anciana sueca trajo hasta la actualidad algo que nadie quería recordar: la práctica de la esterilización involuntaria de los segmentos considerados irrecuperables genéticamente por parte de los poderes democráticos de las sociedades socialmente más avanzadas en los primeros decenios de este siglo. Curiosamente durante un tiempo esta denuncia compartió espacio en la prensa europea con las fotografías de la oveja Dolly, la primera oveja clónica.

Hoy, con el desarrollo imparable de la ingeniería genética, el hombre dispone de un acceso cada vez más manipulable a sus propios mecanismos vitales y parece facultado para transformar por medios demiúrgicos su propia especie. Ha comenzado a imaginarse a sí mismo como objeto de diseño. Quizás dentro de algunas décadas pueda prescindir de ese reducto de la azarosa genética sexual que es el ombligo. ¿Está el ‘homo umbilicus’ llegando a su fin? ¿Cuánto tardará en sacarse al mercado lo “transhumano”?

Decía Kant que habiendo sido tallado el hombre de un fuste torcido, era imposible modelarlo completamente recto. Pero si tenemos acceso a los códigos originarios, quizás no sea utópico imaginarlo completamente liberado de los fatalismos de la natalidad.

Intentaré responder en el próximo post con El Prometeo de Pérez de Ayala.

10 comentarios:

  1. Si los espartanos levantaran la cabeza... (por cierto, lo del homus umbilicus me lo apunto, cómo me ha gustado).Y qué tentador conseguir una raza nueva a la que se le pueda programar el pensamiento, ¿eh?; todo un logro político: viva la igualdad.

    Saludos

    Mar

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  2. Confieso mi perplejidad. Es un tema sobre el que no alcsnzo a saber que pensar. La medicina ya es en sí una forma de eugenesia positiva, de mejora de la especie. De hecho vivimos más años y con mejor salud y noi se nos caen los dientes, cuando menos nos ponemos postizos.

    Pero a partir de aquí me cuesta pensar, no por las posibilidades, infinitas, sino en los límites morales, que no puedo percibir. ¿Son necesarios otros límites? ¿Donde situarlos? Naturalmente pensando al margen de la contención ante un Dios Creador y celoso de su obra, es decir: como seres libres capaces de programar su futuro.

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  3. Para estremecerse con un mundo donde los avances de la genetica han atropellado los limites morales, recomiendo "Never Let Me Go" de Ishiguro. No es un gran libro, pero se lee de un golpe... de angustia.

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  4. ¿Por qué no situar la eugenesia como práctica actual real, no únicamente teórico? ¿No son, acaso, las pruebas de diagnóstico fetales, con el probable aborto si algo sale anómalo, prácticas eugenésicas?

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  5. Mar, Luis, Ra: Vuestra perplejidad es la mía. Nos enfrentamos a una realidad tan nueva y con tantas y tantas implicaciones que el sólo hecho de querer situarse teóricamente ante ella produce vértigo. Y, sin embargo, es precisamente en estas situaciones cuando hay que atreverse a pensar.

    En cierta forma la eugenesia ya está entre nosotros. La practicamos cuando eliminamos o seres "defectuosos" (permitidme que utilice este concepto, precisamente por lo que tiene de provocador) o características que pudieran dar lugar a seres defectuosos. ¿Eliminar lo malo no es favorecer la aparición de lo bueno?

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  6. Topo: Te doy la razón. Se admita o no, son, de facto, prácticas eugenésicas. Nos da miedo favorecer el nacimiento de seres humanos con caracteristicas "superiores", sin embargo es legal interrumpir el desarrollo de quienes poseen características "inferiores".

    El supermercado del transhumano ha abierto ya las puertas.

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  7. He contestado ya los dos post sobre eugenesia como te prometí. Espero haber hecho un buen trabajo. Desde luego, yo me siento orgullosa, y te agradezco que me hayas dado este estímulo intelectual.
    Aquí lo dejo, con versión catalana (que es como escribo siempre) y castellana para aquellos lectores del Café de Ocata que no entiendan el catalán.
    Saludos y de nuevo muchas gracias.

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  8. Critica Arendt a toda la tradición filosófica occidental (sólo Kant lo roza levemente, el "mal radical") por no haberse dejado asombrar filosóficamnte ante el horror. Bien, este tema, creo, que es el Horror. Por lo pronto, sólo una consideración: la calidad moral no está en manos de la ciencia; la genética no tiene dónde intervenir. Luego, todo será política y tecnología.

    Lola

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  9. Y sigo con mi postura de que la eugenesia ya está aquí. Los tutores de discapacitados pueden optar por esterilizarlos. En otros tiempos y otros lugares, la práctica fue obligatoria y decidida por el Estado. Ahora es opcional y decida por los padres/tutores. Pero la acción es la misma.

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  10. Es una provocación, no me cabe duda, pero me atrevo a proponer:

    si la esencial función de la especie es la conservación y reproducción, ¿no entenderemos, fórmulas morales aparte, la eugenesia como una práctica natural de mejora de la especieP Topo alude a la esterilización: el nazismo, algunos estados de USA, Sudáfrica, paises nórdicos... Fórmulas morales incluidas.

    Sin horror alguno, en China se eliminan al año, o se eliminaban, miles de niñas, consideradas bocas inservibles para la producción en la economía familiar.

    ¿Y las leyes de integración? ¿Los matrimonios mixtos entre negros y blancos en los estados del Sur en USA hasta la legislación Jhonson?

    Hay tal cantidad de ejemplos que han surgido de forma natural...

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