"Todo lo sólido se desvanece en el aire"K. Marx, El manifiesto comunista
Alegoría de Marx como Prometeo encadenado.
Litografía de autor anónimo aparecida en 1843 en el "Rheinische Zeitung".
Sabía que Marx veneraba a Prometeo como el primer mártir del proletariado. Recordaba también que en El Capital sostiene que la sujeción del proletariado al capital es más firme que la de Prometeo a la roca del Cáucaso. Pero desconocía por completo que uno de sus libros favoritos fuera "Frankenstein o El moderno Prometeo" de Mary Shelley. Francis Wheen, en "La historia de El capital" (¡cómo me ha divertido su lectura!) defiende que algunas páginas de los Manuscritos están empapadas de la imaginería de esa novela. Así describe, por ejemplo, las características del trabajo respecto al trabajador: Litografía de autor anónimo aparecida en 1843 en el "Rheinische Zeitung".
"existe fuera de él, es independiente de él y ajeno a él, y empieza a enfrentarse a él como un poder autónomo. La vida que el trabajador ha transmitido al objeto se le enfrenta de forma hostil y ajena".Si esto es cierto, entonces en El Café de Ocata acabamos de demostrar la influencia del fabulista Fedro en el marxismo. No es para lanzar las campanas al vuelo, porque mucho me temo que no nos incluirán en ninguna historia de la filosofía, pero me pienso servir un buen calvados a mi salud. ¡Qué demonios, menos da una piedra!
Enhorabuena por tamaño razonamiento empírico-subjetivo, si es que eso existe. Sin duda cualquier excusa es buena para tomarse un calvados.
ResponderEliminarCuando leí Frankenstein, más que la novela me cautivo el personaje. Después leí el Golem condicionado por la primera.
No hace mucho empecé a interesarme por la "trastienda" de la novela, supongo que debido a lo atípico de su autor en esa época, una mujer. Lo que más me llamó la atenció fue la relación que se establece entre la erupción del volcán Tambora con la concepción de esta obra. Estuve (y estoy todavía) tentado en escribir sobre ello, pero sin duda Ud que es docto en la materia podrá, mejor que nadie, ofrecernos una buena relación de causas-efectos.
Un saludo (y gracias por su atronador aplauso).
Arrebatos: Llevo varios años interesado en el mito de Prometeo y sus derivaciones, una de las cuales, y no la menos relevante es la de Frankenstein. Tengo a Frankenstein por el único mito verdadero que ha creado la literatura de los últimos siglos. Pero le juro que ni se me había ocurrido relacionar el volcán Tambora con Frankenstein.
ResponderEliminarY, sin embargo, lo que sugiere usted parece pertinente. El nacimiento de Frankenstein tuvo lugar un atardecer de junio de 1816. Y 1816 fue conocido como "The year without summer", debido a las consecuencias de la erupción.
Por favor, si escribe algo sobre este asunto, me gustaría mucho conocerlo. Manténgame al tanto.
Sostengo que todo es influencia y nada originalmente nancido de la inocencia, pero en este caso además, la inocencia de Prometeo es mayor.
ResponderEliminarSi como afirmas, luri, y no veo porque dudarlo, Frankenstein es el mito del siglo XIX, o por lo menos la encarnadura de Prometeo para ese siglo, parece razonable pensar que su innfluencia en ese siglo será amplia y en oca siones soterrada.
La fascinación que el personaje de "la criatura de Frankenstein" tuvo en el primer cine del siglo XX, podría ser una reminiscencia.
Los movimientos nacionales, las criaturas sociales que en forma de nacionalismos o estados, tratan de nacer en partos difíciles y sangrientos, ¿no son sino la trasposición del mito a la sociología política?
Es que yo creo, scribiendo en serio, que el de Prometeo es un mito muy evidente y aplicable a la vida real, porque, y aquí me repito tal vez en mi comentario de ayer, la criatura del hombre es el propio hombre proyectado al futuro y la rebelión de este es contra su mismo creador en el pasado.
"(...) existe fuera de él, es independiente de él y ajeno a él, y empieza a enfrentarse a él como un poder autónomo. La vida que el trabajador ha transmitido al objeto se le enfrenta de forma hostil y ajena".
ResponderEliminarEstamos ante el nuevo "Dios de Oro" del capitalismo más salvaje y atroz, otra más de las religiones del S.XXI. Adorad al nuevo cordero, pecadores(trabajadores). Rendíos a su fuerza y su poder. Que las fanfarrias de los màster retumben en fàbricas y despachos.
Amén.
PEDRO
le felicito por el descubrimiento, y también brindaré al mediodía por ello.
ResponderEliminarLuis: De acuerdo. En este mito hay un Feuerbach laico. Es cierto.
ResponderEliminarUna vez sostuve en una conferencia que el siglo XX podía ser visto como el gran siglo prometeico: Comenzó con el hundimiento del Titanic (Prometeo era un titán) y acabó con el atentado a las titánicas torres gemelas.
Pedro, te recomiendo la lectura del libro de Francis Wheen. Tengo que hablar de él.
ResponderEliminarRMF: ¡A nuestra mutua salud!
ResponderEliminarHombre, yo creo que Marx era un tipo, subjetivamente, como todo gran filósofo, muy formado, y objetivamente, tiene un sistema capaz de recoger las más amplias influencias, incluso de explicarlas desde sí.
ResponderEliminarLos que "queremos" a Marx diríamos que la filiación del Mito de Prometeo con Marx es interna: Prometeo robó a los dioses el fuego (las técnicas, es decir, la capacidad de operar) para darselo al hombre; propiamente hablando "creó" al hombre, pues que sin fuego no hay hombre (para Marx es más el fuego el que hizo al hombre que el hombre quien hizo el fuego).
Y los que no quieren a Marx dirán que es el propio marxismo, endiosado, el que trata de dar vida a un "hombre nuevo" que no vendría a ser sino el pobre frankenstein: un monstruo.
Lo que no he captado demasiado bien es lo del Feuerbach laico; si no os importa, dadle otro empujón, a ver si me hago con ello.
Un saludo.
Otro: Se crea o no se crea en Marx me parece que su lecturas es inevitable para quien quiera entender algo de los últimos siglos. Parece que un banquero británico dijo no hace muchos años que cuanto más tiempo pasaba e Wall Street más convencido estaba de que Marx tenía razón, y añadía que hay un premio nobel a la espera de un economista que resucite la obra de Marx y la convierta en teoría coherente. Por mi parte, creo que Marx hizo un buen análisis del capital y un muy deficiente análisis del capitalismo.
ResponderEliminarCon respecto a la referencia a Feuerbach, lo que quería decir es que la antropología negativa que propone Feuerbach (invertir a Dios para conocer al hombre) se puede trasladar -en parte- a los productos humanos: Observemos el grado de frustración que encuentra el hombre en sus productos y haremos el mapa de sus esperanzas históricas.
El fetichismo de la mercancía...
ResponderEliminarOtro: ahí voy con respecto a la diferencia entre capital y capitalismo. El capitalismo es capaz de comercializar el fetichismo, por ejemplo el de la imaginería marxista. Rebelarse vende.
ResponderEliminarEn una historia de la filosofía no lo sé, en la de la reina Dido ya está tu personaje. Lo trataré con cariño e ironía, que es lo que a tí te va... Besos, querido amigo.
ResponderEliminarGregorio: tomo buena nota de tu consejo.
ResponderEliminarSaludos cordiales.
Pienso que Marx necesita una relectura y un mejor acomodo en la histroria del siglo XX. Su visión de la historia sigue siendo, según creo, uno de los puntos de vistaq ue hay manejar, entre otros, para tener una visión amplia y comprensible.
ResponderEliminarLo que en Marx no funciona, es su trazo del futuro a partir de su análisis de la historia, lo que evidencia las limitaciones del sistema de anñalisis, pero no justifica su negación.
Un poco al hilo de lo que hablamos: ¿conoces los textos sobre la "subsunción formal del trabajo en el capital", que Marx excluyó, tras muchas dudas, de "El capital"? ¿Habla de este problema el libro que citas?
ResponderEliminarUn saludo, y a seguir.