jueves, 22 de marzo de 2007

Futesas filosóficas


I

El pequeño es un encanto. Al principio era exactamente igual que Kant, pero ahora parece más un bebé”. Respuesta de Bertrand Russell a Wittgenstein, que se había interesado por su hijo.

II

« Tengo en mi casa lo menos dieciséis libros de Platón. No sé si mis amigos habrán escuchado alguna vez sus títulos. Se quedarían bien sorprendidos si lo supieran. Si no me creen, que vengan a verlos. Verán en mi biblioteca no solamente libros en lengua griega, sino también algunos traducidos al latín que no habrán visto en ningún otro sitio. Y aquí sólo está una parte de las obras de Platón, pues he visto con mis propios ojos aún más, en particular en casa del calabrés Barlaam. »

Estas palabras son de Petrarca (1304-1374), que se atreve a ser sacrílego reivindicando a Platón. En realidad describen su fe sacrílega, puesto que ponen de manifiesto más la admiración del coleccionista que el criterio de erudito: Petrarca no dominaba el griego y, por lo tanto, tenía más libros de Platón de los que era capaz de leer. Habrá que esperar hasta Marsilio Ficino (1433-1499) para disponer de traducciones latinas de toda la obra de Platón.

Lo que hay de sacrílego en estas palabras es la confesión implícita en ellas de que el saber oficialmente instituido y consagrado como cierto sabe a poco. Petrarca está despreciando un mundo que parecía perfectamente dominado por una religión revelada y por un sistema filosófico armonizado con ella, el aristotélico, y está tentando a sus amigos con un saber diferente. Petrarca no tiene suficiente ni con la palabra de Dios ni con la de Aristóteles.

A la tentación de un saber diferente al admitido dogmáticamente se enfrentaron tanto los musulmanes como los cristianos. Una leyenda (no aseguro su verdad) cuenta que cuando Alejandría fue conquistada, el año 641, Amr ben al'Ass le pidió consejo al califa Omar sobre lo qué convenía hacer con su famosa biblioteca. Éste le respondió :

- Si esos libros estás de acuerdo con el Corán, son inútiles ; si no lo están, son inútiles igualmente. ¡Destrúyelos.

Y la biblioteca fue pasto de las llamas.

III

Segunda jornada del “Primer Congrés català de filosofia”. Ayer Ramon Valls estuvo espléndido. Hoy Jordi Sales nos ha animado a ser optimistas y generosos. Así que me quedo con el recuerdo de Valls. La ironía es una virtud filosófica. Mejor: la ironía debería ser el imperativo moral del filósofo.

Me ha sorprendido el elevado número de comunicaciones dedicadas a la filosofía política. ¿Ha de verse esto como un síntoma? Esta mañana he presentado la mía, titulada “Erotismo y prudencia. Leo Strauss y los límites de la filosofia”. En el momento de la exposición estaba acompañado en la mesa por el presidente, Josep Montserrat, y por Àngel Pascual Martín. O sea, tres straussianos, tres. No es fácil encontrar tanto straussiano junto en ningún lugar de Europa. Al terminar mi exposición, Josep me ha pasado un papel: “Qué buen café que sirves en Ocata”, ponía. Me ha gustado.

IV

Charles-Joseph, Principe de Ligne:

"Hay dos clases de tontos: los que de nada dudan y los que dudan de todo."

V

Por cierto, Ramon, Saul Bellow era neoconservador hasta la médula. Ravelstein es una elegía a Allan Bloom, el fiel amigo. O mejor: el más íntimo amigo. En la novela aparece también un tal "Davarr" ("Palabra", en hebreo). Detrás de este seudónimo se encuentra Leo Strauss.

7 comentarios:

  1. son temibles los que lo saben todo , cierta duda es la antesala de la inteligencia ...los que se pierden en el mar de la incertidumbre tan solo me inspiran pena .....pena de malgastar la vida .
    saludos

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  2. He vuelto a poner la sección de Últimos comentarios. Hay un cierto retraso, pero hace días que el sumario RSS de los comentarios que vuelve a funcionar.

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  3. Pues con la "hiprogresía" que está de moda se duda tanto como se sentencia.

    Saludos

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  4. Buenas Goyo, al teclado Enric Grande, uno de tus extutelados en el Thalassa. Hace unos días que vengo pensando en llamarte para invitarte a un café y saber algo de ti, y hoy me encuentro en tu blog con una fotografía relacionada con mi futura profesión (espero).
    En fin, a ver si puedes poner algún comentario para saber si te apetece quedar un día y yo te llamo.
    Un abrazo

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  5. Enric: Llámame después de Semana Santa, y con mucho gusto tomaré un café contigo.

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  6. Sin embargo siempre hay alguien que se escapa a la tónica general.
    Pongo como ejemplo a un cordobés llamado Averroes que se atrevió con Aristóteles, Platón y más, aunque tambien fue desterrado a un pueblo de Córdoba hasta que lo llamó la corte de Marruecos donde murió.
    Menos mal que hay excepciones aún entre los cristianos y los árabes.

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  7. Ula: tienes toda la razón. Averroes es enorme. Deberíamos incluirlo en las historias de la cultura europea como el primer ilustrado.

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