Hace tiempo que vengo diciendo que en cuestiones de educación los desastres cotidianos de los franceses prefiguran nuestro inmediato futuro. Van un paso por delante de nosotros en el descenso hacia la miseria cultural. Por eso me ha interesado tanto la noticia de que en “L’Ecole centrale d’électronique” se organiza mañana, día 15, un concurso ortográfico con la pretensión de recordar a los estudiantes de carreras técnicas con espíritu de superación, la conveniencia de “escribir mejor que un cerdo”, así, literalmente. El premio es un ordenador portátil.
En los últimos años se han disparado todas las alarmas de L'Ecole al comprobar el deprimente -y decreciente- dominio de su propia lengua por parte del alumnado. Tanto es así que en la actualidad existe una prueba de expresión escrita con carácter eliminatorio para los jóvenes que llaman a sus puertas. Casi uno de cada diez es rechazado. Y sin embargo esos alumnos, extranjeros en su propia lengua, superaron el bachillerato y con frecuencia lo hicieron con resultados notables.
¿Para qué sirve el bachillerato si es incapaz de garantizar un nivel mínimo de dominio del francés escrito? Mientras encuentra la respuesta, L'Ecole ofrece en el primer año de carrera actividades de “recuperación”, como redacción de artículos de prensa y dictados.
¿Cómo era aquello de las barbas del vecino?
Hoy mismo sermoneaba a mis alumnos de 2º de ESO por su inenarrable ortografía y les puse de ejemplo a los adolescentes franceses que dominan una lengua mucho más difícil de escribir que el castellano.
ResponderEliminarYa ves: tu 'post' me ha tirado el argumento por los suelos.
Un abrazo, Gregorio.
Lo siento, Gabriela.
ResponderEliminarUn abrazo.
Es cierto. Sólo miramos a los 'vecinos' cuando nos damos cuenta que aquí nos pasa lo que a ellos les sucede desde más tiempo. Deberíamos tomar medida de los problemas antes que nos sucedan aquí puesto que cada vez se ratifica que aquello que sucede allí, más tarde o más temprano, los sufrimos por nuestros lares.
ResponderEliminarDeberíamos contemplar nuestro alrededor y tratar de estudiar medidas para evitar aquellos aspectos negativos. En cambio, parece que no se esté por la labor; siempre es más interesante 'cazar' votos para alzarse con el poder. El pueblo necesita líderes altruístas... ¡menuda utopía!
Saludos de nuevo, Gregorio. Te felicito por el agradable decorado de tu café.
Muchas Gracias, don Francesco. Hacía tiempo que no tenía noticias suyas.
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