Memorias (tristes) de un hombre con alzheimer IV

Permitidme que hoy os cuente algunas tonterías. Que existe una Miami en Zimbabwe: el único bar del pueblo es la Wise Bottle Store, donde se reúnen por las noches los mineros de unas cercanas minas de cobre; que hay un Cairo en Nebraska: tiene una bolera, una tienda de coches de segunda mano, una discoteca (Desert Rose) y un "Days Inn"; un Berlín en El Salvador: hay hotel (Automotel Berlinés), cafetería, donde Victoria Ramos sirve Chucho, una bebida de maíz negro y semillas de ayote y que ameniza la marimba pachanguera que dirige Sarvelio Villalta; un Londres en la isla de Kiritimati, donde se habla el gilbertés, importado por un marinero inglés llamado Gilber que llegó a estas islas en 1878, a lo largo de la noche se escuchan las canciones del hotel Captain Cook acompañadas por el rasgar del ukelele. Además está Barcelona, la perra de Isaías, un conserje del Canal Imperial de Aragón, en Zaragoza. Nació la noche de la inauguración de las olimpiadas del 92. Isaías fue encontrado muerto por su hija, C.D., que vive en la misma casa, el 8 de septiembre de 1993. El forense dató su muerte el día 6. Certificó, además, que Barcelona le había comido "las partes blandas" del cuerpo. No pudo asegurar si murió a causa de estas heridas o por una infección generalizada que arrastraba desde hacía tiempo, pero sí dejó constancia de que no le habían cambiado los pañales en varios días y que estaba totalmente desnutrido. La Guardia Civil añadió que el compañero sentimental de su hija, que padece fibrosis quística, había estado todo ese tiempo sin salir de casa, pero que no se había enterado de nada, porque nunca entraba en la habitación de Isaías.